viernes, 24 de julio de 2009

Eso, a machacar a los empresarios

Pues hay que ver como se ha puesto el señor presidente con el señor, también presidente, de la CEOE. Estaban reunidos estos dos, con los que se dicen representantes de los trabajadores, ie, los sindicatos. Y el señor Ferrán ha debido de decir alguna verdad, y claro, los otros se han puesto como basiliscos. Y entonces ha salido ZP por la tele, y le ha puesto a caldo, acusándole de querer cargarse todo el sistema de pensiones y el modelo de relaciones laborales.

No sé qué grado de representatividad tiene la CEOE sobre el empresariado patrio. Lo que sí sé es que todo el entramado del estado del bienestar se sostiene sobre la riqueza que generan los empresarios; que para que estos generen riqueza es necesario el concurso de los trabajadores; y que el gobierno, esto es, ZP, es un consumidor de la riqueza generada por los primeros. Vamos, que sin los primeros, no hay nada que hacer. Una sociedad sin empresarios, ni es del bienestar, ni del malestar, no es.´

Pero así son nuestros políticos y sindicatos: en vez de estar agradecidos, collejas por todos lados. Tirando piedras contra su propio tejado, y contra el nuestro, y encima yendo de salvadores del mundo.

Siguiendo la terminología Rand, en el llamado diálogo social, hay solo dos partes: los que tienen algo, y los que se lo quieren quitar. En "Atlas shrugged", políticos y demás representantes sociales arremeten contra los empresarios, a los que quieren despojar de todos sus bienes, eso sí, exigiéndoles que sigan con su creación de riqueza. Y aquello termina con Nueva York a oscuras.

También nos dice Adam Smith que es imposible obligar a la benevolencia. Por mucho que se empeñe ZP, los empresarios no están para hacer "el bien" o arrimar el hombro; no se les puede obligar a ello. Los empresarios están para tratar de forrarse con sus ideas de como mejorar la vida a la gente. Cuanta más pasta ganen, mejor están sirviendo nuestros intereses. Si te empeñas en que sean generosos por decreto, lo único que consigues es que pierdan el interés por servir a sus semejantes, pues ya no les reporta beneficios.

Así pues, esas medidas que ha prometido ZP que no van a gustar a los empresarios, son muy temibles. Elevemos un poco la mirada, y percatémonos de que lo que no guste a los empresarios, es lo que menos nos debería gustar a cualquiera de nosotros, seamos trabajadores o funcionarios, porque todos dependemos de la riqueza que ese colectivo sea capaz de generar. Incluso el señor presidente, quizá más que ninguno por su escasa capacidad para cualquier desempeño, depende de los empresarios.

13 comentarios:

erpayo dijo...

yo no identificaría patronal con empresarios al igual que tampoco identificaría sindicatos con trabajadores.
Estos señores de la CEOE se arriman a Moncloa a ver si les cae algo a ellos también.

Wm Gille Moire dijo...

Este blog es muy bueno. Ojalá todos los economistas explicaran las cosas como haces tú: sencillo y claro.

Sin educación económica seremos siempre los tontos útiles de la izquierda.

R.A. dijo...

Asi que resulta que son los empresarios los que "crean riqueza"... y yo que creia que los que ponian los ladrillos, cavaban las zanjas, estaban 10 horas diarias en las cadenas de montaje y se dejaban los ojos delante del ordenador, eran los trabajadores... y resulta que no, que todo eso se hace solo, y que lo unico imprescindible es el trabajo de gestión de los beneficios de lso empresarios... que curioso.

Anónimo dijo...

Pues si el que crea riqueza es el empresario que previamente ha acumulado capital y ha descubierto una oportunidad de ganancia. El proyecto prosperara si cumple con las apetencias de la demanda y sino el empresario perderá su capital.
El trabajador no es más que un factor productivo más, no seamos románticos ni estúpidos. El trabajador sin el empresario que haga el cálculo económico y arriesgue su capital no es nada. Sin empresario que lance las líneas de acción no hay ni zanjas, ni ordenadores, ni nada.

Anónimo dijo...

(continua....)
Hay que ser tarugo para no entender esto. Además, demuestra poco aprecio (más bien desprecio) por aquellos trabajadores asalariados que pasan a la acción y arriesgan su capital como empresarios para satisfacer los deseos de la demanda.

MrBurns dijo...

"demuestra poco aprecio (...) por aquellos (...) que arriesgan su capital"

Decir poco aprecio es quedarse corto, es puro desprecio. Y si encima el negocio sale adelante y el empresario gana dinero, entonces ya se pasa del desprecio al odio y al discurso del capitalista, opresor, etc.

Recuerdo que en aquel bodrio titulado "Los lunes al sol", uno de los personajes trata de montar una empresa (un bar en ese caso) para salir adelante. Automáticamente pasó a recibir el desprecio y la burla de los demás "proletarios". Ya se había convertido en un traidor a la clase obrera. Por desgracia esa es la mentalidad que nos rodea.

Sólo un matiz al último comentario. Ese capital que se ha "acumulado previamente" en muchos casos es la propia vivienda y todo lo que se tiene en el banco, que quedará como garantía de los créditos que permitan empezar con la empresa.

Si las cosas van mal,en muchos casos las deudas les ahogaran de por vida. Me gustaría que la lumbrera de antes explicara entonces en que consiste la "gestión de beneficios."

R.A. dijo...

El empresario suele arriesgar poco, el dinero para montar una empresa proviene normalmente de créditos y subvenciones más que del patrimonio propio, y en caso de que vaya mal, declara la empresa en quiebra y listo... los trabajadores a la calle , y si el empresario dice que no puede hacer frente a los pagos por estar en bancarrota, pues se marcha tan tranquilo. Esto es lo que pasa continuamente con las empresas que no funcionan.

Y las empresas que funcionan claro que suele ser a costa de exprimir al máximo a sus trabajadores, ahorrar en medidas ambientales o conseguir favores políticos (concesión de contratos, etc.).
Por eso recaban el desprecio de los trabajadores.

R.A. dijo...

<< Pues si el que crea riqueza es el empresario que previamente ha acumulado capital y ha descubierto una oportunidad de ganancia.>>

¿Y cómo ha acumulado capital previamente? Extrayendo plusvalia del trabajo de sus asalariados, y pillando subvenciones y ayudas, es decir, robando.


<< El proyecto prosperara si cumple con las apetencias de la demanda y sino el empresario perderá su capital. >>

El prosperara por muchos factores, por ejemplo si consigue abaratar el costo (fabricando el proucto en Taliandia usando mano de obra semiesclava en lugar de en Badajoz, por ejemplo), si usa las tecnicas de manipulación psicológica necesarias (publicidad) para alterar la "demanda", o si consigue contactos en las administraciones para colocar sus productos.

Anónimo dijo...

Venga hombre la teoría valor trabajo marxista es de la prehistoria, el propio Marx se quedó en bragas ante los utilitaristas como Menger, Jevons o Walras. Es absurdo sugerir que el valor de un traje dependa de la cantidad empleada de trabajo. El valor del traje depende de su utilidad marginal de dicho traje aporte al agente. De ahí que ni los marxistas ni los economistas clásicos supieran nunca resolver la paradoja del diamante y el agua. ¿Por qué un diamante es más valioso que el agua? Cuando el agua es un bien necesario para la vida y el diamante no. Por lo tanto, la teoría de la plusvalía y el valor trabajo es absurda y ampliamente superada por toda la ciencia económica moderna mediante la teoría de la utilidad marginal y el subjetivismo.

Otro tema es que un empresario prospere pillando subvenciones. Eso sí que es robo, pero vamos los marxistas basan toda su teoría de la redistribución en el robo, así que no se dé que te estás quejando. Por supuesto que dicho método lo considero poco ético, pero no ocurriría en un verdadero libre mercado, ya que es el estado el que previamente te quita el dinero (impuestos) para luego dárselo al colega empresario (subvención). Por lo tanto, el problema no es el empresario que recibe ese dinero como mana del cielo, sino el ladrón que es el estado y lo redistribuye entre sus colegas.

El empresario prospera porque ofrece servicios que son deseados. Otro tema es que algunos empresarios prosperen por privilegios y concesiones que el estado les dé. Pero eso vuelve a ser problema del poder del estado y de sus amigos. Tu crítica parece más una crítica a los sistemas socialistas que al libre mercado.

También es bastante absurdo que la rebaja de los costes perjudique a los trabajadores. Una rebaja de costes, significa mayor beneficio que se puede trasladar vía reinversión y por lo tanto mayor capital empleado y mayores salarios reales o vía consumo haciendo que el trabajo liberado por los nuevos bienes de capital se trasladé a abastecer ese nuevo consumo.
Es bastante zoquete no ver que una mayor eficiencia en todos los procesos productivos trae consigo mayores beneficios sociales que la no eficiencia y el despilfarro de capital. Aunque el zoquetismo es una cualidad adherente al socialismo hegeliano que reina hoy en día.

Anónimo dijo...

Respecto a la manipulación psicológica. Es cachondo que precisamente el socialismo de pancarta y propaganda, sea el abanderado de salvarnos de la publicidad engañosa.
Vamos a ver, si la publicidad es engañosa, que puede serlo, el consumidor que se sienta defraudado dejara de demandar dicho producto. Esto es de cajón. Por mucha publicidad engañosa, si yo me compro un pantalón que dice que es impermeable y luego resulta que me mojo de agua, no solo no compraré nunca más esa marca sino que nunca la recomendaré a nadie. Por lo tanto, el supuesto de la manipulación, claro que se puede dar, pero para un empresario que busca el beneficio es el peor de los mundos ya que tarde o temprano le llevará a la ruina.
Cosa que el socialismo de pancarta que se nutre de la coacción institucionalizada no solo no puede manipular, sino que te impone vía decreto lo que al iluminado de turno se le ha ocurrido ese día en concreto importándole poco si te gusta o te disgusta.

R.A. dijo...

En primer lugar agradecer que responda con argumentos y no sólo con insultos, como es habitual en los comentarios de este tipo de páginas.

-Veamos, respecto a que mi critica iba más dirigida al socialismo que al libre mercado; iba dirigida a ambos, ya que soy anarquista y no marxista ni socialista.
Por cierto creo que Marx ha sido superado de una forma mucho más cientifica y completa por los llamados economistas ecologicos o "termodinamicos", como Georgescu-Roegen, Patrick Geddes, Herman Daly...

-Respecto a que un abaratamiento de los costes suele repercutir en los sueldos y las condiciones laborales de los trabajadores; para comprobarlo sólo hay que echar un vistazo a esta comparativa sobre las condiciones de las marcas blancas y marcas de prestigio. Las marcas blancas son más baratas que el resto de las marcas. ¿Cómo consiguen abaratar costes y ser más baratas? Pagando menos a sus trabajadores:

http://www.abc.es/20090727/economia-empresas/marcas-blancas-empeoran-condiciones-200907271656.html

Y que conste que no defiendo a la mafia burocrática sindical de CCOO que ha hecho el estudio, pero esos datos son ciertos.

El ejemplo de la ropa elaborada en Asia, que ponia en mi comentario anterior, es bastante fácil de entender también, ¿porque resulta mucho más barato elaborar ropa en China o Vietnam que en España, aun contando con los gastos de transporte? Pues porque los sueldos en esos países son muchisimo más baratos o inexistentes.

-Yo no hablaba de "publicidad engañosa", sino de que la publicidad es en sí manipulación psicologica, independientemente de la información que ofrezcan sobre los productos (la mayoria de la publicidad no ofrece ningun dato o información sobre los productos, sino una combinacion de imagenes y sonidos elaborada por expertos en técnicas de manipulación psicológica, los publicistas). Quizá me responda usted que los gobiernos también emplean técnicas de manipulación psicológica a mayor escala, a lo cual respondería que si, ciertamente.

Anónimo dijo...

Bueno el materialismo histórico nunca ha sido científico, no porque lo diga yo, sino porque ellos mismos se saltaban las reglas de lógica. Decían que había cosas que la lógica no llegaba a entender… Me alegra saber que sea anarquista, yo también lo soy, pero las etiquetas son eso, etiquetas, y muchas veces la ponemos para dejar de pensar y ahorrar costes. Por eso vayámonos al meollo del tema.

Usted se declara anarquista pero le parece muy mal la supresión de los costes por parte de las empresas. Primero debería pensar si usted es alguien para opinar sobre la actuación empresarial de otros, esto no casa muy bien con el anarquismo. Segundo una mayor eficiencia y un mayor beneficio trae consigo mayor inversión y mayor consumo. Esto da lugar a más trabajo y a sueldos reales más elevados. Tercero, siendo anarquista yo no concibo la idea de ordenar a la gente como tiene que trabajar y ni en qué condiciones lo tienen que hacer. Siendo anarquista, sólo creo en los contratos que esa gente hace y en el cumplimiento de los mismos, tanto por quien oferta su trabajo (trabajador) como por quien lo demanda (empresario), y que en caso de incumplimiento de dichos contratos serán las instituciones que sean (las cuales libremente los agentes hayan elegido previamente) las que resuelvan el conflicto.

El tema de fabricar ropa en Asia, es más de lo mismo, pero aquí ya entra en juego otro factor: el derecho a esa gente a trabajar. La gente que trabaja en fábricas de ropa occidentales en Asia trabaja con sueldos mayores a los que tiene en sus países y bajo unas condiciones mucho mejores, sino no irían a dichas fabricas, se irían a las autóctonas o se quedarían en su casita cultivando frutos. Pero no solo beneficia al asiático; los mayores beneficios hacen que se puedan poner en práctica otras vías de acción empresarial que antes no eran pensables. Y aun si esto no pasara, ese beneficio extra de sus propietarios repercutiría en mayores inversiones o consumo en otros sectores tanto nacionales como extranjeros. Pero hablar de nacional o extranjeros siendo anarquista, es bastante irrelevante, supongo que no somos nacionalistas.

Respecto a la manipulación psicológica es lo mismo. Yo no soy nadie para decir a la gente si están siendo manipulados o no. Además, esto lleva a la soberbia, a pensar que somos seres superiores, más inteligentes y listos que el resto y que tenemos el deber moral de hacerles cambiar les guste o no. Eso no es anarquismo, es socialismo, fascismo o lo que le quiera llamar. Me da igual que llenen la televisión de imágenes sin sentido, le repito que por mucha manipulación, el consumidor si compra un producto que luego no es lo que se esperaba no lo comprará nunca más. Una empresa puede hacer dinero a corto plazo engañando a la gente, pero eso es un negocio suicida que le puede llevar a tener problemas legales (con la institución pertinente) y a la ruina. La gente que emprende habitualmente y como norma general, busca ofrecer productos o servicios que creen ofrecerá satisfacción y mejorara a las condiciones de vida de sus clientes, ya que es la única forma de conseguir más capital, crecer y hacerse rico. Pero eso lo decidirá el consumidor, es decir, el mercado.
P.D: le llamaba socialista por el empleo que ha hecho de la teoría valor-trabajo marxista, de la cual, se fundamenta la teoría de la plusvalía y el robo que sufre el trabajador. Esta teoría viene de la laguna que tenia los economistas clásicos que luego fue depurada por la revolución marginalista de Menger, Jevons y Walras, con el concepto de utilidad marginal. No era por otra cosa :)
Perdón por la extensión.

Anónimo dijo...

Como parche final, creo que es un error llevar las ciencias sociales al campo de las ciencias naturales. Pero esto ya llevaría otro debate sobre epistemología que no viene a cuento. Le dejo aun así un artículo (http://www.jesushuertadesoto.com/fronts/eficienciadinamica_2.htm) y si le interesa ya se mira la interesante bibliografía de dicho autor. Tampoco viene mal, mirarse la crítica de Mises al Positivismo, en su libro "La acción humana" (http://mises.org/resources/3250)