jueves, 25 de mayo de 2017

Maldita Karma 2 ("Mieses Karma Hoch 2"), de David Safier

"Maldita Karma" fue un fenómeno editorial en Alemania y me atrevería a decir que incluso en España. El mero hecho de que una novela alemana se haya traducido y publicado en España es ya de por sí excepcional. Por su parte, David Safier es un escritor bastante mediocre, que dio la campanada de una forma que incluso para él debió de resultar sorprendente. Hay que reconocer que la idea era original y además la novela tiene un arranque muy bien planteado.

No creo que reviente mucho a estas alturas, pero, por si acaso, aviso que viene spoiler. En esta novela lo que ocurre es que la protagonista muere en los primeros capítulos, y se reencarna en hormiga. A partir de aqui, se nos cuenta la historia de sus sucesivas reencarnaciones hasta que, bueno, ya sería demasiado reventar. Los primeros capítulos de la primera novela son los mejores, sin duda: nos presenta a la protagonista, y nos cuenta sus últimos momentos de vida, pero de una forma en que no sabemos realmente que son los últimos. Cuando, de repente, revive como hormiga, pilla al lector tan desprevenido como a la protagonista.

Desgraciadamente, a partir de aquí la trama se desinfla, y poco a poco sale a relucir la mediocridad del escritor, que nos plantea situaciones crecientemente absurdas e inverosímiles, incluso en el contexto de aceptar que alguien reencarnado en hormiga u otro animal pueda narrar su vida. Uno termina de leer Maldita Karma con cierto agotamiento y aburrimiento.

El problema de la segunda parte es que se pierde la originalidad y la frescura, pero no sabéis hasta qué punto. De hecho, cuando empecé a leerlo, pensé que me había equivocado de libro y que había empezado de nuevo con la primera parte. Tuve que volver a abrir éste para cerciorarme de que era otra novela. Es que me parece alucinante que utilice otra vez el mismo recurso de describir los peores momentos del último día de su vida para comenzar el relato. Tratando de hacer la misma gracia, pero sin darse cuenta de que el recurso ya no sorprende al lector de la primera parte.

Y no cesan aquí los paralelismos: las mismas secuencias entre reencarnaciones, los mismos consejos de Buda, y para remate, el proceso de reencarnación vuelve a empezar como hormiga. Safier ha hecho una segunda parte que básicamente replica el esquema de la primera, incluso en las características de los personajes, y en las notas al pie sobre las memorias de otras personas reencarnadas en animales (¿por qué usar otra vez la reencarnación de Casanova?). Insisto en que me parece alucinante, aunque revelador de la mediocridad del escritor, que se limita a explotar la gallina de los huevos de oro sin demasiado esfuerzo creativo.

Dicho esto, la novela tiene algunos momentos divertidos y frescos, aunque son la excepción más que la norma. Uno de ellos ocurre cuando se reencarna en cigüeña, en concreto el momento en que mamá cigüeña enseña a volar a sus polluelos. Y también son muy divertidos sus momentos iniciales como caracol, sobre todo en relación a la velocidad de movimientos que cabe esperar.

Destaco también un par de frases-reflexiones, ambas extraidas del cine. En una, la protagonista nos comenta que en sus momentos malos le gusta ver Alien, porque así no ve gente feliz, y nadie puede tener envidida de congéneres a los que les salen bichos de la tripa. La otra, casi terminando la novela, es cuando "derrotan" al "malo final" (por así decirlo), y nos dice que en las pelis de terror el malo se levantaría cuando estuvieran celebrándolo los buenos. Pero, añade, no en esta ocasión, y concluye que, si bien la vida no es una comedia romántica en que todos terminan felices (una reflexión que aparece varias veces en la novelsa), tampoco es una película de terror.

Bueno, poco más. Si no has leído Maldita Karma, quizá esta novela te resulte atractiva por su originalidad. Si la las leído, esto es más de lo mismo, o sea que ya sabes a qué atenerte.






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