domingo, 28 de enero de 2018

Intercambios ("Changing Places"), de David Lodge

Siempre estoy a la caza y captura de libros de humor, especialmente de autores británicos (¿o debería decir en lengua inglesa?). Confieso que son mi debilidad: Ben Elton, PG Woodehouse, Douglas Adams, Somerset Maughan, Tom Sharpe....Así que nunca pierdo oportunidad de leer alguno nuevo para ver qué sorpresa me depara. Confieso que no recuerdo dónde encontré referencia a David Lodge, pero desde que la encontré tenía en el kindle su Campus Trilogy, y ganas de leerla.

Por fin le llegó el turno a su primera entrega, el "Changing Places" de esta entrada. Las otras dos son Small World, y Nice Work. Devoré con fruición el prólogo del propio autor, en que nos explica que estas tres obras son especímenes de lo que se llama "novela de Campus", nos cuenta de dónde le vinieron sus ideas e inspiración, y de qué van más o menos las tres.

Y me adentré en su lectura. Aburridísimo. No sé si he sonreido en algún momento de la lectura. A partir de un tercio de la novela estaba deseando que terminara, y ya había decidido no leer las otras dos entregas de la trilogía. Francamente, se me escapa el atractivo de esta novela.

Supuestamente se trata de una novela costumbrista en que se compararía la vida en el campus de una universidad americana con la del campus de una inglesa, aprovechando la experiencia del propio autor, y utilizando como línea argumental el intercambio de profesores realizado entre las dos instituciones. Así, se nos van contando en paralelo las actividades de ambos protagonistas, Philip Swallow y Morris Zapp, empezando por los propios vuelos, en sentidos contrarios, en que ambos transitan y que se cruzan por encima del polo Norte.

El problema es que realmente no hay comparativa de costumbres, y no hay sagaz ironía comparándolas, sino solamente un estilo narrativo plano, y, por supuesto, mucho sexo presente, no necesariamente visible, pero obsesivamente en la mente del autor y los protagonistas. Vamos, que da que pensar sobre los profesores universitarios, si eso es todo lo que había que comparar entre ambos campus. De hecho, me llama la atención que no se llegue a describir ni una sola impartición de clase, o de los alumnos, era lo mínimo esperable.

Posiblemente consciente del aburrimiento de lo que se le ha ocurrido contar, Lodge utiliza diversos formatos para avanzar en su relato. Así, uno de los capítulos utiliza la casi olvidada técnica epistolar, y eso da pie a uno de los mejores momentos del libro, cuando se auto-critica el autor por utilizarla, basándose en un libro de texto sobre cómo escribir. Otro capítulo consiste en una sucesión de noticias que trazan los acontecimientos ocurridos en los campus durante ambas estancias. Y el último capítulo utiliza formato de obra teatral (que, por cierto, no le funciona en absoluto en la primera escena, en que se vuelven a cruzar dos aviones).

Hay un par de cosas rescatables del libro. Una de ellas es la escena de una persecución en un paternoster del campus de la universidad inglesa. Para el que no lo sepa, como yo, un paternoster es un ascensor basado en una serie de cajas en perpetuo movimiento subiendo y bajando, a los que se accede con el correcto timing. Los que hayan seguido la serie Berlin Babylon habrán podido ver uno de estos artefactos en funcionamiento. Así que se podrán imaginar más fácilmente las características de la persecución.

Otro momento divertido: el objetivo que tiene Morris Zapp de hacer un estudio completo en que se analice desde todos los puntos de vista posibles la obra de Jane Austin, no para mostrar su erudición al respecto, sino sobre todo para que nadie vuelva a hacer otro análisis de dicha obra. Los planes de Zapp son más ambiciosos, y extendería la misma técnica a otros autores, hasta conseguir que ya no se pudieran hacer ensayos literarios, por estar todo dicho.

Cierro con dos frases interesantes. La primera es del prólogo, no propiamente de la novela:
"truth that academics and literary intellectuals tend to ignore: that high culture depends ultimately on the wealth created by trade.", respecto al gran desprecio que los primeros suelen sentir por los empresarios.

Y la segunda podría ser un spoiler para aquel que, a pesar de mis advertencias, leyera este libro y llegara al final, comparando la narración mediante libro y mediante película:
"As you’re reading, you’re aware of the fact that there’s only a page or two left in the book, and you get ready to close it. But with a film there’s no way of telling, especially nowadays". Y justo en ese momento termina la novela.

Y lo mismo este post.


No hay comentarios: