domingo, 5 de junio de 2022

De ratones y hombres ("Of mice and men"), de John Steinbeck

Primer contacto con el señor Steinbeck, premio Nobel y autor prolífico, de quien, a parte de esta, a todo el mundo sonarán sus dos obras más conocidas: Las uvas de la ira, y Al este del Edén. Una de estas dos será mi siguiente lectura del autor.

En cuanto a la que nos ocupa, resulta ser un relato cortito, nada de que ver con la monumentalidad de las otras dos. El título sale de un poema del siglo XVIII "The best-laid plans of mice and men" sobre la incertidumbre a la que siempre se sujetan nuestros planes, por muy bien pensados que estén. Y es que los dos protagonistas de la historia, Lennie y George, quieren escapar de su destino de jornaleros por cuenta ajena haciéndose con una tierra de la que vivir ("We could live offa the fatta the lan’."). Por otro lado, al comienzo de la historia nos encontraremos con Lenny profundamente afectado por haber matado, sin querer y mediante caricias, a un ratoncito. O sea que también salen ratones físicamente en esta novelilla.

Lennie es un grandullón poco brillante pero buena persona, que no controla su fuerza; George, por su parte, es el hombre de las ideas y ha desarrollado un afecto por Lennie, al que ha unido, sin tener por qué, su destino. Contrariamente a la mayor parte de la gente, ellos se cuidan: "But not us! An’ why? Because . . . because I got you to look after me, and you got me to look after you, and that’s why."

Los dos héroes se nos presentan con una breve escena en la que Steinbeck muestra su talento narrativo como no hará ya hasta el final: "On the sand banks the rabbits sat as quietly as little gray, sculptured stones. And then from the direction of the state highway came the sound of footsteps on crisp sycamore leaves. The rabbits hurried noiselessly for cover. A stilted heron labored up into the air and pounded down river. For a moment the place was lifeless, and then two men emerged from the path and came into the opening by the green pool."

De allí su trayecto les lleva a una granja en la que planean trabajar un tiempo, ganando dinero que eventualmente les permita cumplir su sueño. Son varios los personajes con los que trataran en esta granja. De hecho, esta parte de la novela descansa sobre los numerosos diálogos de los distintos personajes, en los que Steinbeck refleja la fonética de cada uno de los hablantes, lo que confiere un gran realismo e interés a las conversaciones.

Tenemos a Curley y su mujer (cuyo nombre nunca se nos dice). Curley es el típico macarra americano que, buscando bronca, se tropezará con Lennie ("Lennie was still smiling with delight at the memory of the ranch. Curley stepped over to Lennie like a terrier. “What the hell you laughin’ at?”). Como cabe esperar, saldrá mal del lance. La mujer, por su parte, es el verdadero detonante de la tragedia, aunque no de la forma que uno se espera.

Tenemos a un negro, Crooks, quién es utilizado por Steinbeck para mostrar que, incluso entre los jornaleros californianos, hay clases. El pobre Crooks vive solo  en su propio cobertizo: "And scattered about the floor were a number of personal possessions; for, being alone, Crooks could leave his things about, and being a stable buck and a cripple, he was more permanent than the other men, and he had accumulated more possessions than he could carry on his back." No está bien visto que los demás interactúen con él, y tendremos oportunidad de ver como la mujer de Curley le humilla.

Por último, tenemos a Candy, que unirá sus destinos brevemente a Lennie y George, dando un empujón de viabilidad a los planes, gracias a sus ahorros ("I planted crops for damn near ever’body in this state, but they wasn’t my crops, and when I harvested ’em, it wasn’t none of my harvest.") Por supuesto, no se llegarán a cumplir, porque el destino aparecerá por medio en forma de encuentro de Lennie con la mujer de Curley, desde cuya aparición se mascaba la tragedia. 

El momento final es patético, aunque viene precedido de otras muestras del gran talento narrativo del autor, con esta frase entre otras: "Curley’s wife lay with a half-covering of yellow hay. And the meanness and the plannings and the discontent and the ache for attention were all gone from her face. She was very pretty and simple, and her face was sweet and young.".

El encuentro final de George y Lennie también nos depara un "George came quietly out of the brush and the rabbit scuttled back into Lennie’s brain.".

En resumen, se trata de una novelita corta, de estilo sobrio y con poca floritura. No creo que sea buena piedra de toque para juzgar la obra de Steinbeck, pero sí me ha resultado útil para no descartarla de entrada. Volveré sobre Steinbeck cuando haya leído La uvas de la ira.

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