martes, 21 de junio de 2022

Dios ha nacido en el exilio ("Dieu est né en exil"), de Vintila Horia

Llego a este libro a través el prefacio introductorio de los Amores de Ovidio, que leí recientemente. Me resulto atractivo por ser literatura en francés y por haber ganado el premio Goncourt en los 60, además de que el autor es rumano, aunque escriba en la lengua franca.

El título no es nada informativo sobre el contenido, que básicamente consiste en el diario de Ovidio en el exilio. Este autor pasó muchos años de su vida exiliado en Tomis, la Constanza de la actual Rumania, por haber considerado Octavio Augusto que, precisamente la citada obra, atentaba contras las buenas costumbres romanas que él quería imponer por decreto. Pero no es un diario al uso. Para empezar, es un diario anual: Ovidio nos cuenta sus reflexiones año a año, durante ocho, o sea, que no nos cuenta tanto lo vivido como lo reflexionado. O sea, que quien busque aquí un relato costumbrista no lo va a encontrar.

Lo que sí va a encontrar es una larga reflexión sobre la libertad y el Imperio. Ovidio asocia a los habitantes de la zona, los dacios o getas, con la libertad, y, por tanto, su resistencia es la lucha por la libertad. "Un peuple qui croit à ses dieux et respecte leurs lois ne va pas à la conquête d'autres peuples. Il se défend quand on l'attaque, ou va à la guerre quand il a trop faim, mais ne fait pas de la guerre et de la conquête une règle de vie." "Leur ambition n'est pas de priver de liberté les autres peuples, mais de conserver la leur".

Ovidio se siente oprimido por el imperio Romano, esa empresa militar de éxito espectacular, que influirá durante siglos en los designios de Europa "Car il est l'auteur de la Paix en général et il a créé le plus grand empire de tous les temps, mais il est aussi l'auteur de la Peur en particulier, de la peur des autres et de sa propre peur à lui.", nos dice refiriéndose al primer Emperador. El precio del triunfo se paga con la pérdida de la libertad de los ciudadanos, de la que Ovidio nos muestra estos botone: "Un esclave délateur a droit à la huitième partie des biens de son maître, si on juge que sa délation a été véridique." "La loi de lèse-majesté, créée par Auguste, menace les Romains comme une épée de Damoclès suspendue sur toutes les têtes. Il suffit d'une dénonciation pour vous trouver en prison ou en exil. L'amitié et l'amour sont morts."

Y eso le hace comprender mejor a alguna gente que ha preferido abandonar su ciudadanía e irse a vivir a territorio dacio, precisamente para mantener su libertad, y que seguirá moviéndose a puntos más remotos conforme el imperio se extienda.

Lo que rompe la dinámica pesimista de Ovidio es, contra todo pronóstico y más en la época que nos ha tocado vivir, el nacimiento de Jesús, la llegada del Mesías, que le cuenta un amigo médico, Teodoro, que supuestamente habría atendido a la Virgen María. Es difícil entender qué es lo que ve Ovidio, u Horia,y por qué lo ve, en esta llegada, pero hay pinceladas preciosas. Por ejemplo, cuando Teodoro le escribe y le trata como hermano en el Señor: "Aucun lieu de sang ne m'unissait à ce Grec, que j'avais rencontré quelquefois à Tomes et qui, reconnaissant en moi des traits communs et la même soif de libération qui le consumait, m'avait raconté sa vie et m'avait révélé le plus grand secret de tous les temps. J'étais devenu son frère. Les mêmes liens m'unissaient désormais à Mucaporus, au prêtre dace, à Corinne, à tous ceux qui attendaient dans le monde. Un esclave et un barbare auraient pu aussi devenir mes frères, puisque toute frontière entre les hommes devenait tout à coup ridicule."

Y en esta otra Ovidio conecta con su obra más famosa, las Metamorfosis: "Car le vrai Dieu a pris notre forme, Il s'est métamorphosé en homme, non pas pour jouir, sous la chair, des plaisirs des mortels, mais pour souffrir, pour nous faire comprendre que nous Lui ressemblons dans la douleur.".

En la siguiente se vislumbra la oposición que Ovidio percibe entre imperio y Mesías: "Et la liberté ne sera pas possible, jusqu'au jour où Il parlera pour communiquer aux hommes le secret d'être libres d'une autre manière sous la menace des empires, sans jamais éprouver ce pénible besoin de la fuite." Que remacha magníficamente aquí en lo referente al imperio romano: "L'âge d'or a été d'une bien courte durée. Et si les limites de l'empire augmentent dans le sens que j'avais indiqué, urbis et orbis, ses limites dans le temps deviennent de plus en plus étroites." (por cierto, esa expresión, urbis et orbis, fue introducida por Ovidio en una de sus obras.

Por último, respecto al cristianismo, aquí tenemos otra lucida reflexión de uno de los corresponsales de Ovidio, que no se muestra tan optimista respecto a su éxito: "Je préfère mes dieux et leurs chaînes et cette ressemblance avec les bêtes. Votre Dieu est trop complexe et incommode. Personne ne voudra l'accepter, non, car il complique terriblement les choses. Il nous fait responsables." En otras palabras, no todo el mundo está dispuesto a pagar el precio por la libertad, es más cómodo vivir sin tener que pensar qué hacer, y de esto es algo que se aprovechan enormemente los políticos en las democracias actuales, que propician este tipo de irresponsabilidad prácticamente cada vez que hay oportunidad de votar.

Por cierto, que tampoco tiene Ovidio-Horia palabras amables para los políticos. He aquí dos muestras: "J'ai surpris aussi dans son regard cette indifférence humaine qui est le signe des mortels à vocation politique et qui fait d'eux les ennemis des hommes."

"La politique est un art difficile. Elle a le don d'enlaidir les femmes, en les obligeant à commettre de mauvaises actions, à trahir les vieux amis, à servir des maîtres impitoyables. Cela laisse des traces sur le visage." (de lo que se deduce que Ayuso aún no ha hecho esas malas acciones a que se refiere Ovidio, ¿no?).

Muy interesante también cómo evoluciona la decepción de Ovidio con sus dioses, preparando el terreno para ese Dios nuevo que llega con la libertad y la igualdad de los seres humanos. Me encanta esta frase porque es claramente evocativa de la obra del poeta. Aprovecha para decirla ante una batalla a las puertas de Tomis y un poco muerto de miedo: "Mars, Minerve, Apollon, Mercure, Vénus et Jupiter et tous les autres que j'ai chantés dans mes poèmes et qui avaient la bonne habitude d'assister aux combats, au-dessus des murs de Troie, je ne les vois pas. Les dieux de la guerre, du sang et de l'astuce se sont enfuis."

En resumen, se trata de una novela densa, casi un ensayo. Resulta difícil seguirla en algunos momentos: a mí me hubiera gustado entender mejor por qué Ovidio-Horia ven una liberación en el nacimiento del Mesías, sobre todo porque además es el Dios a que hace referencia el título. Entre los momentos de más acción, me quedo sin duda con el viaje que hace al mismo núcleo de poder del reino Dacio, la ciudad de Sarmisegetuza Regia, que me ha recordado mi llegada a las ruinas de la misma.

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