sábado, 18 de febrero de 2023

Your Money and Your Brain, de Jason Zweig

Se trata de un libro de divulgación sobre psicología y neurología. Su enganche es claro por el título: conectemos dinero y cerebro y algún lector adicional sacaremos. No en vano, como bien sabe el autor, "the neural activity of someone whose investments are making money is indistinguishable from that of someone who is high on cocaine or morphine;".

A partir de aquí, cabe esperar la ristra habitual de experimentos y teorías psicológicas que cualquier lector de Kahneman o Pinker se sabrá ya, en esta ocasión clasificados por las distintas emociones que afectan al ser humano a la hora de invertir, cada una con su capítulo: Pensamiento y emociones, codicia, predicción, confianza, riesgo, miedo, sorpresa, arrepentimiento y, por supuesto, felicidad, en que el ensayo cede ya sin ambages al género que tan poco me gusta de la autoayuda.

El libro se hace innecesariamente más largo de leer por el empeño que tiene el autor por contarnos dónde ocurre cada fenómeno en el cerebro, como si eso fuera relevante para la actividad del inversor. Yo lo hubiera dejado en los sesgos psicológicos más los consejos, razonados, para hacerles frente, y me hubiera ahorrado el rollo neurológico, que ni me parece interesante ni relevante. (Aunque pueda ser curioso: "financial losses are processed in the same areas of the brain that respond to mortal danger;")

En cuanto al sesgo psicológico, es algo de lo que los buenos inversores son conscientes (por ejemplo, Francisco Paramés). Zweig lo resume en esta frase del primer capítulo: "Investing requires you to make decisions using data from the past and hunches in the present about risks and rewards you will harvest in the future filling you with feelings like hope, greed, cockiness, surprise, fear, panic, regret, and happiness" (obsérvese que es un índice del resto del libro).

Así que el libro tiene cierto interés divulgativo, sobre todo para quienes no hayan leído nada de psicología. Seguro que les resultará apasionante y posiblemente les incentive para profundizar en la materia. Zweig escribe con estilo sobrio pero solvente, y de vez en cuando adereza su redacciòn con alguna frase brillante ("The least surprising aspect of earnings is that they are full of surprises; the most surprising aspect is that investors are continually taken by surprise.)

También sabe administrar sus dosis de ironía, y en este caso el capítulo estrella es sin duda el dedicado a la predicción, que empieza con fuerza: "More than 3,700 years after this clay model was first baked in Mesopotamia, the liver-reading Babylonian barus are still with us except now they are called market strategists, financial analysts, and investment experts.

La credibilidad que nos provocan se basa en dos sesgos cognitivos. El primero es la capacidad de nuestro cerebro para identificar patrones ("That's what helped our ancestors survive the hazardous primeval world, enabling them to evade predators"), capacidad que no controlamos y que nos lleva también a identificarlos allí donde es imposible que los haya, como puede ser en los mercados bursátiles. El segundo es nuestra facilidad para construir historias a partir de indicios, y la mayor tendencia creer sucesos cuando vienen formulados como historias lógicas.

El capítulo también se cierra con potencia, en este caso criticando métodos econométricos y correlaciones, cuando nos explica que un investigador "sifted through thousands of publicly available numbers until he found one that had forecast U.S. stock returns with 75% accuracy: the total volume of butter produced each year in Bangladesh."

Por lo demás, me dejo aquí anotados un par de pensamientos con los que ya me había tropezado, pero que es bueno recordar.

Sobre el método científico y la falsación: "the only way to be more certain it's true is to search harder for proof that it is false.". En vez de buscar argumentos que confirmen nuestra hipótesis, mejor buscar los que la refutan y ver si son ciertos.

Sobre el framing y como afecta a nuestras decisiones: "Your attitudes toward financial risks, as we have learned, can differ drastically depending on how they are framed, whether you are alone or in a group, how your previous bets paid off, how easy it is for you to think about the risk, what mood you are in, even what the weather is like outside."


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