domingo, 29 de octubre de 2023

Último autobus a Woodstock ("Last Bus to Woodstock"), de Colin Dexter

Tras haber comenzado a ver la serie Endeavour, tenía curiosidad por leer alguno de lo libros del inspector Morse, aunque solo fuer por enterarme completamente bien de alguno de los casos. Porque si hay algo que caracteriza a la serie es por la extrema complejidad de los casos, que muchas veces requieren conocimientos de erudito para su resolución. Y, claro, Endeavour Morse está especialmente preparado para este tipo de investigación, habida cuenta de su formación universitaria en el Oxford en que transcurren la mayoría de los casos.

Elegí para satisfacer mi curiosidad la primera de las novelas del personaje, atraído también por una crítica razonablemente buena. La primera sorpresa me la llevé al constatar que en dicha primera novela, Morse ya era inspector de la policía y además con ayudante a su cargo, el sargento Lewis. Así pues, la serie supone una precuela de las novelas, y no inspira sus guiones en éstas, sino que son obras independientes que comparten protagonista. En la misma dirección va el inspector Thursday, imagino, aunque no el policía Strange, que aparece en esta novela.

La segunda sorpresa tiene que ver con el desarrollo de la propia investigación. Aunque hay algunas cesiones a la erudición de Morse, el caso que se presenta es mucho más sencillo y de andar por casa que los que presenta la serie. Y eso nos lleva a la tercera y última sorpresa, y es la capacidad de deducción de Morse. Allí donde la serie nos presenta a un tipo poco menos que genial y muchas veces incomprendido, la novela nos muestra a alguien dando casi todo el rato palos de ciego y dejándose llevar por sus prejuicios sin atender a la evidencia que aparece, para desesperación del Lewis. Curiosa involución del personaje de la TV al personaje de la novela. Eso sí, en lo que no ha cambiado es que se va enamorando de todas las tías que aparecen en la narración.

En cuanto a la novela en sí, el estilo de Dexter no es fácil de seguir. Escribe bien, con un registro bastante alto y frases algo retorcidas, no exentas de referencias cultas ("An initial ‘G’ was clear enough, but the surname to which it was floridly appended would have remained an enigma to the great Champollion himself.", "he saw Morse scribbling as furiously as Coleridge must have scribbled when he woke up to find, full grown within his mind, the whole of Kubla Khan."), que pueden deslizarse con cierta facilidad a la pedantería ("Gone were the flights of angels that had guarded him in sleep and he sat on the edge of his bed fingering the rough stubble on his chin and wondering what this day would bring."). Como digo, no es un libro fácil de leer.

La narración va dando protagonismo a diversos de sus personajes, sin centrarse exclusivamente en Morse. Muchos capítulos comienzan con escenas de estos otros, lo que me parece atípico en una novela policíaca. Por otro lado, tampoco está clara la razón de esos zooms, rompen la narración sin ser obvia su relación con la investigación.

Lo que más me gusta de la novela policiaca de Dexter es cómo aparecen consecuencias del asesinato principal, en respuesta a como los distintos personajen han reaccionado al mismo, y como dichas consecuencias pueden hacer mucho más difícil la investigación, arrojando pistas falsas a los policías. Estos, al final, tienen que encontrar la lógica de todos los sucesos para tratar de resolver al misterio, aunque sus orígenese sean diversos. Es especialmente original en esta novela por la sucesión de cosas que le ocurren la víctima.

También es interesante la relación entre Morse y Lewis, caracterizada por sequedad, profesionalidad, respeto y sorpresa mutua. Como muestra, esto le suelta el señor inspector a su acólito ante una de sus sugerencias: "‘We could find out where Ryan’s Daughter was on in the first week of January,’ suggested Lewis. ‘Yes, we could. And how much the diary cost and who gave it to her and where she buys her biros from. Sergeant! We’re running a murder enquiry not a stationery shop!’"

Cierro con una frase que dejé señalada por su sonoridad, y que debe de recoger algún pensamiento de Morse: "with names that ring with silken ecstasies: Skin and Skirt and Lush and Lust and Flesh and Frills."

Bueno, cumplido el expediente, será difícil que vuelva a leer algo de Dexter. No está mal, pero tampoco es una cosa tan maravillosa como para que me ponga a leer a estas alturas de mi vida novelas de detectives. Que me espera Victor Hugo a la vuelta de la esquina (y quien no sea pedante que tire la primera piedra).







No hay comentarios: