Bajo tan pomposo título se esconde en realidad una biografia de Gengis Khan, en fundador del imperio mongol. La historia en realidad se inicia con los ancestros del protagonista, hasta llegar a su padre, Yesugei el Bravo, y finalmente a Temudjin, nombre original de Gengis Khan.
A partir de este momento, la biografía del personaje consiste básicamente en sus batallas y en la extensión de sus dominios a fuerza de derrotar y masacrar a sus rivales. Poco más aporta esta biografia, salvo un par de episodios puntual con algún sabio que otro. Es más, dado que la estrategia de estos guerreros es de una simpleza apabullante, tampoco hay grandes descripciones bélicas.
La mayor parte del tiempo Grousset nos entretiene describiéndonos la naturaleza del país recorrido "Un immense forêt où se pressent le bouleau, le peuplier et le tremble, le cèdre, le mélèze et le sapin avec un épais sous- bois de mousses, de rhododendrons et de lichens. La faune de la taïga y est représentée par l’élan, le cerf maral, le renne sauvage, le loup rouge et les animaux à fourrure, ours, zibeline, hermine, martre..." que como se ve no impacta mucho. Tampoco lo hacen las referencias geográficas en terrenos muy desconocidos y que también sospecho que poco vigentes cuando tratas de actualizarlas al año de escritura del libro (primera mitad del siglo XX). O sea, básicamente imposible enterarse con cierto detalle de dónde transcurre la acción, a menos que haya ciudades conocidas en la cercanía.
El estilo literario no da demasiado de sí. Los únicos momentos en que destaca es cuando recoge citas textuales de sus fuentes, que son los anales chinos, los poetas persas y los propios bardos mongoles. Aquí un ejemplo: "Le khan peut, en punition, me faire mourir sur l’heure. Mon sang ne salira qu’un petit coin de terre, pas plus large que la paume de la main. Mais si tu me fais grâce, j’irai à ton p. 140 commandement affronter tous tes ennemis. Pour toi, je traverserai les torrents les plus profonds et je fendrai les rochers".
Lo más llamativo de la historia de Gengis Khan es algo que ya he visto que sucedió también en los orígenes de Roma, seguramente pasó con los Vikingos, y diría que también con los españoles. Básicamente el 60% de la historia cubre las batallistas de Gengis Khan con sus vecinos: tártaros, Kereit y Naiman. Todos peleándoso por pequeños terruños. De tales batallas, Temudjin saldrá emperador mongol en 1206. Una vez conquistada Mongolia, China y Persia serán pan comido, estos grandes territorios se los zumba en comparativamente poco tiempo.
Hasta ese momento, he aquí un par de costumbres de estos pueblos de la estepa. Con razón les consideraban bárbaros los demás pueblos.
"L’exogamie qui était une règle familiale chez les Mongols obligeait ceux-ci, pour trouver femme, à ne recourir que trop à la pratique de l’enlèvement qui perpétuait la guerre entre les tribus."
"ces groupements viagers qui se formaient autour d’un homme fort, les clans ayant intérêt, pour les razzias comme pour les grandes battues, à mettre à leur tête un capitaine expérimenté. Seulement, à la mort du chef le groupement se dissociait."
Decía que es algo que ya ví que pasó con Roma (Ver la insufrible "Ad Urbe Condita", de Tito Livio) y con el imperio español, donde tras 800 años para reconquistar la península, se conquistó todo el continente americano en menos de un siglo (Ver La cruzada del Océano). Lo que se observa en estos pueblos beligerantes es que al final se ha hecho mucho más fuerte para la guerra que todos sus vecinos pacíficos, a los que conquista sin demasiado problema. Parecido a por qué siempre ganan la Champions los equipos de fútbol de las ligas más difíciles.
Lo que sorprende es la facilidad con que conquista China y sobrepasa su Gran Muralla, cuando supuestamente los chinos tenían prevista la contingencia de las invasiones del norte por haberlas sufrido constantemente. Es menos extraño que arrasen con su occidente, pues aquí los reinos árabes no habían tenido tal experiencia, estando bien protegidos por las cadenas montañosas que dificultan la ruta de la Seda.
Esto me lleva a otra reflexión en comparación con el imperio Español. A nuestros ancestros se les ha acusado de genocidas, cosa que nunca he oído de los mongoles, y tampoco separa demasiado tiempo ambas acciones, unos 300 años en un mundo de cambios más paulatinos que en la actualidad. Pues bien, las tácticas de los mongoles eran sencillamente brutales: consistía en empujar contra las ciudades asediadas a los prisioneros que habían obtenido en batallas previas. Y las consecuencias de sus victorias eran aún peores, pues básicamente las arrasaban y mataban a todos sus habitantes, esto es, un genocidio tras otro. En la conquista de Korasán (norte de Persia) todavía se puede entender como respuesta a una provocación, pero cuando arrasan Afganistán es incomprensible. La India se salva porque la encuentran demasiado cálida para su gusto, y al llegar al Punjab se dan la vuelta. Pero el clima europeo sí que les encaja, y llegan sin mayores problemas desde Irán hasta Rusia pasando por Azerbayan en tiempos de Gengis Khan. En su gesta, arrasan las ciudades y engañan a cualquier posible aliado. Todo muy edificante.
Sin embargo, el señor Grousset no tiene reparos en defender una y otra vez al genocida. "La personnalité de Gengis-khan, tel que le barde mongol nous a appris à le connaître, demeure, en fait, hors de cause. Le héros mongol reste le demi-dieu généreux, magnanime et grand, modéré en toute chose, équilibré, d’une solide bon sens, humain, pour tout dire, et même pétri d’humanité qu’il n’a cessé d’être." Y si se dedica a la másacre al por mayor es porque "dans le milieu mongol de son temps on ne concevait pas une autre manière de faire la guerre, comme on n’imaginait pas un autre genre de vie que la vie nomade, le pays des sédentaires n’étant bon que comme terrain de razzia, pour le pillage et la chasse à l’homme." Por cierto, esto explica porque arrasaban las ciudades, para ver si se transformaban en pastos para sus caballos.
Por si alguien tenía dudas, así recoge el propio Grousset el último deseo de Gengis-Khan antes de morir: "Pendant mon repas annoncez-moi: jusqu’au dernier homme ils sont exterminés ! Le khan a anéanti leur race! Le Conquérant du monde eut pour ses funérailles le massacre de tout un peuple."
Es evidente que al lado de los mongoles, los españoles eran almas de la caridad civilizadoras. Probablemente Gengis Khan mató en un par de sus victorias más gente que los españoles en la conquista entera de América. Y, sin embargo, la que subsiste es la leyenda negra española, no la mongola (sobre la que poca leyenda habría, dado lo terrible que era la realidad). En su obra Imperiofobia y leyenda negra, María Elvira Roca Barea ofrece una explicación. En todo caso, a ver si llega ya una ola de historiadores objetivos sin envidias y pone las cosas en su sitio.
La última reflexión que voy a hacer se refiere al contraste entre las sociedades sedentarias y estas nómadas que las arrasaban en la guerra. Es claro que la capacidad de generar riqueza es órdenes de magnitud en las primeras que en las segundas. Se justifica por la mayor productividad, la posibilidad de comerciar, menos conflictos con destrucción de activos... Lo que sorprende es que esa mayor riqueza no se tradujera en recursos defensivos suficientes para derrotar sociedades mucho más pobres como las de estas tribus nómadas.
El imperio chino había tratado de hacerlo con la inversión en la Gran Muralla, pero asuno que los costes de mantenerla y dotarla de soldados debían ser tan grandes, que en cuanto no se veía una amenaza cercana, evitaban el gasto. Y, en general, eso se plantearían también los opulentos ciudadanos de las ciudades persas: por qué gastar en prevenir ataques si nadie nos puede atacar. El caso es que cuando llegaron los mongoles no estaban preparados ni remotamente.
No voy a seguir porque me da miedo que alguien vea paralelismo con la situación actual y la supuesta amenaza de Rusia a Europa. A ver si ahora también nos van a pillar desprevenidas las hordas de las estepas. Es claro que el paralelismo no resiste la mera constatación de que la economía rusa también es sedentaria, no tiene que pelearse contra otras cercanas para sobrevivir, como si les ocurriá a los mongoles. En la actualidad, lo que hay es Estados que no internalizan el coste de la guerra, que sufren únicamente sus súbditos, mientras que los mongoles, tártaros, Nayman y Kereit por supuesto que lo internalizaban en sus propias carnes.
Bueno, aunque creo que las reflexiones que me ha inspirado son interesantes, el libro no lo es tanto. Si alguien quiere conocer a Gengis Khan, mejor que busque si alguna biografía alternativa a ésta.