miércoles, 4 de mayo de 2016

Scoop, de Evelyn Waugh

Lo bueno que tiene arriesgar en las lecturas es que de vez en cuando encuentras sorpresas agradables. Y aunque el ratio sea bajo, al lector impenitente le compensan estos descubrimientos. El libro que comento posiblemente estaba en la misma lista de "100 mejores libros en lengua inglesa" (o similar) que "Lucky Jim" y "The Bottle Factory Outing", ambos comentados recientemente y que me resultaron indiferentes.


Por suerte, Scoop juega en otra liga, más cercana a Tom Sharpe o PG Woodehouse, y resulta tremendamente divertido, sobre todo si has visto recientemente algún episodio de Downton Abbey.

La historia no es original y sí bastante predecible: un tal Boot, de buena familia venida a menos, escribe una colaboración sobre naturaleza en un importante diario británico. Por una confusión, es enviado a cubrir los conflictos en el remoto país de Ismaelia. Allí le sucederán algunas aventurillas que le llevarán a triunfar en el sufrido mundo del periodismo internacional, contra todo pronóstico. Y vuelve a casa y siguen las confusiones.

Pero es que la historia es lo de menos. Lo importante es que con base en la misma, el autor aprovecha para burlarse de todos los elementos que la conforman: las familias nobiliarias (tipo los de Downton Abbey), la prensa, las corresponsalías internacionales, y la revoluciones sociales junto al imperialismo (en este caso, el británico). La novela ocurre, por ciero, en los años entre la primera y la segunda guerra mundial, con el transfondo del conflicto fascismo-comunismo.

La mayor carga de profundidad va, no obstante, contra los corresponsales y su modo de vida. Así, uno de ellos es capaz, tras perderse y acabar en la ciudad balcana equivocada, de desatar un episodio bélico en la misma a base de inventarse falsas noticias para justificar allí su estancia. Él mismo consigue que todos sus competidores se trasladen a una ciudad inexistente en Ismaelia, que aparece en los mapas solo por el orgullo de la familia de los dictadores, a base de inventarse noticias.

Otro momento divertido es la llegada del protagonista a la capital del país: allí se encuentra un sinfin de periodistas, ingleses y franceses, muertos de aburrimiento porque no pasa nada, y buscando la noticia (el scoop del título). Pues bien, uno de ellos parece haber descubierto algo, ante los celos de sus compañeros, quienes fracasan en descubrir de qué se trata. Al día siguiente nos enteraremos de que la noticia que se ha inventado es que el revisor del tren es un espía soviético.

Y no hay que perderse la discusión, completamente reminiscente de Downton Abbey, en que la familia Boot discute de qué forma la prima se va a trasladar a la casa de unos vecinos a pasar la noche. Termina llevándose el caballo en la furgoneta, para volver a día siguiente en caballo.

Este librito es muy divertido y muy agradable de leer. Un descubrimiento este Evelyn Waugh.

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