domingo, 10 de mayo de 2020

El Padrino ("The Godfather"), de Mario Puzo

Todo el mundo la serie de películas de Coppola y los principales personajes de la misma, por lo que no tendré que hablar demasiado de la trama de esta novela. Que, sin embargo, no creo que sea tan leído como las películas vistas. Sin embargo, estamos hablando de un best-seller en su momento, 1969, esto es, que las películas se construyeron al rebufo de un libro de éxito, y no al contrario, como algún desavisado pueda pensar. Añado antes de seguir que solo las dos primeras partes de la trilogia se basan en la novela, no así la tercera, hecha muchos años después con material nuevo y, hasta donde yo sé, no publicado en forma de novela.

Lo dicho, por tanto, parece garantía de buen libro (digo, que fuera best seller antes que película) y doy fe de que así es, el lector no se sentirá decepcionado con esta lectura, más bien al contrario. Y no digamos ya si es fan de las películas, pues este libro le da la oportunidad de indagar en las vidas y precedentes de algunos de los secundarios a los que no recuerdo que se les preste tanta atención: estoy hablando de Johnny Fontane, Jack Woltz, Albert Neri, Luca Brasi, alguno de los "malos" (como los Tataglia). Además, aparecen otros personajes secundarios relevantes que también son tratados con detalle, como el doctor Jules Segal y Lucy Mancini.

El estilo de Puzo es directo, descarnado, sin florituras, casi de ejecutivo. Los personajes se pasan toda la novela haciendo "arrangements" de detalle que siempre consiguen su objetivo, pero que son poco relevantes. Al mismo tiempo, la forma narrativa me parece muy innovadora, con  varios "flashbacks" sobre los personajes, bastante largos en algunos casos, que nos ayudan a comprender mejor su origen y su forma de pensar. Dos de estos flashbacks constituyen la segunda película de la serie: los orígenes de Vito Corleone en Hell's Kitchen, y la estancia de Michael en Sicilia mientras se pacifica la guerra de Mafias, que en el libro se cuenta una vez Michael está de nuevo en New York y ha sucedido a su padre al mando de la organización.

El primero de los dos es magistral, es el flashback ideal que no deja nada sin explicar de lo que vemos en el momento de la narrativa: la huída de Vito de Sicilia, sus intentos por entrar en la sociedad convencional, su frustración ante la corrupción de la misma, y cómo espontáneamente se ve en el rol de solventador de injusticias. Eso por un lado. Por otro, como establece sus relaciones con los restantes personajes, empezando por Tessio, Clemenza y su Consiglieri Abbandando, inmediatmente sustituido por el gran Tom Hagen. Cómo van creciendo sus intereses y negocios, en torno al aceite de oliva, como lo extiende ("Like any good businessman he aimed at holding a monopoly by forcing his rivals to abandon the field or by merging with his own company. Like many businessmen of genius he learned that free competition was wasteful, monopoly efficient."), y el salto casi natural al alcohol en tiempos de Ley Seca, basándose en la infraestructura en marcha para el aceite. Y, por supuesto, asistiremos al nacimiento de sus hijos, el malogrado Sonny, Fredo, Connie y, sobre todo, Michael.

Gracias a ello entenderemos por qué y cómo construye su organización El Padrino. La piedra angular es la amistad, la confianza mutua, para dar respuesta a unas necesidades que la sociedad, léase el Estado, no es capaz de satisfacer en grandes capas de la población. El Padrino "doesn’t accept the rules of the society we live in because those rules would have condemned him to a life not suitable to a man like himself, In the meantime he operates on a code of ethics he considers far superior to the legal structures of society.” Y a fe que lo resulta para mucha gente, aunque haya que pagar el precio en sangre. Y es que el relato comienzo con tres casos de necesidad, diferentes, para quienes la única solución es la que proporciona El Padrino. Paradigmático de ellos, el de Bonasera. Pero también se nos explicará como, por ejemplo, la "familia" del Padrino no sufrió paro en la Gran Depresión, causada por los políticos como bien sabemos los economistas, aunque esto no lo diga Puzo.

Si hay algo que me ha sorprendido en esta novela es el aspecto psicológico, finamente trato por Puzo. Lo tenemos casi desde el comienzo, con la famosa escena de la cabeza de caballo enviada a Woltz para convencerle de que meta a Johnny Fontane en su producción. En la película, la cosa se queda en la típica amenaza de la Mafia. En cambio, la lectura de la novela revela mucha más sutileza. En efecto, el tal Woltz es, por contactos y riqueza, tanto o más poderoso que El Padrino; en una batalla de recursos, Woltz posiblemente ganaría y por eso no acepta al famosa "offer he can't refuse". Ante ello, no está claro para nadie como El Padrino puede conseguir sus objetivos: la cabeza del caballo, sin embargo, de Khartoum, pura sangra de 600000 dólares, revela a Woltz que El Padrino está dispuesto a llegar mucho más lejos que él en esta batalla, y ello le lleva a capitular. (Al mismo tiempo, Puzo también nos da una justificación moral para el abuso, ya que el amigo Woltz resulta ser un pedófilo).

Este mismo nivel de análisis psicológico es el que utiliza Puzo para explicarnos la forma en que se llevan a cabo determinadas ejecuciones (especialmente, la muerte de Sollozzo y el capitán McCloskey) así como la metamorfosis del propio Michael Corleone, cuando por fin entiende lo que mueve a su padre: "We will manage our world for ourselves because it is our world, cosa nostra. And so we have to stick together to guard against outside meddlers. Otherwise they will put the ring in our nose as they have put the ring in the nose of all the millions of Neapolitans and other Italians in this country." Y es que el origen de la Mafia (refugio, en siciliano) es precisamente ese, una asociación mediante la que los sicilianos se protegían del abuso de políticos y caciques. Evidentemente, la organización degeneró con el tiempo hasta ser un verdadero cáncer en Sicilia, al que solo pudo parar con éxito Mussolini. Pero, claro, al trasplantar esos procedimientos de protección a EEUU, es aparente el riesgo de cáncer similar en la nueva sociedad.

Uno de los capítulos más interesantes es aquel en que don Vito convoca a todas las familias de los EEUU, incluidas las cinco de Nueva York, las más potentes, para establecer una pax mafiosa, tras la muerte de su hijo Sonny. Es interesante, por supuesto, por el plan y por el discurso de cierre de Vito Corleone (del que he sacado la cita del párrafo anterior). Pero, sobre todo, porque describe las actividades de las distintas mafias en cada área del territorio americano, así como la personalidad de sus Dones. En concreto, es curioso que los mafiosos consideren al régimen de Chicago y a su líder, Al Capone, of course, como verdaderas bestias indignas de juntarse con ellos en esta mesa civilizada.
También aprovecha Puzo este episodio para presentarnos a la familia Bocchicchio, especializada en actuar como negociadores y rehenes para estas reuniones. Siendo poco brillantes, su nicho de negocio se basaba en la lealtad a ultranza intrafamilia, de modo de todos sabían que matar injustamente a un Bocchicchio supondría una venganza inevitable por parte de todo el clan, al coste que fuera.

Bueno, yo creo que queda claro que esta novela me ha encantado y que me ha sorprendido. Es lectura de alto nivel, aunque sea tosco el estilo. En la rúbrica de sorpresas, hay que incorporar los inesperados detalles médicos que nos endosa Puzo, por ejemplo, en la operación de suelo pélvico a la que se somete Lucy Mancini, o en la discusión sobre la reparación de la cara de Michael. Lo hará siempre por voz de un doctor proscrito por sus prácticas abortistas, Jules Segal. En algún moment, alguien le pregunta irónicamente: "So you save lives. How come you became an abortionist?"Y veremos cómo Jules sufrió un destino similar al del propio Padrino, o al del sustituto de Luca Brasi.("
Business needs hard men to keep it running smooth").
 
Os dejo con dos frases fruto de la experiencia del mismísimo Vito Corleone, y una reflexión de Tom Hagen sobre la policia, que yo creo aplicable a cualquie funcionario. 
- "He had long ago learned that society imposes insults that must be borne, comforted by the knowledge that in this world there comes a time when the most humble of men, if he keeps his eyes open, can take his revenge on the most powerful."
- "Lawyers can steal more money with a briefcase than a thousand men with guns and masks.
 
- "Hagen understood that the policeman believes in law and order in a curiously innocent way. He believes in it more than does the public he serves. Law and order is, after all, the magic from which he derives his power"

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