viernes, 24 de noviembre de 2023

El psiconalista ("The Analyst"), de John Katzenbach

No conocía a este Katzenbach, pero debe de ser bastanta conocido, pues tiene pinta de autor de best sellers. La referencia a este libro la debí de coger de algún ensayo, quizá de alguna de mis lecturas recientes sobre arte. Viniendo de tal ensayo la referencia, pensé que sería un libro serio.

No es un libro serio, pero sí una novela excelente, de eses que se leerían del tirón salvo por la extensión. El planteamiento es muy sugerente, y no es spoiler porque se lanza desde el momento uno. El protagonista, un psicoanalista llamado Ricky Starks, recibe un sobre en su consulta. El remitente, que se hace llamar Rumplestiltskin, le ordena que se suicide en 15 días, y que si no lo hace matará a alguno de los allegados del doctor, de una lista que demuestra que los conoce. La alternativa es que, en el mismo plazo, descubra la identidad de quien le amenaza. ("Is your life so sweet and so productive and so important that we can automatically assume it is more valuable than the life it might cost?”")

A partir de aquí, ya poco más podría decir sin desvelar partes más o menos importantes de la trama. Pero es obvio que la atracción del libro para mí era qué uso haría de sus conocimientos psicológicos el protagonista para identificar a su perseguidor. Algo de esto hay, pero muy poco para haber justificado esta lectura si no tuviera otros méritos. 

Y eso sin olvidar que estamos hablando de un psicoanalista, no propiamente de un psicólogo o un psiquiatra.  Digo esto porque el psicoanálisis, la teoría con la que se forró Freud y tantos de sus discípulos, quedó desacreditada hace ya un tiempo a nivel científico. O sea, que si Starks hubiera abordado sus problemas con esta herramienta, no hubiera llegado a ningún sitio. Lo que pasa es que las pocas veces que obtiene inferencias psicológicas, son eso, psicológicas, no psiconalíticas.

Katzenbach escribe bien, con mucha elegancia, sin florituras. Es una lectura agradable aunque no brillante. Lo más llamativo es que mantiene ese estilo calmado y elegante mientras te cuenta eventos que son de gran urgencia, de vida o muerte para los personajes de su novela. Es el mismo contraste de esos lords ingleses que se detienen a tomar el té en mitad de una batalla (que no sé si existieron, pero que han quedado mitificados en la flema inglesa).

Esa elegancia le lleva a incluir referencias clásicas en la obra, la más destacada a la Divina Comedia:"Can’t write an epic about turning away at the gates of Hell, can you, Ricky? Nope. Got to walk through that doorway.”"

En suma, se trata de una novela apasionante, y bien escrita, con sus giros inesperados (o no tanto) que no dudo en recomendar. Y no desestimo volver a leer alguna de las obras de Katzenbach en el futuro, aunque a más corto plazo me quedo con la referencia que hace a "The mask of sanity", de Hervey Cleckley, sobre la psicopatía, cuya lectura quizá ayude a comprender al actual presidente del gobierno de España.

Cierro con algunas frases que me han llamado la atención

"The report was written in plain, bureaucratic cover- your- butt English"

"“Revenge solves nothing,” Ricky said. “Spoken like a man who never indulged,”"

"It was the most deadly of races. A ghost pursuing a dead man. A dead man hunting a ghost."

"“An Uzi or an Ingram .45 caliber machine pistol or an AK- 47 with a nice banana clip can go a long ways toward settling any dispute you might be facing,” the clerk said. “They tend to discourage disagreement and urge compromise."

"
The word poverty doesn’t come close to capturing the world of rats, dirt, and despair. The word depression barely suggests the crippling black weight that must have rested on her shoulders."

"no matter how much was known about behavior and emotions, and no matter how confident one was in diagnosis and in the course of action that neurosis and psychosis created, ultimately, one could never predict with total certainty how any one individual would react."

No hay comentarios: