sábado, 28 de febrero de 2009

Hacia el absurdo final

Las intervenciones del Gobierno y la regulación son incapaces de conseguir sus objetivos. El mercado está constituido por un sutil juego de equilibrios, en que resulta imposible tocar en algún sitio y que no salte algo inesperado por otro. Es el paradigma del efecto mariposa.

Esta lección, que la teoría económica demuestra (por ejemplo, en Mises, Teoría del Intervencionismo) es convenientemente ignorada por los Gobiernos, en su constante afán por enmascarar la realidad, única posibilidad de mantener su poder a costa de los cegados ciudadanos.

No existe evidencia histórica alguna de un Gobierno consiguiendo sus objetivos mediante intervención o regulación. Pero, inasequibles a desaliento, continuan interviniendo y dificultando la vidad de los ciudadanos. Es su papel.

Como digo, cada intervención da lugar a efectos inesperados (para el Gobierno, no para la gente con sentido común), que hacen necesarias nuevas intervenciones, que, a su vez, dan lugar otra vez a efectos indeseados y muchas veces contrarios a los buscados. El ejemplo prototípico es la fijación de un salario mínimo: el Gobierno,al fijarlo, buscar que todos los trabajadores ganen un sueldo determinado. Lo que consigue no es eso, sino que los trabajadores menos cualificados se queden en paro. Como esta situación es insostenible, se le hace necesario pagarles prestación por desempleo, que, a su vez, exige nuevas cargas impositivas sobre los ciudadanos, incluidos los del salario mínimo. Resultado: no hay trabajo para todos y el trabajador percibe menos de lo que percibiría en ausencia de regulación.

Viene todo esto a cuento por las últimas propuestas de nuestro gobierno, en boca de su ministro Sebastián, hombre de preclara visión y que continua deleitándonos con propuestas e ideas. Tras el neoproteccionismo, ahora llega la equidad forzada o como la quieras llamar.

Formulemos su idea: quiere dar dinero (de nuestros impuestos), a todos los bancos, lo pidan o no. Quiere obligarles a aceptar nuestro dinero. No os parece increible?
Joe, a mí me daría pudor que me citaran con propouestas de este estilo.

De esa forma, según él, se garantiza que la imagen de todos queda igualmente tocada, ya que ahora, los receptores de nuestros fondos, quedan de alguna forma estigmatizados. Así que, venga, estigmas con mi dinero para todos los banqueros.

Francamente, no puedo esperar a ver cuál es la siguiente propuesta de estos tipos. La única esperanza es que poco a poco llegaremos al absurdo final, y no tendrán más conejos que sacar de la chistera. Quizá entonces haya una oportunidad para el mercado.

jueves, 26 de febrero de 2009

Como rajás a nuestra costa

Muchos analistas se empeñan en sacar lecturas positivas de la crisis económica. Yo tampoco voy a ser menos. Además, esta lectura me mola porque parte del argumento socialista por excelencia, que es la envidia. Me refiero a lo patente que están quedando las conductas dilapidadoras, cuando no corruptas, de nuestros políticos.

Está de moda publicar en qué se gastan nuestro dinero estos señores. Lógico. Mientras todos estamos bien y de buen rollo, nos tomamos a broma los desfalcos de estos señores. ¿Qué se reforman un piso a nuestra costa? Bah, todos son iguales. Así que, más o menos, se lleva bien y no es demasiada noticia.

Pero ahora estamos fastidiados. Hay mucha gente en paro, algunos ya sin prestación de desempleo. Otros muchos ven que sus condiciones laborales se deterioran, o viven en la incertidumbre de un posible despido, o cierre de la empresa. El dinero ya no entra con facilidad: poco a poco nos tenemos que privar de vacaciones, no podemos cambiar de coche, y no podemos tomar tantas cañas. Eventualmente, incluso tenemos miedo de quedarnos sin casa por no poder pagar la hipoteca.

En estas condiciones, la envidia es el deporte nacional. ¿Por qué estos tipos tienen dinero y viven bien, y yo estoy tan fastidiado? Los Gobiernos, sobre todo los socialisita, son maestros en dirigir esta envidia contra los empresarios. Precisamente los que se hacen ricos (en un mercado libre) gracias a sus servicios al ciudadano. Pero como el empresario es explotador, mientras que el político trabaja abnegadamente por nuestro bien, ya se sabe.

El caso es que ahora los empresarios también están fastidiados, incluso Botín (mirar mi entrada del martes). Así que la envidia se dirige íntegramente a nuestros obscenos políticos, que siguen viviendo a cuerpo de rey a costa de nuestros impuestos. Ahí tenemos al del BNG de paseo en yate con un millonario gallego. O al Bermejo, al Garzón y al otro policia, de caza mayor por las sierras de Ándujar. O a los tipos forrados relacionados con la trama del PP, que hablan de millones de Euros como nosotros de panchitos.

Y opino, además, que la envidia no es pecado en este caso. Porque estos tipos nos están robando el dinero a nosotros, que lo necesitamos para nuestra vida normal, para pegarse unos caprichos con los que no podemos ni soñar.

Así que ánimo, medios, revelarnos todas las sinvergozonerías que hacen, que aceptaríamos pacíficamente si no hubiera crisis, pero que ahora pueden llevar a un mosqueo de proporciones monumentales.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Héroes por accidente

Me aparto hoy de la temática usual del blog, para hacer mi modesto homenaje a dos héroes, españoles ambos, que se han manifestado en los últimos días, y por razones diametralmente opuestas. Conste que ya venía bastante sensibilizado tras haberme visto los últimos fines de semana las tres pelis del Señor de los Anillos, repletas de héroes de ficción.

Mi primer héroe es el padre de Marta del Castillo. Primero, por no tomarse la justicia por su mano, que es lo que creo que yo hubiera hecho. Ni más ni menos que perder una hija, y el tío confia en que nuestra basura de sistema judicial haga justicia. Además, confia en que vale de algo la Constitución, y le suelta a ZP la frase antológica del rey y la reina. Oh, Dios mio, plantearle a un progre el tema de la cadena perpetua. Hace falta cuajo.

Tanta ingenuidad resulta enternecedora. Pero resulta mi héroe porque es gente así la que al final es capaz de cambiar el mundo. Es la primera piedrecilla que luego provoca al alud. Gente que contribuye a quitar las caretas y a llamar a las cosas por su nombre. Y, sobre todo, gente que con su actitud impide que este país se convierta en una batalla campal. En este sentido, son también héroes todas las víctimas del terrorismo y ETA.

Y esto me lleva a mi segundo héroe de hoy, al chico vasco que ha destrozado la taberna etarra con un mazo. Como anticipaba, la razón es diametralmente opuesta.
En efecto, esta víctima se ha tomado la justicia por su mano, no ha sido capaz de confiar en la sociedad y el Estado para que le resarza de sus daños.

Pero es que la situación en el País Vasco no es puntual. Ya hay muchas víctimas allí que han depositado su confianza en el sistema, han delegado la venganza, y siguen sin encontrar satisfacción a su sacrificio. Cuando no encuentran directamente desprecio y demandas. Es claro que alguien tiene que empezar a hacer algo para que se acaba el terror, alguien que anime a los vascos limpios a confrontar el miedo y el terror con el que conviven. Y este chico lo ha hecho.

Desgraciadamente, en su pueblo parece que nadie le sigue. Parece que les tienen que destrozar la casa a todos para que despierten. Oportunidad perdida de poner contra las cuerdas a los terroristas. Y demostrar que el sistema no da para más.

Vayan mis ánimos en estos momentos difíciles a los dos héroes por accidente. Ojalá dentro de unos años su nombre figure como el desencadenante de algo que cambió el mundo.

martes, 24 de febrero de 2009

Todos tranquilos, no pasa nada

La semana pasada, el Santander, el banco de bandera de nuestro sistema financiero, decidió suspender los reembolsos de uno de sus fondos de inversión, el BANIF Inmobiliario. Por supuesto, dicha suspensión se hizo para proteger los intereses de sus partícipes, que perderían mucho valor si dichos reembolsos se hicieran en este momento.

El Santander, como buen banco en un mercado intervenido y regulado, del que es cómplice el Gobierno, utiliza técnicas de Gobierno también, cual es la venta-burra de que lo mejor para el ciudadano es "lo que digo yo". Lo cierto es que si el Santander quiere proteger los intereses de sus clientes, lo que tiene que hacer es reembolsar su participación cuando se lo piden. No creo que haya mejor forma de proteger los intereses de un cliente que cumplir el contrato que se ha firmado con él, y no unilateralmente incumplirlo.

Pero en esas estamos, lo que es ciertamente revelador de la situación real que, tras los records de beneficios, debe de esconder el banco del señor Botín. De acuerdo que los activos en que invierte el Banif son inmuebles y, por tanto, no tan líquidos como otros activos. Pero siguen pudiéndose vender en el mercado, digo yo. Que se venden a muy bajo precio, pues que se aguanten los partícipes, que son los que quieren liquidar su posición, pero no entiendo porque el Santander tiene que tomar la decisión por ellos.

Se les informa que si liquidan ahora el valor de su reembolso será el que sea, y a otra cosa mariposa. ¿O es que el Santander está dando valoración hinchada del fondo de inversión? A ver si lo que pasa es que el valor de la participación esta calculado de forma imaginativa, esto es, valorando los inmuebles al precio que quiere el Santander, y no al de mercado. Vamos, como lo de Forum Filatélico con los sellos.

Y, en todo caso, si el Santander cree que el fondo está ahora infravalorado y que en dos años ganará pasta, ¿por qué no lo compra él? El negocio es pingüe y evidente, si de verdad se cree lo que está diciendo a sus clientes. De esta forma, adquiere con su dinero los activos inmobiliarios y mete liquidez al fondo, no tiene que suspender reembolsos, y encima hace negocio. ¿Por qué no lo hace?

Se me ocurren dos razones. 1) No se cree lo de la revalorización del fondo, en cuyo caso está engañando lisa y llanamente a sus clientes, y de aquí a dos años estos verán sus pérdidas acrecentadas, como seguramente se temen y por lo que quieren vender ahora sus participaciones.
2) Carece de liquidez para consumar la operación.

La primera ya es grave, aunque no inusual. Personalmente, pienso que los grandes bancos dicen bastantes mentirijillas a sus desinformados clientes.

Pero, si la razón es la segunda, bueno, en fin, mejor no pensarlo. Lo que sigo sin entender es como la gente está tan tranquila con este tema.

domingo, 22 de febrero de 2009

Siempre son los mismos

Ayer sábado, por la tarde, decidí acudir con los niños a beneficiarme del desfile de Carnaval con que el señor Gallardón decidió gastar nuestro dinero. Ya está bien de desprendimiento, disfrutemos del dinero público. La cosa prometía para los niños: un desfile de monstruos para tiempos monstruosos.

De la acontecimiento, dos conclusiones. La primera se refiere al espíritu carnavalero de los madrileños, que es nulo. Al menos, es lo que se deduce tras ver el desfile. No había nada de calor popular, la cosa era más bien fria y algo deprimente. Eso, salvo cuando salían los monstruos que construían el evento, y cuya relación con un Carnaval es, cuanto menos, discutible. Vamos, que podrían hacerlos desfilar también, no sé, para celebrar la Constitución.

Había un dragón, un par de grupos de esqueletos, un frankestein gigante, unos cuantos dinosaurios y, mis preferidos, un logradísimo ejército de las tinieblas, con dos jinetes oscuros incluidos, que hacían constantes cargas de ataque. Francamente bien, aunque, como digo, escasa relación con un Carnaval.

La segunda conclusión tiene que ver con la política y la izquierda de este país. Entre todos los grupos de monstruos, exquisitamente apolíticos, nos sorprende la "Asociación de Vecinos de la Nueva Elipa" con una especie de charanga propagandística contra el PP, reparto de pasquines incluido. Yo no me lo podía creer. ¿Pero es que esta gente no descansa? Mira que tiene Gallardón en sus manos el desfile, y no sale ni un tipo en una charanga disfrazado de ZP, o de Bermejo cazando. Ni una referencia al gobierno de los 3 millones de parados. Solo monstruos para divertir a la gente. Y a están estos tipos con un Gallardón-draculín, y con los temas tópico de siempre.

Yo no sé el lector, pero me cuesta imaginarme a los vecinos de la Nueva Elipa juntándose un día y diciendo: ¿oye, por qué no ponemos 6o Euros cada uno y hacemos una carroza para meternos con el PP y pedir sanidad pública, y tal? Imagino que la pasta no la ponen los supuestos vecinos (por cierto, la única asociación de vecinos con representación), sino algún partido político contrario. Y si la pone el PSOE, es como si la pusiéramos todos, aunque esté disfrazada de asociación vecinal.

Estos si que no tienen recato alguno en gastarse mi pasta haciendo propaganda. Tienen claro que hay que ganar la opinión pública para legitimar sus latrocinios, y no reparan ni en el cuándo ni en el cómo. Los de enfrente se empeñan en ganar sin zancadillas (a los del PSOE, al ciudadano todas las que puedan), y así les va.

En fin, que muy bonitos los monstruos. Esta vez sí he sacado partido a mis impuestos.

sábado, 21 de febrero de 2009

Leyes naturales y leyes físicas

Los hombres actuan, y lo hacen para tratar de mejorar su satisfacción en cada momento. Obviamente, se pueden equivocar en sus previsiones, y terminar menos satisfechos tras su acto. Me apetece comer chocolate, me levanto, lo cojo, y tras comerlo, me doy cuenta, tras oir llorar al niño, que hubiera sido mejor dárselo a él

Pero sigue siendo indiscutible que actuamos. Sin embargo, la acción humana tiene límites. No podemos hacer cualquier cosa que queramos. Y no estoy hablando de un mundo intervenido por leyes humanas, sino del mundo de Robinson Crusoe o de un mundo anárquico, carente de autoridad estatal.

Por ejemplo, estamos constreñidos por las leyes físicas. Por mucho que el cuerpo nos pida volar, que nuestra escala de valores nos diga que estaríamos mejor flotando en el aire, es imposible que venzamos con nuestro cuerpo la fuerza de la gravedad. Si intentamos flotar desde la ventana de casa, lo más posible es que terminemos estampados contr el suelo.

A nadie en su sano juicio se le ocurriría seguir esa conducta para satisfacer sus necesidades. Hay absoluto consenso en que las leyes físicas limitan la forma en que podemos actuar.

Pues bien, resulta que el hombre vive en una sociedad, no es individuo aislado. Y en cuento el hombre convive, existen otra serie de leyes que son como las naturales, y que limitan sus acciones. Son las leyes económicas, que se derivan del axioma fundamental de que el hombre actúa, y se deducen mediante la praxeología.

Estas leyes son iguales que las físicas. Debemos amoldar nuestra conducta a ellas si queremos conseguir nuestros objetivos. E ignorarlas es tan peligroso como ignorar las leyes físicas. De la misma forma que te estampas si intentas volar con los brazos, te estampas si gastas en algo más de lo que la gente está dispuesto a pagar por ello. O te estampas si pretendes que alguien venda algo por debajo de lo que le cuesta.

La cuestión es por qué nadie duda de las leyes físicas, y han surgido tantas dudas respecto a las económicas. Como nos decía Mises, las principales leyes económicas son conocidas desde hace más de 200 años (300 ahora). ¿Por qué la gente las desconoce o se empeña en discutirlas? Para responder a esta pregunta basta con investigar quién o quiénes se benefician de la confusión, quiénes nos pueden hacer creer que la existencia de un salario mínimo es compatible con el pleno empleo, o que fabricar papelitos equivale a crear riqueza.

Cierro con una cita de Mises, de entre las muchas que me han encantado de su obra magna (traducción propia):
"Corresponde a los hombres decidir si harán uso adecuado del rico tesoro que este conocimiento (la economía) les proporciona o lo dejarán sin utilizar. Pero si no sacan el mejor provecho de él y desechan sus enseñanzas y avisos, no anularán la economía; simplemente estamparán nuestra sociedad y la raza humana."

viernes, 20 de febrero de 2009

Como Juan Palomo

Yo me lo guiso y yo me lo como. Esta es la brillante idea del banco central inglés, vamos, del Gobierno inglés. Problemas: Primero, tenemos los tipos de interés casi al 0% y el crédito sigue sin circular, y, por tanto, según su teoría, la economía sin funcionar. Segundo, tenemos que sacar mucha deuda pública para cubrir todas la nacionalizaciones y bienestares (hombre, y el sueldo de funcionarios y políticos), y no está claro que haya por ahí mucho ahorrador dispuesto a prestarnos dinero.

La solución: nada más fácil. Que el banco de Inglaterra se imprima unas cuantas libras, y proceda con ellas a comprar la deuda pública del Estado. Brillante, verdad? Metemos más dinero en el sistema, y, al mismo tiempo, lo hace el Gobierno con sus politicas de revitalización de la economia.

El truco, obviamente, es que nos estamos haciendo trampas al solitario. Me estoy endedudando conmigo mismo!!!!. Me debo a mí mismo dinero que ya me pagaré, y con ese dinero que me he prestado, me voy de compras, porque los comerciantes y empresarios no pueden distinguir unos papelitos de otros.

Intente hacerlo Ud mismo a ver si cuela: se da a sí mismo unos papeles, reconociéndose que se los tiene que devolver, y ahora salga a la calle a comprar con los papelitos. Claro, que si usted hace lo que pretende hacer el banco de UK, eso se llama falsificación. Es lo malo de no tener el monopolio de la emisión de moneda.

¿Efectos sobre la economía? Evidentes. Gracias a la impresión de billetes, en UK habrá muchos más billetes circulando. Lo que pasa es con esos billetes, los nuevos más los viejos, únicamente se pueden comprar los mismos bienes que había antes de crear los nuevos billetes. Por tanto, cada bien toca a más billetes por cabeza. Dicho de otra forma, cada bien sube de precio.

Y esto es lo que la mayoría de la gente llama inflación. Hiper-inflación a poco que haya incontinencia. Hala, a por ello, Juan Palomo, a hundir definitivamente al Reino Unido. Con la de futbolistas españoles que cobran en libras...

jueves, 12 de febrero de 2009

Fijando el sueldo para el emprendedor patrio

De esta crisis, lo he dicho varias veces, no nos va a sacar el Estado. De esta crisis, si salimos, nos habrán sacado entre unos cuantos emprendedores con ideas para generar riqueza. Ellos se forrarán, y nosotros retomaremos el camino del crecimiento. Y encima, en vez de agradecérselo, habrá muchos que les tengan envidia.

Pero cuando hablo de emprendedores, hablo de emprendedores verdaderos, no de mentira, que son los que parecen abundar entre la jet de nuestros empresarios. Son emprendedores que se la juegan en su empeño, si ganan, se forran, y, si pierden, pues palman sus cosas.

No es este el perfil del emprendedor patrio. El de aquí ha puesto todos sus esfuerzos en tener amigos en las administraciones, con los que compartir la "riqueza" generada. Es especialista en que, si palma, palman los demás, y si gana, gana él.

El emprendedor patrio no ha nacido así, pero se ha amoldado a un entorno en que esta es la forma de hacer negocios. Y como el emprendedor no hace asco a ninguna oportunidad, pues ha visto por aquí el dinero fácil y a eso se dedica. En vez de servir a los clientes, sirve a los políticos, que es más fácil y rentable.

¿Y cuánto debería cobrar el emprendedor patrio? Pues tenemos la pista en el sueldo que le ha fijado la administración concursal al señor Fernando Martín, espléndido tycoon de la construcción. Ahí va la cifra, según he visto en El Confidencial: 75.000 Euros al mes. Lo repito: 75.000 EUROS AL MES.

Este señor ha conseguido llevar a la quiebra a sus empresas de construcción, dejando tirados a no sé cuantos acreedores y compradores. Ha hecho una gestión de dudosa calidad. Y, sin embargo, los jueces consideran que debe cobrar 75.000 Euros al mes. Los jueces!!!! Supongo que a acreedores y compradores se les habrá quedado cara de tontos.

En el libre mercado, el salario depende de la productividad, uno cobra según lo que es capacidad de producir. Me parece muy dudoso que este señor sea capaz de producir esa riqueza al mes, pues imagino que, de hacerlo, su empresa no hubiera quebrado. Pero como su sueldo no lo fija el mercado, sino un juez, pues, hala, a estafar al personal.

Desde luego, con estos ejemplos, no vamos a salir de la crisis en 100 años.

miércoles, 11 de febrero de 2009

¿Quién cobrará primero, el parado o el funcionario?

Pues resulta que el inclito Presidente del Gobierno va el otro día y dice en el Congreso que va a recortar los gastos corrientes para garantizar las prestaciones, para pagar el desempleo "sea cual sea el número de parados". Supongo que si hubiera medidas en tiempo real del número de feces emitidas en España, en ese momento se produjo un record histórico.

Porque conociendo a ZP, cuando dijo eso, la mayor parte de los parados supongo que se echarían a temblar. Pero, cómo? No están garantizadas las prestaciones por desempleo? Si está diciendo estas cosas, es que las prestaciones distan de estar garantizadas.

No es que uno se sorprenda por ello. Es lo lógico dadas las circunstancias: los ingresos del Estado están bajando a marchas forzadas (leía el otro día que los ingresos por IRPF han bajado un 20%, 20%!!!!) Pero, claro, la estructura hay que mantenerla: hay aportar nuestra parte a la Comisión Europea, hay que pagar a los funcionarios, hay que llevarse algo por el camino...Si encima el número de parados crece al ritmo que va, pues no hace falta ser un lince para saber que la cosa no es sostenible.

La cuestión era ver cuánto de sostenible podía ser. Y con las manifestaciones del otro día, está claro que está perdiendo la sostenibilidad a una velocidad pasmosa. Desde luego, no creo que nadie en verano se hubiera atrevido a decir que habría problemas para pagar el paro. Pues ya veremos este próximo verano cómo está la cosa.

Y, cuando llegue la hora de la verdad, ¿qué hará el gobierno? ¿Va a ir a pedir prestado dinero para pagar a funcionarios y parados? ¿Y quién se lo va a dar? Ese préstamo es intrínsecamente incobrable. Evidentemente, estoy hablando en sentido figurado, pues esto saldrá a base de esa deuda que estamos pagando a precio creciente.

Pero, cuando tampoco nos den crédito, ¿entonces qué? ¿a quién dedicará su pasta no-ilimitada el Gobierno? ¿Pagará a sus funcionarios o a los parados? ¿A los que primeros, a los que generosamente ha subido su sueldo para este año de bonanza, o a los segundos, que han cotizado durante su vida laboral para ahora tener derecho a una prestación? Cuentenos, señor ZP, cuéntenos.

Supongo que, cuando los parados no cobren su prestación, la culpa también será de los bancos.

lunes, 9 de febrero de 2009

Multas con todas las facilidades

Con lo maltrechas que están las finanzas locales, ya sabemos que una de las formas más expeditivas de conseguir dinerillo fresco es intensificar las multas. Todo son ventajas con este sistema. Por ejemplo, Gallardón lo tuvo claro desde el principio, y tiene un sistema de tramitación de multas que no se lo salta un gitano. Da igual lo que recurras, alegues o pruebes, la maquinaria no para hasta que te cobra el dinero, aunque no tenga nada ver contigo la sanción.

Pero, claro, cuando las multas se multiplican gracias al incrementado en el rigor de policias y delegados policiales, la tramitación se convierte en un indeseable cuello de botella. ¿De qué vale poner multas si no se pueden cobrar hasta dentro de seis meses? Que la nómina del funcionariado hay que pagarla mes a mes.

Esta tramitación exige, dentro del supuesto garantismo de nuestros procedimientos administrativos y judiciales, cosas tan absurdas como que el administrado se entere de que le quieren sancionar. Y hay que asegurar que el sujeto afortunado recibe las sucesivas comunicaciones. Esto, hasta ahora, se hacía por el complejo medio de una carta certificada con acuse de recibo. Si el destinatario firma, está claro que la comunicación se ha producido. Y si no se llega a entregar, cumplidos determinados días, se da por entregado y leído en todo caso.

Sin embargo, esto lleva tiempo. Un Correos saturado dilata los plazos de la comunicación de forma indebida. Sin olvidar la pérfida picardía hispana, que simula en muchos casos ausencia para evitar la fatídica firma que atestigua la recepción.

Así que es el momento de volverse a las nuevas tecnologías: que se puedan notificar multas mediante correo electrónico y SMS. Además, la venta de burra va a ser fenomenal: la modernización de la administración en beneficio del ciudadano. ¿De qué ciudadano? Desde luego, no del administrado.

O sea, te mandan un SMS o un e-mail, y ya se supone que lo has leído, y empiezan a contar tus plazos. Pero, ¿de qué forma podrán probar que el receptor ha recibido el mensaje? Imposible, podrán probar que lo han enviado, pero no que el otro lo ha recibido. Evidentemente, tras un tiempo, los jueces aceptarán estas comunicaciones como producidas, aunque no se pueda probar. Habrá sido el fin del supuesto garantismo del procedimiento; bastará que la Admón de turno acredité que mandó un e-mail a cierta dirección, o SMS, a cierto teléfono. Y dará igual si no es tu e-mail, ni tu teléfono, o si no lo recibiste porque el servidor estalló. Se te da por comunicado.

No veas como se aceleran los plazos de tramitación y de cobro al ciudadano con este sistema. Vivan las tecnologías de la información. Pero me juego un pie a que para presentar alegaciones o recursos, lo del correo electrónico ya no vale. Habrá que ir al registro de turno a tragarse la colita, para que la funcionaria te ponga el sellito. Además, unas cuantas copias a costa del contribuyente, por supuesto.

Como cuando quieres pedir el paro, o darte de alta en la SS, aquí el tema cambia. Aquí son las colas que nos enseñan en la tele y las tres ventanillas que hay que visitar. ¿Por qué razón, si puedo recibir multas en mi correo electrónico, no puedo pedir el paro por Internet?

En fin, qué majos los Gobiernos, como nos facilitan la vida a ellos mismos.

domingo, 8 de febrero de 2009

Slumdog Millonaire, magnífica

Lo acabo de terminar y me precipito al ordenador para escribir una entrada sobre esta emocionante y magnífica novela. Uno la empieza con calma, asumiendo que es muy original eso de ver de qué forma la sabiduria obtenida por un pobre indio en las calles puede llevarle a responder preguntas de cultura general.

Pero rápidamente uno se encuentra atrapado en una historia de "historietas", porque cada pregunta encuentra respuesta en uno de los capítulos de la dramática vida del protagonista, Ram Mohamed Joseph. Por cierto, en este lio de las religiones me recuerda también a la primera parte de "The Life of Pi", de autor indio también.

En cada una de las historias que van componiendo la vida de R.M.J. (yo también pongo mi granito para la alianza de las civiilizaciones) ocurre que, casualmente, aprende algo de cultura que le permite encontrar la respuesta a las preguntas del concurso. Sin embargo, dicha obtención no pasa de ser anedótica en cada uno de los pasajes.

Lo que sí describen estos es historias verdaderamente dramáticas cuando no trágicas, aderezadas por algo, pero muy poco, de humor. La evidente duda que surge es si estas historias son comunes en la India (y por eso no sorprendente que le ocurran todas a un indio cualquiera) o son excepcionales. En el primer caso, la situación daría verdadero miedo...

No quiero revelar demasiado del libro, pero sí compartir con quien lea estas líneas la emoción que me ha causado, lo bien narrado que está y lo recomendable que me parece su lectura. Pese al título, yo no lo calificaría de costumbrista: nadie va a encontrar aquí la descripción de un día en la vida de los habitantes de un Slum de Mumbay. De hecho, solo en uno de los capítulos de los 12 vive el protagonista en el slum que da título a la novela.

En el resto, su residencia es algo más agradable, lo que nos revela que, pese a parecernos un miserable, tiene bastante recorrido hacia abajo en la estructura económica de la sociedad india. La parte final del libro es una verdadera montaña rusa, que te lleva de las lágrimas de sufrimiento a las de alegria, con una maestria inusual. Desde luego, hacía tiempo que no me asomaban gotitas de los ojos al leer un libro, y este lo ha conseguido.

Hay mucho que reflexionar sobre la historia, pero me quedo, como podeis imaginar, con una liberal. Sí, en la India hay slums, en la India hay crueldad, en la India hay injusticia; pero en la nueva India, nadie está encadenado a su presente. Sí, es difícil, es muy difícil quizás, salir a flote. Pero con estusiasmo, lealtad y algo de suerte, hasta un slumdog puede volverse millonario. Eso sí, dejando al Gobierno su pernada, como nos recuerda el protagonista cuando se lleva la pasta.

La parte de que la justicia sigue extraños caminos, pero encuentra su destino, me parece más de cuento chino, en este caso, indio.

Leedlo, please.

sábado, 7 de febrero de 2009

Hay que fastidiarse con los "líderes"

No sé para qué veo la tele, lo único que consigo es ponerme de mal humor. El otro día, aquejado por un leve malestar, me encontré con la 1 en la pantalla. Tras un breve zapping para asegurarme de que nada había en otro canal que me pudiera interesar algo más, me quedé con el canal público, dejando que se deslizaran sus escenas en mis ojos, pero que no se detuvieran.

Pero nada, me tuve que cabrear con la autopromoción. Ni más ni menos que "Somos líderes". Toma ya. Pero hombre, es que con vidas infinitas cualquiera es líder. Lo mismo le digo a mi niño cuando viene a fardarme de que se ha terminado un juego en la DS: con vidas infinitas, cualquiera. El mérito es ser líder cuando estás constreñido por los ingresos que puedes obtener de tus servicios.

Y es obvio que en el caso de la TVE no hay tal constricción. ¿Pues no tienen reporteros por medio mundo a costa del contribuyente? ¿Y para qué? Justo antes del autobombo, había salido en el telediario una pava que está en la Antártida con un barquito español de investigación (probablemente también pagado con mi dinero, aunque si me dieran a elegir sería yo el que me iría de viaje con ese dinero). Pues bien, esa señorita sale diciendo su chuminada de 30 segundos, y prefiero no pensar a cuánto me sale la broma. No me imagino a los dueños de Antena 3 o la Cuatro mandando a un personajillo con todos los gastos pagados a Antártida por una temporada. Eso solo se puede hacer con vidas infinitas.

Pero poco después nos saluda otro reportero feliz, en este caso desde Indonesia, donde al parecer comienza el campeonato de motociclismo. Así que, tate, fin de semana por la cara en el país asiático. Así estaba de contento el amigo: sales 30 segundos en la tele, preguntas un par de chorradas a algún motorista o un mecánico, y, hala, a la fiesta nocturna o a darse voltios por la ciudad. Cortesia del contribuyente español. Y encima tiene la jeta de contarnos cómo afecta la crisis al deporte de las motos. Ya vemos que a la TVE no le afecta.

Claro que el colmo del cachondeo fue lo de las Olimpiadas de Beijing. ¿Cuánta gente de TVE se pasó unas semanitas en China con la disculpa? Si es que mandan un tipo por cada disciplina, habría uno hasta para tiro con arco. ¿Para qué ahorrar? Los españoles nos merecemos la mejor cobertura del mundo en los juegos olímpicos, que así entretenemos a los parados.

LO dicho, con vidas infinitas, cualquiera es líder, hasta la TVE.

viernes, 6 de febrero de 2009

Entre el yunque y el martillo

En este blog, en la prensa, en los medios, se tiende a hablar de la crisis económica como algo abstracto, algo ajeno, que se puede medir en cifras asépticas y contra la que se lucha de una forma u otra. Pero lo cierto es que el verdadero problema de la crisis económica es que, allá abajo, al final del dato estadístico y de la imagen de la tele, hay rostros reales, gente que lo está pasando mal, o muy mal, y que comienza paulatinamente a perder la esperanza.

Porque haya crisis o no, les cuenten en las estadísticas o no, al final del día hay que comer, y también, en muchos casos, dar de comer a los niños. Gente que jamás pensó verse en situaciones dramáticas, se encuentra ahora sin recursos, y, claro, los delitos aumentan. Es inevitable, nadie se va a dejar morir de hambre, y mucho menos a la familia. Viene recogida hoy una noticia al respecto en El Confidencial, sobre el aumento de hurtos en los Supermercados y en los hogares.

Contra este aumento de delitos, ya sabemos quién va a ser completamente inoperante: el Gobierno. Ya me he hinchado a decir que es estructuralmente imposible que policia y justicia funcionen con una calidad respetable. Y si esto ocurre en condiciones normales, imagínemos ahora que se pueden empezar a disparar los delitos. Así que por este lado estamos indefensos.

Eso sí, el Gobierno (y demás Administraciones), acuciado por sus propios problemas para sacar adelante su programa social o de sostenimiento de los bancos, va a incrementar su presión sobre los contribuyentes. También el Gobierno, por tanto, va a incrementar sus "delitos" hacia la propiedad ajena, esto es, de los ciudadanos que lo soportan.

Así que la situación nos pilla a la mayoría (de momento) de ciudadanos entre el yunque (del hurto desesperado, del que algunos ya hemos sido victimas) y el martillo (del creciente impuesto). El Gobierno no nos va a proteger del yunque, solo va a amartillarnos más contra él.

Eso sí, corre un riesgo muy grande de que el martillo no encuentre nada antes del yunque, bien porque los ciudadanos han huido del país, o, más probablemente, porque cada vez más ciudadanos, con el inestimable empuje del martillo, han pasado a formar parte del yunque.

Y encima parece que esto no ha hecho más que empezar....

miércoles, 4 de febrero de 2009

Más parecido entre Afinsa-Forum y los bancos del que creía

Ya en julio escribí sobre la odiosa comparación entre lo que hacían Afinsa-Forum y el negocio de los bancos, lo queramos o no, con bastantes grados de similitud.
http://ferhergon.blogspot.com/2008/07/la-odiosa-comparacin-entre-afinsa-forum.html

Acabo de leer a Huerta de Soto en el Mises Daily de hoy, y concluyo que los parecidos son aún mayores de los que pensaba. Huerta critica la aplicación de las nuevas normas contables, en vigor en España desde enero de 2008, pero que entraron en vigor antes en otros países.

Básicamente, la denuncia de don Jesús es que dichas normas permiten contabilizar los activos a un valor distinto del histórico, esto es, el de coste. Así, se pueden contabilizar a un valor justo (fair) o al valor de mercado. Básicamente, esto deja en las manos de los contables de la compañía, de los expertos valoradores, y de los auditores, el valor del activo en los balances.

Y, por tanto, la capacidad de generar beneficios de forma imaginativa. No hace falta vender el activo para realizar las ganancias, simplemente contabilizarlo al valor al que, presumiblemente, se puede vender. Es fácil imaginer lo que pasa (lo que debería pasar) en un entorno en que los activos comienzan a perder valor...

El caso es que justo esta contabilidad creativa era lo que permitía mantenerse a flote a Forum Filatélico y Afinsa. Ambas sociedades tenían activos soportando las inversiones de sus clientes. El problema es que dichos activos eran sellos. La cuestión pasaba a ser, por tanto, cómo se valoraban estos sellos. Y aquí es donde estaba la trampa: como Forum era su propio comprador, podía valorar los sellos al precio que le diera la gana. Con revalorizarlos anualmente y un poco de suerte, el negocio estaba asegurado.

Hete aquí que me encuentro con que los bancos pueden hacer con sus activos (préstamos, por ejemplo) EXACTAMENTE lo mismo que hacían Afinsa y Forum Filatélico con sus sellos: darles un valor de mercado imaginario.

En fin, todos sabemos cómo ha terminado lo de Afinsa-FF...

domingo, 1 de febrero de 2009

De vuelta al oro

Esta semana ha sido indudablemente espectacular para los que invierten en oro. Se unen la revalorización del metal, y la cascada de recomendaciones sobre inversión en él mismo, que se califica como valor-refugio pase lo que pase, esto es, venga deflación o hiper-inflación.

Son análisis técnicos, que consideran al oro inter-pares con otras posibilidades de inversión alternativas. Digamos que no hacen el análisis fundamental de la economía austriaca, que coloca al oro como refugio de valor por excelencia, dada su condición de activo más líquido. Por ello, tampoco me merecen más interés.

Sin embargo, entre toda esta plétora de noticias, sí hay una que me resulta más interesante. Y es que un gestor de fondos de inversión, creo que de las Bahamas, ha decidido empezar a dar el valor de uno de sus productos en oro. Vamos, que ha decidido que la mejor forma de medir el valor de este producto es en oro, y no en una de las clásicas divisas internacionales. Es, sin duda, el comienzo del retorno al oro, no como simple refugio de valor, sino también como moneda.

Supongo que la tendencia irá en crescendo conforme transcurra el año. Hasta ahora, los inversores han andado como pollos sin cabeza saltando de una divisa a otra en busca de la más segura como protección de valor. Y lo único que han encontrado es constantes amenazas a dicho valor por parte de los gobiernos de todos los países, con sus irresponsables políticas económicas contra la crisis.

El salto entre divisas ha provocado volatilidades sin mucho precedente, afectando a Euros, dólares, yenes, libras y demás. Poco a poco los inversores se darán cuenta de que no hay puerto seguro entre las monedas fiduciarias, y se volverán a los activos reales, entre ellos imagino que el oro.

Y de aquí, de estos emprendedores en busca de la salvaguarda de su valor, el fenómeno se extenderá hacia el resto de la sociedad, que irán poniendo en tela de juicio el valor de esos papelitos con los que les pagamos y cobran.

No es que en este caso los emprendedores sean muy imaginativos: la lectura de cualquier libro o novela, de época o inspirados en una época pasada, o el visionado de películas de todo tipo, revela de forma constante que el oro era la única forma en que se pagaban servicios, en prácticamente toda la historia y todos los lugares del planeta: en tiempos de los romanos o los griegos, los egipcios, los chinos, aztecas e incas, en la edad Media, en la America colonial, en la India... nadie ha escapado a la fiebre del oro.

La única excepción venían siendo estos años desde mediados del siglo XX... ¿somos más listos o más tontos que todos los demás hombres de la historia?