Ay qué alegría me ha dado al saber el dato de IPC en agosto. Ay, qué por fin se interrumpe la terrible tendencia que nos llevaba al pozo deflacionario. Ya empieza la recuperación económica, ahora sí. Pues en agosto, el índice de precios al consumo subió un 0,3%. E interrumpió la tendencia de bajadas que sufríamos con gran dolor en meses anteriores.
Alegrémomos todos, que ya estamos pagando precios más caros por los mismos bienes en los que no hemos acabado de notar las bajadas de que nos informa el IPC. Y que más da que los salarios no hayan subido, lo importante es que ya volvemos a pagar más. Claro, luego la gente piensa, con razón, que los economistas están locos.
Y es que, a quien lea la noticia, le dan ganas de echarse a la calle a celebrarlo. Aunque tenga que pagar unos centimillos más por la cerveza. Y yo que sigo sin entender cuál es la buena noticia en una subida de precios.
Para el gobierno y la economía neoclásica, la subida de precios proviene de un mayor consumo. Y, si se empieza a consumir más, las empresas se pondrán más contentas, se reactivará la actividad económica y se empezará a crear empleo, lo que a su vez acrecentará el consumo, y así entramos en un círculo virtuoso estupendo.
Evidentemente, algo debe de fallar en esta burbujita. ¿Cómo es posible que, de repente, la demanda o el consumo suba? ¿De dónde salen los nuevos ricos capaces ellos solos de demandar tanto que suban los precios? Porque lo que sí ha pasado, por ejemplo, es que el paro ha crecido en 80.000 personas. Vamos, que no hay indicios especialmente razonables para asumir que la subida de precios se debe a una reactivación del consumo. Más precisamente, a que dicha reactivación se deba a que la gente ve mejor el panorama.
Para los economistas austriacos, la cosa es más sencilla, pues es bien conocido que estas subidas generalizadas de precios no responden a nada que tenga que ver con reactivaciones de consumo y otras zarandajas, sino a los incrementos del dinero enchufado por los bancos centrales. Lo que llevan haciendo durante más de un año.
Es más, como los austriacos no son tan miopes, se dan cuenta de que el dinero de nueva creación no necesariamente va a bienes de consumo, sino que normalmente empieza dirigiéndose a la bolsa, y aquí llevamos en subida libre desde marzo. Pero como esta subida de precios no se ve en el IPC, no existe.
Así que, si había que alegrarse por la subida de precios, llevamos 6 meses perdidos de alegría. Aunque, claro, a mí me parece que esto de que suban los precios no tiene nada de alegre, y sí de alarmante.
4 comentarios:
Oyes, la hiperflanció, ¿pá´ cuán?
Antes de echar las campanas el vuelo me gustaria ver las cifras corregidas de variaciones estacionales o como se llamen en Espańa.
Hola!
Oye, no se si has entendido mal el dato o sencillamente te apetecia escribir esto ahora, pero la variación mensual positiva ya se habia dado en Marzo, en Abril y en Junio. Pasó de nuevo a ser negativa en Julio, y vuelve a ser positiva en Agosto. Sin embargo, la interanual, ha sido y sigue siendo negativa: -0.8% (miralo si quieres en el INE). No solo eso, sino que si uno solo mira el subyacente para eliminar el efecto del petroleo, se ve que de hecho la tasa interanual se ha hecho más negativa este mes : -0.4% .
http://www.ensilicio.com/2009/09/la-tendencia-del-ipc-no-ha-cambiado-tanto-como-puede-parecer.html
Aparte de empezar con datos erroneos, hay un grave fallo en tu argumento:
"Vamos, que no hay indicios especialmente razonables para asumir que la subida de precios se debe a una reactivación del consumo."
Gran falsedad! De hecho, tus propios compañeros de Red Liberal trataron hace poco a que se debia esta reactivación del consumo:
http://wonkapistas.blogspot.com/2009/09/cuestion-de-confianza-economica.html
Como puedes ver, desde principios de año a ahora la confianza del consumidor ha subido 30 puntos (20 más que la media Europea). Indicando que la gente cree que la situación mejora y por tanto tiende a consumir más de lo que lo hacía hasta Enero. No es casualidad que haya una correlación perfecta entre la recuperación de la confianza del consumidor y las variaciones mensuales positivas del IPC.
Copiandome al garrulo del primer comentario ¿Para cuando viene la hiperinflación austrica?
Un abrazo!
Gracias por los comentarios.
Mi confianza en los indicadores gubernamentales es casi nula, así que no entraré en la discusión de si el IPC es mono o trino.
Respecto a la confianza de los consumidores, pues qué quieres que te diga, Pablo, si tú crees en esas correlaciones, me parece fenomenal. Me mola lo de "correlación perfecta". Según tu teoría, esa gente estaba ahorrando y, de repente, se ha puesto a gastar, porque hoy es hoy. Se extiende a los nuevos parados eso del incremento de confianza? O es solo para los cada vez menos con trabajo?
Y de lo de la hiperinflación, os pongo un artículo del Mises de hoy, que recoge declaraciones de Greenspan al respecto, por si os interesa:
http://mises.org/story/3709
Nos vemos.
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