viernes, 26 de agosto de 2022

Der verhexte Rückwärtssocken, de Erika Ertl

Lectura en alemán escogida aleatoriamente. Se trata de un libro corto y una lectura a las primeras líneas reveló que dentro de mi alcance, pese al tremendo título. Por otro lado, si le hubiera dedicado un par de minutos a tratar de traducirlo, directamente se hubiera revelado la naturaleza de la obra y tal vez hubiera buscado lectura alternativa. El título se puede traducir como "El calcetín de marcha atrás encantado", lo que muestra que se trata de una obra infantil.

Y respecto a la autora, poquísimo que añadir, no yo, sino la Web. Lo único que revela es que nació en 1936 y que su obra más conocida es Mirabella's Besenbaum. Así que en esta lectura estaba solo ante el peligro, o, mejor, acompañado por el gran Eric Kästner, con cuyas obras me lance definitivamente a la lectura en alemán. He leído extensivamente a este autor, y todas sus lecturas las tengo recogidas en el blog por lo que veo, siendo la última Fabian: Geschichte eines Moralisten. Como dichas lecturas han sido muy satisfactorias, no me da pereza sumergirme en más literatura infantil alemana. La influencia de Eric en Erika se ve con claridad en los títulos que da a los capítulos.

Pero, bueno, hablemos un poco del libro, que tampoco vamos a poder hacerlo demasiado. Es una historia puramente infantil: una familia de fantasmas vive en un castillo y tras una escapada nocturna el niño pierde su pie. Se lo encuentran cuatro niños reales, uno se lo pone y resulta que sale corriendo marcha atrás. El calcetín se perderá por el pueblo y la historia va de cómo el fantasmita, con ayuda primero de los niños y después de la policía, recupera el calcetín. Como se ve, ningún resquicio para adultos.

Tampoco lo hay en el estilo. Ertl escribe bien, la lectura se sigue fácil, y no lo hace con estilo para niños, sino normal. Pero, claro, carece de la magia de los grandes autores infantiles, y su texto es, pues eso, sin más. A mí, que me encanta entresacar esas frases brillantes que pueblan las buenas obras infantiles (Peter Pan, Wizard of Oz o Roverandom, del gran Tolkien, no he encontrado nada que resaltar en esta novela. Bueno, si vas bajando el listón, siempre algo encuentras.

Por ejemplo, la señora Milich buscando un ratón: "Fräulein Milich ging dann langsam weiter, drehte sich ab und zu um und rief ihn halblaut, aber nie war auch nur ein Schnurrbartendchen von ihm zu sehen."

O esta despedida de los chavales tras quedar para medianoche: "Wenn die Fledermäuse zwitschern, sehen wir uns wieder!«

Un par de frases graciosas. La primera versión con fantasmas de hablando se entiende la gente "Mit einem Jungen konnte man eben eher so von Mann zu Mann reden, auch dann, wenn es sich um ein Gespenst handelte.

La segunda de humor absurdo. Pregunta el fantasma mayor que qué número va después de 39, en sesenta o el setenta. Le responde su mujer: "Cuarenta, querido". Responde el marido: "»Bist du sicher? Das kommt mir so wenig vor.«" ("¿Estás segura? Me parece muy poco.")

Dejo también esta frase, muy de alemán, que perdería toda la gracia traducida: "Er versuchte es mit einer Haushaltsschere, einer Schneiderschere, einer Nagelschere, einer Hautschere, einer Knopflochschere und einer großen Papierschere."

Y, para el final, mi preferida, un pequeño ataque contra el papel moneda, que seguramente haya sido involuntario por parte de la autora. Una vez más, el fantasma padre es el protagonista. Abre un cofre que cree con dinero, y se encuentra, sí, dinero, pero en billetes: "Der alte Ötzmichel verstand überhaupt nichts. »Was sind das für Papierschnitzel? « fragte er. »Ist das ein Kinderspiel? «"

Y poco que añadir. Buena lectura para practicar alemán, porque el libro está bien escrito y no es aburrido, pero nada que excite el mínimo interés intelectual. No desdeño volver a leer a Ertl, pero será con las expectativas claras: practicar alemán de forma entretenida.

lunes, 22 de agosto de 2022

Crónicas desde el país de la gente más feliz de la Tierra ("Chronicles from the Land of the Happiest People on Earth"), de Wole Soyinka

Ya decía tras la lectura de You must set forth at dawn, que tendría que leer alguna novela del autor para poder valorarle. El estilo narrativo es bueno aunque intrincado, pero la temática de aquella obra no me había enganchado. Por aquellas casualidades del destino, vi que acababa de sacar la novela con que encabezo este post, tras muchos años de sequía, y decidí aventurarme en su lectura.

La sensación que he sacado es agridulce. Está escrita casi como la otra, y de hecho hay momentos en que te preguntas si no te estará contando lo mismo, pero ahora de forma novelada y con personajes más o menos ficticios. La acción transcurre casi al 100% en su patria nigeriana, aunque parte de le trama se traslada a Austria y más en concreto a Salzburgo.

Tras algunos meandros y alambiqueos, la historia se centra en un grupo de cuatro amigos de la Universidad, los cuatro nigerianos, el grupo llamado "Gong o' Four" (no Gang). Más específicamente, en dos de ellos, los que más prominencia pública han conseguido: el ingeniero Duyole Otunba y el cirujano Menka. De fondo tenemos a Papa Lavinia, el fundador del Ecumenismo o religión de religiones, fuertemente anclado en Nigeria, y al presidente de momento de Nigeria Sir Goddie o algo así. Ambos son la perfecta excusa para que Soyinka pueda atacar a Estado (mejor dicho, al estado nigeriano) y a las instituciones religiosas.

La matización sobre el Estado es importante porque Soyinka, que es un activista contra las dictaduras que ha sufrido su tierra, y lo ha pagado en ocasiones con su libertad, es el típico activista estatista, que ve problemas en los Estados cuando no gobiernan los suyos (muy revelador el dato biográfico de que presume de haber roto su carta verde de los EEUU tras la victoria de Trump) y que considera como epítome del triunfo el ser elegido representante para la ONU. Pues este es precisamente el mérito que destaca del ingeniero Otumba, y no su gran capacidad de emprendimiento que le ha llevado donde esta: todo eso da igual, según Soyinka, si la ONU no te elige para alguna mierda.

El otro protagonista, Menka, es un cirujano premiado por sus servicios, y en este caso su relevancia viene de las veces que se ha afanado de forma altruista para minimizar los daños de atentados y accidentes. En este reconocimiento público, sí podemos estar más de acuerdo. Esa preminencia, más verosímil en este caso que en el primero, es lo que hace relevante la trama.

Como decía, la narrativa es alambicada y a mí me ha tenido despistado durante gran parte de la lectura. Por ejemplo, a poco de empezar, dedica el capítulo 3, apropiadamente llamado "The Pilgrim Progress" a la fundación del Ecumenismo y la biografía de su fundador, el tal Papa Lavinia. Y son capítulos densos, a la Tom Wolfe, metiéndose a fondo en detalles. Parece que este Ecumenismo va a ser el centro de la novela, lo que explique por qué Nigeria es "el país de la gente más feliz de la Tierra", pero qué va: "That the nation known as the Giant of Africa was credited with harbouring the Happiest People in the World was no longer news. What remained confusing was how such recognition came to be earned and, by universal consent, deserved.". Pasado ese capítulo la narración se va por otros derroteros, y no volverá a coger relevancia hasta el final del libro. Algo parecido ocurre con el Gobierno.

Lo que nos deja al final con una trama relativamente sencilla, aunque con sus incógnitas por descubrir al estilo de novela de detectives. En un momento dado al ingeniero le ponen una bomba que casi se le lleva por delante. Su posible curación pasará por Austria, y allá se encaminará el herido con su familia, aunque sin demasiado éxito, pues fallece a los pocos días. Y aquí, cuando ya llevas como el 60% del libro, comienza la historia principal, que tiene que ver con la repatriación del cadáver. La importancia de estas cosas, pese a los esfuerzos de Soyinka por explicarla, a mí se me escapa, por lo que no le acabo de ver el interés, aunque, eso sí, me ha parecido narrada de una forma apasionante. 

Al principio se le entierra en Salzburgo, "The ancient Teutonic stones reverberated with the howls of primordial anguish from the heartland of a distant continent". Pero tras mil discusiones, preparativos, debates y suspense, Menka le conseguirá llevar de vuelta a casa, aunque sin conseguir la recepción que esperaba: "Duyole had crossed half the world in a casket, only to lie abandoned in a world where wake-keeping was a way of life and of death. Where on earth was this land of happiness, even in death?"

El cierre del libro está bien, pues engarza casi todas las piezas que ha ido dejando esparcidas el autor, incluyendo alguna sorpresa digna de telenovela relacionada con los otros dos miembros del Gong o' Four, Badetona (contable) y Farodion (paradero desconocido). Pero, vamos, al final ganan los corruptos, como no podía ser de otra forma, en este caso el corrupto eterno. No deja Soyinka hueco a la esperanza en su tierra.

Pese a ello, no es un libro que me haya enganchado. Me ha costado bastante su lectura. Al principio mola encontrarse con el estilo irónico de Soyinka, que me recuerda mucho al ya citado Tom Wolfe. Aquí algunos ejemplos:

Sobre el tráfico en Nigeria, que debe ofrecer sus buenos atascos: "Culture itself profited, as there were new entries into the register of Nigerian names, a nation that had justly earned fame for inventiveness—Tonade, Bisona, Bolekaja, Toyota, Aderupoko,* etc., the nomenclatural celebration of infants born in public or private transport when traffic stood completely still and motorists were turned into instant midwives."

Esta frase se podría aplicar también a nuestro querido Pedrito: "Sir Goddie shook his head and smiled in a rare gesture of admiration for any object outside his mirror."

Sobre la afición al alcohol de un amigo de Menka: "Travel by road was the caller’s choice—a wish to “drink in the environment.” He did, staggering drunk—to all appearances—from the vehicle at each rest stop all the way to Benin."

Y aquí una para referirse al lugar en que se va a construir el templo del fuego que permitirá incorporar el Zoroastrismo al Ecumenismo. Es genial: "The rockery of that time-bypassed village remained in blissful ignorance of its future service as a nation’s futurist historic site.".

Cierro la selección con tres de verdadero humor negro, relacionadas las tres con un supermercado de órganos humanos en el que ofrecen participar al cirujano (las razones son fáciles de imaginar). Así describen los empresarios su negocio: "Our mission goes beyond waste management—you could even call it waste prevention. Right now it might seem that we are moving too fast for our time, but believe me, we have assessed the way society is tending, and we know this to be the business of the future. We have placed ourselves at the forefront of that future.”"

Una idea para complementar las fuentes de recursos: "merchandizing the rewards of punitive extraction, such as amputations"

Y finalmente las razones por las que las cabezas tienen más valor: "For some reason the head always flew off, and not just Nigerian heads, befittingly known as coconut heads from sheer bounce-around retrievable credentials—it appeared to be simply the law of Nature or, more strictly, the law of dynamite or whatever was packed into the suicide belt."

Sin embargo, una vez agotada la sorpresa de la ironía, lo que uno se encuentra es una narración compleja, con mucho circunloquio para decir cosas simples, y con mucha línea argumental de difícil seguimiento. Hasta que no llega el bombazo, del que tampoco nos enteraremos directamente, si se descuida no lo dice, no era capaz de seguir lo que estaba pasando. Incluso llegué a plantearme si no serían historias distintas. Pero tras la bomba la narración se centra completamente, y poco a poco entran en su cuerpo la mayor parte de las cosas que se nos han contado, terminando, como decía, de una forma satisfactoria.

Pero no tan satisfactoriamente como para que me plantee seguir con lecturas de este autor. Y me temo que siempre me cabrá la duda de si el premio Nobel se lo dieron por escritor o por activista. Tiene pinta de que, héroe o no, ha sabido vivir bien de las instituciones internacionales este señor.

sábado, 13 de agosto de 2022

La posibilidad de una isla ("La possibilité d'une île"), de Michel Houellebecq

Tras leer Anéantir, decidí ir poco a poco leyendo la obra primera de Houellebecq, de quien ya había leído, entre otras, Les Particules Elementaires y Soumission. La primera obra recuperada fue Extension du domaine de la lutte, que no me entusiasmó demasiado, aunque ya se mostraban los elementos típicos de la obra del autor.

Con esta segunda obra recuperada, me he encontrado un verdadero descubrimiento, ya que es la novela de Houellebecq con la que más he disfrutado y me he reído. Está sí desarrolla las paranoias clásicas del autor, y quizá fuera la que le lanzó a la fama (aunque no lo sé). Así, tendremos sexo, vejez, religión y debacle de la sociedad occidental, vamos, de lo que siempre van los libros de monsieur. Pero los temas los desarrolla con más frescura y fluidez que en otras ocasiones, por lo que la lectura se hace mucho más amena. 

A ello hay que añadir que el escenario de mucha de la acción es España y en concreto el cabo de Gata, donde el protagonista se compra un chalet. E impresiona el conocimiento que Houellebecq revela de la geografía de nuestro país. Es increíble la narración que hace en los capítulos finales del libro, en que Daniel se va andando desde su chalet hasta las ruinas de Madrid: los datos geográficos que da no están al alcanza de alguien que no se haya chapado la zona a base de viajes. Se atraviesa la sierra de Segura y llega a Alarcón, por ejemplo. Otra ilustración del conocimiento de Houellebecq de la geografía y carreteras españolas es esta frase: "Un peu après Tarancon je ralentis légèrement pour aborder la R 3, puis la M 45, sans réellement descendre en dessous de 180 km/h. Je repassai à la vitesse maximum sur la R 2, absolument déserte, qui contournait Madrid". Agradable sorpresa, Bueno, y también escoge el protagonista como amante a una española cañón, Esther, que "Comme toutes les très jolies jeunes filles elle n'était au fond bonne qu'à baiser, et il aurait été stupide de l'employer à autre chose, de la voir autrement que comme un animal de luxe, en tout choyé et gâté, protégé de tout souci comme de toute tâche ennuyeuse ou pénible afin de mieux pouvoir se consacrer à son service exclusivement sexuel."

Daniel, el protagonista, es un autor cómico de éxito, cuyas obras son extremadamente provocadoras. Él "avait déjà ce ton de burlesque islamophobe léger qui devait plus tard tant contribuer à ma renommée ; mais sur le conseil d'Isabelle j'avais eu l'idée d'introduire un soupçon d'antisémitisme,". O sea, que se mete con todo el mundo, incluidos aquellos con los que está mal visto meterse. Por ejemplo, esta obra: "LES PALESTINIENS SONT RIDICULES », dans laquelle j'enfilais une variété d'allusions burlesques et salaces autour des bâtons de dynamite que les militantes du Hamas s'enroulaient autour de la taille afin de fabriquer de la pâtée de Juif.", Una burrada la verdad.

La actividad creadora de Daniel domina el primer tercio de la obra, que es sin duda la más divertida, precisamente gracias al humor sin cortapisas que se permite Houellebecq con la disculpa del protagonista. Es esta la parte de la novela que más me ha gustado; tiene ese tinte irónico Houellebecq, pero sin su obsesión por el sexo o la vejez.

Eso sí, poco a poco la novela se va inundando de estas obsesiones. Dos son las protagonistas femeninas: Isabelle y la ya referida española Esther. Cada una simboliza la relación hombre-mujer en uno de sus extremos: "Isabelle n'aimait pas la jouissance, mais Esther n'aimait pas l'amour, elle ne voulait pas être amoureuse, elle refusait ce sentiment d'exclusivité, de dépendance, et c'est toute sa génération qui le refusait avec elle." Daniel renuncia al amor para disfrutar del sexo, pero encontrará que tampoco le satisface, y volverá a echar de menos a Isabelle, eso sí, tras haber disfrutado de todas las formas imaginables con Esther.

La transición de vuelta del sexo al amor ("Lorsque la sexualité disparaît, c'est le corps de l'autre qui apparaît, dans sa présence vaguement hostile ; ce sont les bruits, les mouvements, les odeurs ; et la présence même de ce corps qu'on ne peut plus toucher, ni sanctifier par le contact, devient peu à peu une gêne") ocurre en paralelo al envejecimiento del protagonista. La desesperación le acomete de varias formas: "On a besoin de plus de temps pour s'occuper de sa santé, aussi, simplement pour maintenir le corps à peu près en état de marche. À partir d'un certain âge, la vie devient administrative - surtout." , también como no en el ámbito sexual: "Non seulement le désir sexuel ne disparaît pas, mais il devient avec l'âge de plus en plus cruel, de plus en plus déchirant et insatiable - et même chez les hommes, au demeurant assez rares, chez lesquels disparaissent les sécrétions hormonales, l'érection et tous les phénomènes associés, l'attraction pour les jeunes corps féminins ne diminue pas, elle devient, et c'est peut-être encore pire, cosa mentale, et désir du désir."

Y el envejecimiento conecta con la decadencia de la sociedad, que ya no cuida de sus mayores: "La France était en train de devenir un pays moderne, que seul un pays authentiquement moderne était capable de traiter les vieillards comme de purs déchets, et qu'un tel mépris des ancêtres aurait été inconcevable en Afrique, ou dans un pays d'Asie traditionnel." lo que no es más "qu'un reflux brutal, typique de la modernité, vers un stade antérieur à toute civilisation, car toute civilisation pouvait se juger au sort qu'elle réservait aux plus faibles."

Houellebecq tiene duras palabras contra las tendencias inclusivas y ecológicas que nos ha tocado vivir, identificando con claridad que "le seul contenu résiduel de la gauche en ces années c'était Pantiracisme, ou plus exactement le racisme antiblancs." aunque yo hubiera añadido anti-hombres blancos, para incorporar el feminismo radical a su mensaje. Y contra los ecologistas también tiene palabras, aunque en estas el sarcasmo se va viendo superado por los hechos: "Le M.E.N. (Mouvement d'Extermination des Nains) prônait la disparition de la race humaine, irrémédiablement funeste à l'équilibre de la biosphère, et son remplacement par une espèce d'ours supérieurement intelligents."

La sociedad que estamos tratando de crear es una "humanité factice, frivole, qui ne sera plus jamais accessible au sérieux ni à l'humour, qui vivra jusqu'à sa mort dans une quête de plus en plus désespérée du fun et du sexe", concluye amargamente el autor. "Augmenter les désirs jusqu'à l'insoutenable tout en rendant leur réalisation de plus en plus inaccessible, tel était le principe unique sur lequel reposait la société occidentale."

Y ante todos estos problemas, se presenta como solución una religión nueva, la de los Elohim, en cuya fundación Daniel tendrá un papel activo. Esta religión identifica como problema principal de la humanidad la sociabilidad. "La sociabilité avait fait son temps, elle avait joué son rôle historique ; elle avait été indispensable dans les premiers temps de l'apparition de l'intelligence humaine, mais elle n'était plus aujourd'hui qu'un vestige inutile et encombrant. Il en allait de même de la sexualité, depuis la généralisation de la procréation artificielle." Ahora, la sociabilidad se había vuelto un obstáculo para el desarrollo de la humanidad, y la vida social tenía que desparecer para seguir progresando.

La tecnología para conseguir estos objetivos será la clonación del ser humano. Ello, unido a la posibilidad de "descargar" el contenido del cerebro, para recargarlo en el nuevo clon hace que ya no sea necesario interactúar o tener sexo. Para estos clones, los "neo-humanos", "La bonté, la compassion, la fidélité, l'altruisme demeurent donc près de nous comme des mystères impénétrables, cependant contenus dans l'espace limité de l'enveloppe corporelle d'un chien." Y podemos concluir con ellos que "
Qu'est-ce qu'un chien, sinon une machine à aimer ? On lui présente un être humain, en lui donnant pour mission de l'aimer et aussi disgracieux, pervers, déformé ou stupide soitil, le chien l'aime."

Esta constituye la sorpresa final del libro, aunque intuida y avistada durante todo su desarrollo: el autor de la narración es un clon del Daniel cómico y creador, que nos está contando sus indagaciones desde el futuro. Se trata de un Daniel-11 o Daniel-13 o Daniel-16. Este neo-humano no entiende los sentimientos de los humanos, ni siquiera de su antecesor, pero sí siente la irresistible atracción de abandonar su aislamiento (no completo, pues mantiene a Fox, un perro, como compañía, también sucesivamente clonado). En las escenas finales Daniel abandona su chalet de Almería y recorrerá una España verdaderamente vaciada de humanos, salvo algún encuentro repentino con salvajes. Su objetivo inicial será llegar a Lanzarote, donde tuvo lugar la fundación de los Elohim (lo que parece posible en la realidad geológica del momento).

En este deambular final, aparece otro asomo de amargura del autor. Ni el arte, ni la literatura, ni la filosofía o la teología son realmente útiles para los neo-humanos: "Rien ne subsistait aujourd'hui de ces productions littéraires et artistiques dont l'humanité avait été si fière ; les thèmes qui leur avaient donné naissance avaient perdu toute pertinence, leur pouvoir d'émotion s'était évaporé. Rien ne subsistait non plus de ces systèmes philosophiques ou théologiques pour lesquels les hommes s'étaient battus, étaient morts parfois, avaient tué plus souvent encore ; tout cela n'éveillait plus chez un néo-humain le moindre écho". Lo contrario ocurría con la producción tecnológica, aún utilizada por los humanos salvajes: "c'est dans ce domaine que l'homme avait donné le meilleur de lui-même". 
 
Como ya dije al principio, este libro me ha parecido de lo mejor del autor. Aunque hay demasiado sexo, no me ha parecido que abusara tanto como en otras de sus novelas, donde parece monotemático. En esta hay al menos dos tercios que se salvan de las tórridas escenas; no solo eso, en general me ha parecido que las escenas sexuales, aún siendo exageradas (la despedida de Esther es brutal), sí vienen a cuento en esta novela, algo de lo que no estoy tan seguro en otras.

La dejo aquí recomendada, y veremos qué es lo siguiente que leo del autor.

jueves, 11 de agosto de 2022

Yo serví al rey de Inglaterra, de Bohumil Hrabal

A este autor lo descubrí hace unos meses, pese a ser otro de los grandes escritores checos, nación que nos ha dado a Kafka o Kundera, entre otros. Leí una de sus obras más conocidas. Una soledad demasiado ruidosa, que, sin entusiasmarme, me pareció lo suficientemente interesante como para leer alguno otra de sus novelas- Esta que comento es quizá su obra cumbre.

La he leído con curiosidad y entretenimiento, pero sin demasiada emoción. Es muy parecida a la otra: una sucesión de escenas surrealistas, en este caso conformando la vida de un camarero de hotel según escala en la profesión en la Chequia primeramente invadida por los nazis y posteriormente en el régimen comunista. Pero la verdad es que muy poco se traza de ambos regímenes pues, como digo, la novela no es histórica: solo le valen de escenario.

Como escenas surrealistas, para dar una idea del tono del libro, aquí dejo un par. En la primera tenemos una curiosa invasión.
"el fabricante no se acordaba de dónde lo había escondido, y cuando abrí la última maleta, ¡qué susto!, ¡qué horror!, estaba llena de dientes y de prótesis, de encías rosadas con dos hileras de dientes blancos, aquellas bocas parecían plantas carnívoras, algunas cerradas, otras abiertas como si bostezaran, y entonces me caí de espaldas y las dentaduras cayeron sobre mí, en las manos y en la cara sentía los besos glaciales de aquellas bocas, estaba en el suelo temblando, enterrado bajo el montón de dentaduras"

La segunda nos cuenta la preparación de un banquete: "el camello entero; cuando estuvo casi al punto, lo rellenaron con los dos antílopes rellenos de faisanes rellenos de pescado, y el hueco que quedaba lo llenaron con huevos duros,"

El título de la obra lo proporciona uno de los camareros, del que más aprende el protagonista, que utiliza la frase para explicar por qué es capaz de adivinar cosas de los huéspedes. Como el protagonista tendrá ocasión del servir, ni más ni menos, que al emperador de Etiopia (cuyos cocineros preparan el manjar antedicho), sustituirá el complemento y usará la misma frase para el mismo tipo de justificación.

Hrabal tiene un estilo sarcástico, pero que cabría calificar de amable, no hostil, siempre con un deje de ingenuidad. Por ejemplo, en esta sentencia anticlerical, que no lo parece: "la empresa más grande que existe es la Iglesia católica, que hace negocio con algo que nadie ha visto ni tocado, ni se ha podido encontrar en ninguna parte desde que el mundo es mundo y que se llama Dios". O en esta ácida reflexión: "bajo el ángulo de la guerra hasta los matrimonios se convertían en parejas de enamorados".

Su relación con los nazis comienza un poco al estilo Grass en Die Blechtrommel: "los dos teníamos la impresión de que el ejército del Reich se había apresurado a ocupar Praga a causa del asunto de las medias blancas y también para vengarme a mí, a quien habían cubierto de escupitajos". Y como se casa con una alemana de pura raza le toca pasar por un test con visos de verosimilitud: "conforme a la legislación del Reich, al examen fisiológico exigido por la legislación establecida en Nuremberg para determinar si, en tanto que miembro de una nación no germánica, era capaz de consumar el matrimonio y fecundar la pura sangre aria y germana."

En cuanto al régimen comunista, le toca cuando por fin consigue hacerse millonario con su propio hotel. De sus relaciones con los millonarios, aprende que "todo me hacía pensar en las bodas de Caná pero al revés, porque cuánto más bebían los millonarios, más sobrios estaban, como si el vino se hubiera convertido en agua". Por cierto, ante la llegada de los soviets, y esta escena sí parece muy creíble, muchos millonarios no se dan a la fuga "porque no tenían el valor de huir al extranjero, no tenían ganas de arriesgarse y se fiaban de América y de la ONU, que, decían, no permitirían algo parecido y conseguirían que todo el mundo pudiese volver a sus casas con sus familias…". Como se observa, ni en el mundo surrealista de Hrabal son fiables los gobiernos, no digamos las instituciones multilaterales.

Al final, el protagonista se retira a una aldea de montaña donde se tiene que encargar del mantenimiento de la carretera, otra escena delirante. Y entonces descubre: "Y con el tiempo veía más similitud entre el mantenimiento de este camino y el mantenimiento de mi vida, que en retrospectiva me pareció que no era mía, sino de otro, como si toda mi existencia hasta ahora hubiera sido una novela escrita por alguien", lo que le lleva a completar la alegoría de esta bonita forma "me dije que de día buscaría el camino hacia el pueblo y de noche escribiría, buscaría el camino hacia atrás y sacaría la nieve que había enterrado mi vida pasada…". Que justifica la escritura de esta "autobiografía".

Como dije antes, lectura interesante y amena, pero creo que aporta poco respecto a la otra novela que le leí. Hora de explorar otros autores, ha sido un placer leerle, señor Hrabal.


miércoles, 10 de agosto de 2022

Esto te va a doler ("This is going to hurt"), de Adam Kay

Llego a este libro y autor a través de la serie homónima. Adam Kay dejó su carrera como médico tras las experiencias que cuenta en este libro y decidió dedicarse a escribir series cómicas, lo que no es fácilmente interpretable. Tanto serie como libro parece que van a ser cómicas, y lo son, pero con una carga trágica rara vez vista en comedias, incluso en las inglesas.

Porque lo que nos cuenta el autor es su experiencia trabajando, en diversas categorías, para la Seguridad Social de Inglaterra, el NHS. Y el libro es gracioso porque el Dr, Kay mantiene un ácido tono irónico sobre lo que nos cuenta, lo que le permite, a él y al lector, distanciarse de los eventos, muchas veces felices, pero otras terribles, que están ocurriendo.

En el fondo lo que hay es una crítica exacerbada al NHS, como solo puede venir de idealistas estatistas sin nociones de teoría económica. La visión que nos da, posiblemente no muy desviada de la realidad, es que aquello no es una catástrofe gracias el sacrificio ejemplar de unos cuantos individuos dispuestos a dejarse horas y vida personal en el empeño ("I’m not entirely sure where these extra couple of hours a day are going to come from– either I need to give up my frivolous hobby of sleeping or cut out my commute by living in a store cupboard at work.")

Vamos, que si nos fiamos de Kay, todos los funcionarios ingleses echan las horas que hagan falta para suplir las deficiencias logísticas, materiales y políticas de los hospitales.

A poco que uno conozca cómo trabajan los "civil servants" sabrá que, efectivamente, unos pocos comprometidos o simplemente responsables, se cargan con todo su trabajo y el de otros muchos que se limitan a cumplir escrupulosamente su horario y minimizar sus esfuerzos. Eso es así en España y no creo que los ingleses sean una raza superior a la nuestra. Y recuerdo para quien se le haya olvidado que la mayor parte de los trabajadores liberados por funciones sindicales siguieron tocándose el bolo en plena pandemia mientras sus representados y compañeros estaban a tope y la gente moría por las esquinas. 

Así que me temo que Kay es de los pocos, y que el problema no es la infradotación de recursos, sino la falta de orientación de los mismos a las preferencias del mercado, algo que solo se puede resolver si la actividad funciona por beneficios en lugar de por vocaciones y amor al arte.  Por ejemplo, ¿pasaría estob en la práctica orientada por el mercado? Nos cuenta su experiencia en la guardia nocturna: "reviewing an endless stream of worryingly sick patients who, twelve hours earlier, had an entire team of doctors caring for them."

Pero, que nadie se engañe, insisto, el problema no es la economía, Kay adora el concepto detrás del  NHS:  "all this wizardry was free at the point of service. You don’t have to check your bank balance after booking an appointment: the NHS is always there for you. On the other side of the fence, knowing you were working for the NHS took the sting out of so many things about the job: the vicious hours, the bureaucracy, the understaffing, the way they inexplicably blocked Gmail on all the computers in one hospital I worked at (thanks, guys!)." Vamos, como los comunistas: el problema no es el sistema, son las personas, que siempre son las peores. Ojo, no digo que su idealismo le haga mala persona, "You may be an hour late home, but you’re an hour late home because you stopped a mother bleeding to death.", me limito a recordar que de buenas intenciones están llenos los cementerios.

Y el remate es que adivina el problema, pero no llega a conectarlo con la ausencia de una búsqueda de beneficios como criterio objetivo a perseguir por la organización. Aquí lo deja claro, cuando le está preguntando a un encargado si debe dejar morir a un paciente para cumplir aspectos de procedimiento, y se refiere a la arbitrariedad de los objetivos: "There’s a good five seconds of radio silence where he clearly wonders if there’s anything he can fire back that will persuade me to come down and save him a load of aggro. I spend this time marvelling at a system that’s so obsessed with arbitrary targets that his reply should take this long to generate."

El autor hace una gran labor anotando el texto de forma amena para explicarnos algunos términos médicos habituales que la mayor parte desconocemos, de forma que podamos acompañarle razonablemente bien en sus escenas. Dichas notas tampoco están exentas de ese estilo ácido característico del autor. 

Y hablando de ello, no cerraré este posts sin algunas muestras. Primero, unas sin carga dramática:

"Midwife: ‘It’s labour ward– it’s always someone’s birthday.’"

"You become amazing at prioritizing. It’s like you’re living in a constant logic puzzle; the one with the boat, the fox, the chicken and the bag of grain. Except there are a dozen chickens, they’re all delivering triplets and the boat’s made of sugar."

Criticando a unos padres progres: "This happens smoothly and baby is fine– and will continue to be until it gets home schooled and taken on all-naked, yurt-based family holidays."

Y ahora un par de ellas tremendas;

"By the time the tube was inserted, he’d stopped bleeding. Bleeding always stops eventually, and this was for the saddest reason."

Y este eufemismo para referirse a un paciente fallecido delante de otros: "Transferred to the fifteenth floor– Dead. (NB The number should be one higher than number of floors in the hospital.)"

A mí me ha gustado este libro. No es para corazones débiles, advierto, pero consigue asomar muchas medio sonrisas y entretiene. Además, el Dr. Kay tampoco abusa demasiado de nuestra paciencia en las loa de los sistemas públicos sanitarios.