viernes, 30 de agosto de 2024

Economic thought before Adam Smith, de Murray N. Rothbard

Para quien no lo conozca, Rothbard es una de las principales referencias de la escuela austriaca de economía, Incluso, para algunos como yo, es LA referencia. Si solo vas a leer un libro de teoría económica , sea austriaca o no, en tu vida, que sea "Man, Economy, and State", del gran Rothbard. Y es que Rothbard, aparte de ser el mejor economista que he leído, es uno de los que mejor escriben. La lectura de Rothbard engancha como la de un best-seller. Las mil y pico páginas de "Man, Economy, and State" se leen como un soplo, una vez vencido el miedo escénico que da el tamaño del volumen.

Llevaba bastante tiempo sin leer nada de Rothbard, como, más en general, sin leer sobre teoría económica austriaca, Y es que lo que se aprende una vez leído el citado volumen, es ya muy marginal para que me interese seguir profundizando en esta teoría. No obstante, este libro, que no es más que una historia del pensamiento económico desde la perspectiva austriaca, lo tenía apuntado desde hace tiempo. Más precisamente, es el primer tomo de dicha historia, y alcanza hasta Adam Smith, como el propio título indica.Rothbard tuvo tiempo de escribir un segundo volumen, que no sé si sería el último de su plan, o hizo un George Martin.

Pero uno tampoco es inmune al miedo escénico, y pese a las excelencias de Rothbard, me daba pereza leerle sobre el tema, por mucho que uno quiera tener algo de profundidad cuando oye hablar de Cantillon, Turgot, Ricardo o el propio Adam Smith. Tampoco contribuía el volumen del libro a leer. Por suerte, las obligaciones académicas en un momento dado requirieron de mi que leyera los capítulos dedicados al Mercantilismo. Los leí, y los disfruté, como no podia ser menos, y decidí terminar completamente la lectura, ya por interés personal. Así que aquí estamos.

Como decía, este volumen recoge todo el pensamiento económico desarrollado con anterioridad a Adam Smith. Y a muchos estudiantes de economía les sorprenderá que la cosa dé de sí para un volumen, pues para la mayor parte de los estudiosos, la teoría económica empieza, precisamente, con Adam Smith. Antes de Adam Smith es el vacio, unido a referencias al Mercantilismo y la Fisiocracia. Es lo que estudié yo, por ejemplo.

Una reflexión más profunda invita a pensar en lo falaz de la aproximación: ¿qué pasa, que solo empezó a haber comercio y precios en el siglo XVIII? ¿A nadie le parecía interesante explicar de dónde salían los precios, el valor o el tipo de interés? Como es lógico, claro que había habido mucho pensamiento económico antes de Smith, y además del bueno. Rothbard nos guiará en su descubrimiento, llevandonos a los filósofos griegos, a los Padres de la Iglesia, a los escolásticos de Salamanca (incluyendo por supuesto al Padrea Juan de Mariana) y a figuras singulares como Cantillon, que para Rothbard es el verdadero fundador de la teoría económica). Turgot, o tantos otros.

No contento con esto, Rothbard pretende dar el contexto histórico y biográfico de estos pensadores, con lo que la obra toma una dimensión casi épica. Para cada uno de los citados encontrará el lector líneas y párrafos dedicados a su vida, trazados sobre un fondo de acontecimientos históricos relevantes. Y tambien nos habla de sus obras y el éxito que tuvieron. Por último, lógico conociendo a Rothbard, no se conforma con exponer las ideas de cada uno, sino que las refuta cuando es necesario, o las conecta con la teoría económica actual. O sea, que lo que parece mentira es que se pueda meter todo esto para unos cuantos cientos de años en tan solo 500 páginas.

Pero este ensayo tiene un claro protagonista: el escocés Adam Smith, en torno a quien gira el pasado y el futuro. Adam Smith arrasa con el pasado hasta hacerlo desaparecer para el mainstream, y es la base de los pensadores que vendrán después, algunos tan dañinos con Marx, aunque todos por la concepción del mercado en equilibrio que aporta Smith. 

"Smith's labour theory of value led to Marxism and all the horrors to which that creed has given rise; and his exclusive emphasis on long-run equilibrium has led to formalistic neoclassicism, which dominates today's economic theory, and to its exclusion from consideration of entrepreneurship and uncertainty."

Rothbard nos trata de explicar porque Smith causó ambos fenómenos, sin mucho éxito para mi gusto. Supongo que es lo mismo que tratar de explicar porque se considera a la Mona Lisa la mejor pintura de la historia.

El caso es que Adam Smith hace que desaparezca toda la doctrina preexistente, Y el problema es que en dicha doctrina había una buena teoría del valor, aún no marginalista, pero casi; había referencias al emprendimiento; se tenía una buena explicación del interés y de la moneda... Vamos, había un gran desarrollo en la dirección adecuada. El propio Smith en las lecciones que le hicieron famoso en la época, se basaba normalmente en las teorías correctas, Por eso le sorprende enormemente a Rothbard el giro que da en su obra culminante, "La riqueza de las Naciones", que hace retrodecer a la teoría económica en varios siglos, en especial por su teoría del valor, que Smith basaba en el trabajo.

Rothbard desmonta de forma inmisericorde al clásico escocés, demostrando que tiene muchas más sombras que luces. Pero eso no es óbice para que reconozca su innegable influencia y rastree por qué vías se impuso en países como Alemania o Rusia. A ver, los mensajes de Smith son buenos en general ("la mano invisible"), pero es en los detalles donde se esconde el demonio, como bien sabemos.

En todo caso, la conclusión del libro es digna de los paradigmas de Kuhn. Rothbard insiste en la idea que el progreso de las ciencias no es lineal, que en su desarrollo hay momentos brillantes y momentos oscuros, y que por supuesto que se puede retroceder en el conocimiento. Para él, Adam Smith es el ejemplo perfecto de cómo se destruyen siglos de sabidura en unos pocos años. Lo que cuesta reconstruir el saber lo llevamos padeciendo unos 200 años. Dejo aquí el resumen que hace el propio Rothbard:

"Before Smith, centuries of scholastic analysis had developed an excellent value theory and monetary theory, along with corresponding free market and hard-money conclusions. Originally embedded among the scholastics in a systematic framework of property rights and contract law based on natural law theory, economic theory and policy had been elaborated still further into a veritable science by Cantillon and Turgot in the eighteenth century. Far from founding the discipline of economics single handed, Adam Smith turned his back not only the scholastic and French traditions, but even on his own mentors in the considerably more diluted natural law of the Scottish Enlightenment: Gershon Carmichael and his own teacher Francis Hutcheson."

Llego ahora al debe del libro. Y es que es una lectura muy repetitiva, en el que se suceden nombre tras nombre sin que el lector consiga retenerlos. A mí me parecía estar leyendo todo el rato lo mismo, con pequeños cambios al principio de cada sección. Ni la brillante retórica de Rothbard es capaz de aguantar página tras página las mismas críticas a similares teorías del valor, el interés o el dinero. Ni siquiera creo que merezca la pena. Ha habido muchos momentos de estos mientras leía el volumen, y tengo que confesar que me he aburrido.

Así pues, dudo en recomendar la lectura de este libro como una lectura convencional. Más bien creo que conviene usarlo como referencias para profundizar aisladamente en determinados pensadores o corrientes. Lo que hico yo con el Mercantilismo, por ejemplo. Por eso disfruté tanto con la lectura de esos capítulos, porque no hubo demasiada repetición. Sugiero al lector interesado que no lea esta obra secuencialmente, sino que lo haga cuando quiera conocer algo en concreto. Por ejemplo, el pensamiento de Cantillon. Coge uno, se lee el capítulo de marras, y si se queda uno con ganas, se va al excelente ensayo bibliográfico que acompaña al texto, y allí encontrará más lécturas para profundizar.  Pero no recomiendo su lectura para aprender la historia del pensamiento económico, se le hará muy pesada al lector. De ahí que tenga dudas para leer la segunda parte...



 

jueves, 29 de agosto de 2024

Mil soles espléndidos ("A thousand splendid suns"), de Khaled Hosseini

De este autor lei hace tiempo sus "Cometas en el cielo", novela de la que se hizo película y por la que saltó a la fama. Solo recuerdo que me gustó bastente y que iba sobre Afganistan, y poco más. Este también me ha gustado y también va sobre Afganistan, y como lo acabo de terminar, me acuerdo de más cosas. Así que escribamos estas líneas antes de que se me olvide.

Hosseini nos cuenta la historia recinte de Afganistan a través de los ojos de dos mujeres afganas, Mariam y Leila, de orígenes muy distintos pero a las que el destino unirá. Cuando digo reciente, téngase en cuenta que la novela es de 2007, o sea que se pierde la salida de los EEUU del país y la vuelta al poder de los talibanes, que es precisamente con cuya salida que termina esta novela.

Hosseini tiene como primera virtud la capacidad de normalizar, de humanizar si se quiere, un país como Afganistán, que parece ser el infierno en la Tierra para la mayor parte de los occidentales. La vida en Afganistán antes del asalto soviético es como la de cualquier país del momento, cada persona con sus desventuras. Mariam es una hija bastarda que vive con su madre a las afueras de Herat, a la que el padre, Jalil, trata de atender como al resto de su familia. Laila tiene una familia normal, aunque sus hermanos se alistarán con los muhaidines para luchar contra los soviéticos.

En estos momentos, Hosseini nos describe un Herat de apetecible visita, y el Kabul de los "mil soles espléndidos" del título, frase extraida de un poema persa. Es más, tendremos oportunidad de viajar a Bamiyan de la mano de Laila, Tariq y el padre de ella, como haría cualquier residente en otro país a un sitio bonito.

Por supuesto, esta vida normal se interrumpirá como consecuencia de la revolución comunista apoyada por los vecinos del norte, los soviéticos. Como respuesta se declara la "jihad" y surgen las facciones de muhaidines. En ella participa, entre otros muchos, el protagonista de la excelente Shantaram. También hay más información sobre estos eventos en otra lectura reciente: Inside the Kingdom.

Como sabemos, eventualmente los soviets serán derrotados y abandonarán el país, pero la situación para los habitantes de Kabul empeorará considerablemente , pues las facciones de señores de las Guerra que estaban unidas contra los soviets, comenzarán su batalla para hacerse con el poder, condenando al país a una situación aún más dura y con muertes más aleatorias. ("The Mujahideen, armed to the teeth but now lacking a common enemy, had found the enemy in each other. Kabul's day of reckoning had come at last.") Ya lo anticipaba el padre de Laila: "To me, it's nonsense -and very dangerous nonsense at that- all this talk of I'm Tajik and you 're Pashiun and he's Hazara and she's Uzbek. We 're all Afghans, and that's all that should matter."

Y también sabemos cómo termina esta guerra civil: con la victoria de los más radicales, los talibanes, que allí donde llegaban pacificaban la zona. Por increible que parezca, la situación con Kabul pacificada y los talibanes al mando resulto aún peor para los habitantes de Kabul, y especialmente para las mujeres: "Mariam heard the answer in his laugh: that in the eyes of the Taliban, being a communist and the leader of the dreaded KHAD made Najibullah only slightly more contemptible than a woman." Al menos en lo que nos cuenta Hosseini, el único momento en que tienen problemas serios de hambre ocurre con los talibanes. 

Tras el atentado de New York, los EEUU tomarán cartas en el asunto, y se abría un periodo de esperanza para los afganos, algo que ahora sabemos tampoco ha terminado bien, con los talibanes y sus decálogos de vuelta al poder.

Esto, en cuanto a la historia de Afganistan, Sobre estos acontecimientos se superponen las historias concretas de las dos protagonistas, en las que domina la relación con los varones. Y lo cierto es que casi todos los hombres con los que tendrán relación son decentes y la influencia es positiva: estoy hablando de Jalil, y del Ulema Faizulá, en el casos de Mariam, y de Hakim y Tariq en el caso de Laila. El quinto es discordida y en el que confluyen ambas historias, es Rasheed, un tipo mucho más complejo de analizar.

Con Rasheed se casarán sucesivamente Mariam y Laila, en ambos casos medio obligadas por las circunstancias, lo que las llevará a convivir. A ambas las tocará sufrir los malos humores, mal trato y falta de respeto de Rasheed, y ello construirá una relación de amistas y fidelidad entre ellas, para el cuidado de los hijos de Laila.

Quizá lo fácil sería decir que Rasheed es mala persona, pero no creo que esa eso lo que quiera transmitir Hosseini. Puede que Rasheed las maltrate brutalmente en ocasiones, pero también se ve que está comprometido con su manutención: si es tan malo, por qué no las abandona a su suerte, o las mata directamente? Es cierto que Rasheed las obliga a ponerse el burka en cuanto están casados ("Where I come from, a woman's face is her husband's business only. I want you to remember that."), pero tampoco es esto algo que les haga sufrir especialmente a ninguna de las protagonistas, por mucho que horrorice al lector occidental. Es más, la descripción que hace Mariam la primera vez que se lo pone es de sentirse protegida del exterior:  "And the burqa, she learned to her surprise, was also comforting. It was like a one- way window. Inside it, she was an observer, buffered from the scrutinizing eyes of strangers."

Es evidente que Rasheed no es el mejor marido del mundo, pero la sensación que da es que tampoco es un psicópata, es más normal de lo que muchos quisiéramos aceptar, aunque tenga sus defectos. Lo que pasa es que Rasheed se encuentra en un contexto que le permite abusar impunemente de sus mujeres, ya que los talibanes les han quitado todos los derechos. Y no solo los talibanes, lo que pasa es que mientras los muhaidines están a golpes entre ellos, la mujer (y en general, la sociedad) encuentra sus huecos de libertad. Lo que nos lleva al problema realmente denunciado: ¿hasta qué punto no es un Rasheed una creación del sistema que discrimina a las mujeres?¿Se comportaría Rasheed de la misma forma en un régimen occidental?

Como se ve, es una historia apasionante a los dos niveles, la de Afganistan en general, y la de Mariam y Laila en particular. Todo ello lo cuenta Hosseini con una escritura elegante, sobria, pero bien trazada, con esos dejes de Las mil y una noches en que es un maestro Maalouf. El punto culminante es la escena en que Laila viaja a Herat a modo de despedida y homenaje a su querida Mariam, en que Hosseini es capaz de emocionarte de la forma más inesperada y más sencilla.  

Todo lo dicho hace que esta lectura sea un placer, pese a los terribles sucesos que te cuenta. Yo, desde luego, la he disfrutado y la dejo aquí recomendada.

domingo, 25 de agosto de 2024

Teorías Cínicas ("Cynical Theories"), de Helen Pluckrose y James A. Lindsey

Otro libro que leo para entender el fenómeno Woke, y con el que agoto el cupo dedicado al tema, que doy ya por suficientemente entendido y conocido. Sobre Woke he leído, entre otros Woke Inc.The dictatorship of Woke Capital y The madness of the crowds, aunque el tema también aparece en otros ensayos. Todos ellos aportan perspectivas complementarias del asunto, y este que acabo de leer es quizá la pieza que faltaba al puzzle.

En él se trazan los orígenes del fenómeno al postmodernismo (corriente filosófica de la que el principal exponente es Foucault). La explicación de los orígenes del posmodernismo y la teoría crítica (a la que Pluckrose y Lindsay llaman la Teoría, con maýusculas) están muy bien explicados, así como las ramificaciones o aplicaciones que surgieron del posmodernismo: el neocolonialismo, las teorías Queer, las teorías sobre racismo, feminismo, incapacitados y gordura. Los autores hacen un gran y convincente trabajo radicando todas estas líneas "académicas" en las bases del postmodernismo, aunque sea al precio de la redundancia y quizña el aburrimiento del lector.

De las aplicaciones teóricas, saltamos al activismo académico, con la doctrina de la "Justicia Social", una vez más con mayúsculas, porque es la Justicia Social tal como la entienden los postmodernistas, que, como veremos en breve, tiene poco que ver con cómo la vemos la gente normal. Y los autores cierran explicando como la Justica Social postmoderna se ha hecho mainstream y está afectando a nuestras vidas. Por supuesto, hay luego un último capítulo dedicado a describir argumentaciones contra la demagogia postmodenista. Como todas las teorías de constructivismo social, empezando por el marxismo de la que el postmodernismo es en cierta manera un fruto, terminarán desacreditadas (aunque no olvidadas, por desgracia) y la cuestión es el daño que harán en la sociedad hasta que se detenga su influencia. 

Influencia, que no nos engañemos, no sale espontáneamente de la sociedad libre, sino que viene impulsada por los intereses estatales intervencionistas de toda la vida. Esto es, con nuestros impuestos. Seguro que es fácil constatar como las organizaciones internacionales (empezando por la ONU o la Comisión Europea) están plagados de este tipo de académicos impulsando su programa de Justicia Social.

Pero vamos un poco con el contenido, que es lo más interesante y esclarecedor del libro. Como consecuencia del fracaso del marxismo, los intelectuales de izquierdas, y especialmente los franceses, sus grandes valedores, se convirtieron es escépticos de todas las metanarrativas: si el Marxismo no funcionaba, es que no había metanarrativa que pudiera funcionar, empezando por el liberalismo o el conocimiento científico. Y se dedicaron a de-construir todas estas narrativas. Este es el origen del postmodernismo.

Sus principios son dos: no existe una verdad o conocimiento absoluto, sino que todo el conocimiento es usado para construir relaciones de poder entre el grupo dominante y los grupos marginados. O sea, que si la sociedad occidental cree en el conocimiento científico no es porque ello vaya bien a la sociedad, sino para consolidar el poder de determinados grupos (obviamente, el hombre blanco, hetero) sobre los marginales (defínase como cualquier cosa distinta y sus cruces). 

He aquí los principios tal como los formulan Pluckrose y Lindsay: 

"The postmodern knowledge principle: Radical skepticism about whether objective knowledge or truth is obtainable and a commitment to cultural constructivism.

The postmodern political principle: A belief that society is formed of systems of power and hierarchies, which decide what can be known and how." 

A partir de estos principios, los autores identifican los cuatro temas fundamentales del postmodernismo:

1) La conflación de las categorías: hay que luchar contra las clasificaciones, que ponen a unos por encima de otros. Después de todo, no son más que constructos del lenguaje para oprimir, y no tienen base real.

2) El poder del lenguaje: es mediante el lenguaje que los grupos dominantes imponen su visión del mundo a los marginados. Hay que estar especialmente atento al uso del lenguaje para identificar estos sesgos.

3) El relativismo cultural: todos los conocimientos son igualmente válidos, con independencia de su origen. La ciencia tiene que valorarse por igual que las emociones personales, o el folklore. Puede haber agresión y discriminación científica si no se trata por igual a toda la supuesta sabiduría.

4) Desaparación del individuo y de los valores universales: solo existen los grupos, cada uno con sus verdades. Dichos grupos pueden ser "interseccionales" (por ejemplo, mujer negra), y si añades suficientes atributos a la "intersección" igual te quedas con un solo representante, pero no se le consideraría como individuo sino como grupo.

Pluckrose y Lindsay nos acompañan, una vez conocidos estos principios, por el desarrollo de las teorías aplicadas y sus principales exponentes y referencias. Son capítulos realmente agobiantes por las distorsiones cognitivas de los filósofos postmodernos, a quienes sería imposible tomarse en serio si no fuera porque vivimos en mitad de su influencia. De los aspectos más especialmente preocupantes o absurdos, me quedo con los relaciondos con la discapacidad y la gordura. Básicamente, los postmodernistas le dicen a los afectados que los grupos opresores se basan en las doctrinas médicas para oprimirles, y que deben mantenerse discapacitados/gordos sin ceder a las metanarrativas opresoras, y, por supuesto, sin beneficiarse de los conocimientos científicos que les permitan mejorar su calidad de vida, porque sería una cesión al grupo opresor.

Tampoco olvido esta mención en la teoría queer, en la que se acepta la pederastía como otra categoría más "problematizada" por la narrativa dominante. Por si alguien tenía dudas de que los postmodernistas, aparte de todo, son gentuza.

El salto epistemológico lo dan cuando dicen que también puede haber opresión y estigmatización científica. Por tanto, no hay ningún conocimiento que valga más que otro, y si se nos hace creer de otra forma es por el interés del grupo opresor. De esta forma, escudan completamente su Teoría de la discusión académica, puesto que ellos (aunque la mayor parte de los autores citados en el libro son tías) saben que están en lo cierto, y cualquier discrepancia es una forma de agresión u opresión. 

Toma ya con el colofón! El postmodernismo pasa de la destrucción de todas las metanarrativas a la aceptación de una, la suya, de forma absoluta y sin posible discusión. Y así la academia y la univesidad pasan de ser un sitio de conocimiento a una especie de religión en que hay que creerse la Teoría. Entiendo que, quien la conozca, solo puede creer la Teoría porque le interesa a nivel personal o porque tiene miedo del castigo. Otro de los típicos ingredientes de las religiones.

Tampoco hay que olvidar otro de las conclusiones que salen de estas teorías Críticas. Y es que las redes de poder de los dominantes sobre los marginados son independientes de los individuos. Dicho de otra forma, aunque no haya leyes discriminatorias, ni gente discriminando, da igual: el hombre blanco hetero sigue ejerciendo su poder porque está en los nodos opresores de esta red, da igual lo que haga, no lo puede evitar. Si se creen también esto, qué depresión trabajar por la Justicia Social /(tal como lo interpreta esta gente): da igual lo que hagan, seguiremos siendo opresores y ellos oprimidos. Porque, claro, siempre se podran buscar una categoría interseccional nueva en la que ubicarse porque el lenguaje les discrimina.

Este libro me ha parecido bastante interesante y muy esclarecedor. Yo recomendaría leer sus primeros capítulos. En cambio, los que describen las teorías aplicadas, siendo también muy buenos, no dejan de ser redundantes y desesperantes por sus contenidos. Quien quiera mantener su salud mental en estos tiempos que corren quizá haga bien en cerrar sus ojos a tanta tontería como describen los autores. Y, obviamente, hay que evitar caer en la tentación de leer libro alguno de los que citan como claves para el desarrollo de esta basura.

lunes, 19 de agosto de 2024

D'Argent et de Sang, de Fabrice Arfi

 Leo este libro tras seguir con curiosidad la serie homónima francesa, construida sobre aquel. En la serie no acaba de quedar claro el mecanismo de la estafa usado por los protagonistas (me resisto a llamarles delincuentes, aunque sean defraudadores) y pensaba que leyendo el libro esto quedaría claro, aparte de aprender otros detalles del asunto.

La historia que cuentan libro y serie está calificada como la estafa del siglo y la más importante en Francia, con miles de millones estafados. Además, tiene que ver con los mercados de cuotas del CO2, o sea, que lo del cambio climático tiene algo que ver con lo ocurrido. Con estos mimbres, el tema es apasionante, y lo sorprendente para mí es no haberme enterado antes de unos sucesos que ocurrieron en 2010. Supongo que ni a los políticos ni a los medios europeos y franceses les interesa que estos escándalos se conozcan.

Y es que el timo es muy simple: se basa en usar la exención del IVA para la exportaciones intracomunitarias. Lo que se hace, si no me he enterado mal, es que una empresa (extranjera pero UE) vende bienes a una empresa local; esos bienes están exentos de IVA. La empresa local vende los bienes a una tercera, a la que sí cobra IVA. Este IVA posteriormente debería ser ingresado en Hacienda, pero lo que pasa por el camino es que la empresa local desaparece y se lleva crudo el IVA que ha cobrado. Esto se llama carrusel del IVA y es una estafa (a Hacienda) bien conocida y utilizada por los sospechosos habituales, por ejemplo en teléfonos móviles o en placas solares.

Sin embargo, tiene el enganche físico del producto, que limita los beneficios que se pueden obtener. En esta situación, van las autoridades y se inventan el mercado de cuotas de CO2 precisamente en su intento de lucha contra la contaminación y el cambio climático. No contentas con ello, resulta que deciden gravar dichas transacciones con IVA. En cuanto los expertos en carrusel de IVA se enteraron, se lanzaron al tema como buitres. Podían utilizar el mecanismo de carrusel de IVA sin límites aparentes; es más, aunque no queda claro, se podían inventar empresas a las que otorgar una cuota de CO2 que luego vender sin dejar rastro. Sin cortapisas físicas, estos señores se hicieron con cientos de millones de euros literalmente en horas. ¿Y quién pagaba el dineral? Pues ni más ni menos que el fisco francés. O sea que los miles de millones que los protagonistas estafaron se los estafó al gobierno francés. Un escándalo de dimensiones burocráticas, los únicos que pueden alcanzar las galácticas cifras que se manejan en este asunto. 

Lo que pasa es que el libro es bastante malo. El autor es un periodista de investigación, conocido allende los Pirineos por otras pesquisas. Escribe de forma nefasta, y ni siquiera es capaz de explicar las cosas con un cierto hilo de continuidad. Además, tanto libro como la serie, van mucho más allá del timo del CO2, y se adentran en consecuencias mafiosas que habrían tenido. De ahi que el título incorpore la palabra "sangre". Relacionados, o no, con la estafa del CO2, ocurren asesinatos que ocupan la mayor parte de la narración, arrojando sospechas sobre uno de los involucrados, Arnaud Mimran. Mimran se hace paulatinamente con el protagonismo tanto de libro como de la serie, pero no por la estafa descrita, si no por los otros acontecimientos luctuosos, que a mí me interesaban bastante menos.

De hecho, la serie da más información y contexto que el propio autor, que parece temeroso de ofender a los poderes gubernamentales. Apenas hay críticas en el libro al estado francés, y la Comisión Europea ni siquiera aparece mencionada. En cambio, la serie no se corta en sacudir al estado francés, pese al evidente estatismo del protagonista (que en la serie es un inspector de aduanas). 

Especialmente, se echa de menos en el libro un análisis del éxito del mercado de cuotas de CO2 con anterioridad a la entrada de los estafadores. Y es que resulta que era un completo fracaso, con un volumen de transacciones ridículo. Todo cambia cuando Mimran y sus colegas lo ponen en la diana: el crecimiento será exponencial, y por fin los burócratas podrán presumir del éxito de su iniciativa. Ello mismo les hará poco deseosos de profundizar en la naturaleza de las transacciones, con el resultado de las millonarias pérdidas para el fisco francés. Eso sí, la solución burocrática habría funcionado. Claro que: "On peut estimer que jusqu’à 80 % des transactions des bourses carbone sont viciées par les organisations criminelles" Viva la lucha contra el cambio climático.

Especial reproche merece la disquisición teórica que comparte Arfi al respecto de la solución del mercado de cuotas CO2. En efecto, nos contrapone teóricamente a Pigou respecto a Coase, a la intevención estatal para solucionar el problema, respecto a la de "mercado", por la que optaron los liberales burócratas. Evidentemente, Coase no propuso la creación de la nada de "cuotas CO2" ni el establecimiento de un mercado para las mismas. Nada de esto ni similar ni que lo pueda inspirar aparece en la obra de Coase (a quien he leído recientemente: ver aquí). Otra cosa es que Coase haya sido mal entendido una y otra vez, de forma interesada por quienes no creen en el mercado.

En todo caso, daré a Arfi el beneficio de la duda, porque supongo que lo único que hace es replicar los argumentos utilizados en el momento. Dicho beneficio, no obstante, desaparece tras leer la siguiente frase, que sí enmarca a Arfi ideológicamente: "Je pouvais ainsi constater concrètement combien les réactions du clan Netanyahou ne dépareillaient pas de celles d’un Nicolas Sarkozy, d’un Donald Trump ou d’un Silvio Berlusconi, m’autorisant à les ranger tous les quatre côte à côte sur l’étagère des affairistes qui tiennent en horreur les contre- pouvoirs institutionnels et le journalisme indépendant."

Ya se sabe, los periodistas independientes de izquierda. Como decía el gran Coll, los "independientes según...". En honor a la verdad, la narración está en general desprovista de veleidades ideológicas, y las escasas no buscan efectos raros.

Pero me da igual. Este libro es basura y mejor no leerlo. Hasta donde yo sé, no ha sido traducido a español, y no tiene pinta de que vaya a serlo. Al interesado en el tema, que se conforme con la serie, o que busque otras fuentes más rigurosas. Quizá alguna de las que propone Arfi en su obra.

 


 


domingo, 18 de agosto de 2024

Mujercitas ("Little Women"), de Louisa May Alcott

Otro clásico de esos que hace falta leer para completar listas, en la línea de los recientemente leídos Frankenstein  e Historia de dos ciudades. Bueno, no es solo completar listas, si no hacerlo con la garantía de que se trata de lectura de obras clásicas que han sobrevivido al paso del tiempo, y que por tanto algo tendrán que las hagan merecedoras de lectura.

Lo que pasa es que no vivimos tiempos normales, y el fenómeno Woke invade todo tipo de listas y clásicos, así que una obra como la presente está sujeta a evidente sospecha, tanto por su temática como por ser señora, y además reputada feminista según parece, su autora. Es una pena lo que digo, pero es con lo que nos toca lidiar día a día, y el tiempo que tenemos no es infinito.

Pero dejemos de lado las sospechas, y vayamos con la obra, que para eso la he leído. La novela tiene dos partes claramente diferenciadas, escritas en distintos momentos de madurez de la autora, y con temáticas bastante distintas, pese a tratar sobre la misma familia.

La primera parte se corresponde con la novela original y fue con la que Alcott cimentó su fama. Se trata de una historia tendente a infantil, en que se nos cuentan las aventuras y desventuras de las cuatro hermanas March, Meg, Jo, Beth y Amy, en su infancia-adolescencia. Las March viven lindando en la pobreza puesto que el padre está luchando en la guerra civil, pese a haber sido una familia de medios. El quinto en discordia es el vecino Laurie, que este sí tiene medios, y se hará gran amigo de las hermanas, especialmente de Jo (por cierto, alter ego de la autora en la novela).

Esta primera parte tiene cierto tono de historia moralista  ("they agreed to stop complaining, to enjoy the blessings already possessed, and try to deserve them, lest they should be taken away entirely, instead of increased"), quizá en oposición a Tom Sawyer y Huckleberry Finn, más de travesuras y costumbrista. Asi, "The Pilgrim's Progress" está continúamente en boca de los protagonistas y en referencias incluso de títulos de los capítulos. Dicha novela nos cuenta el viaje iniciático del peregrino hasta conseguir la perfección. Las March juegan a superar los mismos episodios que plantea la citada novela. 

En cuanto al estilo, no da demasiado de sí. Es una literatura simple, sin ser infantil, pero sin grandes excesos estilítiscos, muy lejana de la riqueza de otros autores de la época. Vamos, que la primera parte me parece una cosa insustancial y prescindible. Rescato, eso sí, una referencia al dinero papel al que las March se refieren despectivamente como "rag money", capacidad crítica completamente perdida en la actualidad.

En cambio, la segunda parte es otra cosa, desde la primera frase: "In order that we may start afresh and go to Meg’s wedding with free minds, it will be well to begin with a little gossip about the Marches. And here let me premise that if any of the elders think there is too much “lovering” in the story, as I fear they may (I’m not afraid the young folks will make that objection), I can only say with Mrs. March “What can you expect when I have four gay girls in the house, and a dashing young neighbor over the way?”"

Aquí sí tenemos una escritora madura que maneja sus recursos con sabiduría y gusto, y sí nos va a deleitar con frases de nivel, Además, la historia cobra en madurez con el crecimiento de las protagonistas, sin olvidar alguna que otra tragedia (la muerte de Beth tras la enfermedad que sacrificadamente contrae en la primera parte al visitar a una familia pobre). Para desgracia de las feministas, May Alcott las traiciona una y otra vez, al polarizar toda la acción en el emparejamiento de las tres supervivientes ("To be loved and chosen by a good man is the best and sweetest thing which can happen to a woman, and I sincerely hope my girls may know this beautiful experience."); bueno, estrictamente, en los de Jo y Amy, toda vez que a Meg nos la casa nada más empezar la segunda parte, para que podamos conocer sus cuitas como madre, que también son de interés.

Porque esta segunda parte, en el fondo, no es más que una precursora de las películas románticas, en la que asistiremos a la resolución del triángulo amoroso Jo-Laurie-Amy, que supongo era lo que más interesaba a las lectoras de la primera novela (y perdón por la mala leche del comentario).

Como pruebas de la madurez de Alcott tenemos el uso bastante frecuente de la ironía: "On Monday morning the weather was in that undecided state which is more exasperating than a steady pour. It drizzled a little, shone a little, blew a little, and didn’t make up its mind till it was too late for anyone else to make up theirs."; "As he glanced from Jo to several other young people, attracted by the brilliancy of the philosophic pyrotechnics, he knit his brows and longed to speak, fearing that some inflammable young soul would be led astray by the rockets, to find when the display was over that they had only an empty stick or a scorched hand.". 

O esta, que se puede referir perfectamente a la primera parte de la novela: "“People want to be amused, not preached at, you know. Morals don’t sell nowadays;” which was not quite a correct statement, by the way." Y también a muchas series woke que se dedican a darnos lecciones de cómo hay que tratar a la gente, o directamente a regañarnos por ver el mundo de forma distinta a como lo ve el guionista.

Aunque a mí lo que más me ha gustado es la forma en que busca la complicidad del lector en ocasiones, diciéndole cosas fuera de los sucesos que está contando: "Men seldom do, for when women are the advisers, the lords of creation don’t take the advice till they have persuaded themselves that it is just what they intended to do" o "Don’t laugh at the spinsters, dear girls, for often very tender, tragic romances are hidden away in the hearts that beat so quietly under the sober gowns, and many silent sacrifices of youth, health, ambition, love itself, make the faded faces beautiful in God’s sight.""

La lectura de Mujercitas se me ha hecho demasiado larga. La primera parte, que ocupa la mitad más o menos de la novela, se me ha hecho inane y cansina. Casi no pasa nada, salvo el constante recuerdo de lo pobres que son las March, pese a que su vida parece transcurrir con absoluta normalidad y no hay ninguna de las apreturas que asolan a los personajes, por ejemplo, de Dickens. En cuanto a la segunda, cae prácticamente en el género romántico, por lo que tampoco me podía resultar apasionante, pese a estar considerablemente mejor escrita. Echo mucho de menos en ambas partes detalles costumbristas de cómo era la vida en la época, algo sobresaliente por ejemplo en La casa de la pradera.