viernes, 19 de septiembre de 2025

El estado megalómano ("La grâce de l'État"), de Jean-François Revel

Sigo con Revel. Este ensayo es el más localista de los que estoy leyendo, porque básicamente es un análisis del primer gobierno socialista en Francia de la V República, dominada hasta 1981 por el centro derecha de Giscard d'Estaing. Por tanto, a priori, tiene menos interés que los otros.

Lo primero que me encuentro al buscar si el libro se había publicado traducido es que "la gracia del estado" es un concepto cristiano, que consiste en los dones que el Espíritu Santo concede a una persona en razón del estado que asume. Así que posiblemente el título original de Revel tiene un punto irónico, que se pierde completamente con la traducción que se le ha dado en español.

Y es que es la ironía constante el rasgo más caracterísitico de este ensayo, en que Revel básicamente denuncia y ridiculiza las actuaciones de Miterrand desde su mismo inicio, con esas ceremonias fastuosas de toma de posesión, y esa descripción irreal que los socialistas se empeñan en hacer de esa Francia que en 30 años de gobiernos gaullistas y de centro derecha había multiplicado su renta y bienestar.

Una de las razones del dominio de la derecha durante todo ese tiempo era precisamente la existencia de un partido Comunista asociado al partido Socialista. Según Revel, mientras los franceses pensaron que los Comunistas condicionarían un gobierno socialista, jamás dieron a estos la posibilidad de gobierno. Esto solo ocurrió precisamente cuando el PCF, siguiendo órdenes de Moscú, se separó del PS, dando la imagen a los franceses que Miterrand era un socialista anti-comunista: "Les socialistes sont en revanche devenus crédibles à partir du moment où les électeurs ont pensé qu’ils pourraient leur donner le pouvoir sans le donner en même temps aux communistes."

Lo que pasó después, es que todo era un espejismo, y Miterrand colonizó su gobierno con comunistas de forma innecesaria, ya que podía gobernar sin ellos. Con esto, empezó un programa de reingenieria social en Francia. Todo esto, siempre según Revel, que uno en esos momentos ni estaba en Francia ni en la edad en que tales temas pueden interesar.

La punta de lanza de dicha reingeniería fue la nacionalización de empresas y sectores industriales. Revel hace el análisis económico clásico y concluye que no tenía sentido desde el punto de vista empresarial, por lo que solo se puede explicar desde el punto de vista político: "L’objectif de Mitterrand n’est que très accessoirement économique. Il est avant tout de façonner la société juste, telle qu’il la voit, de réformer l’homme, de venger le pauvre et de punir le riche, ou du moins l’« argent".

Con estos mimbres, los resultados de la gestión socialista fueron, por supuesto, catastróficos, con independencia de las expectativas de los ilusos que una y otra vez votan por estas ideologías (recuérdense las impresiones narradas por Annie Ernaux.

Pero da igual, porque del desastre nunca tienen la culpa las políticas socialistas. Ese el tercer axioma del pensamiento socialista: "quand le capitalisme échoue, c’est évidemment la faute du capitalisme ; quand le socialisme échoue, c’est également la faute du capitalisme.

El desastre es inevitable, puesto que el programa socialista se construye sobre "une interprétation idéologique de l’Histoire, qui ne repose sur aucun fait, aucune vérification, aucune expérience démonstrative.". Y, cuando llega el fracaso, "les socialistes, refusant de remettre en question le système abstrait qu’ils veulent imposer à la réalité, attribuent de plus en plus souvent leurs difficultés à des complots et prennent des mesures politiques plutôt qu’économiques, pour corriger les effets négatifs de leur obstination.

Piensen en los casos españoles de Red Eléctrica y RENFE como ejemplos actuales de lo dicho, con la desgracia de que aquí ocurren más de 40 años después, lo que revela que los socialistas no han evolucionado, aunque sí lo haya hecho la sociedad. Ya decía cuando leí la obra citada de Ernaux que España parecía Francia con 20 años de retraso. Bueno, pues en politica parece que serían 40.

Aunque he tratado de ser positivo, esta lectura es poco interesante para un español en 2025, precisamente por su hiperlocalismo, y aunque se puedan extraer paralelismos con los gobiernos socialistas españoles, más preocupante, que siga habiéndolos con el actual. El punto que la hace más recomendable sería el estilo irónico de Revel que causará más de una sonrisa en el lector, aunque sean amargas.

Dejo aquí un ejemplo para que cada uno haga la prueba. 

"Un exemple savoureux de la bonne conscience avec laquelle les socialistes exigent une télévision de pure propagande gouvernementale au nom de l’objectivité de l’information nous a été donné par Claude Estier (...) pour être « objective » la télévision aurait dû présenter uniquement la thèse du ministre, suivie d’un commentaire de la chaîne proclamant cette version seule vraie, à l’exclusion de tout point de vue dissident.

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