jueves, 25 de junio de 2020

Le mystère de la sombre zone, de Pierre Siniac

NOTA IMPORTANTE: Leí este libro pensando que se trataba de la obra "El enigma de la habitación 622" de Joël Dicker, pero en realidad se trataba del que da título a esta entrada.
Parece que la picaresca también llega a los ebooks, y algún listillo aprovecho para colocar esta basura como si fuera de Dicker, aprovechando algunas coincidencias. Gracias a Carlos, que dejó comentario en la entrada, me di cuenta del error, y procederé a leer la obra verdadera.
Dejo el texto que escribí en su momento sobre el libro, aunque obviamente no proceden las referencias deprecatorias a Dicker. Al menos no por este libro, ya veremos que nos depara la lectura del suyo.


Joël Dicker saltó a la fama con su novela "La verdad sobre el caso Harry Quebert". Se trata de una magnífica novela de misterio, entrelazando pasado, presente y literatura. No es un prodigio de la literatura, pero una novela original y apasionante, que hacía de Dicker un escritor digno de seguimiento, más con la relativa escasez de literatura contemporánea en francés. El siguiente libro que publicó, "El libro de los Baltimore" presentaba similares ingredientes, pero era bastanta más flojo y se desinchaba conforme avanzaba. Por ello, cuando salío "La desaparición de Stephanie Maller" no me lancé en picado a su lectura, aunque sí tenía planes de leerla.

Y en eso llegó este "El enigma de la habitación 622", recién publicado en español, y decidí irme directamente a por él para estar al día. En mala hora. Este es uno de esos libros que da vergüenza leer de lo malo que es, es malo hasta parecer una tomadura de pelo al lector. Y aunque entiendo que al escritor no le dé vergüenza escribirlo, sí debería darle al editor publicarlo, porque es evidente que lo único atractivo de este libro es el nombre del autor (de momento) y que han ido a sacar pasta con la publicación de pura bazofia bajo tal bandera. Allá ellos. Yo, después de esto, archivo a Dicker en el cajón del olvido.

El título evoca obviamente a la gran obra de Gaston Leroux, "El misterio del cuarto amarillo", con cuya re-lectura tampoco disfruté demasiado, como se puede ver aquí. En todo caso, hay una par de referencias explícitas en la narración, por si alguien tiene dudas de que esta novela pretenda ser un homenaje o una parodia, que no está claro.

El problema principal es que las premisas de partida son tan retorcidas y tan kafkianas, que es imposible que Dicker consiga la complicidad del lector, algo fundamental en este tipo de novelas. El lector tiene que estar dispuesto a tragar alguna rueda de molino para obtener posterior satisfacción de la resolución del misterio. Pero si tiras demasiado de la cuerda, al final se rompe, y una vez rota, la novela solo la terminan tipos irredentos como yo como no pueden dejar sin terminar un libro empezado.

Resumen de las premisas: un millonario excéntrico, Podorovieff, organiza un torneo de ajedrez para designar heredero a su muerte. Lo que pretende es dejar su herencia a aquel de los 12 jugadores convocados que sea capaz de repetir la partida magistral que Podorovieff ganó al gran campeón Mussorgski en 18 movimientos; nadie conoce esa partida porque Mussorgski murió al tiempo que la perdía (primera rueda de molino). El torneo se celebrará en una mansión ("La Sombre Zone") que tiene celdas usadas en la revolución Francesa; cada jugador jugará su partida sucesivamente en la única celda superviviente, en la que solo hay un teléfono, un ajedrez y una mirilla, pero los 12 jugadores tienen que estar en la casa (otra rueda de molino). Pero la más gorda está por llegar: resulta que al principal favorito del torneo, Dezessarts, le quiere matar su ex mujer, literalmente, ya lo ha intentado dos veces en el momento que empieza la novela; pues nada, ahí que aparece la moza en la mansión de Suiza junto con los demás jugadores; es más, lo hace tratando de matar, tercer intento, a Dezessarts mediante el sutil procedimiento de lanzarle una roca desde una altura, en la mejor tradición del Correcaminos y el Coyote.

Llegados a este punto, uno no sabe si esto es de coña o es que directamente el autor le está tomando el pelo. Las sospechas (de que te esté tomando el pelo) se incrementan cuando, por fin, ocurre la muerte, y constatamos que no hay intención de llamara a la policia, porque entre los participantes en el torneo hay un comisario retirado y un forense, que, casualmente, se han llevado sus equipos de investigación.
Y qué decir de esta frase, que nos casca el autor con toda seriedad, referido a un funerario: "Son commerce était florissant puisque situé dans le Nord, où il a été prouvé que l’on meurt davantage que dans le Midi." ("Su comercio florecia por estar situado en el Norte, donse se ha comprobado que la gente muere más que en el Sur"). Si hubiera más frases como ésta, se podría dudas sobre si el libro es realmente una novela cómica. Pero solo hay esta.

Con todo, el lector avezado, aguantará el planteamiento estoicamente en la espera de una ingeniosa resolución del misterio, ese misterio que ha requerido tan extremas condiciones de contorno. No lo revelaré, pero sí que diré que es el colofón ridículo que cabía esperar a este libro, aumentado por el hecho de que la solución nos la cuenta la hija muerta de 4 años (por cuya muerte su ex mujer odia a Dezessarts) desde el cielo.

Este libro es a evitar, no hay nada aprovechable. Yo me tragaré la vergüenza de publicar haberlo leído en aras de dejar este aviso a futuras generaciones y a las presentes que se vean tentados a leerlo.

3 comentarios:

sonidosrelajantes.net dijo...

Hola! es excelente Joel Dicker escribiendo, me gustan todas sus novelas. También me gustó La madre de Frankenstein de Almudena Grandes, los leí por recomendación de esta web: https://www.interlibros.org/2020/06/libros%202020.html no soy muy amante de la novela policial, pero cuando están bien escritas son una delicia, otro autor recomendado de thriller o novela histórica es Ken Follet, su novela El ojo de la aguja, sobre espionaje es alucinante, espero que la puedan leer. También ver la pelicula, es vieja pero muy buena.

carlos dijo...

Buenas, si buscas verás que este libro que has leído no es el de Joel dicker, sino "le mystère de la sombre zone". Venia con la portada del de dicker y me pasó lo mismo.

Ferhergón dijo...

Muchas gracias, Carlos, ya he reconocido el error. Me pone los pelos de punta que puedan estar falsificando ebooks. En mi versión aparece una página con las obras previas del autor (Dicker), o sea que no solo añadieron la portada.
Y alucino con que te hayas podido dar cuenta. Supongo que hablando con alguien que estaba leyendo el libro de verdad.