viernes, 29 de abril de 2022

Histoire d'un Paysan - L'An I de la République, de Erckmann-Chatrian

 Y terminada la tercera parte, de esta historia de la Revolución Francesa. La que menos interés ha tenido de momento, y precisamente por centrarse casi todo el tiempo en las aventuras del protagonista, el Paysan del título.

La mayor parte de la narración se corresponde con sucesos bélicos, inicialmente en Cassel y la frontera con Alemania luchando con los prusianos, y posteriormente en la guerra civil con la Vendée, más o menos el centro de Francia, donde la gente estaba completamente en contra de la Revolución Francesa. Así pues, mucho de movimientos de soldados, heridas y asedios, no especialmente mal descritos, pero de poco interés para mi objetivo de cómo evolucionó la Revolución Francesa.

Solo puntualmente le llegan a Michel noticias de lo que está pasando en Paris, la única forma que tenía él, y por ende el lector, del progreso político del evento. Se abre la novela con el manifiesto del general Brunswick, "qui déclarait que les Prussiens et les Autrichiens nous envahissaient pour le rétablir, lui, Louis XVI, sa noblesse et ses évêques dans leurs anciens privilèges, et nous dans notre ancienne servitude," Traición al pueblo francés en toda regla, que fuerza la convocatoria de la Convención Nacional, desde la que emanarán normas y decretos, por un lado para gestionar las guerras, tanto en frontera como civiles, y por otro lado para ir avanzando en el nuevo ordenamiento jurídico.

Las medidas para lo primero son draconianas: "la création d’un comité de salut public et d’un comité de sûreté générale, auxquels tous les districts de France et les représentants du peuple à l’armée devaient rendre compte chaque semaine, la création d’un tribunal extraordinaire composé de cinq juges, dix jurés et un accusateur public, avec pleins pouvoirs de poursuivre, arrêter et traduire en jugement tous les conspirateurs;l’inscription sur les portes du nom de chaque habitant des maisons..."

Gracias a estas medidas, la Convención se irá depurando, hasta quedar en las fatídicas manos de Robespierre, o sea, lo más opuesto a la libertad que el protagonista va buscando y que justifica sus enormes sacrificios: "Je me disais en moi-même que sans l’amour de la liberté, j’aurais mieux aimé me trouver là-bas, les pieds dans mes sabots, derrière le poêle, que sur la route, les cuisses et le dos mouillés comme dans une rivière."

En todo caso, las hazañas de Robespierre no comienzan hasta el final de la novela, y realmente se relatan en la cuarta entrega. Aquí nos quedamos con la información que recibe Michel de su futuro suegro, al respecto de su principal opositor: "Robespierre veut tout organiser, c’est un grand organisateur ; il donne tout à l’État, il veut que tout dépende de l’État. Danton, lui, veut tout laisser libre ; il veut tout laisser au concours ; l’État doit réglementer le moins possible ; tout doit être, d’après lui, au choix du peuple : représentants, administrateurs, fonctionnaires," Todos sabemos quién perderá el debate y cuál será el precio que pagará. Con los comunistas, aunque se llamen Jacobinos, hay pocas sorpresas.

En paralelo, como decía, también avanza la Convención Nacional en el nuevo ordenamiento jurídico. Una vez más, lo cuenta Clauvet en su carta, y bien que se ufana de ello, como por ejemplo de la redefinición del calendario (con esos nombres exóticos para los meses de la nueva era,  como el Vendimiario o el Fructidor). Y es que esto es de verdad lo que da más miedo, como esta gente se creía que podía definir las nuevas normas de convivencia ex-novo y desde la razón, sin reparar en que el origen de las normas es un proceso espontáneo artificial, un proceso Hayekiano.

La novela se acompaña de otro documento revolucionario, en este caso las actas de la sesión en que discute el Código Civil. Y ahí se ve con transparencia como se encomiendan, a veces a la costumbre, a veces a la razón, para regular las relaciones entre las personas. Por ejemplo: "Les enfants seront dotés en apprenant, dès leur tendre enfance, un métier d’agriculture ou d’art mécanique."

Pues eso. No solo se creen que las pueden regular, sino que de resultas se pone a mandar un sádico comunista como el amigo Robespierre. Qué clase de código se podría redactar con las mentes pensantes bajo tal vigilancia?

Lo curioso es que son conscientes de la importancia de las normas: "Les lois une fois rédigées, il faut craindre de toucher à ce dépôt sacré." La pregunta es obvia: ¿qué pasa con las existentes hasta la Convención? ¿Esas no eran un "depósito sagrado"? ¿Y por qué lo van a ser las redactadas por la Convención Nacional? Claro, así se explica que hubiera que convencer por la fuerza a tantos franceses sobre las bondades de la Revolución.

Sigo con el cuarto y último de los libros que conforman esta historia. Qué nervios, cómo terminará? 

domingo, 24 de abril de 2022

Histoire d'un Paysan - La Patrie en Danger de Erckmann-Chatrian

Segunda parte de la historia de la Revolución Francesa contada por estos dos autores. Como se observa, leída en relativamente poco tiempo, pues como ya dije al comentar la primera parte, me parece una novela excelente y que narra bastante bien y con claridad los eventos sucedidos. Aunque en esta segunda parte no ha ocurrido gran cosa, sí deja todo preparado para la entrada de Robespierre en la tercera, con la que estoy en estos momentos.

La narración se inicia con la creciente indignación del pueblo al ir la Asamblea Nacional arrojando luz sobre las cuentas del reino y los desmanes de clase nobiliaria y clerical. La corrupción era rampante (¿otro parecido con la clase política en España?) . Son especialmente indignantes algunas prácticas, como que nobles selectos decían prestar dinero a la Corona sin hacerlo, para luego cobrar los intereses como si lo hubieran prestados: "Après cela, nous autres malheureux, nous étions forcés, par de nouveaux impôts, de payer la rente perpétuelle des sommes que ces gueux n’avaient pas prêtées à la nation."

Uno de los temas constantes de estos momentos es la posible corrupción de la propia Asamblea Nacional ("grand nombre de nos propres députés s’entendaient avec eux, comme larrons en foire, pour arrêter la révolution et nous réduire encore une fois en servitude."), que luego devendrá en Legislativa. 

La Asamblea Nacional, tras darse a si misma el poder de hacer la ley con su declaración de derechos humanos, empieza sembrando los vientos con la distinción entre ciudadanos pasivos ("Nous autres, qui n’avions que nos bras et notre sang à donner pour le service de la patrie, on nous appelait citoyens passifs, et nous n’avions aucune voix aux élections.") y activos, que tenían propiedades, y sí podían votar. Lógicamente, esto rompe la supuesta igualdad entre franceses que con tanta pompa habían declarado. Otra cosas interesante que ocurre, al menos para los apasionados de la política monetaria, es la creación de los "assignats" representando una porción de la tierra confiscada a las clases expropiadas. Añaden los autores la nota de que "les assignats représentaient tant de terre, et personne ne pouvait les refuser, puisque la terre c’est de l’argent.", pero no tengo claro si la obligación de aceptarlos era tal, o es una forma de hablar de los autores.

En todo caso, el tema dominante en esta parte de la historia es la traición de corona, nobleza y parte de la clerecía al resto de los franceses. Mientras la Constitución recién promulgada otorga poderes de veto al rey, mostrando así su confianza en el monarca, éste lo usa de forma desalmada para impedir la actuación de la Asamblea mientras sus nobles llegan a acuerdos con los reyes austriaco, alemán y ruso para que invadan Francia, aniquilen a las clases rebeldes y restituyan la situación preexistente.("Croyez-moi, tous les princes de l’univers reconnaissent qu’ils sont menacés par le monstre que vous avez enfanté, et bientôt ils fondront sur notre malheureuse patrie.")

En paralelo, parte del estamento clerical se dedica a calentar a su feligresía contra los Derechos del Hombre y favor del status quo, usando al cristianismo como disculpa (ya se sabe, el orden divino y el orden humano). Por ello, la Asamblea Nacional sacará un decreto forzando a los sacerdotes a jurar la Constitución, lo que algunos harán y otros muchos no, incidiendo así en la división de la población, siempre de cara a debilitarla para permite la restauración por las potencias extranjeras.

La verdad es que Erckmann-Chatrian consiguen transmitir muy bien lo que debían de sentir los ciudadanos enterados de estas fechorías, porque el lector no puede evitar indignarse al mismo tiempo que ellos (lo que creo que incluso se refleja en estas líneas).

Otras cosas que ocurren durante este periodo son la aparición de los clubs, que me parecen el germen de los partidos políticos. En los clubs, se reúnen unos cuantos diputados para ponerse de acuerdo sobre temas y eventualmente sentido de voto en la Asamblea. Entres estos clubes estaban los Jacobinos, los Cordeliers y los Girondins, y su nombre les venía del sitio en que se reunían.

Y también se empiezan a organizar las milicias ciudadanos para ser el brazo ejecutor de la Asamblea. De hecho, la novela se inicia con una liosa intervención de la milicia a que se apunta el protagonista para ajusticiar a unos soldados rebeldes en Nancy, en la que colaboran con el que luego será considerado como ejército traidor. Gracias a esta escena, se puede hacer uno una idea del caos que debería ser aquello, con al Asamblea dando órdenes que se ejecutaban solo si unos cuantos ciudadanos idealistas se organizaban para tratar de hacerlo. Por ejemplo, se fijan sueldos para los milicianos, pero nunca se dice cómo se pagan. 

La novela termina con la completa pérdida de confianza en el rey, su derrocamiento y la convocatoria de una Convención Nacional para formar la República. Mientras eso ocurre, y con las potencias extranjeras comenzando la invasión, todo el poder quedará en manos de la Comuna Revolucionaria de Paris, y para saber qué ocurre tendré que leer la tercera parte, algo que ya he comenzado a hacer.

Se cierra el tomo con la reproducción de la Constitución aprobada por la Asamblea Nacional, que ya desarrolla bastante esa semilla de desastre que recoge el artículo VI de los Derechos Humanos.

Lo que enlaza directamente con una reflexión que hace el protagonista. quizá inconscientemente, al hablar de la acción de los sacerdotes contra el nuevo orden; "la difficulté des chemins et la simplicité des pauvres êtres élevés dans le culte des images rendaient leur conversion aux droits de l’homme très difficile et même presque impossible". Esto es, lo que tenía que hacer la revolución Francesa era sustituir unas creencias (la del orden divino) por otras (la de los derechos del Hombre); por eso el autor habla de conversión. Pero, claro, eso nos deja en manos de otras creencias, las democráticas sí se quiere, cuyos problemas también son extremadamente grandes y, si se me apura, casi los mismos para la gente normal de los que tenía el orden divino: explotación de unas gentes por otras, solo sostenidas y aceptadas por creencias (en nuestro caso, la fe en el deseo de la mayoría). La diferencia fundamental entre aquella sociedad y ésta no es en el orden político, sino en la riqueza de que se dispone y que se genera, y que hacer que la gente pueda vivir razonablemente bien pese a su sufrir una explotación relativamente similar en base a sus creencias.

Quizá el tema merezca un mejor desarrollo. Pero no ahora, ahora a leer la tercera entrega, ese primer año de la República. 


jueves, 21 de abril de 2022

Histoire d'un Paysan - Les Ètats Généraux, de Erckmann-Chatrian

Tenía ganas de leer alguna novela histórica que describiera la Revolución Francesa, y tenía localizada esta, aunque sin demasiadas expectativas de que fuera lo que iba buscando. Pero, miren ustedes, esta vez si he acertado, y de qué manera.

Bajo el pseudónimo Erckaman-Chatrian se encuentran, en realidad, dos escritores, Émile Erckmann y Alexandre Chatrian, del siglo XIX. Veo que fueron bastante prolíficos, y que son de Alsacia-Lorena, lugar precisamente de donde es el paisano protagonista de esta serie de novelas.

En esta primera parte, lo que ocurre es que se convocan los Estados Generales, y a continuación se constituyen. La parte dedicada puramente a la historia del protagonista, Michel Bastian, la verdad es que me resulta indiferente, o al menos me lo ha resultado en esta primera parte, porque, como digo, lo que me interesa es comprender cómo se gestó y transcurrió la Revolución Francesa. Y esto lo cubre de forma excelente la novela. 

El comienzo de la novela es brutal, pues los autores nos trazan en unas cuantas páginas la terrible situación fiscal a que estaba sometida la mayor parte de la población de Francia de la época. El listado es tremebundo. No recojo todo, solo algunos detalles, como las prestaciones personales "Aucun journalier n’en venait à bout. Après les corvées de la charrue, des semailles, du sarclage, de la fauchée, du fanage, du voiturage,– et, dans les pays vignobles, encore celles des vendanges" o el uso de los bienes del señor "Si je parlais encore du four banal, du moulin banal, du pressoir banal, où tout le village était forcé d’aller cuire, moudre ou presser, moyennant une redevance, bien entendu ; si je parlais du bourreau, lequel avait droit à la peau de toute bête morte ; et enfin de la dîme, ce qu’on peut se figurer de pire, puisqu’il fallait donner aux curés la onzième gerbe,". En palabras de los autores, "si je parlais de toutes ces charges, et de mille autres écrasant les populations des campagnes, cela ne finirait pas !"

Además, nos cuentan en concreto como había sido el proceso para la comarca de Alsacia-Lorena que habita el protagonista. Un tipo, Georges-Jean de Weldentz, prometió propiedades a toda la gente que viniera a instalarse allí. Cuando se le llenó aquello de gente, vendió la propiedad a los duques de Lorena, y desde ese momento la gente quedó atada a la propiedad en régimen feudal, haciendo que "les pauvres gens travaillèrent de père en fils depuis 1583 jusqu’en 1789, au profit des ducs de Lorraine et des rois de France, pour avoir écouté les promesses..., ". O sea, no solo nos cuentan la terrible situación, sino también como se había abusado de la gente para llegar a ella.

A los franceses les tocaba trabajar de sol a sol para sobrevivir apenas, sin capacidad remota de ahorro, mientras sus señores, rey, nobles e iglesia, se pegaban la vida padre a costa de todos los impuestos y cargas, de los que, para más INRI, estaban exentos. Aunque no lo parezca, la situación actual es bastante similar formalmente, bajo una clase explotadora que es la de los políticos. La diferencia es, por supuesto, que generamos muchísima más riqueza que antes, lo que permite a la mayoría de la gente vivir razonablemente bien, pese a que posiblemente el expolio sea mayor en términos relativos.

Pese a todo, y también exactamente como en la actualidad, el Estado francés, o sea, el rey, había adquirido una deuda que ya no se podía pagar. La solución que se les ocurrió, adivinen, fue poner un nuevo impuesto, en este caso sobre las tierras. El problema que tuvieron es que tierras tenían muchas gentes con un cierto nivel de educación, y estos sí conocían las leyes, por lo que exigieron la convocatoria de Estados Generales para la aprobación del nuevo impuesto: "c’étaient des juges, des gens graves, économes et vivant entre eux, ces juges furent indignés de voir qu’on voulait leur faire payer les folies des autres. Ils s’opposèrent donc à l’imposition des terres, déclarant qu’il fallait des états généraux pour consentir les impôts, ce qui signifiait que tout le monde, ouvriers, paysans, bourgeois et nobles, devaient voter ensemble pour donner leur argent."

Y, de paso, se dieron cuenta, nos dice el paisano, de que todos los impuestos que les habían puesto en los últimos dos siglos habían sido ilegales, puesto que no había convocatoria de Estados Generales desde hacía 150 años. Otro aspecto adicional de la brutalidad del abuso en Francia para con su población. Magníficos los Borbones.

En la convocatoria de los Estados Generales, es de señalar el importante papel jugado por la Rendición de Cuentas de Jacques Necker en 1871.

Constatada la tremenda situación, la novela se embarca en cosas de menos interés, como la elección de los delegados o la propia vida de Michel y familia, hasta que, cuando uno ya está perdiendo la esperanza de que nos vayan a contar algo de interés, pues Michel permanece en Alsacia, llega la carta de Claudet, el representante que ellos han enviado a los Estados Generales.

En esta carta, que ocupa el último tercio de la novela, se nos cuenta perfecta y vívidamente cómo se alcanza la situación revolucionaria. Está claro que la pretensión del rey y los dos primeros estados era cumplir con la formalidad para poder sajar a la ciudadanía, y para ellos es todo un paripé. El Tercer Estado, que parece actuar de buena fe, reclama constantemente la constitución formal de los Estados Generales para poder debatir, no solo sobre los impuestos, sino sobre los derechos y deberes de cada parte. Sin  embargo, nobleza y clero se dedican a marear básicamente la perdiz,

Hasta que el Tercer Estado, liderado por Mirabeau, toman la sabia decisión de constituirse en Estados Generales con independencia de lo que hagan los otros dos Estados. Y la primera decisión formal que toman es mantener los impuestos existentes, pese a su ilegalidad, hasta la disolución de la Asamblea "Passé lequel jour toute levée d’impôts cesserait dans toutes les provinces du royaume, par le seul fait de la dissolution."

De esta forma, se garantizan su continuidad, en un terrible ambiente en que los ejércitos se acercan a Paris, pero contando con el apoyo de la gente en general (por cierto, las propias ciudades habían ido formando sus guardias urbanas precisamente para defender las decisiones que se tomaran en la Asamblea Nacional).

Resultan patéticas las triquiñuelas que hacen rey y nobles para impedir que progrese la Asamblea: desde cerrarles el salón de reuniones del palacio (razón por la que se trasladan a la famosa sala del Juego de Palma) hasta mandar operarios para montar escándalo. Claro que lo más ruin es cuando el rey les anula las restricciones de poderes que les habían otorgado a los delegados en cada una de las regiones (esto es, eran representantes pero solo podían actuar dentro de lo que les dejaban, contrástese con el poder de nuestros diputados en la actualidad). " De sorte que chacun de nous pouvait faire ce qui lui plaisait : accorder des subsides, voter des impôts, aliéner les droits de la nation," Una vez hecho eso, hubiera sido trivial comprar las voluntades de los representantes, pero estos se negaron.

Cuando se quieren dar cuenta los nobles, la cosa se ha escapado de su control, y no les queda más remedio que unirse a la Asamblea Nacional, y la legitimación es completa, Al poco, sacarán su "DÉCLARATION DES DROITS DE L’HOMME ET DU CITOYEN", también recogida en el libro.

Y así, en lo más emocionante, termina la primera parte. Obviamente, ya estoy con la segunda y la llevo bien avanzada, lo que demuestra el entusiasmo que me está causando esta novela. No sé si hace falta alguna recomendación más explícita.

Una última nota: leyendo la Declaración de los Derechos del Hombre, es relativamente fácil entender porque dio lugar a consecuencias tan catastróficas en los 100 años siguientes, e incluso en la actualidad. Pero esto ya lo trataré debidamente en otro foro. Una pista: véase el artículo 6.


domingo, 17 de abril de 2022

El infinito en un junco, de Irene Vallejo

Este libro ha gozado de gran popularidad en los últimos años, habiéndome llegado su referencia por tres cauces, ni más ni menos. No estaba muy motivado para leerlo, pues algunos párrafos que le había leído me revelaban la visión socialista del mundo que tiene la autora, y el mundo a través de esa visión me interesa nada.

En todo caso, me animé a leerlo. De mi escepticismo inicial, pasé al entusiasmo en muy poco tiempo. La autora escribe muy bien, no puede ocultar su amor por los libros (una "letraherida" aún más herida que yo), es un pozo de referencias no solo literarias, sino también cinematográficas e incluso musicales, y además tiene un don que pocos escritores de historia tienen: la capacidad de que llevarte consigo a la época de que está hablando, como si ella la conociera de primera mano. También lo experimenté con Tom Holland y su excelente Persian Fire.

Desgraciadamente, ese entusiasmo inicial fue decayendo, hasta el punto de que para la mitad del libro ya estaba un poco harto de la señora Vallejo. Y el problema no tiene nada que ver con ese enfoque socialista que temía (de hecho, son escasísimas las ocasiones en que el texto deja translucir su visión), sino más bien con el desorden y la repetición. En efecto, parece que al autora pretende contarte la historia de los libros (el junco del título es el material con que se hacen los papiros), pero lo cuenta con un desorden inaprehensible para un servidor, con demasiada digresión, y con bastante repeticiones. A partir de un momento dado, uno ya no sabe lo que te va a contar en el siguiente epígrafe, y pierde el sentido unitario de la obra. La sensación que tengo es que son ensayos escritos independientemente, que la autora ha agrupado para justificar la publicación del volumen, uniéndolos mediante típicas "como ya he dicho antes", sin más relación. 

A ello se añade una estructura extraña, en dos partes, una dedicada a los griegos y otra a los romanos, como si en vez de ser una historia de libros lo fuera de los clásicos. Que no digo que esté mal, pero mejor aprovechamiento, a mí me gusta que la cosa esté clara y ordenado y así todo va a su sitio en mi cabeza.

El punto de partida es la biblioteca de Alejandría, en cuyos anaqueles "fueron abolidas las fronteras, y allí convivieron, por fin en calma, las palabras de los griegos, los judíos, los egipcios, los iranios y los indios." alcanzándose el sueño global de Alejandro Magno de un mundo sin fronteras. Para ello, nos cuenta también la vida del héroe macedonio, primera gran digresión de la obra, aunque en esos momentos se acoge con gusto.

Para entonces nos debería haber contado ya lo del papiro, y sobre todo la aparición del alfabeto y de la confrontación lectura- canto. Del alfabeto nos dice frases tan bonitas como ésta: "Nuestra «D» representaba en origen una puerta, la «M» el movimiento del agua, la «N» era una serpiente y la «O» un ojo. Todavía hoy, nuestros textos son paisajes donde pintamos—sin saberlo— el oleaje del mar, donde acechan peligrosos animales y miradas que no pestañean."

Nos cuenta como al principio las historias se contaban únicamente de forma oral: "Los primeros lectores y los primeros escritores eran pioneros. El mundo de la oralidad se resistía a desaparecer—ni siquiera hoy se ha extinguido del todo—, y la palabra escrita sufrió al principio cierto estigma." Y también el sacrificio que suponía inmovilizar una versión del relato por escrito, para salvarlo de la destrucción y el olvido. Y vinculado a ello, como "los habitantes del mundo oral se dieron cuenta de que el lenguaje rítmico es más fácil de recordar, y en alas de ese descubrimiento nació la poesía", constatando que la prosa solo surgió tras la escritura.

Aunque uno diría que era el objetivo del ensayo, hay relativamente poco material sobre la aparición y evolución del libro. Sí nos dice, con genial brillantez, que "En diferentes épocas, hemos ensayado libros de humo, de piedra, de tierra, de hojas, de juncos, de seda, de piel, de harapos, de árboles y, ahora, de luz", pero, por ejemplo, apenas dedica tiempo a la invención del papel, algo que cualquiera vería como importante en el ensayo.

De los pergaminos habla más, y nos dice que "Un gran manuscrito podía causar la muerte de un rebaño entero. De hecho, hoy no habría animales suficientes en el mundo para la descomunal matanza que exigirían nuestras publicaciones.", lo cual entronca sorprendentemente con Apocalypse Never de Shellenberger, que también dedica mucho espacio a contar como con la tecnología pasada "ecológica" sería imposible hacer frente a la demanda actual (recuerdo el ejemplo del tráfico de caballos en New York). Pero me temo que Vallejo sea eco-roja y contraria al orden neo-liberal (alguna referencia a los "esclavos" textiles en Bangladesh tiene, como si fuera el mismo caso que los esclavos de verdad).

Como ya he dicho, Vallejo nutre su ensayo de referencias principalmente literarias y cinematográficas. Esta frase es un magnífico ejemplo: "Décadas más tarde, Apolonio de Rodas, nostálgico bibliotecario de Alejandría, homenajeó la épica antigua en su poema sobre las aventuras de Jasón y los Argonautas. Los cinéfilos de hoy descubrirán la misma tensión en el western crepuscular Sin perdón de Clint Eastwood, frente a la sonrisa iconoclasta e irónica de Tarantino dinamitando el género en Django desencadenado." Ahora bien, abusa quizá de resúmenes de obras literarias y películas, e incluso no tiene remilgos en hacer tremendos spoilers a sus lectores, como el que destroza "El nombre de la Rosa", de Umberto Eco, que digo yo que aún habrá gente en el mundo que no haya leído, y que descubra tan sensacional novela precisamente con la lectura de Vallejo.

Asimismo, me encanta la referencia a Alice in Wonderland derivada de su experiencia en Oxford. Una pena que ahonde poco en ambas cosas. Quizá las dejé para futuros ensayos, "Pronto averigüé que Lewis Carroll estudió y dio clases durante veintiséis años en Oxford. Entonces comprendí un gigantesco malentendido: Alicia en el País de las Maravillas es puro realismo literario. De hecho, describe a la perfección mis experiencias durante aquellas primeras semanas."

Por último, vuelvo sobre mi primera impresión de la escritora, la de que "escribe muy bien". La señora Vallejo puede que sea desordenada en su exposición, o le eche cara y se repita mucho, pero lo cierto es que tiene frases y pensamientos de una gran brillantez. Ya he puesto algunas, aquí dejo otras sin una temática concreta.

- "Con el paso de los años, las cicatrices, las arrugas, las manchas y las ramificaciones varicosas trazan las sílabas que relatan una vida."

-"Seguimos hablando—con metáforas textiles— de tramas, de urdimbres, de hilar relatos, de tejer historias. ¿Qué es para nosotros un texto, sino un conjunto de hebras verbales anudadas?

-"la línea divisoria entre la barbarie y la civilización nunca es una frontera geográfica entre diferentes países, sino una frontera moral dentro de cada pueblo;"

Aunque podría haber sido una de las grandes lecturas del año, esta novela no ha llegado a tanto. Un poco de orden, un poco menos de digresión (o bien ubicada) y menos repeticiones lo habrían conseguido, a tenor de lo que disfrute con la primera mitad del libro. Así las cosas, lo que puedo recomendar al interesado es que lo empiece y vea hasta dónde llega sin hartarse. Y si después sigue de todas formas, tampoco creo que se arrepienta, la verdad.

miércoles, 13 de abril de 2022

Georgia: In the Mountains of Poetry, de Peter Nasmyth

Creo que me apunte este libro cuando estaba leyendo The Dust of Empire, como otros muchos a los que ya he dado debida lectura. Desde entonces, he tenido oportunidad de viajar a aquel país, por lo que la lectura se había hecho urgente.

Lo que me he encontrado es el típico libro de periodista inglés, esto es, escrito de forma impecable y manejando a la perfección los resortes para captar la atención. Esperaba que fuera más descriptivo del país, Meyer lo calificaba casi como de guía turística, y ciertamente lo es, aunque no se limita, ni de lejos, a las visitas turísticas. Habla bastante de la historia del país, pero principalmente de la contemporánea, o sea, desde finales de los 80 hasta principios de 2000, que es cuando está escrito.

Me ha resultado fascinante cómo obtiene las mismas impresiones que yo del país, aunque yo lo haya visitado quince años después, empezando por esta visión, que había comentado varias veces con mi mujer: "In Georgia, a country the size of Ireland, people could ski in the morning, swim a couple hours later in a warm Black Sea," No es de extrañar que fuera el principal destino turístico en la antigua URSS.

Otra visión compartida: la conexión de Georgia, inesperada para mí aunque lógica tras la reflexión, con la Grecia clásica. "Within it Prometheus had been chained to the flanks of Mt Kazbek, Jason found his Golden Fleece beside the mountain rivers of Svaneti in the Western Caucasus; and Medea, of the great Euripidean tragedy, reputedly lived with her father, King Medes, in her Colchis home." (aunque yo pensaba que a Prometeo le habían encadenado al Elbruss). De hecho, allí descubrí que una de sus regiones se llama Iberia, y sostengo la hipótesis de que es dicha región la que puso nombre a nuestra península por la vía de los griegos. Otra conexión sorprendente, ésta no postulada por el autor.

Y los recorridos que hace por las zonas en que yo estuve, son prácticamente los mismos que los míos, casi punto por punto: el museo de Stalin en Gori, Vardzia, el recorrido desde el Gran Caucaso a Tiflis o ls visita a Svanetia y a su pueblo de bandera, Ushguli. De Ushguli nos dice lo mismo que yo pensé, aunque jamás hubiera acertado a ponerlo de forma tan poética: "Such enchanted moments are the stuff of travel. They seem to lean over the rim of our world with hints of something completely alien, filling the landscape with the luminous, unexplored events familiar to all children, and forgotten by most adults."

Por supuesto, él tiene oportunidad de visitar alguna cosa más, son años de vida allí frente a mi semana escasa, y de entre ellas destaca la que hace de Tusheti, un lugar aún más difícil de alcanzar que Svanetia incluso en la actualidad, y cuya descripción me ha despertado ganas de visitarlo.

Como decía, el libro va más allá de estos recorridos turísticos, y también habla bastante de las costumbres de los georgianos, así como de las particularidades en cada una de sus comarcas. Asi, descubrimos que "We feel very close to our 12th century— for some of us, it’s almost as if it were yesterday." O, algo más terrorífico, referido a la carretera a Svanetia, que yo también conduje: "drunken driving is the primary cause of fatality on this road. Yet true to tradition, Svans still encouraged drivers to stop and drink a hefty toast to the memory of one, almost certainly dead due to drunken driving". Desde otro punto de vista: "I always think a love of the absurd is the only quality Georgians genuinely share with the British."

Aunque quizá a lo que más espacio se dedica es a la historia contemporánea: la independencia de Georgia de Rusia, la Guerra Civil por Abasia, y la revolución rosa, precedente de la ocurrida en Ucrania poco después. Por cierto, también Georgia sufrió una invasión de Rusia hace unos años con la disculpa de defender Osetia del Sur. Nasmyth nos cuenta la vida en Tiflis sin electricidad en plenos años 90, por ejemplo. ("The dried-up water pipes meant washing, toilet flushes— the taken-for-granted events of civilisation— were now luxuries.")

Nasmyth muestra en cuanto tiene oportunidad la negativa opinión que le merece el régimen comunista, lo que es de agradecer en un periodista, siempre tendentes a la izquierda. Cuando más patente queda es en su visita al museo de Stalin en su ciudad natal, donde denuncia la falta de crítica con la actividad del asesino de masas. Como explica alguno de los residentes al preguntarle por la estatua de Stalin aún en pie (en los 90), se trata de un "hombre grande" y por eso se mantiene el respeto que le tienen. A veces el ataque al régimen comunista es filosófico: "Theirs was the instinctive response to laws that disobeyed human nature. In Georgia, they and their older cousins had illegally operated a black market that some estimated to be 50 per cent of the entire economy." y otras más irónico "Here people lived to be pleasantly surprised when something worked as planned, instead of unpleasantly surprised when it didn’t."

El libro me ha parecido bastante bueno, y recomendable para los interesados en Georgia y en general el Cáucaso. Seguro que alguno se anima a visitar este espléndido país gracias a la lectura de este libro, antes de que se materialice la amenaza que identifica Nasmyth casi a su final:
"About the enormous Sameness now spreading across the globe; the kind epitomised by airport terminals everywhere, letting us land in one country only to find an airport terminal selling exactly the Same goods in exactly the Same way as in the country we left."

¿Por qué esto le parece una amenaza y a mí no? Está claro: porque él es un viajero y yo soy simplemente un turista. Que lo disfruten.

viernes, 8 de abril de 2022

Extensión del dominio de la lucha ("Extension du domaine de la lutte"), de Michel Houellebecq

 Tal y como hice hace unos meses con Javier Marías tras leer Tomas Nevinson, me he puesto a hacer "arqueología" literaria con Houellebecq, tras dejarme buen sabor de boca su última lectura (Anéantir). Y me he encontrado con algunas obras cortas que no conocía, entre ellas ésta por la que empiezo.

Es una novela cortita, que la verdad es que me ha dicho más bien poco. Consiste en unas cuantas peripecias más o menos existencialistas de un informático, posiblemente autobiográficas. En ella se aprecian rasgos del Houellebecq que luego será, sobre todo la ironía, pero a uno le caben dudas de si este texto se editó en su momento, o se ha recuperado una vez consumado el salto a la fama del autor, que diría que fue con "Les particules élémentaires". 

Ejemplos de la ironía marca de la casa lo tenemos, por ejemplo, en esta burla de los planes estratégicos, tipo de documento con el que muchos nos hemos topado: "...soulignant au crayon les phrases amusantes. Par exemple: " Le niveau stratégique consiste en la réalisation d'un système d'informations global construit par l'intégration de sous-systèmes hétérogènes distribués. " Ou bien: " Il apparaît urgent de valider un modèle relationnel canonique dans une dynamique organisationnelle débouchant à moyen terme sur une database orientée objet."

O esta, que seguramente ratificaría cualquier autoridad de competencia: "Le maximum de liberté coïncidait selon lui avec le maximum de choix possibles. En une métaphore empruntée à la mécanique des solides, il appelait ces choix des degrés de liberté."

También tengo esta frase, existencialista e irónica: "Profonde erreur. Une vie peut fort bien être à la fois vide et brève." Como ésta, referida a un compañero "Le problème de Raphaël Tisserand– le fondement de sa personnalité, en fait– c'est qu'il est très laid."

El otro tema típico de Houellebecq es el sexo, y también aquí está presente, con unas reflexiones muy curiosas, en las que el autor va a mostrar otra de sus características, que no había notado tanto en sus obras más recientes, su anticapitalismo. Lo primero que nos dice es que "La sexualité est un système de hiérarchie sociale.", aunque creo que es una cita de otro autor.

Con esa base, entra a saco contra el capitalismo y el liberalismo: "Tout comme le libéralisme économique sans frein, et pour des raisons analogues, le libéralisme sexuel produit des phénomènes de paupérisation absolue." A esto sigue una brillante reflexión, que me parece absurda, pero que explica también el título de la obra: "Le libéralisme économique, c'est l'extension du domaine de la lutte, son extension à tous les âges de la vie et à toutes les classes de la société. De même, le libéralisme sexuel, c'est l'extension du domaine de la lutte, son extension à tous les âges de la vie et à toutes les classes de la société."

No termina aquí, porque es precisamente ese "liberalismo" sexual al que achaca Houellebecq la desaparición del amor: "Phénomène rare, artificiel et tardif, l'amour ne peut s'épanouir que dans des conditions mentales spéciales, rarement réunies, en tous points opposées à la liberté de mœurs qui caractérise l'époque moderne." (donde se puede observar que realmente está mezclando churras con merinas, ¿qué tendrá que ver el liberalismo con la libertad de costumbres?)

Y remata con una lapidaria, contraria al naturalismo de Rousseau, quien seguramente (e irónicamente) sea su héroe: "De tous les systèmes économiques et sociaux, le capitalisme est sans conteste le plus naturel. Ceci suffit déjà à indiquer qu'il devra être le pire.

Ya me he extendido demasiado para una obra tan corta, la verdad. Aquí la dejo, no creo que merezca la pena su lectura, salvo por los párrafos aquí extractados.

viernes, 1 de abril de 2022

EL jardín secreto ("The Secret Garden"), de Frances Hodgson Burnett

Desconocía este clásico inglés hasta que lo vi referenciado en la serie Trying (Ciclos). Como uno siempre tiene curiosidad por lecturas desconocidas, hice una pequeña investigación. Y me encontré con que la autora fue una verdadera fabricante de best-sellers, entre los cuales me sonaba bastante "El pequeño Lord Fauntleroy), libro que pude incluso leer en mi infancia (aunque que me aspen si lo recuerdo). Es más, parece que la tal obra tuvo un éxito en la época similar al de Harry Potter en la actualidad, merchandising incluido.

Parece que la obra de Burnett no ha sobrevivido bien el paso del tiempo, con la excepción hecha de esta novela infantil, que no solo se sigue leyendo, sino que aparece referenciada en series de actualidad, e incluso se sigue llevando a la gran y pequeña pantalla, con una versión tan reciente como de 2020.

En fin, que mi curiosidad tras la referencia en la serie, se había visto intensificada tras una primera aproximación a la obra, y lógicamente me puse con ella. Tras leerla, la novela no está mal, pero tampoco me ha llegado a impactar como para catapultarla al Olimpo de los clásicos.

Al parecer, su éxito se debe a que Burnett introduce la noción del pensamiento positivo para combatir la enfermedad física. Es más, esto no lo hace de forma casual, sino que, como explica en el último capítulo, a propósito y conociendo la (supuesta) base científica: "To let a sad thought or a bad one get into your mind is as dangerous as letting a scarlet fever germ get into your body." Ello, tras este preámbulo impecable, que es el reto al que se enfrentan todos los emprendedores que en el mundo han sido: "At first people refuse to believe that a strange new thing can be done, then they begin to hope it can be done, then they see it can be done—then it is done and all the world wonders why it was not done centuries ago."

Los protagonistas son una niña, Mary Lennox, y un niño, Colin Craven. Ambos son niños mimados, a los que nadie se ha atrevido nunca a llevar la contraria por razones diversas ("by the time she was six years old she was as tyrannical and selfish a little pig as ever lived"), y que pasan de esa enfermedad mental, a la propia enfermedad física, sobre todo en el caso de Colin. Esa característica de mimados hace que todos sus pensamientos sean hacia ellos mismos, hacia sus penurias y males. Por eso, la curación que propone Burnett pasa precisamente por ir sustituyendo esos pensamientos egoístas por otros abiertos al mundo. La autora marca bien estos momentos: "she began to feel a slight interest in Dickon, and as she had never before been interested in any one but herself, it was the dawning of a healthy sentiment."

Dickon que, por cierto, es el tercer personaje de la obra, y es justo el opuesto de sus compañeros: niño sano físicamente, abierto al mundo, y precisamente de familia pobre en contraposición a Mary y Colin.

Lo más interesante sin duda de la obra es la minuciosa descripción que se hace de la metamorfosis de Mary y Collin, empezando por la de ella, pues ella va a ser fundamental en la de él. Los momentos decisivos van siendo delineados con frases como la antes apuntada. "She had begun to like the gardenjust as she had begun to like the robin and Dickon and Martha’s mother. She was beginning to like Martha, too. That seemed a good many people to like". Y, sorprendentemente, no juega un papel demasiado relevante el jardín que da título a la obra, aunque sí sirve como metáfora de lo que está ocurriendo en la cabeza, en los pensamientos, de los niños.

La situación de partida es aún peor para Colin: "They was afraid his back was weak an’ they’ve always been takin’ care of it-keepin’ him lyin’ down an’ not lettin’ him walk.", que a nivel de pensamiento se traduce en: "He must not talk too much; he must not forget that he was ill; he must not forget that he was very easily tired." La salida de esta situación es precisamente que olvide todos esos pensamientos que le tienen postrado, y para ello, para romper el ciclo negativo, solo es posible con alguien que se atreva a confrontar al pequeño Rajah y gritarle como él grita a toda su servidumbre. Como digo, Mary está especialmente bien situada para ese papel, y la confrontación con Colin en medio de un tantrum de éste es posiblemente la mejor escena de la novela, con dos niños mimados gritándose él uno al otro: "The truth was that he had never had a fight with any one like himself in his life and, upon the whole, it was rather good for him, though neither he nor Mary knew anything about that."

Y esto es básicamente todo. Nos podemos quedar con alguna lección más sobre el pensamiento positivo "half a hour’s good laugh every mornin ‘ud cure a chap as was makin’ ready for typhus fever.", o con los divertidos planes que hacen los niños para que los adultos no se enteren de la existencia del jardín secreto, esto es, de que Colin se está curando I may be obliged to have a tantrum,” said Colin regretfully “I don’t want to have one and I’m not miserable enough now to work myself into a big one. Perhaps I couldn’t have one at all. That lump doesn’t come in my throat now and I keep thinking of nice things instead of horrible ones. But if they talk about writing to my father I shall have to do something.

Como curiosidad, Burnett hace un constante homenaje a la novela "Cumbres Borrascosas" (Wuthering Heights). Son numerosas las ocasiones en que el viento "wuthers" en la gran mansión inglesa, y será en una de ellas en la que Mary descubra la existencia de Colin.

En suma, me parece una novela interesante, aunque no llego a compartir el entusiasmo que al parecer suscita para llevarla a la categoría de clásico de la literatura inglesa (o norteamericana).