martes, 31 de diciembre de 2024

Blackwater, de Michael McDowell

Ya declaré al final de la lectura de The Flood que el libro me había gustado lo suficiente como para zambullirme en la lectura de la saga completa, y aquí estoy unos 10 días después habiéndola completada. He disfrutado leyéndola, no se me ha hecho nada pesada y tampoco he descubierto nada especial. De hecho, no es fácil responder a la pregunta de por qué me ha gustado.

Desde luego, no ha sido por ser reflejar un modo de vida (una comunidad rural en la Alabama desde principios del siglo XX hasta los 70), puesto que la narración se limita a los miembros de la familia Caskey, y cuando sale alguien que no es de la familia no tarda en incorporarse de una u otra forma a la misma. Cuando se habla de Perdido, la ciudad o pueblo que habitan, solo se trata como un colectivo de personas, y solo interesa su opinión sobre algo que hayan hecho los Caskey. 

Tampoco se mete en la vida de los negros del pueblo, por ejemplo, en su posible distinta forma de vida. De estos habitantes solo conoceremos levemente a los Sapp, al servicio de los Caskey y para rellenar los huecos de actividad que el novelista precisa cubrir (chófer, cocinero, jardinero). Y eso que el personaje de Zaddie parecía que iba a tener más enjundia.

Los personajes tampoco están muy desarrollados. En general, son uni o como mucho bidimensionales. Recuerdan en general a los estereotipos que utiliza Ayn Rand en sus novelas, sin llegar a ser tan planos. Raramente nos asomamos a sus sentimientos. No creo que nadie pueda decir cómo se siente Elinor Caskey, la protagonista, en ningún momento del libro. Lo que no es óbice para que sí nos dejen asomarnos algo más, de forma puntual, a lo que sienten o piensan Mary-Love, Sister, Queenie o sobre todo Frances. De hecho, la evolución íntima de Frances es de lo más interesante del libro: Frances, hija de Elinor con Oscar, evolucionará hacia nereida y compartirá con el lector este proceso de descubrimiento.

De los personajes masculinos ya dije que son comparsas en un mundo eminentemente femenino. No tienen opinión propia ni sentimientos, casi siempre delegan en la fémina que corresponda sus decisiones. La excepción la presentan los hombres malos, que alguno hay: estos sí que presentan su individualidad para hacer el mal. Y quizá Tommy Lee Burnes.

Y la trama tampoco ayuda. Es bastante plana. Una vez superado el enfrentamiento Elinor con Mary Love, algo que ocurre en la tercera entrega, realmente hay poca intriga familiar, aunque sigan ocurriendo cosas. Todo les sale bien a casi todos, sin aparente esfuerzo, como cosa que era inevitable que pasara. Se incorporan nuevos personajes, se establecen las relaciones con los precedentes, y pasan a ocupar su hueco de actividad en la familiar, y se siguen haciendo millonarios sin mayor problema. 

En cuanto al citado enfrentamiento, da buenos momentos, pero no tantos como esperaba. Y cuando por fin Elinor decide hacerse con los mandos de la familia, lo hace sin posible resistencia de su rival, como no podía ser de otra forma ya que Elinor es una nereida con sus poderes, y Mary-Love es solo una intrigante humana, con su dosis de malicia, pero impotente como mera moral. De hecho, en esos momentos la simpatía del lector se inclinara por la "mala", puesto que Elinor es muy superior. Resulta un poco decepcionante que esta tensión se resuelva así, pero es lo que nos da McDowell. A cambio, meterá un par de fantasmas para que hagan frente a las nereidas.

Pero que nadie se engañe, la componente sobrenatural es bastante reducida en esta saga familiar. Por supuesto que hay momentos, y son decisivos, pero el 90% de la narración es la vida de personas normales y corrientes. Y no es una novela de terror, pese a haber monstruos de agua y fantasmas: las escenas en que aparecen no dan miedo al lector, ni creo que McDowell pretendiera que lo hicieran. Dejo aquí una de ejemplo: "A rectangle of light, white- blue and cold, suddenly gleamed around the closet door. It was bright enough to show the colors of the carpet fringe. The left- hand side of the rectangle of light began to grow wider; the other three sides remained the same narrow strips. After a moment of observing this merely as a phenomenon of geometrical progression, Frances realized that it was the result of the door of the closet slowly opening."

Me ha llamado la atención el tema de la cesión de hijos entre unas familias y otras, que empieza desde el primer tomo (Miriam es cedida por Elinor a Mary-Love y Sister), pero que va a ser una constante durante toda la serie. Me sorprende porque son entregas "duras", no que dejes que te cuiden el niño una temporada: "Elinor had allowed Lilah to speak, and Lilah had proclaimed her doom. Caskey children, once given up, were never returned. Lilah Bronze, in that one heedless moment, was lost to Elinor forever.". No sé si esto era normal en la Alabama de la época, o es un rasgo propio de esta historia familiar.

O sea que es una novela que no destaca ni por ambientación, ni por trama, ni por personajes. Entonces, ¿por qué me ha gustado? Yo creo que lo que más me ha atraído ha sido la elegancia con que está escrita. Se disfruta casi párrafo a párrafo. Eso combinado con esa mínima intriga de cuándo habrá intervenciones sobrenaturales, y la general de saber dónde termina cada miembro de la familia, hacen que este libro se devore.

Dejo algunas frases com muestra de la elegancia a que me refiero:

"Red clay had prevented his detached arms from waving them to return. Black dirt had held down his severed legs from running after them. But, torn, pinned, and buried though he lay, John Robert DeBordenave wasn’t finished with Perdido, or the Caskeys, or the woman responsible for his death."

"With equal delight he attended to Queenie’s detailed gossip, Miriam’s snide remarks, Frances’s shy speech, Grace’s masculine banter, Lucille’s flirtatious coyness, and Elinor’s commanding pronouncements."

"Though claimed over the decades by the Creek Indians, the Spanish, the French, the English, and the Americans successively, this desolate expanse of marsh and pool and cypress had never been lived on, hunted on, or even completely scouted."

"Oil was the preferred wealth of the lazy man. A man with oil money was respected by his neighbors in a way that a man with hard- earned and hard- kept money was not."

Termino con una referencia al supuesto "wokismo" del libro. Hay momentos en que se puede pensar que sea así. Pero, al contrario de libros, series o películas donde es obvio para el lector o espectador que se están forzando personajes en la narración para cumplir la cuota woke, no parece ser el caso. Tenemos lesbianas y tenemos negros, pero no hay que olvidar que lo primero que tenemos es nereidas. Por eso, no es extraño que Elinor pregunte a Frances, que está derivando a nereida: "“Is Zaddie Sapp deformed because she was born with black skin?” “Of course not—” “Are Grace and Lucille deformed because they have given up men and live out at Gavin Pond Farm together?”". 

Lo único que ocurre es que los Caskey, como todas las familias del mundo, tienen sus cosas especiales, incluso limitandose a su componente humana. Y la narración así la refleja. Quizá McDowell se deje llevar más por algún sentimiento personal cuando, ya casi terminando la saga, nos dice: "Miriam allowed somewhat more familiarity among the households, for it was only she, now, of all the Caskeys, who had the perfect American family— father, mother, and child. Elinor’s house, Queenie’s house, and Lucille and Grace’s farm were all perverted and incomplete reflections of that perfect image."

Termino ya recomendando esta lectura. Pero, obviamente, haganla en inglés. Si no, tal vez les resulte decepcionante. Y si no pueden ir a la versión original, entonces casi mejor lean los Cien años de soledad, de García Márquez.  



viernes, 20 de diciembre de 2024

Blackwater I: La ríada ("Blackwater: The Flood"), de Michael McDowell

Me entero por alguna noticia que este ha sido el libro más vendido durante 2024 en España. Eso por si solo no es incentivo para leerlo. Pero el periodista (por llamarlo de alguna forma) añade que es una novela woke como para provocar al lector. Y así si que me coge, aunque sea por la curiosidad de ver cómo es una novela woke, además escrita en 1983, cuando igual el único woke era el autor.

A esto se añade que al parecer McDowell participó en el guión de Biltechus y de Pesadilla antes de Navidad. Finalmente, me enterno que se trata de una saga familiar con elementos de terror gótico. La combinación de todos estos factores me fuerza a hacerme con la primera entrega de la serie, y al constatar su brevedad, no tardo en ponerme a leerla, y solo unos pocos días en terminarla.

Y me ha gustado, más conforme avanzaba en su lectura. A ver, no es el libro de mi vida, pero si está lo suficientemente bien como para que me haya decidido a seguir con la serie, ya hasta el final, que era lo que quería decidir con esta primera novela.

La saga recoge la historia de la familia Caskey, habitantes de la localidad de Perdido, Alabama, cuya principal característica es que está en la confluencia de dos ríos, el Perdido y el Blackwater que da título a la saga. Y el punto de partida que elige McDowell deja claro desde el principio que esta no es una saga familiar al uso. En efecto, en las primeras escenas Oscar Caskey con uno de sus sirvientes de color, encuentra a Elinor Dammert, quien milagrosamente ha sobrevivido cuatro días sola en una habitación de hotel inundada. McDowell no tarda en mostrarnor que Elinor no es humana, sino una especia de cosa de los pantanos, o una nereida griega.

Así que lo que nos narra la vida de una familia punteada, muy de vez en cuando, por hechos sobrenaturales, y con una heroína con poderes fácilmente confundibles con rasgos más humanos como sabiduría y asertividad. Y es que Elinor parece controlar a sus convecinos: "Elinor Dammert put things in place. She set things up. She set things right. She picked up people and she put them down again where she wanted them as a child might arrange the figures in a wooden Noah’s ark." Fisicamente, también es un portento porque nada en unas aguas en que nadie más podría hacerlo, o es capaz de superar remando el remolino que conforman Blackwater y Perdido en su confluencia, del que el autor nos dice: "If you ever got pulled down there, it grabbed you so tight that your arms got broken and you couldn’t fight back. Then it licked the eyeballs right out of your head with its black tongue. Then it ate your whole head, and then it buried the rest of your body in the muck so that nobody would ever find out what became of you."

No son demasiados los personajes que participan en esta novela, pero ya se apunta la principal rival de la nereida, Mary-Love, la madre del futuro marido de Elinor. La tensión entre ambos personajes, una humana y otra sobrehumana pero que no quiere abusar de sus poderes para conseguir sus fines, es de lo más interesante de la narración y seguro que dará grandes momentos en las sucesivas entregas.

Y es que aquí aparece uno de los temas que posiblemente hicieran al periodista de la noticia con que conocí la saga pensar que se trataba de una novela woke: los varones parecen meras comparsas en un enfrentamiento entre las mujeres.

"That was the great misconception about men: because they dealt with money, because they could hire someone on and later fire him, because they alone filled state assemblies and were elected congressional representatives, everyone thought they had power."

"Because they enjoyed their enormous but superficial power, men had never been forced to know themselves the way that women, in their adversity and superficial subservience, had been forced to learn about the workings of their brains and their emotions."

Sobre todo, me gusta mucho la sutileza con que cada protagonista femenina trata de conseguir sus fines manipulando de alguna forma a la gente de su entorno, y como tratan de que los varones comprendan lo que están tratando de conseguir de ellos las rivales. Es quizá lo más original de la novela, a la expectativa de lo que salga más sobrenatural. Aquí un ejemplo:"And Zaddie knew that she had been sent along to prevent Bray’s giving in to any temptation offered by Genevieve not to see her onto that train to Nashville." (El esquema lo había decidido Elinor).

El estilo de McDowell es correcto y sencillo, pero con notas de calidad que le hacen acercarse algo a una Jane Austin. Por ejemplo: "Everyone had been immensely glad that the Stricklands evaporated before anyone had been driven to the extremity of saying something nice to them about the dead woman." o "she occasionally addressed a remark to no one in particular, which no one in particular saw fit to answer.".

Bueno, ya veremos que deparan las sucesivas entregas. Este me ha gustado.



miércoles, 18 de diciembre de 2024

Ir a la Habana, de Leonardo Padura

De Leonardo Padura he leído la que diría que es su obra más conocida El hombre que amaba a los perros, que oculta bajo el título una crónica del asesinato de Trotski. La recordaba con cierto cariño, aunque repasando la entrada que hice en el blog parece que no me entusiasmó tanto. Con la asunción incorrecta de que me había gustado dicha novela y la expectativa que da el título de que es una especie de guia de La Habana, donde estuve hace ya casi dos años, poco más hacía falta para animarme a leerla. A eso hay que unir que llevo un tiempo sin identificar lectura atractiva en español, como revelan mis últimas entradas en el blog.

Empecé la lectura con ilusión, que no se vio atenúada con las advertencias que aparecen en el prólogo, y que a un lector más avezado le hubieran informado inmediatamente que este libro es recauchutado de material previo del autor. Vamos, como esos capítulos que hacia Friends con los mejores momentos, solo que aquí no son los mejores momentos de Padura, sino simplemente extractos referidos a La Habana.

El único material original está en la primera parte, consistente es una especie de memorias de Padura sobre su vida en La Habana. Dichas memorias se ven constantemente interrumpidas, aunque el autor más generoso con sí mismo habla de "apoyadas", por fragmentos de novelas en que se reflejan lo que dicen las memorias. El recurso funciona de pena, ya que, como digo, interrumpen la narrativa de forma a veces asíncrona, y además resultan repetitivas con el propio texto de la memoria. Esto dificulta la lectura, hasta el punto de que un servidor prefería leer el capítulo del tirón y dejar los extractos para el final.

La segunda parte es una recopilación de artículos periodísticos también sobre historias habaneras. Y mi sensación personal, quizá equivocada, es que el señor Padura escribió unas memorias originales, pero su breve extensión hacía inviable su publicación en un volumen convencional. Así que lo hicieron los editores con la complicidad del autor es meter relleno hasta llegar a dicha extensión mínima. Total, el tiempo lo van a perder los lectores. Esto es especialmente evidente en que Padura agradece a terceros la búsqueda de los extractos de sus novelas que complementan su memoria, y en la inserción de estos de forma cuasialeatoria.

Todo ello contribuye a una lectura decepcionante. De los problemas de la primera parte ya he hablado; de la colección de artículos, hay que decir que su interés es muy desigual: la historia de la inmigración china a La Habana es apasionante, las relaciones con Cataluña algo menos, y los dedicados a músicos cubanos de cierta fama, como Chano Pozo y El Chori son un tostón en que La Habana solo sale de paso.

Lo más interesante del libro es el esbozo que da de la historia de La Habana, y sobre todo el contraste entre la rica e ilusionada Habanda de principios del XX (la Niza del Caribe, como la llama varias veces Padura), y La Habana post-revolucionaria y socialista, donde al declive arquitectónico se une el declive social y humano. Fechas destacadas son la prohibición de toda actividad empresarial privada en 1951, tan pronto con los revolucionarios confiesan su ideología (eso sí, ya con el poder asegurado gracias al apoyo de los EEUU), y sobre todo 1990, cuando comienza la eterna crisis Especial por el colapso de la URSS.

O sea, que las penurias de La Habana (y en general de Cuba) no se han acentúado especialmente después del COVID como yo pensaba, sino que la cosa viene de largo. Lo que hubo fue un respiro en 2015-16 con la relajación en las relaciones con los EEUU. El COVID lo que ha hecho ha sido acelerar el tremendo declive de una ciudad que si sobrevive fue por toda la riqueza que fue capaz de generar en unos pocos años. Parece increíble que La Habana fuera de las ciudades más ricas del mundo tan solo el año antes de la Revolución de Fidel Castro, y que por allí pulularan Ava Gardner, Errol Flyn o Marlon Brando, por decir unos cuantos nombres de relumbrón.

En realidad, de la lectura de este libro, lo que a uno más le cuesta entender es que el señor Padura siga viviendo allí y no se haya pirado a mejores pagos. Pero ahí sigue el camarada, en su Mantilla natal. Será por el milagro cubano: "El milagro cubano es que muchos cubanos viven de milagro. O de los «salvavidas» o «donaciones» que les hacen sus parientes desde el exterior. Por eso se dice que en Cuba es muy importante tener FE: familiar en el extranjero."

Algo tendrá, seguro. Pero no este libro, que es una pérdida de tiempo.

jueves, 12 de diciembre de 2024

Stubborn Attachments, de Tyler Cowen

Es un extraño ensayo, empezando desde el mismísimo título: "Stubborn attachments". Como el libro no está traducido, no sé cuál hubiera sido el título en español, y los que se me ocurren serían tan crípticos como el original. ¿De qué puede ir un libro con ese título? No queda más remedio que léerselo.

Y entonces veremos que se trata de un libro filosófico, que proporciona argumentos a favor de una ética basada en la búsqueda del crecimiento económico. Una ética que, según el autor, coincide con la que llama "ética de sentido común" en oposición a éticas consecuencialistas o utilitaristas. "Common sense morality holds that we should work hard, take care of our families, and live virtuous but self-centered lives, while giving to charity as we are able and helping out others on a periodic basis."

Para explicar por qué le parece una moralidad adecuada, Cowen se basa en otro concepto críptico, las que llama "plantas Crusonias", que tienen las cualidades de ser "ongoing, self-sustaining, and which create rising value over time". Si detectamos entidades con estas cualidades en nuestro entorno, es obvio que nuestra prioridad sería protegerlas y multiplicarlas. Para Cowen el crecimiento económico, o algo similar, en el candidato por excelente a "planta Crusonia". Seguirá usando la metáfora durante todo el libro, para desespero del lector.

En el fondo, lo que dice Cowen es que el crecimiento económico es la solución para todos nuestros males, no tanto para los presentes como para los futuros, y que por tanto es nuestro deber ético asegurar el crecimiento económico hoy para que nuestro futuro sea mejor. En este contexto, se refiere a la preferencia temporal, que los economistas modelan con una tasa de descuento, para afimar que tendemos a mayor preferencia temporal de la que deberíamos tener, que pensamos que el futuro está muy lejos, y por eso somos relativamente poco responsables frente a ello ("the individuals who will live in the future should be less distant from us, in moral terms, than many people currently believe. Their interests should hold greater sway over our calculations, and that means we should invest more in the future."). Aquí no puede evitar incluir el problema medioambiental, que aborda con una solución radicalmente distinta a la que plantean sus apóstoles ecológistas. En otroas palabras, para Cowen hay que cuidar el medio ambiente para generaciones futuras, y la forma de hacerlo es mediante crecimiento económico.

De similar manera trata con el problema de la distribución de recursos. ¿Tiene que haber redistribución? Sí, siempre que facilite el crecimiento económico. Por ejemplo, si de esa forma se consiguen entornos estables y con menos incertidumbre que si no hay reparto. Cowen insiste sobre el efecto "de interés compuesto" que tiene un mayor crecimiento económico sostenido en el tiempo. Aquí lo expresa en términos conceptuales: "Market economies and market reforms look better as more weight is placed on the relatively distant future. A free society is better today than a corrupt and totalitarian one. But one hundred years from now, the difference in human welfare and other relevant values will prove far more pronounced.". En coherencia, "So rather than redistributing most wealth, we can do better for the world by investing in high-return activities like supporting immigration and producing new technologies with global reach, such as cell phones".

Es curiosa la relación que encuentra entre felicidad vista de forma dinámica y neurobilógica. y crecimiento económico: "Thus even a constant level of reported happiness implies growth in real happiness over time, because the word “happy” takes on ever more ambitious meanings as society accumulates more wealth and richer experiences."

Durante toda la lectura, Cowen se acerca peligrosamente a discusiones bizantinas y carentes de interés práctica, sin llegar a caer en la trampa. Esto es así hasta el último capítulo en que ya se deja caer en la tentación y nos embarca en un debate consecuencialista absurdo sobre si el no poder anticipar todas las consecuencias de nuestros actos supondría algún tipo de parálisis en la acción del ser humana. Esto es, ¿cómo saber si las consecuencias de nuestros actos serán positivas en todo el rango temporal? Afortunadamente concluye que su ética del sentido común es más o menos coherente con dicha incertidumbre. Sino, tendríamos que quedarnos en casa encerrados. Digo yo, vamos.

En la de cal, recojo esta reflexión que me parece muy acertada: "A preoccupation with pursuing growth—or some modified version of the growth ideal—therefore means a preoccupation with ideas, a preoccupation with cultivating human reason, and a preoccupation with the notion that man should realize, perfect, and extend his nature as a generator of powerful ideas that can change the world." Como el crecimiento económico se consigue con innovación, un objetivo moral debería ser un entorno en que puedan florecer las ideas. Muy en línea con las recomendaciones expuestas en "Superabundancia".

Aunque me gustan las ideas expuestas en este libro, me ha gustado muy poco su lectura. Me parece un ensayo confuso, demasiado abstracto por momentos, y sin un hilo argumental claro. Menos mal que es corto, sino igual no lo termino. 

Oh Jerusalén ("O Jerusalem"), de Dominique Lapierre y Larry Collins

Me recomiendan este libro para tratar de entender el origen del problema entre judios y árabes en Palestina. Sus autores son sobradamente conocidos, autores de numerosos best-sellers, y de hecho de Larry Collins creo haber leído algunas de sus novelas de espias. O sea, que estoy ante un best-seller que explica razonablemente bien el conflicto de Israel, que se extiende hasta la actualidad tras los actos del pasado octubre, y la respuesta de Israel. Lectura irresistible por tanto.

Y a fe que lo es. Lapierre y Collins nos sumergen en una especie de Juego de Tronos real, con una composición coral de protagonistas, en la que no solo aparecen las grandes figuras históricas (Ben Gurion, Golda Meier, Haj Amin Husseini, los distintos mandatorios de los países árabes, o lo altos funcionarios ingleses como sir Alan Cuningham, llegando al presidente de los EEUU, el señor Truman) sino tambien mucho héroe menor, anónimo si se quiere (aunque pierden tal anonimato), protagonistas de las distintas acciones que fueron cambiando el curso de los acontecimientos. Por eso digo que es como Juego de Tronos, no solo en la intriga, sino en el formato narrativo.

Pero, como digo, no se trataba tanto de disfrutar de una novela de acción e intriga política, aunque así se podría leer este libro, si no de enterarme de una versión lo más objetiva posible de lo que ocurrió y ha desatado el conflicto que llega hasta nuestros días sin viso de solución.

Y para ello, la verdad es que el primer capítulo cubrió sobradamente mis necesidades, sin perjuicio del interés que tiene todo el resto del libro. Es un primer capítulo que aporta mucha información, alguna que ya conocía pero que no tenía, por así decirlo, ordenada. Y es una información que me ha ayudado a comprender mejor la postura árabe en el conflicto, pues la judía la tenía más clara.

Lo cuento como lo he entendido, basándome únicamente en este libro. El apego de los judios por Palestina les viene de tiempos míticos (recuérdese que no se han encontrado vestigios arqueológicos del Éxodo, así lo dice el prestigioso Eric Cline), tierra Prometida que tuvieron que defender durante unos cuantos siglos de todo tipo de atacantes, y que finalmente tuvieron que ceder a los romanos del emperador Tito, que además se llevó por delante el templo de Salomón. Así pues, desde el año 60 d.C, los judios andaban de diáspora. Casi 1900 años, ahí es nada, durante los cuales parece que poco disminuyó su apego. Pero, claro, durante esos cientos de años otras gentes residieron en tal tierra, no quedaron desiertas a la espera de que volvieran. Así que a mediados del XX Palestina era una tierra poblada por árabes, como lo había sido por más de un milenio, aunque hubiera sido gobernada casi medio milenio por turcos, y ahora lo fuera por ingleses.

Por su parte, los judios habían sufrido todo tipo de persecuciones allí donde se habían instalado, principalmente en países cristianos, y rara vez en países árabes. Lo que hizo la Inquisión en España era una mera anécdota en comparación con las persecuciones que sufrieron en otros países, auqneu aqui nos haya quedado la leyenda negra. De hecho, la gota que colmó el proverbial vaso y dio lugar a que Theodore Herzl fundara el Sionismo, fue a principios del XX con el caso Dreyfus en Francia. Allí fue donde Herzl decidió que a los judios nunca se les trataría con justicia en otros Estados, y que era hora de crear uno propio. Para ello, obviamente, volvieron sus ojos a su Palestina añorada, y decidieron comenzar a comprar tierras allí, a las que pudieran ir a vivir los judios que lo desearan. Una solución compatible con el libre mercado, a la que los ingleses regentes del área tras la Primer Guerra Mundial y el final del imperio Otomano, tratarían de poner límites con un White Paper de 1939, que les limitaba las compras y las emigraciones.

En el interín, ocurrió el Holocausto causado por los Nazis, y ello desencadenó una especie de culpabilidad occidental por tantos desmanes. La conciencia la tranquilizaron con una decisión de la ONU en la que se partía el territorio palestino entre judíos y árabes, una vez Inglaterra abandonara su regencia en 1948. El precedente de dicha decisión era la declaración de Balfour: "In Arab eyes, the Balfour Declaration had been an act of pure imperialism, a mortgaging by Britain of the future of a land to which she had no rightful claim, without any effort to consult the wishes or the desires of the Arabs who had constituted ninety- two percent of Palestine's population when the declaration was issued.

Cuando uno lo ve así, comprende bastante bien las causas del conflicto. Hasta el momento de la decisión de la ONU, árabes y judios convivían razonablemente en paz en Palestina. De hecho, los ingleses a quienes vigilaban era a los judios, que actuaban en ocasiones como verdaderos terroristas frente a los ciudadanos árabes, civiles normales y corrientes. Así que los países cristianos y occidentales, tras machacar a los judios durante toda su historia, deciden que la solución es que se creen un Estado en un territorio árabe. Suena francamente a coña, y siembra las semillas no solo para el odio entre judios y árabes, sino en general de los musulmanes por Occidente y los EEUU. La verdad es que personalmente había infraestimado las consecuencias del conflicto de Palestina en la situación actual de de "choque de civilizaciones". La propia historia que cuenta el libro refleja constantemente una gran proximidad entre ingleses y árabes, que ahora resulta bastante extraña. Desde otro punto de vista, un país tan significado en el conflicto actual como es Irán, ni aparece mencionado en esta historia, lo que prueba cómo se ha ido extendiendo el problema.

Desde el momento en que se declara la partición del territorio, comienza una guerra larvada entre judios y árabes bajo la aquiescencia de las autoridades inglesas que, en mi opinión, tieneden a ser más condescendientes con los árabes. Eso no quita para reconocer que muchos de los actos judios en estos meses fueron verdaderos actos de terrorismo, con el propósito de ahuyentar a los ciuadanos árabes de las áreas que el mando judio consideraba que debían ser suyas. El culmen de estos actos es la matanza de Deir Yassin, que puso el miedo en el cuerpo a todos los árabes, que ahora se temían que su rendición acabara de forma sangrienta, y empezaron a huir en masa de Palestina. Dicha matanza fue llevada a cabo por grupos terroristas judios (Irgun, Stern Gang) no oficiales, aunque a veces colaboradores de la Hagannah, el germén del ejército israelí. "The Irgun and Stern gang leadership have always denied the excesses attributed to them by the Arabs of Deir Yassin, maintaining that the killing which took place was a result of the Arab opposition to their attack. Their actions were deplored and condemned by the vast majority of Palestine's Jewish community as representing an outrage on Jewish and Zionist ideals."

Por supuesto que los árabes iban a usar tácticas similares durante este tiempo, pero eso no es óbice para que uno entienda mejor a los terroristas árabes en Israel; al fin y al cabo ellos fueron desalojados de allí usando la misma táctica. Que nadie se confunda: que lo comprenda, no quiere decir que me parezca bien, ni mucho menos.

Cuando por fin los ingleses abandonan Palestina, llega el momento tan temido por Ben Gurion y los judios, que es la invasión más o menos concertada de varios países árabes tratando de aniquilar al estado Judio antes de que se consolidara. Desde el sur entre Egipto, desde el norte Siria, y desde la Legión Árabe de Transjordania comandada por un general inglés. También Irak y el Líbano ponen su granito de arena. La asimetría de fuerzas era tremenda, y dice mucho de los Isralíes que fueran capaces de aguantar tan tremendo embate con los medios de que disponían. Pero no es menos cierto que las disensiones entre los países árabes, cada uno con sus intereses particulres, restaron enorme efectividad a sus acciones, sin olvidar las negliencias propias de régimenes semicorruptos. Es cuando describen estas relaciones entre los distintos mandatorios árabes cuando más se parece el libro a Juego de Tronos. Y es que era un verdadero Juego de Tronos, porque cada uno de lo alíados lo que trataba era de quedarse con la mayor parte posible de Palestina.  

Aunque yo esté describiendo los acontecimientos a nivel global, conste que el libro se centra en lo ocurrido en Jesusalén y su entorno, como verdadera situación a escala de lo que ocurría en Palestina. Para Ben Gurion la resistencia de Jerusalén era fundamental en muchos sentidos, y queda probado con los enormes esfuerzos que se hicieron pasa sostenerla en su asedio y contra las dificultades añadidas que suponían los barrios "desconectados" como la ciudad vieja ("The philosophy propounded by David Ben- Gurion. What the Jews had, they must hold. No Jew was to leave his home, his farm, his kibbutz, his office without permission."). Y es que los judíos, al contrario que los árabes, no tenían ningún Amman, Damasco o Beirut donde refugiarse: si abandoban sus hogares, ¿dónde irían?.

Esta necesidad de sostener Jerusalén contra viento y marea causaba un valor estratégico fundamental en Bab el Wad y bajo el monasterio de Latran, ruta por la que tenían que transitar los convoys con los pertrechos para los habitantes judíos de Jerusalén. Mucho de lo que nos cuentan Lapierre y Collins tiene lugar en este escenario.

Coherentemente, uno de los grandes protagonistas del libro es David Shaltiel a quien Gurion encargará el gobierno de la parte judia de la ciudad. Me encantó cómo presentan los autores a tan singular personaje: "on Yom Kippur, the holiest day of the Jewish calendar, he deliberately ate his way through his first piece of nonkosher food, selecting for his act of defiance the impurest dish of all, a slice of pork. Then he sat back and waited to see if God would punish him. God's failure to do so developed in Shaltiel a lifelong scorn for institutional religion."

Sería injusto no darle también una frase a uno de sus principales enemigos, Abdul Khader Husseini, cuya muerte causará una inflexión en las suertes de los judios antes de la salida de los ingleses. Del tipo nos dicen que tenía mucho carisma, que describen con cierto humor: "He had the charisma to galvanize a battalion of Dutchmen. Upon his excitable countrymen its effect was electric.".

La historia termina con el alto el fuego en junio de 1948, auspiciado en gran parte por los ingleses, que, forzados por los EEUU, empezaron a denegar su apoyo a los países árabes. En el mes que transcurrió hasta el reinicio de las hostilidades, Israel pudo armarse con todos los fondos de que disponía, casi ilimitados, y pudo traer judios de todo el mundo para su ejército. Para cuando volvieron a combatir, sus fuerzas eran muy superiores, llegándose a un armisticio a principios de 1949, momento en que aún no habían conseguido conquistar todo Jerusalén. Y ya no lo harían hasta 1967: "In June 1967, after twice warning King Hussein to stop the shelling of New Jerusalem, Israel went to war with Jordan. The paratroopers of Uzi Narciss, the man who had ordered his Palmach back from Zion Gate in May 1948, captured the Old City after forty- eight hours of fighting."

La capacidad de resistencia que mostraron los judios en esos primeros meses de la creación de su Estado, sin material y sin casi recursos humanos, y frente a cinco ejércitos regulares, augura su éxito en la guerra actual. Si aguantaron entonces, esto tiene pinta de que les va a costar bastante menos. De momento, ha empezado a coger terreno en Siria y tiene amenazado a Irán. Me temo que terminará con otra humillación de los países árabes enemigos de Israel, merecida en esta ocasión por apoyar los atentados de la gentuza de Hamas. Que así vaya a terminar el conflicto de una vez me resulta mucho más dudoso, porque siempre va a haber interesados en atizar los rescoldos que deja tanta víctima y humillación. Yo no tengo ni idea de cómo solucionar estas historias, pero al menos ahora creo haber entendido las causas del problemas. Y, solo por eso, creo que merece la pena esta lectura. Pero conste que me lo he pasado tan bien como con una buena novela.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Los grandes cementerios bajo la luna ("Les grands cimetières sous la Lune"), de George Bernanos

Segunda lectura de los autores que aparecen en Le courage de la nouance. El primero, las Mythologies de Barthez me gustó mucho. A Bernanos, el autor de este segundo, creia no conocerle de nada, y sin embargo al revisar su obra veo que escribió los Diálogos de Carmelitas que leí hace tiempo, y que pasó sin pena ni gloria. Menos mal que no me di cuenta antes, sino igual no me hubiera animado con esta que parece su obra más famosa.

Y quizá no hubiera sido mala idea, pues ha sido una lectura que me ha dicho poco, quizá por faltarme mucho contexto. Es una serie de diatribas, pero no tengo muy claro contra qué o quién, porque reparte para todo pichichi. Hay además mucha respuesta a ilustres del momento que tampoco pillo, que a lo mejor explicarían la razón de las diatribas. Pero deconociendo todo ello, lo que me pasa es que leo el libro sin saber a qué responde tanta inquina.

Bernanos no escribe mal pero resulta difícil seguirle. Mezcla temas aparentemente, salta de unos a otros sin demasiada lógica, utiliza mucho el vocativo sin que quede claro si está insultando al lector o es que está usando ese estilo para responder la posición de algún otro escritor. Es una lectura sin rumbo en la que uno desee que termine el libro, o al menos el capítulo para ver si en el siguiente se es capaz de sincronizar con su pensamiento.

Escribe en 1938, cuando Mussolini y Hitler parecen ilusionar a los europeos, al menos como alternativa al socialismo y comunismo que se abren paso desde la URSS. Sin embargo, es bastante crítico con ellos, cosa no sorprendente desde la perspectiva actual, pero quizá más llamativo en ese momento. "L’idée totalitaire est encore servie librement par des hommes libres, leurs petits- fils ne connaîtront plus que la discipline totalitaire."

En todo caso, el detonante de su explosión literaria es la Guerra Civil española, y sobre todo los desmanes que observa en Mallorca, donde residía en el momento del Alzamiento. Dichos desmanes son a cargo de los alzados y cuentan con la complicidad de la Iglesia, algo que Bernanos, creyente católico, lleva bastante mal. Es quizá por estos episodios que a Bernanos le imagino venerado por la izquierda: ¡un tipo de derechas criticando a Franco y a la Iglesia! Algunas cosas de las que observó en la isla: 

"Cinq cents phalangistes le 17 juillet. Quinze mille quelques semaines plus tard, puis vingt- deux mille."

"À la dernière réunion générale des curés, sous la présidence de Monseigneur, nous avons eu la preuve que l’année dernière, 14 pour 100 seulement des Majorquins avaient fait leurs Pâques. Une situation aussi grave justifie des mesures exceptionnelles." (O sea, que la Iglesia no ve mal los fusilamientos porque los mallorquines celebraban poco la Pascua)

"Au lieu que cette petite île majorquine est un vase clos. Le sang n’y séchera pas vite." Por supuesto, los cementerios del título son los que se llenan de cadáveres consecuencia de las acciones de fascistas y franquistas.

Sin embargo, a mí lo que más claro me queda de Bernanos tras esta lectura es que, aparte de ser creyente, era contrario a las democracias. Sobre todo en el primero de los ensayos, les dedica frases muy duras, pero completamente ciertas. "Il est clair que la multiplication des partis flatte d’abord la vanité des imbéciles. Elle leur donne l’illusion de choisir."

"Dès que les circonstances, et notamment les nécessités électorales, semblent imposer un système d’alliances, les malheureux oublient instantanément les distinctions qu’ils n’avaient d’ailleurs jamais faites qu’à grand- peine."

"L’homme du peuple, n’étant pas apte à tout, ne saurait parler que de ce qu’il connaît, il comprend parfaitement que l’élection favorise les bavards."

Y llega a una desoladora conclusión: "L’homme de bonne volonté n’a plus de parti, je me demande s’il aura demain une patrie."

¿Le hace ello anarquista? Difícil responder, pero está claro que imagina hasta dónde puede llegar el Estado. "Nous savons déjà ce qu’est la guerre totale. La paix totale lui ressemble, ou plutôt ne se distingue nullement d’elle. Dans l’une comme dans l’autre, les gouvernements se montrent, à la lettre, capables de tout."

Pero es que tampoco parece fiarse de mecanismos que sí han demostrado su validez, como es el mercado libre: "Qu’y a- t- il donc de vicié dans notre système économique qui l’emprisonne dans un cercle infernal, où la production est comprimée par l’insuffisance d’une consommation solvable, tandis que cette consommation est rendue à son tour insuffisamment solvable, notamment par une production mal épanouie" lo que le lleva a afirmar "Tant d’efforts dépensés pour aboutir à une société prétendue matérialiste qui ne peut plus ni produire ni vendre".

Tiene esta frase para el encaje que da la sociedad a los pobres:"La Société s’accommode assez bien de ses pauvres, aussi longtemps qu’elle peut absorber les malcontents soit dans les hôpitaux, soit dans les prisons. Lorsque la proportion des malcontents s’augmente dangereusement elle appelle ses gendarmes et ouvre en plein ses cimetières.". El colofón que le da es magistral, eso sí: "Faute de mieux, on rétablit l’optimisme en diminuant le nombre des malcontents.

Entre tanta frase, brillantes hay unas cuantas. Repasando los subrayados que he hecho, observo que la obra es muy citable, tiene muchas frases que aisladamente suenan fenomenal. El problema, como digo, es que no sé muy bien por qué escribe todo lo que escribe y a dónde quiere llegar, si es que quiere ir a algún sitio, o es meramente un exabrupto por la frustración o la ira que le produce lo que ha visto en Mallorca. Yo este libro no lo leería y no lo puedo recomendar.

Para terminar, dejo una frase inventario que me ha encantado, sobre las distintas Francias: "La France de Rabelais, de Pascal, de Bossuet, de Calvin, la France classique, néo- classique, romantique, naturaliste, claudélienne et valéryenne, latine, gréco- latine, impériale et démocratique, déroulédiste et clemenciste, grasse ou maigre, mystique ou tétonnière– tant de Frances, tant de Frances… Toutes les Frances au salon !"