sábado, 29 de junio de 2024

La naturaleza humana, de Jesús Mosterín

Interesante ensayo sobre el tema de referencia, en que el autor recapitula el estado del arte de la ciencia biológica y evolutica para describir la naturaleza humana. Es por ello que me ha resultado más un sumario de cosas que ya sabía, y no he aprendido demasiado. Aún así, su lectura me ha me merecido la pena porque me ha ayudado a reverdecer conceptos.

El principal problema del ensayo es que prescinde completamente de la naturaleza económica del ser humano (humán, como le llama el autor, para agrupar bajo una misma denominación hombres y mujeres), que digo yo que también es parte importante para comprender la sociedad en la que vivimos y radicarla en la naturaleza biológica. Pero no me extraña, porque los filósofos/antropólogos suelen tener una gran ignorancia sobre aspectos económicos, por lo que es casi mejor que no se metan en ellos.

Mosterín no es una excepción, y lo revela en las dos oportunidades que tiene: al afirmar con contundencia que la información del genoma, como toda conocimiento científico, es un bien público (no "debería ser", afirma que lo es), y eso pese a que luego nos cuenta que gran parte del proceso fue acometido por una empresa privada, lo que demuestra que no lo es. La segunda oportunidad nos muestra su espíritu Malthusiano al afirmar que la super-población (según él) es la causa de la pobreza, y defender con esta base los métodos de control de la natalidad, a base de pegar viajes a la Iglesia y la ultraderecha. Cualquier persona con dos dedos de frente puede constatar que las profecías de Malthus no se cumplieron por goleada, y que por tanto cabe sospechar de esta línea de razonamiento, incluso sin saber teoría económica.

Dejado esto aparte, el libro me parece que está bien. Para el autor, es importante definir la naturaleza humana para combatir el mito de que el humán puede elegir su propia naturaleza, en línea con la "blanck slate" que ataca Pinker.

La caracterización más importante y menos discutible de la que nos cuenta es, por supuesto, la biologica basada en la teoría de la evolución. Al respecto nos recuerda que "La adaptación biológica no optimiza, simplemente selecciona entre la variedad disponible." y nos roporciona un interesante inventario de chapuzas evolutivas en nuestro propio cuerpo. 

Además "La evolución no es un proceso lineal, en el cual unos puedan ir por delante de otros, sino que tiene estructura arbórea, ramificándose en todas las direcciones. Todas las especies actuales son las yemas terminales del árbol de la vida." por lo que no hay ninguna razón para considerar al humán superior a otras especies. Afirmación que recoge casi al final del libro  ("La blástula en sí misma y cada una de las células madre que pueden extraerse de ella tienen nula sensibilidad, nula capacidad de sufrir, y merecen menos respeto moral que un mosquito.") para argumentar a favor de la investigación con células madre o del aborto

Al ser vivo lo caracteriza Mosterín por el equilibrio termodinámico, el metabolismo, la reproducción y la evolución genética; para Mosterín lo raro es la vida, que tiene que hacer un constante esfuerzo para mantener la homeostasis, frente a la situación de equilibrio que es la muerte. Traigo también aquí la definición de sexualidad, que no esperaba; "La sexualidad, en principio, no tiene nada que ver con la reproducción. La sexualidad es un mecanismo para producir novedad y variedad genética, lo que se consigue «barajando» y recombinando genes procedentes de fuentes distintas."

Respecto a la clasificación del humán dentro de los seres vivos, Mosterín insiste en que se tiene que hacer por clados, esto es, por taxones filogenéticos, siguiendo las ramas evolutivas. Atendiendo a esta división, los humanes son animales "bilaterales, celomados, deuterostomos, craniados, gnatostomos, tetrápodos, amniotas, mamíferos y placentarios". Además, somos primates (nomenclatura que refleja la consideración de supremacía que se tenía en el siglo XIX, frente a los secundates), haplorrinos, simios, hominoides, homínidos, homininos y alguna cosas más. De cada ancestro común tenemos características, hasta llegar a los aspectos que nos diferencian especificamente como especie.

Todo esto lo recoge y lo transmite el genoma, transcrito en los cromosomas a base de DNA y RNA. La longitud del hilo del genoma resulta ser de 2 metros (!), pero sin embargo la mayor parte del material no tiene relevancia genética. Así que parece que al final nuestro genoma tiene tan solo "unos 23.000 genes, mucho menos de lo que se esperaba y apenas un 20 por 100 más que el número de genes del minúsculo nematodo Caenorhabditis elegans. El número de genes del ratón (Mus musculus) ha resultado ser similar al nuestro." So much por la superioridad y complejidad del humán.

Aquí se alcanza el punto de inflexión del ensayo, pues se entra en la descripción del funcionamiento del cerebro, que, como no podía ser de otra forma, Mosterín radica en la biología y no en lo sobrenatural. Del cerebro se pasa al lenguaje, lo que ya permite dar el salto a la naturaleza social del humán. Al respecto del lenguaje, Mosterín parece tener una concepción chomskiana que yo no puedo compartir tras leer El reino del lenguaje y luego a Daniel Everett. Yo creo que las propias afirmaciones de Mosterín le harán estar incómodo con la tesis, como la de que la misma parte del cerebro procesa la comunicación gestual y la hablada. ¿De verdad cree Mosterin que un niño aprende el lenguaje al llegar a determinada edad? Y si nadie le habla, ¿también?

Ya he dicho que es muy llamativa la ausencia de la naturaleza económica del humán en este libro. Sin embargo, me ha llamado la atención la lista de acciones de emprendimiento por parte de animales, que conectan el emprendimiento del humán también con su pasado evolutivo. Sobre la imitación también hay ejemplos, aunque esos ya los conocía.

En cuanto a los rasgos culturales, me perece muy interesante la clasificación entre ponderables e imponderables. Los primeros son "meros instrumentos para realizar una función bien definida y es posible medir objetivamente lo bien o mal que la cumplen, con independencia de las convenciones grupales." En cambio, los segundos "reflejan meramente las convenciones sociales del grupo y los gustos adquiridos de los individuos, por lo que no pueden contrastarse con la realidad externa, ni hay manera de sopesarlos o compararlos unos con otros de un modo objetivo". El conocimiento científico hace que muchos rasgos imponderables se vuelvan ponderables, lo que es especialmente aplicable a la teoría económica, que, desgraciadamente, mantiene en la "imponderabilidad" numerosas creencias y actuaciones de los gobiernos. Para Mosterín, las religiones son el rasgo imponderable por antonomasia, y tiene el buen gusto de incluir como religión al comunismo.

En capítulos sucesivos se analizan las dos "subespecies" del humán, a saber, el hombre y la mujer, y digo esto porque resulta que nos diferenciamos en más del 1 por 1000 del DNA, lo que implica que hay algunos primates con los que tenemos más DNA en común que entre los dos géneros humanes.

Luego se hablará de reproducción y eugenesia, y de la muerte y eutanasia. No sabía de la existencia del límite de Hayflick, que postula que nuestras celulas se pueden dividir un máximo de 50 veces, debido al desgaste de los telómeros de los cromosomas, por lo que nuestra vida máxima teórica es de 125 años. Claro que lo peor no es eso sino que "La edad promedia a la que mueren los humanes ha ido creciendo durante el último siglo y medio, porque más gente se ha acercado al máximo de edad de nuestra especie, pero este máximo (unos ciento veinticinco años) no ha crecido.".

Finalmente, Mostererín habla de la conciencia moral y contribuye a aclarar la diferencia entre moral y ética, cargándose por el camino las concepciones tradicionales de la ética (Kantiana, utilitarista, contractualista) por considerarlas vacias. El cierre del libro es un capítulo titulado "Una chispa divina" en que Mosterín nos viene a decir que el Universo se piensa, disfruta y padece a través de nosotros, que somos por tanto la conciencia del Universo.

Cierro con la frase en que Mosterín explica tan llamativa afirmación: "Cuando pienso en mí, no digo que mi córtex cerebral piensa; digo que yo pienso, aun a sabiendas de que solo una parte de mí—mi córtex— realiza esta actividad de pensar. Cuando pienso en el Universo, puedo con igual razón decir que el Universo piensa, aunque sabiendo naturalmente que solo una minúscula parte del Universo—mi córtex ahora— está realizando esta actividad de pensar. Yo pienso en el Universo; es decir, a través de mí, el Universo se piensa a sí mismo."

viernes, 21 de junio de 2024

Un caballero en Moscú ("A gentleman in Moscow"), de Amor Towles

Se trata de una extraña novela en la que no me he encontrado lo que esperaba, aunque por suerte he encontrado otras cosas. Por cierto, ha debido de tener bastante éxito en los EEUU, pues han sacado una serie de la novela, lo que es casi un milagro, crear una serie de la (casi) nada.

Porque ese es el principal problema de la historia, que no ocurre casi nada, aunque todo se nos cuenta de una forma magnífica, lo que es el principal valor de la novela. En efecto, el estilo de Towles es reminiscente de grandes como Jane Austin o el mismísimo Nabokov, cuya novela Lolita me parece el libro mejor escrito en inglés de la literatura. Eso hace que sea un placer leerlo, al menos en pequeños bocados.

Lo dicho queda patente desde el principio, con frases como estas:

"“A king fortifies himself with a castle,” observed the Count, “a gentleman with a desk.”"

"Though the window was only the size of a dinner invitation,"

"The blacksmith winced, the coachman gasped, and the footman nearly fainted."

"“Does a banquet really need an asparagus server?” “Does an orchestra need a bassoon?”"

Es un estilo cercano al lector, pero que al mismo tiempo matienene la distancia señorial. Escribe Towles como piensa un caballero, en concreto el conde Rostov, protagonista de la novela. Sin embargo, se distancia de su protagonista en numerosas ocasiones para aproximarse al lector y apelarle directamente, sin perder ese alto nivel del lenguaje. Por ejemplo, aquí: "For while in the classical tradition there was no Muse of architecture, I think we can agree that under the right circumstances, the appearance of a building can impress itself upon one’s memory, affect one’s sentiments, and even change one’s life."

Poco más encontrará el lector en esta novela, en la que ocurre más bien poca cosa relevante, y ni siquiera tenemos la fortuna de asistir a la evolución social de la Rusia soviética, salvo por pequeños atisbos en determinados momentos. La historia es la del conde Alexander Rostov, que queda confinado en el hotel Metropol (y no le condenan a muerte por una poesia escrita en su juventud) nada más empezar la novela. Ello implica que ya sabemos dónde va a transcurrir toda la acción, y porque no vamos a ver demasiado de la evolución de la sociedad rusa. Además, es que el hotel Metropol, el de mayor lujo en el Moscú de la época, es quizá el mejor sitio para aislarse del devenir anterior.

Eso sí, alguna cosa ocurre, sobre todo la que tiene que ver con una niña, Nina Kulikova. "Through those caverns where ghostly shadows dwell, Odysseus had his Tiresias just as Dante had his Virgil. And in the Metropol Hotel, Count Alexander Ilyich Rostov had a nine-year-old girl by the name of Nina Kulikova." Nina saldrá de la escena cuando se haga mayor y retornará brevemente al hotel para dejar a su hija Sofia a cargo del conde, antes de desaparecer en el gulag o donde la llevaran los bolcheviques. Sofía sí será la verdadera coprotagonista de la novela.

Como decía, Towles nos proporciona algunos atisbos de lo que sucede fuera del hotel, Por ejemplo, la generalizazión de la palabra "camarada": "A wonder of semantic efficiency, comrade could be used as a greeting, or a word of parting. As a congratulations, or a caution. As a call to action, or a remonstrance. Or it could simply be the means of securing someone’s attention in the crowded lobby of a grand hotel."

Aunque a mí me ha gustado especialmente esta aliteración en referencia a la pasión de los bolcheviques por reunirse: "there might be committees, caucuses, colloquiums, congresses, and conventions variously coming together to establish codes, set courses of action, levy complaints, and generally clamor".

No hay que olvidar el momento en que quitan las etiquetas a todos los vinos de la bodega del hotel:"“A complaint was filed with comrade Teodorov, the Commissar of Food, claiming that the existence of our wine list runs counter to the ideals of the Revolution. That it is a monument to the privilege of the nobility, the effeteness of the intelligentsia, and the predatory pricing of speculators.”". Todos los vinos iguales en valor, como todos los individuos: "“A meeting was held, a vote was taken, an order was handed down. . . . Henceforth, the Boyarsky shall sell only red and white wine with every bottle at a single price.".

Durante todo el transcurso de esta cuasi-nada anecdótica, sí percibirá el lector que, no obstante, Towles está llevando a cabo un trabajo de relojería, dejando aquí y allá pistas que se recopilarán en el último 10% del libro para llevar a cabo un desenlace, no demasiado inesperado pero digno de las grandes novelas, referencia incluida a la película Casablanca. Es un final precioso, digno del estilo del libro, aunque no tanto de la peripecia que se ha contado.

Buen descubrimiento este Towles, con un estilo narrativo soberbio, en el que se hubiera agradecido algo más de acción. Pero, aun así, merece la pena la lectura, y, me apresuro a anticiparlo, preferentemente en inglés.

Dejo aquí un par de frases como ejercicio, a ver si el lector puede imaginar una traducción a españos digna:

"Galileo of Galilei, vindicated by a ping, a splat, a smash, a thunk, a thump, and a thud"

"“One must make ends meet,” confirmed Audrius matter-of-factly, “or meet one’s end.”"

miércoles, 5 de junio de 2024

El cálculo del consenso ("The Calculus of Consent"), de James Buchanan y Gordon Tullock

 Buchanan es uno de los grandes economistas, pese a no calificarse como austriaco (aunque usa explícitamente la praxeología como metodologia para su desarrollo). Destaco siempre que tengo oportunidad su Cost and Choice, y hace un año por estas fechas leí Los límites de la libertad, que me pareció muy interesante.

Le llega el turno ahora a este ensayo, que escribe con Gordon Tullock, a quien no tengo tan fichado. Es posiblemente su obra emblemática, y, desde luego, bastante más pesada, que no sé si compleja, que las anteriores.

El objetivo es construir un modelo que permita explicar los fundamentos constitucionales que se dan las sociedades, pero básicamente centrado en cómo se decide qué actividad ha de ser proporcionada colectivamente por el Estado, y cuáles han de quedar a nivel privado, siempre con el objetivo de optimizar el bienestar social, que la situación sea óptimo según algún criterior.

Los autores muestran en muchas ocasiones su descontento con el estado del arte del momento (escriben en 1962) y consideran que la explicación ha de venir de modelos que se construyan con el individualismo metodológico (praxeológicos, por tanto). En su opinión, el ser humano es el mismo actúe en el mercado o lo haga en asuntos políticos: tan "egoista" ha de asumirse que será en una como en otra situación, y no tiene sentido pensar que en siuaciones políticas va de repente a preocuparse por el bien general si no lo hace en sus decisiones económicas. Y ello con independencia de que pueda haber individuos que sí lo hagan, o de las creencias éticas de la sociedad.

En este contexto, lo que van a tratar de explicar son las consecuencias que tiene en la actividad de los individuos un sistema constitucional u otro, para, a la vista de ello, ver qué sistema les puede convenir. Obsérvese que el objetivo es muy abstracto: están tratando de explicar, por ejemplo, por qué la Constitución americana es de una forma y no de otra, cuando realmente dicha Constitución no se estableció cientificamente, sino vaya usted a saber por qué criterios.

Digamos que en el ámbito económico, el individuo tiene constantes interacciones sociales a través del mercado. Sin embargo, la interacción que nos plantean Buchanan y Tullock es puramente conceptual, no se va a producir en ningún momento salvo condiciones realmente excepcionales. Lo que sí se plantean con más frecuencia, en cambio, son las decisiones políticas (por ejemplo, elecciones), pero NO es esta operativa la que trata de explicar el libro, sino la decisión originaria referida al sistema constitucional, que además se acepta que es por unanimidad (haciendo una especie de regresión, siempre encontraremos algún acuerdo unánime que haya permitido hacer la constitución, en el que el individuo asume que es mejor tener reglas que no tenerlas, aunque es incapaz de anticipar el efecto neto que tendrán sobre él).

Vamos ya con el modelo. Es muy sencillo. Buchanan y Tullock hablan de costes de interdependencia, que son los que confronta el individuo al decidir sobre si colectivizar una actividad. Dos son las componentes de dichos costes:

1) Costes externos, que son los que terceros le van a imponer como consecuencia de decisiones de colectivización que no le convengan. Tienen dos fuentes: externalidades en la asignación, y externalidades de redistribución.

2) Costes de decisión, en que el nombre lo dice todo. Por qué aparecen? "Decision-making costs arise here because normally a bargaining range will exist, and, recognizing this, each individual will seek to secure the maximum gains possible for himself while keeping the net gains to his partners in the agreement to the minimum." Si no hay rango de posibilidades, no hay posible negociación.

Los respectivos tipos de coste se mueven en sentido contrario según crece el número de individuos involucrados. Como es obvio, sea cual sea la regla de decisión, a mayor número de individuos, mayor será el coste. En cuanto a los externos, ocurre lo contrario: disminuyen conforme la regla sea más inclusiva, dejan fijo el número de individuos. 

El primer análisis lo dedican a la regla de decisión (qué mayoría). En un extremo, si se exige unanimidad, es claro que los costes externos desaparecen (te opones a la decisión y ya no tienes que sufrir costes), pero aumentan enormemente los de decisión, hasta el punto de que puede ser impracticable. En el otro extremo, tenemos un dictador, en que los costes externos serán muy altos, pero en cambio será cero el de decisión. Y, entre medias, están todos los sistemas con sus diferentes características.

También concluyen que la regla de mayoría simple hace que haya una tendencia a hiper-colectivizar. No sorprendente, pero sí interesante que lo concluyan siguiendo su metodología. Conforme se exija una mayoría "mayor", la situación tenderá al reparto óptimo entre colectivo y privado, hasta llegar a la unanimidad en que seguramente haya menos colectivización de la óptima (sobre cómo calificar una situación como óptima también se entretienen los autores, partiendo del óptimo de Pareto y llegando básicamente a ningún sitio). De hecho, ya habían declarado:"The limits to voluntary organization, and thus the pure laissez-faire model of social organization, are defined not by the range of significant externalities, but instead by the relative costs of voluntary and collective decision-making."

La verdad es que el modelo no puede ser más sencillo, pero hay que ver lo que consiguen darlo de sí los autores. Una de las primeras adiciones al modelo consiste en añadirle una vertiente dinámica, en el sentido de que consideran no solo una decisión de colectivización aislada en el tiempo (como al parecer hacían los tratados del momento), sino un continuo de decisiones, lo que refleja mejor la realidad. El fundamento constitucional no se usa para una única decisión, sino para muchas. En el momento en que esto se incorpora al modelo, aparece la posibilidad de negociar entre distintas decisiones, por lo que se flexibiliza la aplicación del fundamento, y pasa en general a ser más fácil llegar a acuerdos, sea cual sea la regla de decisión.

Esto es así porque los acuerdos de votos entre decisiones distintas actúan a modo de "pagos laterales" compensando a aquellos individuos en desacuerdo con la decisión por sus costes externos, a cambio de que la acepten. La sorprendente conclusión es que la "compra de votos" es en realidad buena para el bienestar social, puesto que permite estos pagos compensatorios y llegar así a decisiones que mejoran el bienestar para todos. Los autores constatan que estas compensaciones (ellos las llaman logrolling) ocurren siempre a algún nivel en los sistemas actuales (véanse los pactos entre los partidos politicos en España: a ti no te pueden pagar para que les votes, pero luego si pueden comprar los votos de otros partidos en el Congreso, por ejemplo, con una ley de Amnistía).

En los capítulos finales hacen un análisis de sistemas representativos, pero utilizando las mismas bases. Son cuatro las "essential constitutional variables" con las que caracterizan a un sistema representativo: 

1) Rules for choosing representatives must be determined, 

2) Rules for deciding issues in legislative assemblies

3) Degree of representation, qué proporción de la población total será elegida

4) The selection of the basis for representation, o sea, la circunscripción. Esta tiene gran impacto porque afecta a la facilidad de alinear intereses entre sus miembros. 

Aquí las consecuencias, no por menos esperadas menos desoladoras, es que se a a tender hacer con el poder la mínima coalición que otorgue mayoría, y que está es la que va a controlar los procesos. A lo que estamos acostumbrados en España, vamos.

No quiero dejar pasar un par de párrafos especialmene interesantes. En el siguiente, los autores refutan la existencia del "bien común" precisamente por la evidencia de que existen instituciones democráticas:

"If the "public interest" or the "common good" is something that can be determined with relative ease, and if individual participants in collective choice act so as to promote this "common good" rather than their own interests, there seems to be little rational support for the many cumbersome and costly institutions that characterize the modern democratic process."

El segundo no destaca por su aportación conceptual, sino por ser de humor, en un libro escrito por economistas (!). Lo encontraréis en la introducción: "If we apply the calculus attributed to our representative man of this book to ourselves, we must recognize that each one of us, when separately confronted on subsequent occasions, will be sorely tempted to accept private praise for all worthy aspects of the book and to shift private blame to our partner for all errors, omissions, and blunders."

Es un libro interesante, pero no para gente débil. Quien se anime encontrará conocimiento y sabiduría, pero a costa de una lectura tediosa y en ocasiones repetitiva. Que cada uno decida, yo no me atrevo a recomendar nada en esta ocasión.

martes, 4 de junio de 2024

Inside the Kingdom, de Robert Lacey

A veces se conjuntan los astros y aparece un libro al mismo tiempo que te surge un interés. No sé donde me encontré esto, pero sí sé que fue cuando se me ha suscitado interés por Arabia Saudita, que es de lo que trata el libro. Y qué mejor introducción que la de un periodista americano que ha estado viviendo allí la torta de años: lo segundo le habrá dado el conocimiento, lo primero garantiza que la lectura será amena.

Y el libro no ha estado mal, aunque no ha sido lo que creía que iba a ser, esto es, una especie de relato costumbrista de su experiencia en el reino. No, lo que hace es coger de tal experiencia con un objetivo claro: tratar de entender por qué Bin Laden atacó a los EEUU aquel fatídico 11 de septiembre de 2001. Por el camino, algo de la vida en Arabia cuenta, sobre todo en relación con el trato a las mujeres, pero no demasiado. Así que tengo al final los sentimientos algo encontrados, porque me he enterado de cosas, pero no de las que quería enterarme. Al mismo tiempo, el libro se ha quedado antiguo con la evolución de Arabia Saudi en los últimos años.

Pero, bueno, que cosas de interés sí que he encontrado. Por ejemplo, la concepción del pais, que se resume en este párrafo:

"Think of central Arabia as being in three parts— the oil fields in the east, the holy cities of Mecca and Medina in the west, and the largely barren desert in the middle. At the beginning of the twentieth century, and for most of the previous centuries of Arabian history, those three geographical units were separate countries and, to some degree, cultures. It was the modern achievement of the House of Saud, through skilled and ruthless warfare, a highly refined gift for conciliation, and, most particularly, the potent glue of their Wahhabi mission, to pull those three areas together so that, by the end of the twentieth century, the world’s largest oil reserves were joined, sea to sea, to the largest center of annual religious pilgrimage in the world— and to their capital in the Wahhabi heartland of Riyadh."

Aquí se muestran ya los dos polos de la tensión en que se mueve el país: una familia real secular (los Saudies) y una facción radical del islam (los Wahhabies). El problema es que los Wahhabies tienen gran poder, y sus discrepancias con el rey no se resuelven siempre de forma pacífica, sino a base de atentados y muertes.

O sea, que si el monarca saudí se empeña en modernizar el Estado, por ejemplo autorizando a las mujeres a que conduzcan, lo que se va a encontrar en frente va a ser a imanes diciéndoles que son impuros y llamando a su asesinato, o al de las mujeres. Con el problema de que el llamado va a encontrar acogida en amplias capas de la población, o sea, que una decisión politica puede resultar en un bombazo literalmente. Por suerte, poco a poco, a base de acontecimientos (por ejemplo, la muerte de 15 niñas de un colegio en llamas a las que los guardianes de la moral no dejaron salir sin abaya), la opinión pública va cambiando y el rey puede hacer reformas sin tanta probabilidad de reacciones violentas. "We are building a national consensus that extremism is wrong. In the last few months we have had nine young men surrender themselves because their families brought them in. Whoever wins society will win this war.”"

Esta es la primera lección: Arabia Saudita vive en una tensión secular-religiosa que no viven otros países. La segunda se refiere al enemigo público número 1, Osama Bin Laden. El tipo es árabe de nacimiento y era millonario. Su padre había sido un gran empresario de la construcción (se le encargó, por ejemplo, la reforma de la mezquita de la Meca) y él también fue un gran emprendedor. Se estimaba su fortuna en unos 20 millones de dólares. Bin Laden era un tipo rico y emprendedor antes de hacerse terrorista y pasar de los palacios a las cuevas en Afganistan, lo que es revelador de sus convicciones.

Bin Laden se fue a Afganistán a luchar contra los comunistas (que, por cierto, eran el gran enemigo del Islam en los 80) y allí pudo observar el espíritu islámico auténtico en aquellos guerreros. Debió de quedar impresionado.

A la vuelta lo que se encontró fue a Saddam Hussein invadiendo Kuwait, y a los reyes saudies dejando que los impuros norteamericanos establecieran bases en el sagrado territorio de Arabia (la colaboración con los americanos venía de largo, a través del llamado Safari Club oponiéndose al comunismo en África).

Bin Laden era enemigo acérrimo de Hussein (secularización de un país islámico) pero le parecía mucho peor la profanación que habían autorizado los saudíes. Él creía que a Hussein había que derrotarle al estilo afgano. Esto que digo revela con claridad que no podía haber demasiada conexión de Saddam Hussein con los atentados del 11/S, y que la invasión de Irak fue un caso de "pues ya que". Lacey documenta que la invasión de Irak estaba en los papeles desde mucho antes del atentado.

La reacción de Bin Laden a lo que el veía con profanación comenzó lógicamente en su país y contra quienes veía como culpables de lo sucedido: un atentado en Riyadh de poca repercusión internacional, pero que terminó con el autor intelectual expulsado de Arabia y desposeido de su nacionalidad. Se refugió en Sudán donde sus dotes de emprendedor ("he ran a trucking company, a leather- tanning factory, a bakery, a honey and sweets- producing company, a furniture- making venture, and an import- export trading business.") le permitieron volver a generar riqueza que dedicar a sus infaustos fines (entrenamiento de terroristas).

En paralelo, tenemos el surgimiento de los talibán, palabra que quiere decir estudiantes. En el caso en que se había convertido Afganistán tras la derrota de la URSS, dominaba la violencia y todos contra todos. Aquello era ingobernable. Dentro del tráfago, las creencias de los talibanes les hacían ser un grupo más compacto y poco a poco se fueron haciendo más eficaces en el control de su territorio ("“Put down your weapons for the sake of the Koran,” they said to the bandits and warlords, brandishing the holy book in their faces. If anyone resisted, the young students shot them dead on the spot."). 

Terminaron siendo la apuesta de las grandes potencias para pacificar aquella parte del mundo, y fluyeron a los talibanes ingentes recursos desde Arabia Saudi y los EEUU. Eso sí, cuando por fin se hicieron con el control de Kabul "started issuing the prohibitions for which the Taliban would become notorious: no kite- flying, no pool tables, no music, no nail polish, no toothpaste, no televisions, no beard- shaving, no “British or American hairstyles,” no pigeon keeping, no playing with birds."

Al final, Bin Laden, que mantenía algunos contactos en Afganistán, optó por refugiarse allí, y montar el atentado ya varias veces citado. A los talibanes lo único que habría que reprocharles es que no entregaron al tipo cuando los árabes se lo pidieron, algo que hicieron antes del 11/S.

Como se ve, apasionante historia que ayuda a entender el enigma Bin Laden, lo que no quiere decir que se le justifique. 

El tercer punto que me ha parecido relevante tiene que ver con el trato a las mujeres. En Arabia "A woman may not enroll in university, open a bank account, get a job, or travel outside the country without the written permission of a mahram (guardian) who must be a male blood relative". Sin embargo, nada de esto se dice en el Corán, más bien al contrario. Así que lo que tenemos en realidad es un problema social. 

El ejemplo de la conducción es muy ilustrativo: como la mujer no puede conducir y el marido tiene que trabajar, si ha de trasladarse para hacer su actividad precisa de un conductor (un millón de conductores extranjeros trabajan en Arabia Saudi a la fecha del libro). Eso implica que mujer saudi tiene que pasar un montón de tiempo en un espacio pequeño con un varón que no es su marido o familiar. ¿Puede haber algo que suponga mayor riesgo para la moral de la mujer? Pues el caso es que se mantiene (se mantenía, las cosas han cambiado bastante desde la fecha del libro, parece) la prohibición. Ello demuestra que realmente su causa no es la religión, sino que el hombre considera que tiene que controlar a la mujer.

La narración de una mujer árabe y su experiencia con el marido, que nos cuenta Lacey en uno de los últimos capítulos, es también muy iluminadora. La conclusión que se saca es que los hombres árabes tratan mal, sin respeto, a sus mujeres, en gran parte por no perder cara respecto a los demás varones. Una pescadilla que se mueve la cola, y que claramente es un problema social. El radicalismo religioso no podría imponer esto sin la complicidad, posiblemente interesada, de los varones.

Lo que nos lleva a las personas que han educado a estos varones, que típicamente son sus madres, y a la sorprendente conclusión: "The mothers of Arabia have got to stop spoiling their sons. They must treat them as true equals with their daughters.".

Aunque esté obsoleto, la lectura de este libro algo aportará a quien, como era mi caso, sabía muy poco de Arabia Saudi. A eso hay que unir que está bien escrito y se lee con interés. Dicho esto, si el señor Lacey tiene alguna obra más actual al respecto, quizá sería esa la recomendable.

lunes, 3 de junio de 2024

El vuelo de la cometa ("Le cerf-volant"), de Laetitia Colombani

Con todo lo que disfrute con esa pequeña joya que resulto ser La tresse era inevitable que leyera esta otra novela de la autora. Observo que tiene una tercera, Les Victorieuses, pero ahí se acaba su producción.

La primera sorpresa me la llevé en el segundo capítulo, con esta frase que conectaba esta novela con la primera que he referido "Quand vous sortirez, allez au temple remercier Shiva, souffle- t- elle. En général, on offre des fleurs ou des fruits, ou quelque chose de précieux. Certains donnent même leurs cheveux…"

Pero es que no mucho después aparece la mismísima Lalita, hija de una de las tres protagonista de La trenza, en concreto, de la intocable. Así que esta novela es como una segunda parte de aquella.

La protagonista es una señora francesa, Léna, que se va a la India para recuperarse de una tragedia familiar, y terminará montando una escuela para que las niñas de la casta intocable puedan tener educación. Por cierto, que los hechos ocurren en la preciosa Mahabalipuram, uno de los sitios más pintorescos que se pueden visitar en la costa del Coromandel.

Pero aparte de esto, esta novela no tiene ni la gracia ni el ingenio de La trenza, y por momentos se transforma en algo más parece a un libro de denuncia de las condiciones de vida de los niños, pero sobre todo de las niñas y las mujeres en la India. De entrada, a Laetitia le parece mal el trabajo infantil: "Ici les petits travaillent comme leurs aînés, ils sont source de revenus. Ils triment dans les moulins à riz, dans la poussière et le bruit assourdissant des broyeurs, dans les ateliers de tissage, les sites de briques à four, les mines, les fermes, les plantations de jasmin, de thé, de noix de cajou, les verreries, les usines d’allumettes, de cigarettes, les rizières, les décharges à ciel ouvert. Ils sont vendeurs, cireurs de chaussures, mendiants, chiffonniers, ouvriers agricoles, tailleurs de pierre, conducteurs de vélos- taxis."

Y a quién le puede gustar. Pero la clave la da la primera frase del párrafo. Las familias necesitan el dinero que aportan con su trabajo. Más adelante nos va a contar la historia de la madre que trabaja 12 horas al día enrollando tabaco para ganar un euro. ¿Qué espera Colombani, que se mueran de hambre antes que los hijos trabajen? Es inviable, y el problema no se arregla con una escuela que les enseñe a leer.

Mucho más grave me parece otro de los problemas denunciados en la novela, el de las violaciones generalizadas a niñas y mujeres "toutes victimes d’un cruel paradoxe : ces filles qu’on ne doit pas toucher, on n’hésite pas à les violer." Y me encanta la iniciativa de una tal Usha, que ha dado formación de autodefensa a miles de niñas, y que es practicada por otra de las protagonistas de la novela, la tipa dura Preeti. No la conocía.

Cuando Léna dedice montar su colegio, se enfrentará a numerosos problemas, que constituyen quizá la parte más interesante de la novela, por su deje costumbrista. En particular, me resultó apasionante el momento en que descubren que el solar está lleno de cobras y se ven obligados a contratar a un encantador de serpientes. Resulta que "Ils sont nombreux dans la région, et très sollicités en période de mousson". Qué cosas.

Tras esto, las escenas que se suceden son básicamente de denuncia, y la novela se pierde por el camino de la injusticia hacia derroteros sin demasiado interés. No es una lectura interesante, y no está, ni de lejos, al nivel de su predecesora. Eso podría explicar porque la carrera de Colombani quedó reducida a tan poca cosa. Solo tenía una novela dentro y ya la sacó. Que le quieten lo bailado.

sábado, 1 de junio de 2024

La generación ansiosa ("The anxious generation"), de Jonathan Haidt

 Con Haid he aprendido un montón sobre psicología social. Me he leído toda su obra (The righteous mind, The happiness hypothesis y The coddling of the american mind), y lógicamente me puse con este ensayo en cuanto supe de su existencia. Sin embargo, este libro ha sido bastante decepcionante para mí, ya que Haidt abandona la función divulgativa para optar por una activista. Lo que no digo que me parezca mal, sino que no se aprende demasiado con esta lectura, al contrario que con las obras que señalé más arriba.

Este libro retoma uno de los temas del anterior ("The coddling..."). Una de las causas de tal "coddling", que podríamos traducir por mimar, era el uso de las redes sociales, especialmente por las niñas. Otra era la sobreprotección a que someten en los países anglosajones a los menores, no solo directamente por los padres, sino también por el marco legal, que puede llevar a prisión al padre que deje a su niño cruzar la calle solo.

Estas dos tendencias se han conjuntado en los últimos años, y han creado una verdadera epidemia de enfermedades mentales entre los adolescentes, especialmente en las niñas. Haidt es exhaustivo con los datos que prueban este fenómeno, ya que de hecho lleva años recopilando datos al repecto. Y la verdad es que las gráficas son demoledoras, con una clara forma de palo de hockey con la inflexión en 2010.

Constatado esto, se proporcionan algunas explicaciones psicológicas para esta anomalía, relacionados con los puntos anteriores. El daño procede de que nuestro cerebro está preparado evolutivamente para madurar en el mundo real, aquel en que "relationships and social interactions characterized by four features that have been typical for millions of years: They are embodied, meaning that we use our bodies to communicate, we are conscious of the bodies of others, and we respond to the bodies of others both consciously and unconsciously. They are synchronous, which means they are happening at the same time, with subtle cues about timing and turn taking. They involve primarily one- to- one or one- to- several communication, with only one interaction happening at a given moment. They take place within communities that have a high bar for entry and exit, so people are strongly motivated to invest in relationships and repair rifts when they happen."

Por contra, el mundo virtual se caracteriza casi por lo contrario. En él, las relaciones son "disembodied, meaning that no body is needed, just language. Partners could be (and already are) artificial intelligences (AIs). They are heavily asynchronous, happening via text- based posts and comments. (A video call is different; it is synchronous.) They involve a substantial number of one- to- many communications, broadcasting to a potentially vast audience. Multiple interactions can be happening in parallel. They take place within communities that have a low bar for entry and exit, so people can block others or just quit when they are not pleased. Communities tend to be short- lived, and relationships are often disposable.

Así pues, la maduración que requiere el cerebro del adolescente difícilmente se va a producir en el mundo virtual como lo haría en el mundo real, al que sí estamos adaptados evolutivamente. Dicha maduración es necesaria para "develop the social skills necessary for life in a democratic society," Subrayo la morcilla que mete aquí Haidt, como si hubieran sido democráticas las sociedades en que se produjo la evolución humana. Obviamente, se quita el calificativo y la frase vale.

Esto lo hacen a través de: "free play, attunement, and social learning." En ellas hay que correr riesgos, porque los niños son anti-frágiles, algo que ya nos contaba Haidt en "The cuddling": "Just as the immune system must be exposed to germs, and trees must be exposed to wind, children require exposure to setbacks, failures, shocks, and stumbles in order to develop strength and self- reliance." La sobreprotección ha impedido esta exposición y el resultado es que "The previously exuberant culture of millennial students in discover mode gave way to a more anxious culture of Gen Z students in defend mode."

Ello da lugar a lo que Haidt llama los "four foundational harms: sleep deprivation, social deprivation, attention fragmentation, and addiction.". Se observa que a las chicas el daño se lo están haciendo las redes sociales (Instagram se lleva la palma) mientras que a los chicos se lo ocasionan los videojuegos y la pornografia, aunque son más atemperados. 

Haidt da cuatro razones por las que las chicas sufren más el fenómeno: 

1) Girls Are More Affected by Visual Social Comparison and Perfectionism

2 ) Girls’ Aggression Is More Relational

3) Girls More Easily Share Emotions and Disorders

4) Girls Are More Subject to Predation and Harassment

Para los chicos, Haidt afirma que la cosa no está tan clara. Su posición es ambigua respecto a los videojuegos, a los que atribuye perjucios y beneficios, o sea, que lo malo es el exceso. En cuanto a la pornografía, se resume en esta frase: "The problem is not just that modern pornography amplifies the risk for porn addiction, but that heavy porn use can lead boys to choose the easy option for sexual satisfaction (by watching porn) rather than trying to engage in the more uncertain and risky dating world." Así pues, para Haidt el principal problema que aqueja a los chicos es el de "Safetyism" o sobreprotección, que lleva a que sustituyan el mundo real al que no le dejan ir, por el mucho más cómodo que es el virtual.

Y con todo esto ya está en condiciones Haidt de hacer un manifiesto con sus propuestas, que es al final de lo que va el libro. Entre las propuestas hay mucha chorrada americana, es inevitable: lo mismo que a los 16 años les compran el coche, pues a los 14 que se les dé de alta en Instagram. En fin. Pero sí hay una clara, práctica y recomendable, y es la de evitar que las niñas utilicen redes sociales antes de los 14 años. Es más, ante las dudas de los padres sobre la presión que sufrirán las niñas excluidas si el resto de su grupo no lo está, Haidt afirma contundentemente que aún así la salud mental de las niñas mejorará. 

No quiero dejar pasar un aspecto que señala Haidt. Los diseñadores de redes sociales no actuaron por prueba y error para conseguir plataformas adictivas. Sabían perfectamente lo que hacían, y se apoyaban (y supongo que se apoyan) en el state-of-the-art de la psicología, por lo que difícilmente podían desconocer o al menos anticipar los efectos que sus diseños tendrían en los adolescentes. Por ejemplo, este descubrimiento de la psicología del comportamiento: "It’s best not to reward a behavior every time the animal does what you want. If you reward an animal on a variable- ratio schedule (such as one time out of every 10 times, on average, but sometimes fewer, sometimes more), you create the strongest and most persistent behavior." Ahora que cada uno eche un vistazo a los juegos a los que es adicto.  

Como decía al principio, no es ni mucho menos el libro más interesante de Haidt, pero sí creo que merece la pena que los lean padres primerizos y hasta de niños de 12 años para que actúen en consecuencia y prevengan enfermedades mentales de sus hijos. Aunque, como ya dije en el comentario sobre "The coddling,,," en España los niños siguen saliendo a la calle a jugar y tienen mucha interacción social, lo que les vacuna en cierta forma frente al abuso de redes sociales y videojuegos.