sábado, 29 de noviembre de 2008

La mentira de los ciclos económicos

La doctrina oficial y mayoritaria en la economia contemporánea es existen ciclos económicos. De forma que, según esta doctrina, es normal que en algunos periodos la economía crezca y a estos periodos les siga otros de depresión. Vamos, que se trata de un tema natural, algo así como la noche y el día, o las estaciones del año.

Esta doctrina es muy cómoda para los gobiernos, evidentemente, y por eso es la generalmente aceptada, o inducida a aceptar. De esta forma, los gobiernos se pueden erigir en los campeones de la sociedad, que luchan denodadamente cuando el ciclo se tuerce, para que a los demás mortales no nos afecte demasiado el tema. En esta tesis se enmarcan las reformas que han de hacer los gobiernos diligentes, aprovechando los momentos de bonanza para prepararse para las vacas flacas.

Pero, ¿cómo es posible que alguien acepte sin más que la economia es algo cíclico? ¿Cómo puede pensarse que la economia está regida por leyes naturales, como la gravedad o las leyes de la termodinámica? Los agentes de en estas últimas son entidades inertes, carentes de voluntad, que no actúan, sino que reaccionan. Una piedra que cae no lo hace impelida por su voluntad.

Esto es justo lo contrario de lo que ocurre en la economía, cuyos agentes son los seres humanos. Y los seres humanos actúan de acuerdo a su voluntad, tratando de satisfacer sus necesidades a partir de los recursos que encuentra a su alrededor. No hay nada "natural" en el comportamiento humano, todo es artificial, guiado por su voluntad.

Y sin embargo nos quieren hacer creer que, de alguna forma, este conjunto de interacciones artificiales pueden resultar en una especie de situación cíclica para el mercado. ¿Quién de los seres humanos se comporta de forma cíclica? De 2002 a 2007 todos nos volvimos locos de euforia y desde mediados de 2007 a todos nos ha entrado la depresión, es natural. Lo único que hay que esperar es que esto escampe, básicamente que se nos pase la depresión, y volverán los tiempos de bonanza.

Desgraciadamente, no es así, no hay nada de natural ni de cíclico en la economía. Los ciclos se deben a la intervención de los gobiernos en la creación de dinero, como bien demuestra la teoría económica austriaca. Ellos son los que crean las crisis económicas, no los que las combaten. Las crisis económicas son resultado de la conducta humana de los políticos.

Precisamente porque no hay nada natural en la economía, nadie puede garantizar que se vaya a salir de una crisis económica. La única salida para la misma es la acción humana (lo he dicho ya muchas veces, específicamente la de los emprendedores). Pero contra esa salida se opone el enorme poder de los gobiernos, con cada intervención impiden y dificultan más la salida del pozo.

Eso sí, todos los parados que estas irresponsables actuaciones crean y mantienen, son un fenómeno cíclico. La culpa, de la naturaleza.

4 comentarios:

angel dijo...

Muy buena argumentación, pero eso creo que tampoco debe llevarnos a pensar que sin esas intervenciones que crean los ciclos, como los conocemos en la historia contemporánea, entraríamos en una fase de total estabilidad... creo que seguiría habiendo periodos de más crecimiento que otros, por oleadas de innovaciones, u otras causas. Eso sí, no tendría nada que ver con el proceso boom-bust.

Benito García Pedraza dijo...

Los fanáticos "austríacos" (con perdón)... Les pasa un poco como a los jóvenes intelectuales que han encontrado un nuevo modelito teórico, un nuevo método, que les va bien, con el parece que lo pueden explicar todo... y a eso se ponen.

No es que cuestione vuestra capacidad intelectual, que no quiero ponerme ácido, pero, hombre, la libertad y la sociedad tampoco una "causa" (que nacieron) con vosotros. Sí creo en los ciclos, es más, creo que la explicación cíclica es esencial para entender todos los fenómenos de la naturaleza, y la economía, y la sociedad humana, también son fenómenos naturales, que deben ser entendidos y explicados, precisamente, a partir de sus "reacciones".

En fin, que no sé si me pierdo algo sin leer a los "austríacos", pero luego a muchos otros que ya los han leído, macho.

Ferhergón dijo...

Gracias por los comentarios.

Benito, lo tuyo con los ciclos económicos es cuestión de fe (pues dices que crees en ellos); lo mío (de los austriacos) con su ausencia, cuestión de razonamiento, como queda expuesto en la entrada.

Por cierto, el fanatismo es cuestión de fe, no de razón.

Marcos dijo...

Le hechas la culpa a los gobiernos, te olvidas de que estos nos cobran impuestos porque le deben intereses a los bancos! y.... La pregunta del millon... ¿de donde sale el dinero de los bancos? ¿de la oferta y la demanda? jajajajajajajajajajajajjajajajajaj