domingo, 6 de marzo de 2016

A flor de piel, de Javier Moro

Otra buena novela de Javier Moro, la última que ha publicado, en el verano de 2015. Después de su lectura y de la de "El imperio eres tú" decidí lanzarme a fondo con sus otros novelas. Creo que aquí ya he comentado "El pie de Jaipur" y "El sari rojo".

"A flor de piel" trata de un episodio histórico poco conocido y en que España tuvo la gloria de ser pionera. Una pena que no seamos conscientes de tantos héroes emprendedores que en mejores momentos han surgido en nuestro país.

En este caso, la hazaña consistió en llevar la vacuna de la viruela a Sudamérica. Pero, claro, en la época que se hizo no había aviones ni refrigeradores que permitieran tal traslado con facilidad, sino que hubo de acudirse a un engorrosa e ingeniosa logística. Estoy hablando del reinado de Carlos IV, en concreto la expedición tuvo lugar en 1803.

La solución consistió en usar niños como portadores de la vacuna. Pero como los efectos se perdían cada dos días, se necesitaba un número de niños suficiente para toda la travesía, inoculándoles el fluido de forma sucesiva. El problema se reproduciría una vez en América, pero supuestamente aquí sería más fácil hacerse con niños para continúar el transporte.

Aparte de los niños, son tres los protagonistas del libro: el conocido médico Francisco Xavier Balmis, su ayudante, Josep Salvany igualmente heroíco pero con menos reconocimiento histórico, y la niñera Isabel Zendal.

La historia que se nos cuenta está llena de aventuras, casi como si de un libro de Julio Verne se tratara, salvo que éstas ocurrieron de verdad. Además de la propia travesía del Atlántico con 20 niños pequeños, están los propios viajes dentro del continente americano (Salvany llegó a Bolivia con la vacuna) y luego el retorno por la vía del Pacífico y Filipinas. Y, sobre todo, los considerables obstáculos administrativos que encontró en cada caciquillo pese a tener todas las bendiciones reales, lo que a su vez es prueba del verdadero alcance del poder de los reyes en España. Imagínense por un momento a un embajador actual contraviniendo una orden del presidente del Gobierno, eso sí, elegido democráticamente.

Se trató de una gesta heroíca que sin duda tendría muchas pelis de haber sido acometida por los americanos, y que muestra el espíritu emprendedor de los españoles en todas las épocas. El impulso de Balmis es formidable, un espíritu para vencer todos los obstáculos a los que se tiene que enfrentar.

Del estilo de Moro poco puedo añadir a lo dicho en las entradas sobre sus otros libros. Consigue que la historia te atrape a partir de los retazos históricos de que dispone. Como curiosidad, estuve a punto de empezar a leer "Ángeles custodios", de Almudena de Arteaga porque lo tenía en el kindle tras alguna promoción; cuál sería mi sorpresa al ver que la temática volvía a ser la expedición de Balmis. Lógicamente, de momento pospongo su lectura.

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