sábado, 19 de abril de 2008

Frodo Baggins: Esparanza y fatalismo

Mi libro preferido es el Señor de los Anillos. Cada vez que lo he leído (la primera, con 13 años; la última, en inglés, en 2001), lo he disfrutado más. Y también he podido disfrutar sus películas, juegos de ordenador y hasta la banda sonora. Y hay un musical en Londres que me encantaría ver, aunque las críticas creo que no son muy buenas.

Hay varios personajes muy interesantes en el libro. Hoy me detendré en el que se puede calificar como protagonista, Frodo, el Portador del Anillo.

Cuando su tío Bilbo le da el Anillo, no puede ser consciente del "marrón" que le ha endosado. Pero poco a poco la maldición del Anillo comienza a revelarse, y Frodo a enfrentar su responsabilidad y destino. Desde el primer momento en que le cuenta Gandalf su historia, Frodo asume que la victoria es casi imposible, que Saurón terminará haciéndose con la Tierra Media, pues sus poderes son inconmensurables.

Yo creo que Frodo asume la tarea de llevar el Anillo a Bree, porque allí espera desprenderse de él y volver a su cómoda vida. Pero en Bree se encuentra que tiene que seguir su tarea, y ha de continuar a Rivendel, pero mantiene la ilusión de que es algo pasajero, y que pronto volverá a su hogar. Allí, lo mismo, ahora le toca liderar la Comunidad del Anillo hacia las profundidades de Mordor. Y eventualmente ha de tomar la decisión desesperada de irse solo (en lo que fracasa, gracias a Sam Gamyi, al que dedicaremos líneas en otro momento).

Frodo va asumiendo estas tareas como algo inevitable, la única posibilidad de derrotar a Sauron. Y eso que él nunca cree en sus posibilidades; ni siquiera el lector confía en él. Pero no ve alternativa, o lo hace él, o nadie lo hará.

¿Cómo se puede afrontar una tarea de tal magnitud estando convencido de que vas a fracasar? Frodo, con cada decisión, se ve más lejos de su añorada Comarca. Otro hubiera cedido a las primeras de cambio (nosotros), pero no Frodo: los hobbits esán hechos de una pasta especial, dice Gandalf. Insisto, lo más importante es que lo hace, no porque crea que va a conseguir derrotar a Saurón, sino porque es la única posibilidad de hacerlo. Por eso es un héroe verdadero, un ejemplo a seguir, una referencia vital. Lo hace porque hay que hacerlo, y punto.

Por eso, el fatalismo de Frodo se traduce en la esperanza de todos sus compañeros en el lado de la luz, la única esperanza de derrotar al mal. Si Frodo cae, detrás de él lo hará la Tierra Media.

¿Dónde estás, Frodo, cuando te necesitamos?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Frodo Fernando, bonita historia. En relacion con esto, queria comentar que en los dias actuales el sacrificio no es un valor en alza. Todo el mundo habla de derechos, pero nadie menciona los deberes necesarios para el disfrute de tales derechos.
Tengo ya en mis manos "camino de servidumbre", pero se me acumula las lecturas porque tambien tengo "man, economy and state". Poco a poco ire leyendolos. Saludos.

Unknown dijo...

Curioso, Weiyi, nunca había pensado en la tarea de Frodo en términos de sacrificio. Y no hay duda de que lo es, sobre todo porque él piensa que no va a salir con vida de esta.
Al mismo tiempo, tengo la sensación de que Frodo no lo hace por los demás, sino porque ve que es la única posibilidad.

Anónimo dijo...

A mi tambien me regalaron los tre volumenes de Minotauro pero el caso es que nunca pude pasar de la pagina 100.Con 13 años me gustaba mas "La Historia interminable" o incluso "Las 1000 y una noches".

Anónimo dijo...

Amigos todo lo que dicen es cierto pero pensad tambien en el final de Frodo es algo que marco mi vida. cuando empece a leer el libro no pense que se fuera a convertir en algo tan mistico y especial para mi vida. Me ha dolido profundamente la desaparicion de Frodo despues de llegar a Los Puertos Grises con sus cuatro compañeros de aventura-en especial el Amado Sam- no saber que paso con el despues que se subio al barco ha sido la gran incognita de mi vida daria todo por saber que mas paso o si existe un libro que cuente aquello....

Pensadlo y vereis es un sentimiento profundo!