domingo, 20 de abril de 2008

Zapatero, el gran liberal

Y el caso es que no hay ironía en el título, como ahora vereis.

La idea me la ha inspirado una ponencia de Manuel Llamas en el último Congreso de Economía Austriaca.

Lo que decía Manuel es que, desde el punto de vista liberal, interesan unas Comunidades Autónomas fuertes frente a una Administración central débil. En la medida en que esto sea así, y dado que el ámbito territorial de aquellas es considerablemente inferior, se debilita el poder estatal en términos absolutos. En efecto, la "competencia" entre CCAA haría que una división completa de poder del Estado central (entendido como que la "suma" de los poderes de las CCAA es igual al del Estado central), siempre diera lugar a un poder global menor sobre el ciudadano.

Por ejemplo, si una Comunidad cancela el impuesto del Patrimonio, las demás se ven obligadas a ello, si quieren mantener su atractivo relativo para el ciudadano. Y así con todo. De forma que el ciudadano tienen más margen de elección que con un Estado centralizado y condiciones homogéneas en todo el territorio. El que quiera más intervención y peor calidad de vida a largo plazo, puede irse, por ejemplo, a Cataluña o Andalucía; el que quiere más libertad, podrá escoger Madrid o Valencia.

En el fondo, esto significa una aproximación del interés colectivo inexistente al individual. O dicho de otra forma, es más probable que el interés "madrileño" sea más cercano a mis intereses (ya que vivo en esta comunidad) que el interés "español". Los catalanes y los vascos siempre lo han tenido muy claro, aparentemente.

Evidentemente, el siguiente paso en este proceso disgregador sería que los poderes llegaran a los ayuntamientos, y poco más se podría pedir, en la práctica, desde un punto de vista liberal.

Desde este punto de vista, el refuerzo del poder autonómico a costa del poder central es, sin duda, una gran noticia para los liberales. Por eso, ZP podría transformarse en un gran ídolo liberal. Eso sí, siempre que no permitiera que el poder autonómico se refuerce también a costa de la sociedad civil, como ha ocurrido con el Estatuto de Cataluña.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Calidad de vida en Madrid? ¿pero tú has bebido? no lo digo con ánimo de ofender, es que creo que de todas las ciudades de España, no sólo Madrid tiene la peor calidad de vida y sé de lo que hablo, sino que es probablemente una de las peores capitales de la Europa occidental, por no decir la peor. Eso sin mirar el coste de la vida que entonces únicamente podría ser comparada con el infierno.

Yo he vivido en varias ciudades españolas y en breves estancias en algunas europeas y te puedo decir que Madrid es lo más parecido a un manicomio, ahora me saldrás con encuestas y cifras económicas, yo te hablo de lo que he visto a pie de calle.

Ferhergón dijo...

nwobhm, gracias por el comentario.

No he dicho que Madrid ciudad tenga mejor calidad de vida ahora que nadie. Además, entiendo que la calidad de vida es, como todo en la economía austriaca, subjetiva.

No te preocupes, coincido contigo en que las cifras económicas no son prueba de calidad de vida. Los que las suelen usar son los Gobiernos para justificar su intervención.

Lo que sí afirmo es que, en la medida en que una sociedad esta sujeta a una menor intervención, florecen sus posibilidades y a largo plazo su calidad de vida, pues se van satisfaciendo mejor las necesidades de sus individuos, que si el régimen está intervenido.