lunes, 5 de mayo de 2008

Una cruz por la Iglesia

Aunque el debate con el tema de Isabel la Católica se ha mostrado más caliente de lo que mis conocimientos de historia me permiten mantener, prefiero dedicar la entrada de hoy a este tema, aprovechando que ha empezado otra "fiesta" de la democracia, la campaña de la renta.

Son escasísimas las oportunidades que nos da el Estado de decidir el destino de nuestros impuestos. De hecho, parecen resumirse en las dos posibles aspas que nos permiten dedicar un porcentaje a la Iglesia y otro a determinades organizaciones.

Aunque solo sea porque es una excepción dentro de la declaración de impuestos, creo que todos deberíamos optar de forma expresa por dar un paradero conocido y concreto a lo que pagamos de impuestos. Y con independencia de ser creyentes o no.

Si ese porcentaje no lo dedicamos a la Iglesia, se lo dejamos al Gobierno para que lo use como mejor le parezca, como si tuviera pocos fondos sobre los que decidir. Vamos, que si no se lo damos a la Iglesia, será Bibiana o Miguel Sebastian el que se lo dé a sus amigos. Creo que es indiscutible, con independencia de nuestra confesión, que seguro que mejor destino le da la Iglesia, organización de principios consolidados a través de los siglos, y que mantiene numerosísimas formas de ayuda a los necesitados.

Además, y esto es de destacar, pues mucha gente no lo sabe, hacer esta asignación a la Iglesia es PERFECTAMENTE compatible con asignar otro porcentaje idéntico a organizaciones como la Cruz Roja. Vamos, que se pueden marcar las dos casillas. Aunque tal como lo dispone el formulario, parece dar a entender que es o uno u otro (no seamos mal pensados, creamos que es simple negligencia).

Ejerzamos la poca libertad que tenemos sobre el dinero que el Estado nos extrae coercitivamente, y marquemos ambas casillas. Ya, ni Bibiana ni Miguel os lo agradecerán, pero sí mucha gente necesitada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque soy el primero que defiende marcar la casilla de la Iglesia, y de hecho la marco, hay que hacerte una matización: Las dos casillas van a la Iglesia.

La casilla de la Iglesia, propiamente, sirve para adjudicar fondos a la estructura de la Iglesia: la Conferencia Episcopal, los Obispados, etc.

En cambio, la otra casilla, la de organizaciones sociales sirve no sólo para los timos de la ONG, sino también para las organizaciones religiosas de la iglesia con fines sociales, como Caritas, los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios o las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús (tres organizaciones de la Iglesia que junto con Cruz Roja y no recuerdo cual otra están entre las cinco que más reciben).

Eso sí, la casilla de la Iglesia hay que marcarla sí o si, los que somos católicos.