He decidido ir dedicando cada vez más entradas de este blog a desenmescarar la realidad de los servicios públicos, prestados por las Administraciones. La teoría económica dice, Rothbard dice, que los recursos dedicados a ellos son "desperdicio", y la evidencia empírica lo prueba todos los días.
Lo que pasa es que la mayoría de la gente opta por vivir en la inopia, en una ilusión que nos proporcione una cierta certeza sobre nuestro entorno, porque es la única forma de tirar adelante. Pues yo creo que hay que sacarles de la inopia, porque la única solución es que se den cuenta, y así entre todos podamos cambiar esta especia de Matrix en que la casta política nos desangra. Hay que mostrar todos los días que ningún servicio público funciona, y que, si aparentemente lo hace, nos cuesta un congo.
Hoy hay que incidir sobre el proceso legislativo, mediante el que el Estado crea las normas con las que nos gobierna/oprimer. Oh, el Parlamento, el templo de la democracia. A los que de una forma u otra nos relacionamos con el proceso legislativo, la secuencia que paso a describir, no nos extraña en demasía. Pero sí debería contribuir a desmitificar las normas, que con nuestro derecho positivo quedan legitimadas por su elaboración, y con independencia de su contenido.
El episodio tenía lugar ayer, en relación con la ley del aborto o como la quieran llamar, tras acceder el PNV a votarla a cambio de (cosas desconocidas) y que se solicitara el consentimiento paterno por las menores. La escena la vi en TV, y demuestra todo el patetismo del supuesto proceso legislativo que nos norma. Dos diputados, dos de nuestros representantes, discutían sobre la redacción del articulado que permitía esa posibilidad (creo que eran del PNV y de ERC).
Y así, entre "eso qué quiere decir", "eso es una coma", "no sería mejor poner no sé qué", se gesta la norma que supuestamente va a regular nuestra vida (bueno, más bien la muerte de los niños no-natos). Así, con un lapicerillo y dos tipos discutiendo sobre letras. Y unos cuantos listos diciéndoles lo que tienen que escribir para, según se apruebe la norma, empezar a explotarla.
Que nadie se engañe. Todas nuestras sacrosantas leyes, reglamentos y resoluciones, vengan de donde vengan, son un puro mamoneo entre gente que tiene el poder pero ni idea, y gente que tiene las ideas y quiere dirigir al poder. Ninguna se hace por el ciudadano o por el interés general. Y hasta el último minuto hay mamoneo; de hecho, esos son los cambios más peligrosos.
Luego a los restantes mortales nos toca cumplir la basura que estos señores han parido. Y todavía habrá alguien que se sentirá obligado a cumplir estas normas. Sí, estamos obligados, no nos queda otra, la cárcel es la alternativa. Pero que conste que es por la amenaza de su violencia en monopolio, no por ningún criterio moral. El que tiene la pistola siempre puede obligarte a hacer cosas, y eso no quiere decir que esas cosas sean correctas.
viernes, 11 de diciembre de 2009
viernes, 4 de diciembre de 2009
¿Qué es la economía sostenible?
... pregunta Luis Herrero mientras clava su pupila en la de Federico JLosantos. ¿Qué es economía sostenible? ¿Y tú se lo preguntas?
Leche, léete el anteproyecto de la Ley homónima, y en su artículo 2 lo tienes perfectamente definido.
Teníamos economía de la empresa, economía de la regulación, microeconomía y macroeconomía, economía doméstica, economía industrial, economía pública... pues ya tenemos ECONOMÍA SOSTENIBLE.
Y el mundo no volverá a ser el mismo. Con dos narices:
"A los efectos de la presente Ley, se entiende por economía sostenible un patrón de crecimiento que concilie el desarrollo económico, social y ambiental en una economía productiva y competitiva, que favorezca el empleo de calidad, la igualdad de oportunidades y la cohesión social, y que garantice el respeto ambiental y el uso racional de los recursos naturales, de forma que permita satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades."
Le falta poner lo del "consenso", y ya tenemos todos los tópicos de la progresía en cinco frases. Por cierto, me consta que esta definición la están estudiando los niños de Educación para la Ciudadania. Y es chungo aprendérsela, que son cinco líneas.
Bueno, y ahora que ya todos hemos echado unas risas, la parte amarga. La LES es un cajón de sastre donde han metido de todo. Hicieron un resumencillo, pero en él se olvidaron de algunas cosas, como lo del corte de los accesos de Internet. Minucias.
El problema es que me da la impresión de que esto es la punta del iceberg, aunque sea la que más pinche, que para eso es punta. El anteproyecto de marras tiene 198 páginas, donde las primeras 95 son el articulado de la Ley, lo que se supone es el contenido de la misma, y lo que estaba resumido en el pdf famoso.
Pero después aún quedan 100!!! páginas de disposiciones finales en que se dedican a modificar todo tipo de leyes por la puerta de atrás. Lo que ha salido, lo del corte de Internet, está en las Disposiciones Finales Primera y Segunda. Pero es que quedan muchas más detrás. ¿Qué se está tocando en ellas? ¿Alguien lo sabe? Yo no. Las he mirado, pero en muchos casos se refieren a aspectos técnicos cuyo alcance se me escapa. Todo esto huele a chamusquina.
Leche, léete el anteproyecto de la Ley homónima, y en su artículo 2 lo tienes perfectamente definido.
Teníamos economía de la empresa, economía de la regulación, microeconomía y macroeconomía, economía doméstica, economía industrial, economía pública... pues ya tenemos ECONOMÍA SOSTENIBLE.
Y el mundo no volverá a ser el mismo. Con dos narices:
"A los efectos de la presente Ley, se entiende por economía sostenible un patrón de crecimiento que concilie el desarrollo económico, social y ambiental en una economía productiva y competitiva, que favorezca el empleo de calidad, la igualdad de oportunidades y la cohesión social, y que garantice el respeto ambiental y el uso racional de los recursos naturales, de forma que permita satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades."
Le falta poner lo del "consenso", y ya tenemos todos los tópicos de la progresía en cinco frases. Por cierto, me consta que esta definición la están estudiando los niños de Educación para la Ciudadania. Y es chungo aprendérsela, que son cinco líneas.
Bueno, y ahora que ya todos hemos echado unas risas, la parte amarga. La LES es un cajón de sastre donde han metido de todo. Hicieron un resumencillo, pero en él se olvidaron de algunas cosas, como lo del corte de los accesos de Internet. Minucias.
El problema es que me da la impresión de que esto es la punta del iceberg, aunque sea la que más pinche, que para eso es punta. El anteproyecto de marras tiene 198 páginas, donde las primeras 95 son el articulado de la Ley, lo que se supone es el contenido de la misma, y lo que estaba resumido en el pdf famoso.
Pero después aún quedan 100!!! páginas de disposiciones finales en que se dedican a modificar todo tipo de leyes por la puerta de atrás. Lo que ha salido, lo del corte de Internet, está en las Disposiciones Finales Primera y Segunda. Pero es que quedan muchas más detrás. ¿Qué se está tocando en ellas? ¿Alguien lo sabe? Yo no. Las he mirado, pero en muchos casos se refieren a aspectos técnicos cuyo alcance se me escapa. Todo esto huele a chamusquina.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Ley de Economía Sostenible
Tenía curiosidad por conocer cuál era el modelo económico que nos iba a imponer ZP con la idea de salvar España y el mundo a su medida. Así que, en cuanto tuve oportunidad, me eche un vistazo al resumen pdf que el el gobierno ha publicado con el contenido de la renombrada ley. Se me presentaba una inmejorable oportunidad de criticar con la teoría económica austriaca la medida estrella del gobierno.
Tras leerlo, uno no sabe si reir o llorar. Llorar porque esa ley demuestra la capacidad de nuestros actuales gobernantes PSocialistas, que queda así demostrado ser nula. Reir porque, con esta ley, poco más van a fastidiar la economía de los españoles, ya que no hay nada relevante. En todo caso, nada que poder analizar con teoría económica.
La cacareada ley es un sumatorio asistemático de las ideillas y ocurrencias que han tenido los señores del gobierno en los últimos meses. Digo sumatorio, quizá debería decir colección, porque una suma supone elementos homogéneos (no se pueden sumar peras con manzanas), y aquí no hay nada homogéneo, cada cosa es de su padre y de su madre.
Incluyen la reforma de las entidades reguladoras, lo del Mega para el servicio universal, la publicación de la retribución de los directivos de las cotizadas, y alguna chorrada más. Nadie se ha parado a pensar (afortunadamente) en una actuación conjunta. Esto ha pasado por los ministerios, cada uno ha hecho sus propuestas, y la Salgado ha hecho "copy-paste" y lo ha metido en el mismo documento. Lo mismo que hacen los inútiles cuando lideran un equipo para hacer un informe: no dan más de sí, y no son capaces de integrar propuestas en alguna dirección.
Eso sí, grupos crean unos cuantos:
- Grupo especial de evaluación del gasto que analizará, tanto los programas de gasto, como la estructura y procedimientos de los diversos ministerios y organismos públicos, y realizará recomendaciones para incrementar su eficiencia.
Este es mi preferido: para reducir gastos, empezamos incrementándolos con un "grupo".
- Mesa de Movilidad Sostenible como órgano consultivo, asesor y de cooperación de todos los agentes vinculados a la movilidad.
- Conferencia Sectorial de Energía como órgano de coordinación entre el
Estado y las Comunidades Autónomas en materia de preparación, desarrollo y aplicación
de la planificación estatal sobre energía.
Hay mucha estupidez metida en esta ley. Pero sí me he de quedar con una, opto por lo de la morosidad. Esta Ley LUCHA contra la morosidad de las Administraciones. "Se obliga a las Administraciones a abonar el pago en los treinta días siguientes a la expedición de las certificaciones de obras, a partir de 2013".
A ver si nos enteramos: la morosidad de las AAPP no se resuelve con una ley. Ya la hay. El problema es que las AAPP no cumplen la ley, ni la van a cumplir, aunque lo pongan en 10 días. ¿Por qué? Porque ess es el interés general.
Tras leerlo, uno no sabe si reir o llorar. Llorar porque esa ley demuestra la capacidad de nuestros actuales gobernantes PSocialistas, que queda así demostrado ser nula. Reir porque, con esta ley, poco más van a fastidiar la economía de los españoles, ya que no hay nada relevante. En todo caso, nada que poder analizar con teoría económica.
La cacareada ley es un sumatorio asistemático de las ideillas y ocurrencias que han tenido los señores del gobierno en los últimos meses. Digo sumatorio, quizá debería decir colección, porque una suma supone elementos homogéneos (no se pueden sumar peras con manzanas), y aquí no hay nada homogéneo, cada cosa es de su padre y de su madre.
Incluyen la reforma de las entidades reguladoras, lo del Mega para el servicio universal, la publicación de la retribución de los directivos de las cotizadas, y alguna chorrada más. Nadie se ha parado a pensar (afortunadamente) en una actuación conjunta. Esto ha pasado por los ministerios, cada uno ha hecho sus propuestas, y la Salgado ha hecho "copy-paste" y lo ha metido en el mismo documento. Lo mismo que hacen los inútiles cuando lideran un equipo para hacer un informe: no dan más de sí, y no son capaces de integrar propuestas en alguna dirección.
Eso sí, grupos crean unos cuantos:
- Grupo especial de evaluación del gasto que analizará, tanto los programas de gasto, como la estructura y procedimientos de los diversos ministerios y organismos públicos, y realizará recomendaciones para incrementar su eficiencia.
Este es mi preferido: para reducir gastos, empezamos incrementándolos con un "grupo".
- Mesa de Movilidad Sostenible como órgano consultivo, asesor y de cooperación de todos los agentes vinculados a la movilidad.
- Conferencia Sectorial de Energía como órgano de coordinación entre el
Estado y las Comunidades Autónomas en materia de preparación, desarrollo y aplicación
de la planificación estatal sobre energía.
Hay mucha estupidez metida en esta ley. Pero sí me he de quedar con una, opto por lo de la morosidad. Esta Ley LUCHA contra la morosidad de las Administraciones. "Se obliga a las Administraciones a abonar el pago en los treinta días siguientes a la expedición de las certificaciones de obras, a partir de 2013".
A ver si nos enteramos: la morosidad de las AAPP no se resuelve con una ley. Ya la hay. El problema es que las AAPP no cumplen la ley, ni la van a cumplir, aunque lo pongan en 10 días. ¿Por qué? Porque ess es el interés general.
sábado, 28 de noviembre de 2009
El valor de los inmuebles del centro de Madrid
Hace ya tiempo que las empresas de este país huyeron de los centros de la ciudadades, y, en particular, del de Madrid. Allí, en todo caso, dejan edificios emblemáticos, no usados ya para cobijar sus trabajadores, sino como tiendas o salas de exposiciones. Y es que estas empresas se dieron cuenta de qué al valor inmobiliario del centro, era más rentable enajenar sus sedes, y sacar lo que pudieran a las afueras, al extra-radio, donde los inmuebles son más baratos. De esta forma, ponen en valor sus activos, y ahorran gran cantidad de costes, sobre todo de oportunidad (en el caso de que los edificios fueran suyos).
¿Y quiénes se quedaron con estos inmuebles? Un paseo por el centro de Madrid da rápida respuesta: nuestras queridas administraciones públicas. Por la calle de Alcalá se suceden sedes ministeriales y de organismos públicos, culminando con el Banco de España y la flamante nueva sede del ayuntamiento de Madrid. Pero, con más modestia quizá, esta calle también cobija la CNE, el ministerio de Igualdad, algo de prisiones, el ministerio de Cultura, y diversas administraciones de la Comunidad de Madrid.
No podía ser de otra forma. Aquellas entidades cuyos clientes no tienen opción ha dejar de pagar por una sede en el centro, son los adquirientes o usuarios de los inmuebles. Las empresas no se lo pueden permitir. Esto es, los clientes no toleran e extracoste que estos lujos conllevan. Y se salen con sus trabajadores a otras áreas. No ocurre lo mismo con las administraciones, cuyos costes los padecen los ciudadanos sin posibilidad de disciplinar. Así que para los presidentes o jefes de estas entidades, lo guay es tener el edificio en el centro. A nadie tienen que rendir cuentas. Y nuestro centros se populan de admisnitraciones públicas. Qué triste imagen para una ciudad pujante como parece ser Madrid.
Pero la reflexión va un poco más allá: si los únicos adquirientes/usuarios de estos inmuebles son las administraciones, que, por definición, no saben valorar los recursos del mercado, entonces, ¿quién hace que los precios de los inmuebles del centro sean tan caros que hay que salirse fuera? ¿Será posible que sean las propias administraciones las que con nuestros impuestos estén empujando estos precios hacia arriba, de forma que las empresas y trabajadores que pagamos los mismos nos veamos obligados a trabajar en las afueras? Sería una más de las paradojas que nos envuelven.
Más fácil es la explicación de "grupos de presión". Esto es, de alguna forma, la forma de poner en valor estos activos es "convencer" a la administración pública de que compre esos edificios a un precio que nadie en su juicio pagaría.
¿Y quiénes se quedaron con estos inmuebles? Un paseo por el centro de Madrid da rápida respuesta: nuestras queridas administraciones públicas. Por la calle de Alcalá se suceden sedes ministeriales y de organismos públicos, culminando con el Banco de España y la flamante nueva sede del ayuntamiento de Madrid. Pero, con más modestia quizá, esta calle también cobija la CNE, el ministerio de Igualdad, algo de prisiones, el ministerio de Cultura, y diversas administraciones de la Comunidad de Madrid.
No podía ser de otra forma. Aquellas entidades cuyos clientes no tienen opción ha dejar de pagar por una sede en el centro, son los adquirientes o usuarios de los inmuebles. Las empresas no se lo pueden permitir. Esto es, los clientes no toleran e extracoste que estos lujos conllevan. Y se salen con sus trabajadores a otras áreas. No ocurre lo mismo con las administraciones, cuyos costes los padecen los ciudadanos sin posibilidad de disciplinar. Así que para los presidentes o jefes de estas entidades, lo guay es tener el edificio en el centro. A nadie tienen que rendir cuentas. Y nuestro centros se populan de admisnitraciones públicas. Qué triste imagen para una ciudad pujante como parece ser Madrid.
Pero la reflexión va un poco más allá: si los únicos adquirientes/usuarios de estos inmuebles son las administraciones, que, por definición, no saben valorar los recursos del mercado, entonces, ¿quién hace que los precios de los inmuebles del centro sean tan caros que hay que salirse fuera? ¿Será posible que sean las propias administraciones las que con nuestros impuestos estén empujando estos precios hacia arriba, de forma que las empresas y trabajadores que pagamos los mismos nos veamos obligados a trabajar en las afueras? Sería una más de las paradojas que nos envuelven.
Más fácil es la explicación de "grupos de presión". Esto es, de alguna forma, la forma de poner en valor estos activos es "convencer" a la administración pública de que compre esos edificios a un precio que nadie en su juicio pagaría.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
La ilusión de los servicios que nos suministra el gobierno
Es muy difícil que la gente vea la realidad que ocultan los gobiernos y sus servicios, pero no por ello hay que seguir intentando iluminar a los obnubilados. Y creo la reciente peripecia del Alakrana ofrece una nueva oportunidad para forzar a los ciegos a ver.
La mayor parte de la gente cree en un estado que garantiza sus supuestos derechos, que le va a soportar en caso de necesidad, al que puede acudir cuando necesita justica o sanidad, que es su garante definitivo cuando llegue la jubilación. Todos necesitamos ese marco de pretendida certidumbre para seguir adelante. Pero la realidad es completamente distinta.
Lo único seguro en relación con el estado es que nos quita parte de la riqueza que generamos para usarlo según sus designios. Todo lo demás está sujeto a tanta o mayor incertidumbre que la vida normal. Y eso pese a todas las constituciones, leyes y normas de todo tipo que pretenden garantizarnos cosas. Eso no es más que propaganda, sabia y profusamente diseminada por todos los poros que abrimos a la sociedad que nos rodea: medios, universidades, colegios, políticos...
Pero la realidad es muy tozuda. Y cuando las cosas se complican, todos padecemos en nuestra carne la crudeza de los servicios públicos. ¿No es una función indiscutible del estado la defensa de los ciudadanos? ¿No le pagamos montones de impuestos para que nos defienda de enemigos interiores y exteriores? ¿No es quizá ésta la función por excelencia del estado, la razón última de que estemos agrupados como sociedad, nuestra mutua defensa? Si el estado falla en esto, ¿en qué podremos esperar que funcione?
Pues ahí lo tenemos en toda su magnitud, el desastre que supone el estado en las cosas más nimias. La defensa pública funciona siempre, menos cuando tiene que funcionar. Es un concepto abstracto: el estado me protege del enemigo. Y seguimos adelante, mientras no tengamos enemigo. Porque el día que realmente lo tenemos, estamos solos ante el peligro.
El caso del Alakrana es la enésima prueba más. Unos marineros por el Índico pescando; llegan unos cuantos mataos somalíes con sus metralletas, los capturan, y el estado se muestra completamente incapaz de rescatarlos y castigar a los delincuentes para que no vuelvan a hacerlo. Y eso que Somalia es, my God, una anarquía, imposible vivir allí.
Nada, ninguna alternativa. Los marineros supuestamente protegidos por el estado español se pasan más de 40 días en la indefensión absoluta, en manos de un grupúsculo que cuenta con la millonésima parte de los recursos de la agencia contra la que se enfrentan. Y menos mal que consiguen publicidad en los medios, que si no, se quedan secuestrados para los restos, con nuestro estado de escaqueo. Cada vez que veo algo de esto en la tele, tiemblo de pensar en todas las personas cuyo caso similar no ha sido capaz de atraer la atención mediática y que, por tanto, se quedan realmente solas ante el peligro.
Y prefiero no hablar del método utilizado para obtener la libertad de los ciudadanos protegidos, que no hace más que incrementar el riesgo de que otros ciudadanos protegidos necesiten de esa protección.
En fin: el Alakrana es otro baño de realidad sobre la inoperancia de los gobiernos. A ver si unas cuantas personas más se dan cuenta y poco a poco cambia el mundo.
La mayor parte de la gente cree en un estado que garantiza sus supuestos derechos, que le va a soportar en caso de necesidad, al que puede acudir cuando necesita justica o sanidad, que es su garante definitivo cuando llegue la jubilación. Todos necesitamos ese marco de pretendida certidumbre para seguir adelante. Pero la realidad es completamente distinta.
Lo único seguro en relación con el estado es que nos quita parte de la riqueza que generamos para usarlo según sus designios. Todo lo demás está sujeto a tanta o mayor incertidumbre que la vida normal. Y eso pese a todas las constituciones, leyes y normas de todo tipo que pretenden garantizarnos cosas. Eso no es más que propaganda, sabia y profusamente diseminada por todos los poros que abrimos a la sociedad que nos rodea: medios, universidades, colegios, políticos...
Pero la realidad es muy tozuda. Y cuando las cosas se complican, todos padecemos en nuestra carne la crudeza de los servicios públicos. ¿No es una función indiscutible del estado la defensa de los ciudadanos? ¿No le pagamos montones de impuestos para que nos defienda de enemigos interiores y exteriores? ¿No es quizá ésta la función por excelencia del estado, la razón última de que estemos agrupados como sociedad, nuestra mutua defensa? Si el estado falla en esto, ¿en qué podremos esperar que funcione?
Pues ahí lo tenemos en toda su magnitud, el desastre que supone el estado en las cosas más nimias. La defensa pública funciona siempre, menos cuando tiene que funcionar. Es un concepto abstracto: el estado me protege del enemigo. Y seguimos adelante, mientras no tengamos enemigo. Porque el día que realmente lo tenemos, estamos solos ante el peligro.
El caso del Alakrana es la enésima prueba más. Unos marineros por el Índico pescando; llegan unos cuantos mataos somalíes con sus metralletas, los capturan, y el estado se muestra completamente incapaz de rescatarlos y castigar a los delincuentes para que no vuelvan a hacerlo. Y eso que Somalia es, my God, una anarquía, imposible vivir allí.
Nada, ninguna alternativa. Los marineros supuestamente protegidos por el estado español se pasan más de 40 días en la indefensión absoluta, en manos de un grupúsculo que cuenta con la millonésima parte de los recursos de la agencia contra la que se enfrentan. Y menos mal que consiguen publicidad en los medios, que si no, se quedan secuestrados para los restos, con nuestro estado de escaqueo. Cada vez que veo algo de esto en la tele, tiemblo de pensar en todas las personas cuyo caso similar no ha sido capaz de atraer la atención mediática y que, por tanto, se quedan realmente solas ante el peligro.
Y prefiero no hablar del método utilizado para obtener la libertad de los ciudadanos protegidos, que no hace más que incrementar el riesgo de que otros ciudadanos protegidos necesiten de esa protección.
En fin: el Alakrana es otro baño de realidad sobre la inoperancia de los gobiernos. A ver si unas cuantas personas más se dan cuenta y poco a poco cambia el mundo.
sábado, 14 de noviembre de 2009
Resurgir de las cenizas
Interesantísima crónica sobre una reciente estancia en Zimbabwe del autor, que he encontrado en un post de Mises. El autor revela en alguno de sus párrafos que no es precisamente de filiación austriaca, por lo que cuando dice "It is a great testament to what can be achieved in a free enterprise environment by the elimination of controls combined with the institution of new money that people trust. It needs to be money that their Government cannot create via the printing (or electronic) press." hay que darle el valor que se merece. De hecho, cuando habla aquí de "dinero en que la gente puede confiar" se refiere al dólar (jua).
Quizá lo más relevante es la rapidez del proceso. El proceso emprendedor es realmente meteórico, y en el caso de Zimbabwe parece quedar demostrado de nuevo. En febrero estaban en la pobreza más absoluta, y ahora las estanterías vuelven a rebosar de bienes. Sí, el proceso es obviamente traumático, pero una vez se deja al libre mercado actuar, las cosas se solucionan con mucha mayor rapidez de la que los gobiernos nos han enseñado a pensar.
Deberíamos perder el miedo a la libertad, aunque solo sea apoyándonos en la certeza de que los malos tiempos durarán poco, una vez se elimina la intervención. Y esto aplica a todas las áreas intervenidas: educación, sanidad, seguridad, justicia... Sí, el corto plazo sería duro, pero sería corto.
Bueno, ahí va el link. No os lo perdáis.
http://www.kitco.com/ind/Field/nov112009.html
Quizá lo más relevante es la rapidez del proceso. El proceso emprendedor es realmente meteórico, y en el caso de Zimbabwe parece quedar demostrado de nuevo. En febrero estaban en la pobreza más absoluta, y ahora las estanterías vuelven a rebosar de bienes. Sí, el proceso es obviamente traumático, pero una vez se deja al libre mercado actuar, las cosas se solucionan con mucha mayor rapidez de la que los gobiernos nos han enseñado a pensar.
Deberíamos perder el miedo a la libertad, aunque solo sea apoyándonos en la certeza de que los malos tiempos durarán poco, una vez se elimina la intervención. Y esto aplica a todas las áreas intervenidas: educación, sanidad, seguridad, justicia... Sí, el corto plazo sería duro, pero sería corto.
Bueno, ahí va el link. No os lo perdáis.
http://www.kitco.com/ind/Field/nov112009.html
sábado, 31 de octubre de 2009
Vaya, vaya
Es curioso como el tiempo nos va poniendo a todos en nuestro lugar. Y es que me tomo esta entrada como "pequeña" venganza contra aquellos que polemizaron conmigo allá por mayo, por el tema del anarcocapitalismo.
Breve recordatorio: cena de la Libertad, discurso de Huerta de Soto en la cena y esta entrada mia en el blog: "El siglo del anarcocapitalismo"
http://ferhergon.blogspot.com/2009/05/el-siglo-del-anarco-capitalismo.html
A raiz de la misma, se produjo un debate sobre la imposibilidad o no del Estado, en el que incluso se puso en duda lo que un servidor había entendido del discurso de Huerta. El debate siguió en el blog de Albert Esplugas, y también en el mio, cuando tuve que hablar de los "muebles de mi cerebro".
Me emplacé a mí mismo entonces a tratar de elaborar una demostración praxeológica sobre la imposibilidad del sostenimiento del Estado, cosa que intuia, pero que no había abordado formalmente. Desde entonces ha llovido algo, y la verdad es que no he tenido tiempo de avanzar en ese trabajo.
Aunque quizá ya no haga falta, pues hace unos días el Mises.org publicó otro de los magníficos artículos de Huerta de Soto, en el que él demuestra la imposibilidad del estado liberal (bueno, la demostración es poco rigurosa, pero las ideas están ahí), después de demostrar que el Estado es innecesario (justo por donde ya había empezado mi demostración). Esta última demostración sí me parece rigorosa e incontestable.
Si no lo habéis leído, no os lo perdais:
http://mises.org/story/3791
Por último, Huerta, con un optimismo desbordado tal vez, nos dice:
"Though this future may seem distant today, at any moment we may witness giant steps forward which will surprise even the most optimistic. Who was able to predict five years in advance that in 1989 the Berlin Wall would collapse, and with it communism itself in Eastern Europe?"
(Curiosamente, yo uso el ejemplo de ciudadanos romanos antes de la caida del Imperio para decir lo mismo).
Así que sí estabamos hablando del Siglo del Anarcocapitalismo.
Breve recordatorio: cena de la Libertad, discurso de Huerta de Soto en la cena y esta entrada mia en el blog: "El siglo del anarcocapitalismo"
http://ferhergon.blogspot.com/2009/05/el-siglo-del-anarco-capitalismo.html
A raiz de la misma, se produjo un debate sobre la imposibilidad o no del Estado, en el que incluso se puso en duda lo que un servidor había entendido del discurso de Huerta. El debate siguió en el blog de Albert Esplugas, y también en el mio, cuando tuve que hablar de los "muebles de mi cerebro".
Me emplacé a mí mismo entonces a tratar de elaborar una demostración praxeológica sobre la imposibilidad del sostenimiento del Estado, cosa que intuia, pero que no había abordado formalmente. Desde entonces ha llovido algo, y la verdad es que no he tenido tiempo de avanzar en ese trabajo.
Aunque quizá ya no haga falta, pues hace unos días el Mises.org publicó otro de los magníficos artículos de Huerta de Soto, en el que él demuestra la imposibilidad del estado liberal (bueno, la demostración es poco rigurosa, pero las ideas están ahí), después de demostrar que el Estado es innecesario (justo por donde ya había empezado mi demostración). Esta última demostración sí me parece rigorosa e incontestable.
Si no lo habéis leído, no os lo perdais:
http://mises.org/story/3791
Por último, Huerta, con un optimismo desbordado tal vez, nos dice:
"Though this future may seem distant today, at any moment we may witness giant steps forward which will surprise even the most optimistic. Who was able to predict five years in advance that in 1989 the Berlin Wall would collapse, and with it communism itself in Eastern Europe?"
(Curiosamente, yo uso el ejemplo de ciudadanos romanos antes de la caida del Imperio para decir lo mismo).
Así que sí estabamos hablando del Siglo del Anarcocapitalismo.
jueves, 22 de octubre de 2009
A manifestarse contra los empresarios españoles
Cuando se conocen noticias como la que da pie a esta entrada, uno se da cuenta de que el mundo de Ayn Rand no es ni mucho menos ciencia ficción; al contrario, que es una realidad mucho más próxima de lo que quisiéramos reconocer.
Resulta que UGT y CCOO van a salir por fin a manifestarse; y lo van a hacer de la mano del gobierno, contra los empresarios. Sí, repito: se van a manifestar CONTRA LOS EMPRESARIOS, y junto al gobierno. Supongo que bajo los cánticos de la Internacional Socialista. Es tal el tamaño de la estupidez que uno no sabe siquiera si dar crédito.
Es claro que el objetivo es apuntar a la sociedad un culpable de lo que está pasando, en el colectivo de los empresarios. Así, cuando empiecen los desórdenes sociales, la gente se irá a por las tiendas, zapaterías, fontaneros... los culpables de la crisis. En lugar de ir a por el palacio de la Moncloa, las sedes de Ferraz y Génova, o donde leches estén los sindicatos cómplices (o culpables, que uno ya no sabe quien guia a quien en este país).
Lo divertido del caso es que a poco que reflexione uno se da cuenta de lo absurdo de la situación. ¿A qué sale el gobierno a manifestarse? ¿Por qué no se monta un real Decreto para obligar a los empresarios a hacer bien a aquello que según ellos están haciendo mal? ¿Por qué no los lleva a todos a la cárcel si están infringiendo tal decreto? ¿Por qué no los expropia y se pone él a gestionarlo todo? Seguro que nadie le va a poner pegas para hacerlo, ni la justicia ni el Parlamento. Los tres poderes en línea. Que se deje de zarandajas, y regule, regule y regule. Menos chorradas de manifestaciones y haga su trabajo.
El caso es que después de dar vueltas al absurdo, he decidido que ya entiendo por qué hay que manifestarse contra los empresarios. Seguro que el lector me va a entender en cuánto empiece a repasar la nómina de "empresarios" patrios. Y es curioso, porque la mayor parte de la gente no piensa en el tendero, en el zapatero o en el fontanero cuando hablamos de empresarios, que son los verdaderos empresarios en este país, y contra los que sería una locura manifestarse.
La mayor parte pensamos en los Entrecanales (y su pelotazo de Endesa cortesía del gobierno), en los Albertos (y el pelotazo de Kio), en Florentino (y sus pelotazos en ACS), en Botín y demás banqueros y cajeros (arrojando beneficios al tiempo que reciben nuestra generosa ayuda en cantidades multimillonarias), en todos los que están pegando el pelotazo de las renovables, en Cebrían y su Prisa, o en Roures y su Mediapro.
Desgraciadamente, estos tipos son el paradigma de "empresario" para la mayor parte de la gente. Nada más lejos de la cruda realidad a la que se ve enfrentado el verdadero empresario, que arriesga su patrimonio en pos de su sueño de servicio y riqueza.
Yo también me quiero manifestar contra nuestros "pseudos-empresarios". Pero lo que es absurdo es que a esta manifa me acompañe el gobierno, que es su amigo del alma y el que posibilita esta extraña empresarialidad. Y de los sindicatos ya hablamos otro día.
Resulta que UGT y CCOO van a salir por fin a manifestarse; y lo van a hacer de la mano del gobierno, contra los empresarios. Sí, repito: se van a manifestar CONTRA LOS EMPRESARIOS, y junto al gobierno. Supongo que bajo los cánticos de la Internacional Socialista. Es tal el tamaño de la estupidez que uno no sabe siquiera si dar crédito.
Es claro que el objetivo es apuntar a la sociedad un culpable de lo que está pasando, en el colectivo de los empresarios. Así, cuando empiecen los desórdenes sociales, la gente se irá a por las tiendas, zapaterías, fontaneros... los culpables de la crisis. En lugar de ir a por el palacio de la Moncloa, las sedes de Ferraz y Génova, o donde leches estén los sindicatos cómplices (o culpables, que uno ya no sabe quien guia a quien en este país).
Lo divertido del caso es que a poco que reflexione uno se da cuenta de lo absurdo de la situación. ¿A qué sale el gobierno a manifestarse? ¿Por qué no se monta un real Decreto para obligar a los empresarios a hacer bien a aquello que según ellos están haciendo mal? ¿Por qué no los lleva a todos a la cárcel si están infringiendo tal decreto? ¿Por qué no los expropia y se pone él a gestionarlo todo? Seguro que nadie le va a poner pegas para hacerlo, ni la justicia ni el Parlamento. Los tres poderes en línea. Que se deje de zarandajas, y regule, regule y regule. Menos chorradas de manifestaciones y haga su trabajo.
El caso es que después de dar vueltas al absurdo, he decidido que ya entiendo por qué hay que manifestarse contra los empresarios. Seguro que el lector me va a entender en cuánto empiece a repasar la nómina de "empresarios" patrios. Y es curioso, porque la mayor parte de la gente no piensa en el tendero, en el zapatero o en el fontanero cuando hablamos de empresarios, que son los verdaderos empresarios en este país, y contra los que sería una locura manifestarse.
La mayor parte pensamos en los Entrecanales (y su pelotazo de Endesa cortesía del gobierno), en los Albertos (y el pelotazo de Kio), en Florentino (y sus pelotazos en ACS), en Botín y demás banqueros y cajeros (arrojando beneficios al tiempo que reciben nuestra generosa ayuda en cantidades multimillonarias), en todos los que están pegando el pelotazo de las renovables, en Cebrían y su Prisa, o en Roures y su Mediapro.
Desgraciadamente, estos tipos son el paradigma de "empresario" para la mayor parte de la gente. Nada más lejos de la cruda realidad a la que se ve enfrentado el verdadero empresario, que arriesga su patrimonio en pos de su sueño de servicio y riqueza.
Yo también me quiero manifestar contra nuestros "pseudos-empresarios". Pero lo que es absurdo es que a esta manifa me acompañe el gobierno, que es su amigo del alma y el que posibilita esta extraña empresarialidad. Y de los sindicatos ya hablamos otro día.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Manipulados hasta con los chistes
Circula estos días por nuestros correos el típico mensajillo gracioso. En esta ocasión, se refiere a dos vacas y cómo se utilizarían según el sistema político. Aquí recojo la mayor parte del texto, ciertamente ocurrente:
Burocratismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.
Capitalismo tradicional: Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero. Luego te jubilas rico.
Capitalismo moderno: Tú tienes 2 vacas. Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.
Economía japonesa: Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas ‘Vakimon’ e incomprensiblemente, te haces millonario.
Economía alemana: Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.
Economía rusa: Tú tienes 2 vacas. Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.
Economía china: Tú tienes 2 vacas. Tienes a 300 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.
Capitalismo americano: Tienes dos vacas. Vendes una y fuerzas a la otra a producir la leche de cuatro vacas. Te quedas sorprendido cuando ella muere.
Economía india: Tú tienes 2 vacas. Las pones en un altar para adorarlas. Después sigues comiendo arroz al curry.
Economía suiza: Hay 5000000000 vacas Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.
Economía francesa: Tú tienes 2 vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.
Economía neozelandesa: Tú tienes 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva
Capitalismo italiano: Tienes dos vacas. Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra, ¡¡maledetto!!!
Capitalismo británico: Tienes dos vacas. Las dos están locas.
Economía española: Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Marca. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto
Bueno, una vez echadas las risas de rigor, vamos con las cuatro instancias que faltan, que son las referidas a Socialismo, Comunismo, Fascismo y Nazismo.
Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino.
Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te DA algo de leche.
Fascismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te VENDE algo de leche.
Nazismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te dispara en la cabeza.
A nadie se le escapa la visión amable que tienen el socialismo y el comunismo con respecto a sus homólogos tradicionalmente asignados a la derecha. La izquierda es guay hasta cuando hay que repartir vacas. El socialismo te deja una, el fascismo te quita las dos y encima te explota. El comunismo te quita las dos, pero al menos te da leche; el nazismo, te las quita y te pega un tiro.
Propaganda en los lugares más insospechados, propaganda contra la que hay que luchar desde la verdad. Si los nazis fueron malos, los comunistas han demostrado ser mucho más malos y han matado mucha gente más que los nazis. Y los socialistas han demostrado una capacidad insuperable para empobrecer países hasta llevarlos al comunismo, y si no que se lo digan a Cuba o a Venezuela. Tienes los fascistas un record similar? Pero si no han sido capaces ni de mantener los regímenes...
Por todo ello, creo que sería más adecuado a la verdad que circulara el siguiente texto:
Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino rico y otra al Estado. Te dice que es por tu bien
Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita, te pega un tiro a ti, a tu familia y a las vacas.
Burocratismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.
Capitalismo tradicional: Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero. Luego te jubilas rico.
Capitalismo moderno: Tú tienes 2 vacas. Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.
Economía japonesa: Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas ‘Vakimon’ e incomprensiblemente, te haces millonario.
Economía alemana: Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.
Economía rusa: Tú tienes 2 vacas. Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.
Economía china: Tú tienes 2 vacas. Tienes a 300 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.
Capitalismo americano: Tienes dos vacas. Vendes una y fuerzas a la otra a producir la leche de cuatro vacas. Te quedas sorprendido cuando ella muere.
Economía india: Tú tienes 2 vacas. Las pones en un altar para adorarlas. Después sigues comiendo arroz al curry.
Economía suiza: Hay 5000000000 vacas Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.
Economía francesa: Tú tienes 2 vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.
Economía neozelandesa: Tú tienes 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva
Capitalismo italiano: Tienes dos vacas. Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra, ¡¡maledetto!!!
Capitalismo británico: Tienes dos vacas. Las dos están locas.
Economía española: Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Marca. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto
Bueno, una vez echadas las risas de rigor, vamos con las cuatro instancias que faltan, que son las referidas a Socialismo, Comunismo, Fascismo y Nazismo.
Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino.
Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te DA algo de leche.
Fascismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te VENDE algo de leche.
Nazismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te dispara en la cabeza.
A nadie se le escapa la visión amable que tienen el socialismo y el comunismo con respecto a sus homólogos tradicionalmente asignados a la derecha. La izquierda es guay hasta cuando hay que repartir vacas. El socialismo te deja una, el fascismo te quita las dos y encima te explota. El comunismo te quita las dos, pero al menos te da leche; el nazismo, te las quita y te pega un tiro.
Propaganda en los lugares más insospechados, propaganda contra la que hay que luchar desde la verdad. Si los nazis fueron malos, los comunistas han demostrado ser mucho más malos y han matado mucha gente más que los nazis. Y los socialistas han demostrado una capacidad insuperable para empobrecer países hasta llevarlos al comunismo, y si no que se lo digan a Cuba o a Venezuela. Tienes los fascistas un record similar? Pero si no han sido capaces ni de mantener los regímenes...
Por todo ello, creo que sería más adecuado a la verdad que circulara el siguiente texto:
Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino rico y otra al Estado. Te dice que es por tu bien
Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita, te pega un tiro a ti, a tu familia y a las vacas.
domingo, 18 de octubre de 2009
Lo que da de sí la democracia
Ayer tuvo lugar la manifestación contra la ley del aborto, aquí en Madrid. Dicen que hubo por allí más de millón y medio de personas, y que ha sido la manifestación con más asistentes de la historia. Como estuve allí, y como he estado antes en otras, pueda dar fe de que allí había un mogollón como yo nunca antes había visto. Por ejemplo, había más gente que en la que nos montaron el 12 de marzo contra los atentados, y allí recuerdo no poder moverme.
Es claro que hay muchísima gente en contra de la ley del aborto, pues nunca antes un gobierno se había encontrado con una oposición tal en la calle. Además, es una oposición de la sociedad civil, cuyo liderazgo no se puede imputar ni a otro partido político, ni a la iglesia, ni a otros conspiradores a los que busque Bibiana o ZP su atribución. Por mucho que sus medios digan lo contrario, es ese ente etéreo llamado "sociedad" o "interés general" es que está diciendo un NO sin precedentes a esta actuación.
Pero da igual. Hace un año y medio nos preguntaron qué opinábamos de diez mil cosas a la vez, y nos dieron a elegir solo unas cuantas respuestas: PSOE, PP, IU y unos cuantos partidos políticos más. Desde entonces, esos señores elegidos decidieron que nos representaban y que, por tanto, su opinión coincidía con el interés general. Así que por mucho que un millón y medio de sus votantes les digan que NO, da igual, porque ese millón y medio de electores metieron un papelito en una urna hace año y medio, y meteran otro dentro de 2 años y medio.
Así que tendremos ley del aborto, aunque estemos todos en contra. Lo han decidido los depositarios del interés general, los augures de nuestra voluntad, y procederán con independencia de cual sea ésta, pues ellos son los que la definen.
Esto es lo que da de sí la democracia. Nada. Les da igual la voluntad real de los ciudadanos, porque ellos son depositarios de una mayoría aritmética estúpida, siguiendo las reglas que ellos mismos se dieron, y se dan. ¿Para qué preocuparse de la realidad, si la definen ellos? Total, faltan dos años y medio para la "fiesta de la democracia" en que podremos mostrar nuestra voluntad.
Decían al final de la manifestación a los políticos que la vida es lo más importante. Y digo yo que cómo es posible que la vida pueda estar en manos de los políticos. Eso solo puede pasar en una democracia.
Es claro que hay muchísima gente en contra de la ley del aborto, pues nunca antes un gobierno se había encontrado con una oposición tal en la calle. Además, es una oposición de la sociedad civil, cuyo liderazgo no se puede imputar ni a otro partido político, ni a la iglesia, ni a otros conspiradores a los que busque Bibiana o ZP su atribución. Por mucho que sus medios digan lo contrario, es ese ente etéreo llamado "sociedad" o "interés general" es que está diciendo un NO sin precedentes a esta actuación.
Pero da igual. Hace un año y medio nos preguntaron qué opinábamos de diez mil cosas a la vez, y nos dieron a elegir solo unas cuantas respuestas: PSOE, PP, IU y unos cuantos partidos políticos más. Desde entonces, esos señores elegidos decidieron que nos representaban y que, por tanto, su opinión coincidía con el interés general. Así que por mucho que un millón y medio de sus votantes les digan que NO, da igual, porque ese millón y medio de electores metieron un papelito en una urna hace año y medio, y meteran otro dentro de 2 años y medio.
Así que tendremos ley del aborto, aunque estemos todos en contra. Lo han decidido los depositarios del interés general, los augures de nuestra voluntad, y procederán con independencia de cual sea ésta, pues ellos son los que la definen.
Esto es lo que da de sí la democracia. Nada. Les da igual la voluntad real de los ciudadanos, porque ellos son depositarios de una mayoría aritmética estúpida, siguiendo las reglas que ellos mismos se dieron, y se dan. ¿Para qué preocuparse de la realidad, si la definen ellos? Total, faltan dos años y medio para la "fiesta de la democracia" en que podremos mostrar nuestra voluntad.
Decían al final de la manifestación a los políticos que la vida es lo más importante. Y digo yo que cómo es posible que la vida pueda estar en manos de los políticos. Eso solo puede pasar en una democracia.
sábado, 17 de octubre de 2009
El nuevo super del barrio
Han abierto un nuevo supermercado en el barrio. Esto, en condiciones normales, ya sería suficiente razón para visitarlos. En las condiciones actuales, que alguien se atreva a abrir un negocio, incluso en Madrid (donde hasta cierto punto tenemos políticas liberales), no deja de ser una gesta heroíca, digna de festejos.
Allá que me voy. La primera mirada al interior es reconfortante. Mucha gente dentro, y muchos empleados. El ambiente que se respira es de entusiasmo. El uniforme de los dependientes inunda de color los pasillos entre las estanterias. Todos están como niños con zapatos nuevos, mejor dicho, con empleo nuevo. Procedamos al interior.
Y en ese momento aflora mi implacable yo. Me deja de importar la novedad del supermercado, me dejan de importar los nuevos empleos creados. Lo único que me importa es si este supermercado me proporcionará mejor servicio que los otros de los alrededores. Sin ningún atisbo de piedad, reviso el surtido. Voy anotando mentalmente qué tiene, qué no tiene, qué tiene que los otros no tienen. Voy fijándome en los precios: ¿hay leche más barata que en el de siempre? Sí, muchos tipos de pescado, y en oferta, pero ¿los precios? ¿Se tardará mucho en la cola? ¿Llevarán bien las cosas a casa?
Me he vuelto malo, sí, soy malo. En mis manos está el futuro de esos trabajadores y de los dueños del supermercado. Y no voy a tener clemencia con ellos. Si no tienen los yogures que voy buscando, me iré al de al lado a comprar. Y si los tienen, pero son más caros, haré lo mismo. Y si no convencen a la suficiente gente de que compre en su tienda, sé que ese número de empleados se reducirá, que las estanterias dejarán de estar llenas, y que finalmente tendrán que cerrar.
Pero, ¿soy de verdad tan malo? Si opto por comprar aquí por lástima y no por servicio, estaré condenando al supermercado de al lado al mismo futuro. Y encima seré injusto con él, pues reconozco que su servicio es mejor, dado que compro en el nuevo por lástima y no por que me guste. ¿Es justo que la gente que lo está haciendo mejor sea la que se vaya al paro por mi culpa?
No tengo que irme tan lejos para poner en duda mi maldad. ¿Qué pasa con mi familia? Si dilapido mis recursos, escasos, en sentimientos de lástima, ¿cómo podré atender mejor sus necesidades?
En fin, que la vida es muy dura, también para los del nuevo super del barrio.
Allá que me voy. La primera mirada al interior es reconfortante. Mucha gente dentro, y muchos empleados. El ambiente que se respira es de entusiasmo. El uniforme de los dependientes inunda de color los pasillos entre las estanterias. Todos están como niños con zapatos nuevos, mejor dicho, con empleo nuevo. Procedamos al interior.
Y en ese momento aflora mi implacable yo. Me deja de importar la novedad del supermercado, me dejan de importar los nuevos empleos creados. Lo único que me importa es si este supermercado me proporcionará mejor servicio que los otros de los alrededores. Sin ningún atisbo de piedad, reviso el surtido. Voy anotando mentalmente qué tiene, qué no tiene, qué tiene que los otros no tienen. Voy fijándome en los precios: ¿hay leche más barata que en el de siempre? Sí, muchos tipos de pescado, y en oferta, pero ¿los precios? ¿Se tardará mucho en la cola? ¿Llevarán bien las cosas a casa?
Me he vuelto malo, sí, soy malo. En mis manos está el futuro de esos trabajadores y de los dueños del supermercado. Y no voy a tener clemencia con ellos. Si no tienen los yogures que voy buscando, me iré al de al lado a comprar. Y si los tienen, pero son más caros, haré lo mismo. Y si no convencen a la suficiente gente de que compre en su tienda, sé que ese número de empleados se reducirá, que las estanterias dejarán de estar llenas, y que finalmente tendrán que cerrar.
Pero, ¿soy de verdad tan malo? Si opto por comprar aquí por lástima y no por servicio, estaré condenando al supermercado de al lado al mismo futuro. Y encima seré injusto con él, pues reconozco que su servicio es mejor, dado que compro en el nuevo por lástima y no por que me guste. ¿Es justo que la gente que lo está haciendo mejor sea la que se vaya al paro por mi culpa?
No tengo que irme tan lejos para poner en duda mi maldad. ¿Qué pasa con mi familia? Si dilapido mis recursos, escasos, en sentimientos de lástima, ¿cómo podré atender mejor sus necesidades?
En fin, que la vida es muy dura, también para los del nuevo super del barrio.
jueves, 15 de octubre de 2009
Ni abuchearles nos dejan
Pues resulta que la clase política lleva fatal lo de que les abucheen en público. Pero que muy mal. Ya llevamos dos polemiquillas desde el verano: la más reciente, el pasado 12 de octubre, donde se produjo el, según el sufridor de los mismos, ya clásico abucheo a ZP antes del desfile de las Fuerzas Armadas. Pero no se olvide entre el fragor mediático que también a los dirigentes de la Generelitat les cayó la suya, en la fiesta de la Diada.
En ambas ocasiones, ha surgido el interesado debate. En vez de plantearse por qué les abuchean, qué nos parece mal a la plebe de las cosas que hacen, se llevan la discusión a si procede realizar abucheos en esos momentos o no. Muy propio de los políticos. Y entran al trapo todos nuestros espléndidos y plurales medios, que se trata de darnos pan y circo.
Ahí tenemos al señor alcalde de Madrid diciendo que estos abucheos pueden ser aceptables en un acto de gobierno, pero no en uno de Estado. Y yo sin darme cuenta de que hay diferencias en España entre una cosa y otra. Por cierto, oportunidad perdida de los abucheadores para hacerle otro tanto a este sujeto, claro que nos hubiera dicho que al no ser un acto de ayuntamiento no eran procedentes. Otrosí, que los abucheos fueran solo para ZP demuestra sin deje de duda que no había madrileños entre los mismos, pues el alcalde se ha hecho tanto o más acreedor a los mismos que el insigne presidente.
Supongo que a no mucho tardar, se propondrá una norma que regule los abucheos del público. En la misma se definirán los lugares y momentos en qué se puede abuchear. Se dejará a las Comunidades Autónomas que definan 3 días autonómicos para abucheo, y a los Ayuntamientos que definas dos locales. Vamos, como los días festivos. Dicha regulación deberá también definir el nivel máximo y mínimo de clamor para que se considere abucheo, así como los insultos posibles a nuestros políticos. Por último, establecerá las sanciones para abucheos fuera de lugar.
Es claro que el interés general hace necesaria esta norma. Y no creo que haya discrepancias al respecto entre los principales partidos nacionales. Se podría llegar incluso a un pacto de Estado, pues es fundamental que el político pueda robar sin que se le moleste recordándole los problemas de sus administrados. En este sentido, este pacto sería continuación del ya establecido para el tema de la justicia. Ni nos dejamos juzgar, ni nos dejamos abuchear.
Es por el interés general.
En ambas ocasiones, ha surgido el interesado debate. En vez de plantearse por qué les abuchean, qué nos parece mal a la plebe de las cosas que hacen, se llevan la discusión a si procede realizar abucheos en esos momentos o no. Muy propio de los políticos. Y entran al trapo todos nuestros espléndidos y plurales medios, que se trata de darnos pan y circo.
Ahí tenemos al señor alcalde de Madrid diciendo que estos abucheos pueden ser aceptables en un acto de gobierno, pero no en uno de Estado. Y yo sin darme cuenta de que hay diferencias en España entre una cosa y otra. Por cierto, oportunidad perdida de los abucheadores para hacerle otro tanto a este sujeto, claro que nos hubiera dicho que al no ser un acto de ayuntamiento no eran procedentes. Otrosí, que los abucheos fueran solo para ZP demuestra sin deje de duda que no había madrileños entre los mismos, pues el alcalde se ha hecho tanto o más acreedor a los mismos que el insigne presidente.
Supongo que a no mucho tardar, se propondrá una norma que regule los abucheos del público. En la misma se definirán los lugares y momentos en qué se puede abuchear. Se dejará a las Comunidades Autónomas que definan 3 días autonómicos para abucheo, y a los Ayuntamientos que definas dos locales. Vamos, como los días festivos. Dicha regulación deberá también definir el nivel máximo y mínimo de clamor para que se considere abucheo, así como los insultos posibles a nuestros políticos. Por último, establecerá las sanciones para abucheos fuera de lugar.
Es claro que el interés general hace necesaria esta norma. Y no creo que haya discrepancias al respecto entre los principales partidos nacionales. Se podría llegar incluso a un pacto de Estado, pues es fundamental que el político pueda robar sin que se le moleste recordándole los problemas de sus administrados. En este sentido, este pacto sería continuación del ya establecido para el tema de la justicia. Ni nos dejamos juzgar, ni nos dejamos abuchear.
Es por el interés general.
martes, 13 de octubre de 2009
Dinero y promesas de dinero
Sigo con el tema de la banca de reserva fraccional y su compatibilidad con el liberalismo. Paco Capella respondía a mi anterior entrada diciendo que el banco da una cierta remuneración por el dinero depositado y, además, presta una serie de servicios (domiciliaciones, transferencias...) que en muchos casos son gratuitos y son valorados por el cliente. Todo ello hace que no se pueda decir que la promesa de dinero valga estrictamente menos que el dinero.
Sin embargo, este analisis debe hacerse utilizando las construcciones imaginarias de la escuela austriaca. Esto es construyendo mentalmente la situación, y analizando las consecuencias de varias una sola causa, no todas a la vez. En latins, se dice que es un análisis ceteris paribus.
Por supuesto, la gente puede valorar más una promesa de Euro que un Euro por las razones que cita Capella: promesa de interés, servicios financieros asociados, prestigio, etc. Evidentemente, es una valoración subjetiva que depende de cada inidividuo. No se puede saber ex ante si un determinado individuo valora más 1 Euro o una promesa de 1 Euro de un determinado banco.
Hay otras muchas personas que valoran más cobrar 1 Euro en dinero, a que se lo ingresen en una cuenta. Por ejemplo, los que prefieren no pagar impuestos.
Por eso, es necesario hacer el análisis ceteris paribus, a igualdad de preferencias sobre los restantes aspectos de tener el dinero en una cuenta bancaria. Y en estas condiciones es evidente que, con reserva fraccional, la promesa de dinero vale siempre menos que el dinero, puesto que existe una probabilidad de default (esto es, que el banco no pueda hacer frente a sus pagos).
A igualdad de todas las demás valoraciones, en un banco con reserva fraccional el dinero depositado vale menos que en uno con reserva 100%. Hay una pérdida de valor por ingresar dinero en un banco de reserva fraccional que no se produce al meterlo en un banco de reserva 100%.
Por supuesto, la valoración de dicha probabilidad corresponde a cada individuo (no hay un valor único indiscutible), pero existe. Puede aproximarse tanto a 0 como queramos, pero es estrictamente mayor que cero. El problema es que, en la actualidad, el sistema nos fuerza a ceder valor del dinero al ingresarlo en un banco para poder obtener los demás servicios; no hay opción alternativa.
Además, es imposible que la haya porque el banco que pretendiera una reserva del 100% sería obviamente menos rentable que todos los de reserva fraccionaria, por lo que no encontraría inversores. Item más, ni siquera hay competencia en minimizar la probabilidad de default (esto es, restar valor al dinero ingresado), puesto que las actuaciones de la banca central y gobiernos tienden a igualar dicha probabilidad.
La ilusión en que vivimos de que dinero y promesa de dinero de un banco constituye, posiblemente, una forma alternativa de explicar el origen del ciclo económico, en este caso vinculándolo a la creciente probabilidad de default y consecuente disminución del valor del dinero. Si no se confundieran, no se produciría dicha disminución: el dinero mantendría su valor (ceteris paribus) y la promesa de dinero iría perdiéndolo conforme el banco reutilizara el dinero.
Por último, como ilustra la referencia que dejó Daniel Ballesteros en la entrada, está por ver y demostrar que la banca de reserva fraccionaria sería viable en un mercado libre, compitiendo con la banca de reserva 100%. Intuyo que no sobreviviría, pero no sé si es demostrable.
Ah, y queda lo de probar que es el descalce de plazos la verdadera causa del ciclo. Personalmente, la hipotesis me sigue sin convencer. De hecho, solo me parece convincente si se acepta que el descalce de plazos solo puede ocurrir con reserva fraccionaria, pero, en este caso, sería esta última la causa de los ciclos.
Sin embargo, este analisis debe hacerse utilizando las construcciones imaginarias de la escuela austriaca. Esto es construyendo mentalmente la situación, y analizando las consecuencias de varias una sola causa, no todas a la vez. En latins, se dice que es un análisis ceteris paribus.
Por supuesto, la gente puede valorar más una promesa de Euro que un Euro por las razones que cita Capella: promesa de interés, servicios financieros asociados, prestigio, etc. Evidentemente, es una valoración subjetiva que depende de cada inidividuo. No se puede saber ex ante si un determinado individuo valora más 1 Euro o una promesa de 1 Euro de un determinado banco.
Hay otras muchas personas que valoran más cobrar 1 Euro en dinero, a que se lo ingresen en una cuenta. Por ejemplo, los que prefieren no pagar impuestos.
Por eso, es necesario hacer el análisis ceteris paribus, a igualdad de preferencias sobre los restantes aspectos de tener el dinero en una cuenta bancaria. Y en estas condiciones es evidente que, con reserva fraccional, la promesa de dinero vale siempre menos que el dinero, puesto que existe una probabilidad de default (esto es, que el banco no pueda hacer frente a sus pagos).
A igualdad de todas las demás valoraciones, en un banco con reserva fraccional el dinero depositado vale menos que en uno con reserva 100%. Hay una pérdida de valor por ingresar dinero en un banco de reserva fraccional que no se produce al meterlo en un banco de reserva 100%.
Por supuesto, la valoración de dicha probabilidad corresponde a cada individuo (no hay un valor único indiscutible), pero existe. Puede aproximarse tanto a 0 como queramos, pero es estrictamente mayor que cero. El problema es que, en la actualidad, el sistema nos fuerza a ceder valor del dinero al ingresarlo en un banco para poder obtener los demás servicios; no hay opción alternativa.
Además, es imposible que la haya porque el banco que pretendiera una reserva del 100% sería obviamente menos rentable que todos los de reserva fraccionaria, por lo que no encontraría inversores. Item más, ni siquera hay competencia en minimizar la probabilidad de default (esto es, restar valor al dinero ingresado), puesto que las actuaciones de la banca central y gobiernos tienden a igualar dicha probabilidad.
La ilusión en que vivimos de que dinero y promesa de dinero de un banco constituye, posiblemente, una forma alternativa de explicar el origen del ciclo económico, en este caso vinculándolo a la creciente probabilidad de default y consecuente disminución del valor del dinero. Si no se confundieran, no se produciría dicha disminución: el dinero mantendría su valor (ceteris paribus) y la promesa de dinero iría perdiéndolo conforme el banco reutilizara el dinero.
Por último, como ilustra la referencia que dejó Daniel Ballesteros en la entrada, está por ver y demostrar que la banca de reserva fraccionaria sería viable en un mercado libre, compitiendo con la banca de reserva 100%. Intuyo que no sobreviviría, pero no sé si es demostrable.
Ah, y queda lo de probar que es el descalce de plazos la verdadera causa del ciclo. Personalmente, la hipotesis me sigue sin convencer. De hecho, solo me parece convincente si se acepta que el descalce de plazos solo puede ocurrir con reserva fraccionaria, pero, en este caso, sería esta última la causa de los ciclos.
domingo, 11 de octubre de 2009
Reflexiones sobre la banca de reserva fraccional
Al hilo del reciente artículo de Paco Capella sobre el tema, y tras el estupendo debate que tuvimos el viernes en el Instituto Juan de Mariana, anoto algunas de las ideas que ha sacado del asunto. Creo que lo más interesante de la historia es la distinción entre dinero y promesa de dinero para conceptualizar los efectos de la reserva fraccional sobre los depósitos que se hacen en los bancos. Pero vayamos poco a poco.
La tesis que defiende Capella es básicamente, que la banca de reserva fraccionaria es legítima y compatible con el liberalismo, y que además no es la causante del ciclo económico, que el autor atribuye al descalce de plazos sistemático de la banca. Para el no familiarizado con el tema, el descalce de plazos consiste en prestar/invertir a un plazo más largo del plazo en que hay que devolver los fondos obtenidos. Por ejemplo, imaginemos un taxista que se compra el taxi con la Visa, a pagar a un mes. Es evidente que no va a poder generar ingresos a un mes para devolver el préstamo; al contrario, lo previsible es que vaya obteniendo dichos fondos durante la vida del coche. Esto le va a exigir, por tanto, renovar cada mes ese crédito, o se verá obligado a vender el taxi (y renunciar a su fuente de ingresos) para satisfacer su deuda.
Esto, que es insostenible para un particular o un empresario convencional, es la forma en que actúan habitualmente los bancos: captan fondos a corto plazo (cuentas a la vista) y los invierten a largo plazo (hipotecas, por ejemplo).
Desde mi punto de vista, la banca de reserva fraccionaria es compatible con un mercado libre, en el que hay libertad contractual. No creo que haya muchos liberales que aprueben tal prohibición. Más bien, creo, lo que se considera ilegítimo es la reserva fraccional para los contratos de depósito. Porque, por definición, en estos contratos no se transfiere la propiedad, y el depositario ha de custodiar y guardar aquello que se deposita, no utilizarlo para lo que quiera.
En un sistema de banca libre, por supuesto que un banco podría ser de reserva fraccional. Pero imagino que no debería llamar depósito al contrato establecido con sus clientes "depositantes". Porque lo fundamental en las cuentas a la vista legítimas es que el cliente sepa lo que está haciendo: Está sustituyendo dinero por promesas de dinero. Dado que el banco no tiene en todo momento en depósito el dinero prestado (lo usa para sus operaciones), hay una probabilidad de que no se pueda recuperar el dinero en el momento en que se necesita (cosa que no debería ocurrir jamás en un contrato de depósito). Por tanto, las promesas de dinero valen menos que el dinero: 1 Euro vale más que una promesa de 1 Euro, porque ésta puede no cumplirse.
Esto implica que al "depositar" dinero a la vista en un banco de reserva fraccional estoy cediendo valor. Si somos conscientes, no debería haber problema. La gente ajustaría sus intercambios según se le pagara con dinero o con sus promesas, y no se inicia el ciclo económico. Obsérvese que esto NO ocurre en la actualidad. Yo he firmado mi contrato en Euros (no en promesas de Euro) y, sin embargo, se me paga en promesas de Euro. Lo cierto es que también hago la mayor parte de mis pagos en dichas promesas. Con el sistema actual, cada vez que "depositamos" dinero en un banco, este se queda con parte de su valor, la diferencia entre el valor del dinero y el de su promesa. Y no hay opción de que no sea así. Supongo que esta circunstancia se puede casar con un poco más de análisis con el origen del ciclo económico.
Respecto al otro punto, que el origen del ciclo económico es el descalce de plazos (y no la reserva fraccionaria), en estos momentos tengo bastantes dudas. La primera es si es posible el descalce de plazos sin reserva fraccionaria. Y la segunda es comprender de qué forma se originaría el ciclo, con reserva 100%, al producirse el descalce de plazos. Me da en la nariz que esto no se puede probar.
Bueno, pues anotado queda.
La tesis que defiende Capella es básicamente, que la banca de reserva fraccionaria es legítima y compatible con el liberalismo, y que además no es la causante del ciclo económico, que el autor atribuye al descalce de plazos sistemático de la banca. Para el no familiarizado con el tema, el descalce de plazos consiste en prestar/invertir a un plazo más largo del plazo en que hay que devolver los fondos obtenidos. Por ejemplo, imaginemos un taxista que se compra el taxi con la Visa, a pagar a un mes. Es evidente que no va a poder generar ingresos a un mes para devolver el préstamo; al contrario, lo previsible es que vaya obteniendo dichos fondos durante la vida del coche. Esto le va a exigir, por tanto, renovar cada mes ese crédito, o se verá obligado a vender el taxi (y renunciar a su fuente de ingresos) para satisfacer su deuda.
Esto, que es insostenible para un particular o un empresario convencional, es la forma en que actúan habitualmente los bancos: captan fondos a corto plazo (cuentas a la vista) y los invierten a largo plazo (hipotecas, por ejemplo).
Desde mi punto de vista, la banca de reserva fraccionaria es compatible con un mercado libre, en el que hay libertad contractual. No creo que haya muchos liberales que aprueben tal prohibición. Más bien, creo, lo que se considera ilegítimo es la reserva fraccional para los contratos de depósito. Porque, por definición, en estos contratos no se transfiere la propiedad, y el depositario ha de custodiar y guardar aquello que se deposita, no utilizarlo para lo que quiera.
En un sistema de banca libre, por supuesto que un banco podría ser de reserva fraccional. Pero imagino que no debería llamar depósito al contrato establecido con sus clientes "depositantes". Porque lo fundamental en las cuentas a la vista legítimas es que el cliente sepa lo que está haciendo: Está sustituyendo dinero por promesas de dinero. Dado que el banco no tiene en todo momento en depósito el dinero prestado (lo usa para sus operaciones), hay una probabilidad de que no se pueda recuperar el dinero en el momento en que se necesita (cosa que no debería ocurrir jamás en un contrato de depósito). Por tanto, las promesas de dinero valen menos que el dinero: 1 Euro vale más que una promesa de 1 Euro, porque ésta puede no cumplirse.
Esto implica que al "depositar" dinero a la vista en un banco de reserva fraccional estoy cediendo valor. Si somos conscientes, no debería haber problema. La gente ajustaría sus intercambios según se le pagara con dinero o con sus promesas, y no se inicia el ciclo económico. Obsérvese que esto NO ocurre en la actualidad. Yo he firmado mi contrato en Euros (no en promesas de Euro) y, sin embargo, se me paga en promesas de Euro. Lo cierto es que también hago la mayor parte de mis pagos en dichas promesas. Con el sistema actual, cada vez que "depositamos" dinero en un banco, este se queda con parte de su valor, la diferencia entre el valor del dinero y el de su promesa. Y no hay opción de que no sea así. Supongo que esta circunstancia se puede casar con un poco más de análisis con el origen del ciclo económico.
Respecto al otro punto, que el origen del ciclo económico es el descalce de plazos (y no la reserva fraccionaria), en estos momentos tengo bastantes dudas. La primera es si es posible el descalce de plazos sin reserva fraccionaria. Y la segunda es comprender de qué forma se originaría el ciclo, con reserva 100%, al producirse el descalce de plazos. Me da en la nariz que esto no se puede probar.
Bueno, pues anotado queda.
domingo, 27 de septiembre de 2009
Lo único seguro tras la subida del IVA
Que el gobierno iba a tener que subir los impuestos era un secreto a voces desde hace más de un año. Si alguien tenía alguna duda, supongo que la despejaría el día que el señor ZP aseguró que no los subiría. Y que nos iba a tocar pagarlos a todos, era evidente desde que empezaron a decir que solo lo pagarían los ricos.
Ahora toca ir analizando los efectos de los primeros impuestos que han decidido fijar. Por ejemplo, la subida del IVA: 2 puntitos del tipo normal (del 16% al 18%) y un puntito en los del tipo reducido (del 7% al 8%). Por cierto, en términos relativos, es mayor la subida del tipo reducido, o sea que nadie se deje engañar por lo de que han subido menos los bienes más importanes.
Los analistas calculan con fruición cuanto subirá la recaudación fiscal con este porcentaje. Que calculen, que calculen. Utilizando la teoría económica es claro que no se puede determinar ni siquiera si es seguro que suba la misma; podría incluso bajar, en función de la elasticidad con respecto a los precios. Su asunción de que se consumirá lo mismo es incorrecta, pues evidentemente la demanda bajará y posiblemente la elusión del pago del IVA se incrementará. Y aunque asuman una bajada de la demanda, no hay forma de determinar a priori si dicha estimación se cumplirá. Así pues, no se puede concluir teóricamente que la recaudación fiscal suba con la subida del IVA.
Lo que sí es seguro, sin embargo, es que esta subida destruirá empleo. Lo que no está mal, teniendo en cuenta que el paro parecía ser el principal problema de la economía española. ¿Cómo se puede tomar una medida que inexcusablemente destruye empleo, y ni siquiera garantiza la subida de ingresos? Habrá que preguntárselo a los gurús económicos del gobierno (o sea, al ZP), o habrá que atribuirlo a la desesperación.
El razonamiento es sencillo. El precio depende de las preferencias de demanda y del stock disponible. Al subir el IVA, si los comerciantes tratan de repercutirlo en los precios de los bienes, la demanda bajará (a menos que sea inelástica en todos los bienes incrementados, lo que no es realista). Si baja la demanda, pero el stock se mantiene, habrá de bajar de nuevo el precio, aunque a costa de la rentabilidad del empresario. Eso hará que aquellos los que están más justitos en viabilidad (los productores marginales) tengan que cerrar su negocio, yéndose ellos mismos al paro con sus empleados.
El ajuste en stock hará que el precio suba hasta reflejar el nuevo tipo impositivo, pero con menor demanda y oferta: se han redirigido recursos a las preferencias del gobierno, y, por el camino, se han destruido unos cuantos empleos. Además, como se ha dicho, si la contracción de la demanda es superior a la subida del IVA (esto es, se deja de comprar más de un 2%, o se desvian dichas compras al mercado negro, sin IVA), esto supondrá también una reducción en la recaudación fiscal. Y, siguiendo la lógica gubernamental, les debería llevar a nuevas subidas de IVA, y entrar en una espiral destructiva sin salida (si mantienen su objetivo de incrementar por esta vía la recaudación fiscal).
Así que estupendo: más paro seguro, y nada seguro sobre la recaudación fiscal. Adelante, campeones, que vosotros podeis.
Ahora toca ir analizando los efectos de los primeros impuestos que han decidido fijar. Por ejemplo, la subida del IVA: 2 puntitos del tipo normal (del 16% al 18%) y un puntito en los del tipo reducido (del 7% al 8%). Por cierto, en términos relativos, es mayor la subida del tipo reducido, o sea que nadie se deje engañar por lo de que han subido menos los bienes más importanes.
Los analistas calculan con fruición cuanto subirá la recaudación fiscal con este porcentaje. Que calculen, que calculen. Utilizando la teoría económica es claro que no se puede determinar ni siquiera si es seguro que suba la misma; podría incluso bajar, en función de la elasticidad con respecto a los precios. Su asunción de que se consumirá lo mismo es incorrecta, pues evidentemente la demanda bajará y posiblemente la elusión del pago del IVA se incrementará. Y aunque asuman una bajada de la demanda, no hay forma de determinar a priori si dicha estimación se cumplirá. Así pues, no se puede concluir teóricamente que la recaudación fiscal suba con la subida del IVA.
Lo que sí es seguro, sin embargo, es que esta subida destruirá empleo. Lo que no está mal, teniendo en cuenta que el paro parecía ser el principal problema de la economía española. ¿Cómo se puede tomar una medida que inexcusablemente destruye empleo, y ni siquiera garantiza la subida de ingresos? Habrá que preguntárselo a los gurús económicos del gobierno (o sea, al ZP), o habrá que atribuirlo a la desesperación.
El razonamiento es sencillo. El precio depende de las preferencias de demanda y del stock disponible. Al subir el IVA, si los comerciantes tratan de repercutirlo en los precios de los bienes, la demanda bajará (a menos que sea inelástica en todos los bienes incrementados, lo que no es realista). Si baja la demanda, pero el stock se mantiene, habrá de bajar de nuevo el precio, aunque a costa de la rentabilidad del empresario. Eso hará que aquellos los que están más justitos en viabilidad (los productores marginales) tengan que cerrar su negocio, yéndose ellos mismos al paro con sus empleados.
El ajuste en stock hará que el precio suba hasta reflejar el nuevo tipo impositivo, pero con menor demanda y oferta: se han redirigido recursos a las preferencias del gobierno, y, por el camino, se han destruido unos cuantos empleos. Además, como se ha dicho, si la contracción de la demanda es superior a la subida del IVA (esto es, se deja de comprar más de un 2%, o se desvian dichas compras al mercado negro, sin IVA), esto supondrá también una reducción en la recaudación fiscal. Y, siguiendo la lógica gubernamental, les debería llevar a nuevas subidas de IVA, y entrar en una espiral destructiva sin salida (si mantienen su objetivo de incrementar por esta vía la recaudación fiscal).
Así que estupendo: más paro seguro, y nada seguro sobre la recaudación fiscal. Adelante, campeones, que vosotros podeis.
viernes, 25 de septiembre de 2009
Crecer sin crear empleo
Escucho en la radio a nuestro presidente muy preocupado, ahora, por la posibilidad de que las economías crezcan sin creación de empleo. Los conocimientos de economia del citado son sobradamente conocidos (mejor dicho, desconocidos). Constituye lo que podríamos llamar un pozo de ignorancia.
Pero sospecho que igual para algún economista, sí existe la posibilidad de que la economía crezca sin crear empleo. Como para los neoclásicos la causalidad es la inversa, esto es, ellos creen que para crear empleo, la economía tiene que crecer, puede que en su paradigma exista esa posibilidad. De hecho, seguro que todos hemos oído aquello de que "para que nuestra economía cree empleo es necesario que crezca al 2% anual".
Para que la economía crezca es necesario que la riqueza crezca; para que la riqueza crezca, es necesario que se identifiquen mejores usos de los recursos que los actuales; y para que esos recursos se puedan combinar en mejores usos, es necesario, siempre, el concurso humano. No hay actividad económica sin trabajo. Por muy mecanizada que este una industria, siempre se necesita el factor humano.
Por tanto, es imposible que la economía crezca sin que lo haga el empleo. Es más, la economía crece como consecuencia de que lo hace el empleo (ceteris paribus). Son falaces los razonamientos contrarios, que nos quieren hacer creer la economía va por un lado y la gente por otro.
Dicho esto, nos queda por ver el tema macroeconómico. Para el señor ZP, y la mayor parte de economistas, el crecimiento de la economía se mide con el crecimiento del PIB. Por eso, nos dicen, crecen las economías de Francia y Alemania. Sin embargo, esa medida es errónea (por razones que, entre otros, expone Reisman), y, además, está muy sesgada por el incremento de la oferta monetaria. Digamos que es una medida estupenda para reflejar crecimientos en términos monetarios, aunque no en términos reales.
Como el crecimiento en términos monetarios no implica crecimiento en términos reales, es evidente que para un mainstream, la economía puede crecer (el PIB puede crecer), sin hacerlo el empleo. Lo que pasa es que ese crecimiento es mentira (como posiblemente la cifra estadística manipulada que nos dan), y por eso el desempleo puede crecer, incluso con los datos también manipulados que nos dan.
Y sensu contrario: el PIB (la economía) podría decrecer y el empleo crecer, por ejemplo, si se incrementan las transacciones mediante trueque. Pero claro, a nuestros políticos lo que les importa es el dato que se han puesto de medida, no la realidad.
Pero sospecho que igual para algún economista, sí existe la posibilidad de que la economía crezca sin crear empleo. Como para los neoclásicos la causalidad es la inversa, esto es, ellos creen que para crear empleo, la economía tiene que crecer, puede que en su paradigma exista esa posibilidad. De hecho, seguro que todos hemos oído aquello de que "para que nuestra economía cree empleo es necesario que crezca al 2% anual".
Para que la economía crezca es necesario que la riqueza crezca; para que la riqueza crezca, es necesario que se identifiquen mejores usos de los recursos que los actuales; y para que esos recursos se puedan combinar en mejores usos, es necesario, siempre, el concurso humano. No hay actividad económica sin trabajo. Por muy mecanizada que este una industria, siempre se necesita el factor humano.
Por tanto, es imposible que la economía crezca sin que lo haga el empleo. Es más, la economía crece como consecuencia de que lo hace el empleo (ceteris paribus). Son falaces los razonamientos contrarios, que nos quieren hacer creer la economía va por un lado y la gente por otro.
Dicho esto, nos queda por ver el tema macroeconómico. Para el señor ZP, y la mayor parte de economistas, el crecimiento de la economía se mide con el crecimiento del PIB. Por eso, nos dicen, crecen las economías de Francia y Alemania. Sin embargo, esa medida es errónea (por razones que, entre otros, expone Reisman), y, además, está muy sesgada por el incremento de la oferta monetaria. Digamos que es una medida estupenda para reflejar crecimientos en términos monetarios, aunque no en términos reales.
Como el crecimiento en términos monetarios no implica crecimiento en términos reales, es evidente que para un mainstream, la economía puede crecer (el PIB puede crecer), sin hacerlo el empleo. Lo que pasa es que ese crecimiento es mentira (como posiblemente la cifra estadística manipulada que nos dan), y por eso el desempleo puede crecer, incluso con los datos también manipulados que nos dan.
Y sensu contrario: el PIB (la economía) podría decrecer y el empleo crecer, por ejemplo, si se incrementan las transacciones mediante trueque. Pero claro, a nuestros políticos lo que les importa es el dato que se han puesto de medida, no la realidad.
jueves, 24 de septiembre de 2009
La CNMV al rescate
Para algo están los organismos reguladores, sí señor. Para avisarnos a los pobres y descuidados inversores de que hay emisiones que pueden tener irregularidades. Por ejemplo, para avisarnos de la emisión de deuda de Nueva Rumasa, que se ha anunciado hasta en televisión.
Resulta que hay algunos de los potenciales inversores que, al parecer, le preguntan a la CNMV que qué le parece el tema. Y la CNMV se hincha a dar consejos: que miren muy bien todas las claúsulas, que se aseguren de lo que significa cada expresión, y que se asesoren adecuadamente antes de tomas la decisión, incluso con profesionales (alguna propuesta de la gente de la CNMV al respecto?). Y esta fenomenal que lo hagan. De hecho, es la segunda vez que emiten el comunicado de "cuidadín con Nueva Rumasa".
Es curiosa la manía que tienen a todo tipo medianamente independiente y emprendedor los gobiernos. Poca gente habrá creado tanta riqueza en España como el señor Ruiz Mateos, del que se podrán decir muchas cosas, pero ninguna contra su capacidad como emprendedor. Este tío es incansable, y siempre está a la busca de nuevas oportunidades de negocio. Y eso que ya le desmontaron el chiringuito una vez. Pero, nada, hay que avisar y reavisar sobre los riesgos de su emisión.
En cambio, ¿qué nos ha dicho la CNMV de las emisiones de prefentes de la banca española? ¿Cómo ha prevenido al pequeño inversor de que quizá las entidades financieras se la estaban dando con queso? No entiendo mucho del tema, y tampoco me apetece investigarlo. Baste decir que la mayor parte de bancos y cajas españoles están colocando entre sus pequeños clientes unos titulillos por los que, al parecer, en el mercado de institucionales no les darían ni la mitad. Por eso se los colocan a los pequeños.
Pero claro, una cosa son los que están en el sistema y colaboran en el mutuo sostenimiento, y otra son los emprendedores que se tratan de buscar la vida con sus ideas. A los primeros, todo parabienes, a los segundos, todo comunicados.
Obviamente, me fio mucho más de la capacidad de cumplir sus compromisos de Nueva Rumasa que de todo el sistema financiero y estatal junto. Ahora, de lo que no me fio es que este último no le vuelva a hacer a Rumasa la pirula, y se queden los bonistas en pelota. Y, encima, por su bien. Como los impuestos, cuya subida, según la Salgado, nos va a beneficiar a los trabajadores.
Dios mio, que viene la CNMV al rescate. Sálvese quien pueda.
Resulta que hay algunos de los potenciales inversores que, al parecer, le preguntan a la CNMV que qué le parece el tema. Y la CNMV se hincha a dar consejos: que miren muy bien todas las claúsulas, que se aseguren de lo que significa cada expresión, y que se asesoren adecuadamente antes de tomas la decisión, incluso con profesionales (alguna propuesta de la gente de la CNMV al respecto?). Y esta fenomenal que lo hagan. De hecho, es la segunda vez que emiten el comunicado de "cuidadín con Nueva Rumasa".
Es curiosa la manía que tienen a todo tipo medianamente independiente y emprendedor los gobiernos. Poca gente habrá creado tanta riqueza en España como el señor Ruiz Mateos, del que se podrán decir muchas cosas, pero ninguna contra su capacidad como emprendedor. Este tío es incansable, y siempre está a la busca de nuevas oportunidades de negocio. Y eso que ya le desmontaron el chiringuito una vez. Pero, nada, hay que avisar y reavisar sobre los riesgos de su emisión.
En cambio, ¿qué nos ha dicho la CNMV de las emisiones de prefentes de la banca española? ¿Cómo ha prevenido al pequeño inversor de que quizá las entidades financieras se la estaban dando con queso? No entiendo mucho del tema, y tampoco me apetece investigarlo. Baste decir que la mayor parte de bancos y cajas españoles están colocando entre sus pequeños clientes unos titulillos por los que, al parecer, en el mercado de institucionales no les darían ni la mitad. Por eso se los colocan a los pequeños.
Pero claro, una cosa son los que están en el sistema y colaboran en el mutuo sostenimiento, y otra son los emprendedores que se tratan de buscar la vida con sus ideas. A los primeros, todo parabienes, a los segundos, todo comunicados.
Obviamente, me fio mucho más de la capacidad de cumplir sus compromisos de Nueva Rumasa que de todo el sistema financiero y estatal junto. Ahora, de lo que no me fio es que este último no le vuelva a hacer a Rumasa la pirula, y se queden los bonistas en pelota. Y, encima, por su bien. Como los impuestos, cuya subida, según la Salgado, nos va a beneficiar a los trabajadores.
Dios mio, que viene la CNMV al rescate. Sálvese quien pueda.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Millonarios en EEUU y en Europa
Leo en alguna noticia, de cuya fuente no puedo acordarme, algo referente al número de millonarios. Al parecer, como consecuencia de la crisis, el número de los mismos está cayendo espectacularmente en EEUU, mientras que se mantiene relativamente estable en Europa. Qué bien, qué suerte tenemos, nuestras fortunas son más seguras que allende los mares. Bendita vieja Europa.
Oooops. Se me ha olvidado que yo no soy millonario (salvo en lectores de este blog, claro). Así que quizá la noticia no sea tan buena. Me explico un poco.
En un mercado libre, la riqueza conseguida no está asegurada. La riqueza se obtiene dando servicio a los demás ciudadanos, y en la medida en que el empresario sea capaz de anticipar con mayor precisión las necesidades de aquellos, obteniendo recursos a bajo precio y dándoles utilidad de forma que su valor se multiplique, y lo pueda retener él.
Beneficios grandes tienen un efecto llamada y, sin barreras a la entrada, otros empresarios comenzarán a imitarlo, hasta llevar sus beneficios a la tasa normal de viabilidad de la empresa. La acumulación de riqueza solo se podrá mantener, si de nuevo se innueva y se buscan nuevas formas de satisfacer a los congéneres.
Ante una crisis económica, todos los empresarios han de ajustarse a las nuevas demandas. Pero no todos los harán con éxito. Por ello, en el mercado libre (asumiendo que en dicho mercado se puedieran producir crisis como la actual), muchos millonarios dejarían de serlo, al adecuarse la valoración de sus empresas y riqueza a la nueva situación.
En cambio, en un mercado regulado y con barreras a la entrada, los millonarios están mucho más protegidos de estos cambios. Si eres millonario porque te has forrado con las renovables (subvenciones y licencias), porque tienes concesiones de autopista o de TV de pago, porque eres político metido a conseguidor, o tienes algún monopoliete de andar por casa, o, mejor aún, porque tu banco puede expandir el crédito con el respaldo de los gobiernos, tu fortuna es mucho más resistente.
La conclusión es inmediata: la mayor intervención en los países europeos asegura mucho mejor las fortunas de los millonarios de aquí, frente a los de EEUU, cuya mayor liberalización exige al millonario una mejor adaptación al entorno, si es que quiere mantener su fortuna.
Griten conmigo: Viva Europa, viva Botín, vivan los Entrecanales y los Albertos, y vivan Florentino y Luis Rivero. VIVAN!
Oooops. Se me ha olvidado que yo no soy millonario (salvo en lectores de este blog, claro). Así que quizá la noticia no sea tan buena. Me explico un poco.
En un mercado libre, la riqueza conseguida no está asegurada. La riqueza se obtiene dando servicio a los demás ciudadanos, y en la medida en que el empresario sea capaz de anticipar con mayor precisión las necesidades de aquellos, obteniendo recursos a bajo precio y dándoles utilidad de forma que su valor se multiplique, y lo pueda retener él.
Beneficios grandes tienen un efecto llamada y, sin barreras a la entrada, otros empresarios comenzarán a imitarlo, hasta llevar sus beneficios a la tasa normal de viabilidad de la empresa. La acumulación de riqueza solo se podrá mantener, si de nuevo se innueva y se buscan nuevas formas de satisfacer a los congéneres.
Ante una crisis económica, todos los empresarios han de ajustarse a las nuevas demandas. Pero no todos los harán con éxito. Por ello, en el mercado libre (asumiendo que en dicho mercado se puedieran producir crisis como la actual), muchos millonarios dejarían de serlo, al adecuarse la valoración de sus empresas y riqueza a la nueva situación.
En cambio, en un mercado regulado y con barreras a la entrada, los millonarios están mucho más protegidos de estos cambios. Si eres millonario porque te has forrado con las renovables (subvenciones y licencias), porque tienes concesiones de autopista o de TV de pago, porque eres político metido a conseguidor, o tienes algún monopoliete de andar por casa, o, mejor aún, porque tu banco puede expandir el crédito con el respaldo de los gobiernos, tu fortuna es mucho más resistente.
La conclusión es inmediata: la mayor intervención en los países europeos asegura mucho mejor las fortunas de los millonarios de aquí, frente a los de EEUU, cuya mayor liberalización exige al millonario una mejor adaptación al entorno, si es que quiere mantener su fortuna.
Griten conmigo: Viva Europa, viva Botín, vivan los Entrecanales y los Albertos, y vivan Florentino y Luis Rivero. VIVAN!
sábado, 19 de septiembre de 2009
El socialismo del PP y el socialismo de los españoles
Uno de los principales problemas que tendrá España para salir de la crisis es la ausencia de alternativa política, por lo menos a día de hoy, y hablando a nivel nacional. El PP es tan socialista o más que el PSOE. Otra prueba la hemos tenido esta semana, con el apoyo a la famosa medida de los 420 Euros.
La táctica del PP ante esta clase de medidas es lamentable, y deja a los ciudadanos con algo de sentido común huerfanos y sin esperanza, si es que alguno de esos ciudadanos pensaba que un político les podía sacar del atolladero. Sistemáticamente, el PP se pone a pedir más de lo que el generoso PSOE concede. Que el PSOE propone 420 Euros desde agosto, el PP le desgasta diciendo que tenía que ser desde enero; que el PSOE reparte 2500 Euros por niño, el PP cree que tienen que ser 3000. Y así.
Esto solo puede responder a la percepción, errónea o equivocada, que tienen del españolito medio. Deben de pensar que a este españolito le gusta regalar su dinero en mensajes de falsa solidaridad. Pero quizá la cosa sea más complicada. Quizá el españolito medio no tiene la culpa de ser tan ingenuo. Y es que, si hay algo en que han conseguido triunfar los estados, es en separar gastos e ingresos, de forma que todos vivimos en la ilusión de que existe por ahí un tesoro de dinero público, y que todo lo que tenemos que hacer es repartirlo bien. Se nos olvida que ese tesoro se alimenta de nuestros impuestos.
Pero es que los políticos son unos artistas. Su planteamiento es siempre el mismo: es bueno que la educación sea gratuita, que la sanidad sea universal, que los parados de larga duración sean ayudados. Y quién va a discutir que eso sea bueno? No sería bueno también que todos tuviéramos un Testa Rossa y una casa en la playa?
El problema es que nada de eso es gratis, todo se tiene que pagar. Por ejemplo, si la educación es gratuita, de qué vivirán los profesores?. Cómo no podrán vivir, no habrá profesores. Y tampoco educación gratuita. Así de sencillo: para que sea "gratuita" para alguien, otro alguien tiene que pagarla.
Pero los españoles somos ciegos a esta segunda parte. Solo debatimos en términos de bondad, y no de coste. Las quejas por las subidas de impuestos van por otro lado. Así que el PP se vuelve socialista y opta por la vía cómoda: en vez de tratar de hacer ver a los "buenos" españoles que cada subsidio va a suponer mayores impuestos, lo que hace es huir hacia adelante, y pedir más subsidio. Por lo que, implícitamente y pese a lo que diga su líder, también está a favor de que nos suban los impuestos.
Este es el socialismo que nos toca vivir, y con el que pretendemos salir de la crisis económica. Así que tendremos crisis y socialismo mientras el cuerpo aguante y, luego, ya veremos.
La táctica del PP ante esta clase de medidas es lamentable, y deja a los ciudadanos con algo de sentido común huerfanos y sin esperanza, si es que alguno de esos ciudadanos pensaba que un político les podía sacar del atolladero. Sistemáticamente, el PP se pone a pedir más de lo que el generoso PSOE concede. Que el PSOE propone 420 Euros desde agosto, el PP le desgasta diciendo que tenía que ser desde enero; que el PSOE reparte 2500 Euros por niño, el PP cree que tienen que ser 3000. Y así.
Esto solo puede responder a la percepción, errónea o equivocada, que tienen del españolito medio. Deben de pensar que a este españolito le gusta regalar su dinero en mensajes de falsa solidaridad. Pero quizá la cosa sea más complicada. Quizá el españolito medio no tiene la culpa de ser tan ingenuo. Y es que, si hay algo en que han conseguido triunfar los estados, es en separar gastos e ingresos, de forma que todos vivimos en la ilusión de que existe por ahí un tesoro de dinero público, y que todo lo que tenemos que hacer es repartirlo bien. Se nos olvida que ese tesoro se alimenta de nuestros impuestos.
Pero es que los políticos son unos artistas. Su planteamiento es siempre el mismo: es bueno que la educación sea gratuita, que la sanidad sea universal, que los parados de larga duración sean ayudados. Y quién va a discutir que eso sea bueno? No sería bueno también que todos tuviéramos un Testa Rossa y una casa en la playa?
El problema es que nada de eso es gratis, todo se tiene que pagar. Por ejemplo, si la educación es gratuita, de qué vivirán los profesores?. Cómo no podrán vivir, no habrá profesores. Y tampoco educación gratuita. Así de sencillo: para que sea "gratuita" para alguien, otro alguien tiene que pagarla.
Pero los españoles somos ciegos a esta segunda parte. Solo debatimos en términos de bondad, y no de coste. Las quejas por las subidas de impuestos van por otro lado. Así que el PP se vuelve socialista y opta por la vía cómoda: en vez de tratar de hacer ver a los "buenos" españoles que cada subsidio va a suponer mayores impuestos, lo que hace es huir hacia adelante, y pedir más subsidio. Por lo que, implícitamente y pese a lo que diga su líder, también está a favor de que nos suban los impuestos.
Este es el socialismo que nos toca vivir, y con el que pretendemos salir de la crisis económica. Así que tendremos crisis y socialismo mientras el cuerpo aguante y, luego, ya veremos.
jueves, 17 de septiembre de 2009
Sobre El Rey León
Hacía tiempo que no escribía una entrada de las alegóricas, de esas que le encantan a algunos de los contertulios de este blog. Como hace poco tuve oportunidad de ver de nuevo este clásico de Disney, se dispararon de nuevo las interpretaciones extrañas y provocadoras de la película. Así que voy a compartir algunas de ellas.
La historia se abre con la canción del ciclo de la vida, el círculo de la vida. Mussafa, el rey, le enseña a su hijo Simba la importancia que tienen todas las criaturas dentro de ese círculo y lo importante que es que no haya interferencias con el orden natural de la vida. Como rey, Simba no debe pretender alterar dicho círculo, sino preservar su respeto. Cualquier interferencia con este orden "espontáneo" puede llevar a la destrucción al sistema y a sus habitantes.
Es tan obvia el paralelismo con el libre mercado que no sé si merece la pena desarrollarlo. En el libre mercado, la gente puede vivir y desarrollarse dentro del orden "espontáneo" de Hayek. Y el intervencionismo en el libre mercado lleva, de forma inevitable, a su destrucción y con ella, la de la prosperidad de los individuos.
También sabemos que una mera intervención no destruye el mercado; es el empeño en sostenerla para cumplir fines ajenos al mismo lo que puede producir su destrucción. En el momento en que el estado cesa en sus interferencias, el mercado rápidamente se recupera, casi como si no hubiera pasado nada. Lo mismo pasará con el círculo de la vidad una vez Simba releve de su situación al malvado Scar y sus hienas cómplices. Y eso, pese a toda la destrucción que estas causan.
La principal consecuencia de la intervención es, en la película, la hambruna, la carestía de alimentos, los shortages (que diría Reisman). Al interrumpir el ciclo natural, el grupo de poderosos es capaz de vivir muy bien, pero solo durante un tiempo corto. Se destruye la riqueza del sistema y, al final, no hay comida para nadie, tampoco para el estado. Sí, a corto plazo los políticos y sus amigos se benefician, pero a medio plazo también la situación de estos empeora respecto a la original. De hecho, las hienas piden el regreso de Mussafa.
Por último, hay que referirse al ejército de hienas, evidente réplica de los ejercitos totalitaristas, estilo desfile militar ante Stalin. Es claro que la película lleva al extremo este intervencionismo de que hablamos: la única finalidad del poder es alimentar a las hienas, como garantía para mantenerse (hay que mantener el ejército). Pero no debería olvidarse que no hace falta llevar las cosas a ese extremo para constatar que el intervencionismo conduce a la destrucción del mercado y que lleva al mismo resultado, aunque de forma más suave.
La interferencia con el orden natural destruye el ciclo de la vida. Pues eso.
La historia se abre con la canción del ciclo de la vida, el círculo de la vida. Mussafa, el rey, le enseña a su hijo Simba la importancia que tienen todas las criaturas dentro de ese círculo y lo importante que es que no haya interferencias con el orden natural de la vida. Como rey, Simba no debe pretender alterar dicho círculo, sino preservar su respeto. Cualquier interferencia con este orden "espontáneo" puede llevar a la destrucción al sistema y a sus habitantes.
Es tan obvia el paralelismo con el libre mercado que no sé si merece la pena desarrollarlo. En el libre mercado, la gente puede vivir y desarrollarse dentro del orden "espontáneo" de Hayek. Y el intervencionismo en el libre mercado lleva, de forma inevitable, a su destrucción y con ella, la de la prosperidad de los individuos.
También sabemos que una mera intervención no destruye el mercado; es el empeño en sostenerla para cumplir fines ajenos al mismo lo que puede producir su destrucción. En el momento en que el estado cesa en sus interferencias, el mercado rápidamente se recupera, casi como si no hubiera pasado nada. Lo mismo pasará con el círculo de la vidad una vez Simba releve de su situación al malvado Scar y sus hienas cómplices. Y eso, pese a toda la destrucción que estas causan.
La principal consecuencia de la intervención es, en la película, la hambruna, la carestía de alimentos, los shortages (que diría Reisman). Al interrumpir el ciclo natural, el grupo de poderosos es capaz de vivir muy bien, pero solo durante un tiempo corto. Se destruye la riqueza del sistema y, al final, no hay comida para nadie, tampoco para el estado. Sí, a corto plazo los políticos y sus amigos se benefician, pero a medio plazo también la situación de estos empeora respecto a la original. De hecho, las hienas piden el regreso de Mussafa.
Por último, hay que referirse al ejército de hienas, evidente réplica de los ejercitos totalitaristas, estilo desfile militar ante Stalin. Es claro que la película lleva al extremo este intervencionismo de que hablamos: la única finalidad del poder es alimentar a las hienas, como garantía para mantenerse (hay que mantener el ejército). Pero no debería olvidarse que no hace falta llevar las cosas a ese extremo para constatar que el intervencionismo conduce a la destrucción del mercado y que lleva al mismo resultado, aunque de forma más suave.
La interferencia con el orden natural destruye el ciclo de la vida. Pues eso.
martes, 15 de septiembre de 2009
Albricias, por fin suben los precios
Ay qué alegría me ha dado al saber el dato de IPC en agosto. Ay, qué por fin se interrumpe la terrible tendencia que nos llevaba al pozo deflacionario. Ya empieza la recuperación económica, ahora sí. Pues en agosto, el índice de precios al consumo subió un 0,3%. E interrumpió la tendencia de bajadas que sufríamos con gran dolor en meses anteriores.
Alegrémomos todos, que ya estamos pagando precios más caros por los mismos bienes en los que no hemos acabado de notar las bajadas de que nos informa el IPC. Y que más da que los salarios no hayan subido, lo importante es que ya volvemos a pagar más. Claro, luego la gente piensa, con razón, que los economistas están locos.
Y es que, a quien lea la noticia, le dan ganas de echarse a la calle a celebrarlo. Aunque tenga que pagar unos centimillos más por la cerveza. Y yo que sigo sin entender cuál es la buena noticia en una subida de precios.
Para el gobierno y la economía neoclásica, la subida de precios proviene de un mayor consumo. Y, si se empieza a consumir más, las empresas se pondrán más contentas, se reactivará la actividad económica y se empezará a crear empleo, lo que a su vez acrecentará el consumo, y así entramos en un círculo virtuoso estupendo.
Evidentemente, algo debe de fallar en esta burbujita. ¿Cómo es posible que, de repente, la demanda o el consumo suba? ¿De dónde salen los nuevos ricos capaces ellos solos de demandar tanto que suban los precios? Porque lo que sí ha pasado, por ejemplo, es que el paro ha crecido en 80.000 personas. Vamos, que no hay indicios especialmente razonables para asumir que la subida de precios se debe a una reactivación del consumo. Más precisamente, a que dicha reactivación se deba a que la gente ve mejor el panorama.
Para los economistas austriacos, la cosa es más sencilla, pues es bien conocido que estas subidas generalizadas de precios no responden a nada que tenga que ver con reactivaciones de consumo y otras zarandajas, sino a los incrementos del dinero enchufado por los bancos centrales. Lo que llevan haciendo durante más de un año.
Es más, como los austriacos no son tan miopes, se dan cuenta de que el dinero de nueva creación no necesariamente va a bienes de consumo, sino que normalmente empieza dirigiéndose a la bolsa, y aquí llevamos en subida libre desde marzo. Pero como esta subida de precios no se ve en el IPC, no existe.
Así que, si había que alegrarse por la subida de precios, llevamos 6 meses perdidos de alegría. Aunque, claro, a mí me parece que esto de que suban los precios no tiene nada de alegre, y sí de alarmante.
Alegrémomos todos, que ya estamos pagando precios más caros por los mismos bienes en los que no hemos acabado de notar las bajadas de que nos informa el IPC. Y que más da que los salarios no hayan subido, lo importante es que ya volvemos a pagar más. Claro, luego la gente piensa, con razón, que los economistas están locos.
Y es que, a quien lea la noticia, le dan ganas de echarse a la calle a celebrarlo. Aunque tenga que pagar unos centimillos más por la cerveza. Y yo que sigo sin entender cuál es la buena noticia en una subida de precios.
Para el gobierno y la economía neoclásica, la subida de precios proviene de un mayor consumo. Y, si se empieza a consumir más, las empresas se pondrán más contentas, se reactivará la actividad económica y se empezará a crear empleo, lo que a su vez acrecentará el consumo, y así entramos en un círculo virtuoso estupendo.
Evidentemente, algo debe de fallar en esta burbujita. ¿Cómo es posible que, de repente, la demanda o el consumo suba? ¿De dónde salen los nuevos ricos capaces ellos solos de demandar tanto que suban los precios? Porque lo que sí ha pasado, por ejemplo, es que el paro ha crecido en 80.000 personas. Vamos, que no hay indicios especialmente razonables para asumir que la subida de precios se debe a una reactivación del consumo. Más precisamente, a que dicha reactivación se deba a que la gente ve mejor el panorama.
Para los economistas austriacos, la cosa es más sencilla, pues es bien conocido que estas subidas generalizadas de precios no responden a nada que tenga que ver con reactivaciones de consumo y otras zarandajas, sino a los incrementos del dinero enchufado por los bancos centrales. Lo que llevan haciendo durante más de un año.
Es más, como los austriacos no son tan miopes, se dan cuenta de que el dinero de nueva creación no necesariamente va a bienes de consumo, sino que normalmente empieza dirigiéndose a la bolsa, y aquí llevamos en subida libre desde marzo. Pero como esta subida de precios no se ve en el IPC, no existe.
Así que, si había que alegrarse por la subida de precios, llevamos 6 meses perdidos de alegría. Aunque, claro, a mí me parece que esto de que suban los precios no tiene nada de alegre, y sí de alarmante.
domingo, 13 de septiembre de 2009
El gasto público en España: lo que no vemos
Andamos todos un poquillo revueltos, algunos hasta fisiológicamente, con el tema de la inevitable subida de impuestos que ha comenzado a anunciarnos el gobierno. Y, claro, algunos ingenuos se plantean si no cabría como solución alternativa, la reducción del gasto público. Oiga usted, en vez de subir la imposición sobre el ciudadanos, en cuyas consecuencias coinciden todos los economistas, y no precisamente para bien, ¿por qué no se plantean gastar menos?
El objetivo de estas líneas es desmontar el mito de que el gasto de nuestro gobierno es excesivo. Y para ello nada mejor que acudir a Bastiat, economista frances de hace unos siglos, para que nos aporte su metodología. Él la aplicó con profusión en su "Ce qu'on voit et ce qu'on ne voit pas" (Lo que se ve y lo que no se ve").
Básicamente, se trata de que a la hora de hacer análisis económicos, no basta con quedarse en lo que es inmediatamente visible, sino que hay que rascar un poco para ver los efectos ocultos. Por ejemplo, si con dinero público se hace un puente, este puente es lo que se ve. Lo que no se ve es todo lo que se ha dejado de producir por dedicar ese dinero al puente.
Pues lo mismo propongo hacer con nuestro gasto público, y demostraré como nuestros políticos nos ahorran ingentes cantidades de dinero. Empiezo:
Lo que se ve:
- Zapatero de vacaciones en Lanzarote.
- Pajin cobrando 20.000 Euros al mes.
- Gallardón a la caza y captura de unos juegos olímpicos para Madrid.
- Chaves dando bien de dineros públicos a la empresa de su hija,
Lo que no se ve:
- Zapatero se podría ir de vacaciones a la costa Azul, a Miami o a Sudáfrica. Gracias a su modestia, nos estamos ahorrando un pastón.
- Pajín ganaría mucho más dinero en la empresa privada; Pajín, en realidad, sacrifica salario por servicio a los españoles. Nadie en la empresa privada con su nivel de responsabilidad tiene un sueldo tan magro.
- Gallardón no está tratando de conseguir un mundial de futbol, ni que el Tour de Francia pase por Madrid, ni los juegos olímpicos de invierno. Gracias a esta humildad, se ahorra muchísimo dinero, en este caso, el contribuyente madrileño.
- Chaves no está ayudando a toda su familia con este nivel, solo lo reserva para su hija. En justicia, debería poder extender dádivas de esta cuantía a todos sus parientes hasta tercer o cuarto grado de consanguinidad, que para eso ha sacrificado tantos años en favor del andaluz. Y sin embargo, limita estas cantidades para descendientes directos, ahorrando de paso gran cantidad de impuestos al contribuyente andaluz.
Creo que ya queda suficientemente ilustrado el fenómeno, que resulta difícil aprehender sin conocimientos económicos. Benditos políticos que, cuanto más gastan, más ahorran.
El objetivo de estas líneas es desmontar el mito de que el gasto de nuestro gobierno es excesivo. Y para ello nada mejor que acudir a Bastiat, economista frances de hace unos siglos, para que nos aporte su metodología. Él la aplicó con profusión en su "Ce qu'on voit et ce qu'on ne voit pas" (Lo que se ve y lo que no se ve").
Básicamente, se trata de que a la hora de hacer análisis económicos, no basta con quedarse en lo que es inmediatamente visible, sino que hay que rascar un poco para ver los efectos ocultos. Por ejemplo, si con dinero público se hace un puente, este puente es lo que se ve. Lo que no se ve es todo lo que se ha dejado de producir por dedicar ese dinero al puente.
Pues lo mismo propongo hacer con nuestro gasto público, y demostraré como nuestros políticos nos ahorran ingentes cantidades de dinero. Empiezo:
Lo que se ve:
- Zapatero de vacaciones en Lanzarote.
- Pajin cobrando 20.000 Euros al mes.
- Gallardón a la caza y captura de unos juegos olímpicos para Madrid.
- Chaves dando bien de dineros públicos a la empresa de su hija,
Lo que no se ve:
- Zapatero se podría ir de vacaciones a la costa Azul, a Miami o a Sudáfrica. Gracias a su modestia, nos estamos ahorrando un pastón.
- Pajín ganaría mucho más dinero en la empresa privada; Pajín, en realidad, sacrifica salario por servicio a los españoles. Nadie en la empresa privada con su nivel de responsabilidad tiene un sueldo tan magro.
- Gallardón no está tratando de conseguir un mundial de futbol, ni que el Tour de Francia pase por Madrid, ni los juegos olímpicos de invierno. Gracias a esta humildad, se ahorra muchísimo dinero, en este caso, el contribuyente madrileño.
- Chaves no está ayudando a toda su familia con este nivel, solo lo reserva para su hija. En justicia, debería poder extender dádivas de esta cuantía a todos sus parientes hasta tercer o cuarto grado de consanguinidad, que para eso ha sacrificado tantos años en favor del andaluz. Y sin embargo, limita estas cantidades para descendientes directos, ahorrando de paso gran cantidad de impuestos al contribuyente andaluz.
Creo que ya queda suficientemente ilustrado el fenómeno, que resulta difícil aprehender sin conocimientos económicos. Benditos políticos que, cuanto más gastan, más ahorran.
domingo, 23 de agosto de 2009
¿Salvados por la campana?
Si nos fiamos de los datos macroeconómicos, y del sentimiento generalizado, parece que se está saliendo de la crisis. Más precisamente, parece que algunos países están saliendo de la crisis. En la Unión Europea, tanto Alemania como Francia apuntaron crecimientos del PIB en el último trimestre, lo cual fue recibido con gran alborozo. Hubo muchos que recibieron con aún más alborozo, a la vista de esos datos, el terrible de España, que sigue sin levantar cabeza.
No sé si es cierto que se está saliendo de la crisis. No me fio de los indicadores macroeconómicos, no solo por sus fuentes (interesadas), sino por sus evidentes limitaciones como indicadores de actividad económica, que Reisman pone muy bien de manifiesto en su Capitalism. Además, son indicadores que necesariamente crecen cuando se está metiendo dinero en el sistema, como ha hecho el BCE en los dos últimos años.
Tiendo a pensar que, aunque se han hecho algunos ajustes en recursos, es imposible que se hayan corregido todas las malas inversiones que se habían producido en la burbuja, pues no se han corregido los precios. Una vez más, las inyecciones de dinero de los bancos centrales contribuyen a arrojar dudas sobre el proceso de recuperación. Es más, en el mejor caso, estaríamos en una fase de recuperación alimentada por inflación (creación de dinero), que como todo economista austriaco sabe es la primera fase de la crisis.
Sin embargo, creo que a la economía española esto le puede venir muy bien. Y no por la chorrada de que empiecen a tirar del tren las locomotoras europeas, sino por lo siguiente.
Es claro que en España no se ha producido la limpieza de malas inversiones. La prueba más palpable es la resistencia de los precios de los pisos a bajar, así como las escasas quiebras que se han producido en banca. Y esto no se ha producido porque el Banco Central Europeo ha estado dando dinero barato a los bancos contra activos de creciente dudosa calidad. No obstante, esas inyecciones de dinero tampoco han sido suficientes para re-crear una nueva burbuja, como podría estar pasando ya en Alemania o Francia.
Lo cierto es que el BCE fija una política monetaria común para toda la UE. Con Francia y Alemania aparentemente en recuperación, me parece muy dudoso que mantenga tan bajos los tipos de interés. Así que los días de vino y rosas de los bancos españoles pueden estar tocando a su fin. Por supuesto, contra la voluntad de nuestro gobierno.
Sin embargo, los efectos serían muy beneficiosos para la economía española, pues forzaría la deseada recuperación en V, ya que ya no habría forma de mantener los precios (en ausencia de financiación del BCE) ni el gasto del gobierno (tengo la teoría de que son los bancos españoles los que acuden a la deuda pública española, con el dinero del BCE).
En resumen, como en España no se ha llegado a alimentar otra burbuja, se podría hacer la corrección con menos dolor y en menos tiempo que sí se mantiene la política actual del BCE. Ya solo falta que nuestros políticos dejen de hacer el pringado.
No sé si es cierto que se está saliendo de la crisis. No me fio de los indicadores macroeconómicos, no solo por sus fuentes (interesadas), sino por sus evidentes limitaciones como indicadores de actividad económica, que Reisman pone muy bien de manifiesto en su Capitalism. Además, son indicadores que necesariamente crecen cuando se está metiendo dinero en el sistema, como ha hecho el BCE en los dos últimos años.
Tiendo a pensar que, aunque se han hecho algunos ajustes en recursos, es imposible que se hayan corregido todas las malas inversiones que se habían producido en la burbuja, pues no se han corregido los precios. Una vez más, las inyecciones de dinero de los bancos centrales contribuyen a arrojar dudas sobre el proceso de recuperación. Es más, en el mejor caso, estaríamos en una fase de recuperación alimentada por inflación (creación de dinero), que como todo economista austriaco sabe es la primera fase de la crisis.
Sin embargo, creo que a la economía española esto le puede venir muy bien. Y no por la chorrada de que empiecen a tirar del tren las locomotoras europeas, sino por lo siguiente.
Es claro que en España no se ha producido la limpieza de malas inversiones. La prueba más palpable es la resistencia de los precios de los pisos a bajar, así como las escasas quiebras que se han producido en banca. Y esto no se ha producido porque el Banco Central Europeo ha estado dando dinero barato a los bancos contra activos de creciente dudosa calidad. No obstante, esas inyecciones de dinero tampoco han sido suficientes para re-crear una nueva burbuja, como podría estar pasando ya en Alemania o Francia.
Lo cierto es que el BCE fija una política monetaria común para toda la UE. Con Francia y Alemania aparentemente en recuperación, me parece muy dudoso que mantenga tan bajos los tipos de interés. Así que los días de vino y rosas de los bancos españoles pueden estar tocando a su fin. Por supuesto, contra la voluntad de nuestro gobierno.
Sin embargo, los efectos serían muy beneficiosos para la economía española, pues forzaría la deseada recuperación en V, ya que ya no habría forma de mantener los precios (en ausencia de financiación del BCE) ni el gasto del gobierno (tengo la teoría de que son los bancos españoles los que acuden a la deuda pública española, con el dinero del BCE).
En resumen, como en España no se ha llegado a alimentar otra burbuja, se podría hacer la corrección con menos dolor y en menos tiempo que sí se mantiene la política actual del BCE. Ya solo falta que nuestros políticos dejen de hacer el pringado.
viernes, 21 de agosto de 2009
Los ricos somos todos
Recuerdo que ya en una entrada bastante anterior afirmé taxativamente (fíjate que apropiado, con 'tax', que es impuesto en inglés) que nos iban a subir los impuestos. Ya ha habido una primera subida, que no deberíamos haber olvidado, que afectó a combustibles y tabaco, y que "era por nuestro bien". Pero evidentemente no va a ser la última.
No me interesa tanto analizar y criticar los impuestos que nos van a imponer, como tratar de dinamitar la propaganda con la que van a tratar de que la gente los acepte. El discurso está también claro y viene anunciándose desde hace tiempo, y se basa en la clásica estrategia de "divide y vencerás". Además, es un discurso completamente previsible en un partido de izquierdas.
Se trata de que se van a subir los impuestos a los ricos. Cuando se utiliza el concepto de "rico", la mayor parte de los ciudadanos tendemos a respirar tranquilos, pues no nos consideramos ricos. Porque, la verdad, la mayor parte de los ciudadanos no somos ricos en la acepción natural del término. Pero eso no quiere decir que no seamos "ricos" para la acepción fiscal y, sobre todo, gubernamental del término.
Es connatural a las personas, y es una de las causas de la persistencia del Estado, tender a pensar que con las medidas gubernamentales se nos beneficia más que se nos perjudica. Así, si el gobierno consigue hacer tragar su discurso, la mayor parte estaremos pensando: "qué bien, a nosotros no nos toca (y algo pillaremos de lo que se les va a cobrar a los otros)".
Pues bien, los ricos, los de verdad, no pagan impuestos. A ellos les sale más barato el asesor fiscal y el traslado de capitales o lo que haya que hacer, que aceptar su "justa" carga para sus conciudadanos (ironía intended). Por tanto, si hay que aumentar los ingresos del fisco a consta del ciudadano, por "rico" hay que entender aquel que gana dinero, pero no gana tanto como para que le compense un asesor fiscal. Y aquí entramos la gran mayoría de la gente. O sea, que lo de ricos va por nosotros, por todos nosotros.
Y, si no va a ahora, irá dentro de poco, no lo dudeis. Porque, como el gasto los están incrementando, pero los ingresos se reducirán más que proporcionalmente a la subida de impuestos, tendrán que subirlos aún más y afectar a más gente.
Por favor: No nos dejemos engañar, los ricos somos todos. Revelémonos desde ya contra toda subida de impuestos, aunque creamos que no nos afecta, luego será demasiado tarde.
No me interesa tanto analizar y criticar los impuestos que nos van a imponer, como tratar de dinamitar la propaganda con la que van a tratar de que la gente los acepte. El discurso está también claro y viene anunciándose desde hace tiempo, y se basa en la clásica estrategia de "divide y vencerás". Además, es un discurso completamente previsible en un partido de izquierdas.
Se trata de que se van a subir los impuestos a los ricos. Cuando se utiliza el concepto de "rico", la mayor parte de los ciudadanos tendemos a respirar tranquilos, pues no nos consideramos ricos. Porque, la verdad, la mayor parte de los ciudadanos no somos ricos en la acepción natural del término. Pero eso no quiere decir que no seamos "ricos" para la acepción fiscal y, sobre todo, gubernamental del término.
Es connatural a las personas, y es una de las causas de la persistencia del Estado, tender a pensar que con las medidas gubernamentales se nos beneficia más que se nos perjudica. Así, si el gobierno consigue hacer tragar su discurso, la mayor parte estaremos pensando: "qué bien, a nosotros no nos toca (y algo pillaremos de lo que se les va a cobrar a los otros)".
Pues bien, los ricos, los de verdad, no pagan impuestos. A ellos les sale más barato el asesor fiscal y el traslado de capitales o lo que haya que hacer, que aceptar su "justa" carga para sus conciudadanos (ironía intended). Por tanto, si hay que aumentar los ingresos del fisco a consta del ciudadano, por "rico" hay que entender aquel que gana dinero, pero no gana tanto como para que le compense un asesor fiscal. Y aquí entramos la gran mayoría de la gente. O sea, que lo de ricos va por nosotros, por todos nosotros.
Y, si no va a ahora, irá dentro de poco, no lo dudeis. Porque, como el gasto los están incrementando, pero los ingresos se reducirán más que proporcionalmente a la subida de impuestos, tendrán que subirlos aún más y afectar a más gente.
Por favor: No nos dejemos engañar, los ricos somos todos. Revelémonos desde ya contra toda subida de impuestos, aunque creamos que no nos afecta, luego será demasiado tarde.
martes, 18 de agosto de 2009
Inevitable hipocresía del gobierno
Me entero hoy de que la famosa ayuda de los 420 Euros, solo aplica cuando el parado ha perdido todas sus ayudas a partir del 1 de agosto. O sea, que aquellos que llevan más tiempo sin cobrar ninguna ayuda de nuestro generoso gobierno, pues seguirán sin cobrarlas. Debe de ser porque no son tan necesitados ya, pues habrán tenido tiempo de adaptar sus habitos a su nueva situación. Así que mejor concentrarse en los nuevos "des-subsidiados", para que puedan mantener su estilo de vida.
En fin, estamos ante otra instancia más de la hipocresía de los gobiernos. Solo se busca el titular, la noticia. Nada más pasado este y su posible efecto electoral, la bendita medida cobra su verdadera cara para el gobierno: se trata de una partida de costes más, que hay que reducir a toda costa. Porque, no se olvide, los gobiernos únicamente consumen recursos, no los generan. Cualquier actuación del gobierno únicamente supone consumo, por lo que siempre tiene sentido reducirlo, ya que no se pone en riesgo ningún ingreso generado. Compárese con las inversiones que hace el sector privado.
Me recuerda esta situación a una similar, no tan dramática afortunadamente, de la que soy protagonista junto al insigne alcalde de Madrid. Ocurre que este último, en 2004, habilitó una bonificación del IBI para familias numerosas. Y ocurre también que un servidor adquirió la condición de padre de familia numerosa a finales de 2003.
Pues bien, ufano de mí fue a solicitar la bonificación tan pronto tuve ocasión, nada más empezar 2004. Al mismo tiempo, solicité el libro de familia numerosa, que era necesario para tal solicitud. Evidentemente, el libro de familia numerosa tenía fecha posterior a 1 de enero de 2004, pues fue entonces cuando lo que había solicitado.
Ya se puede uno imaginar el desenlace: bonificación denegada por carecer de libro de familia numerosa el 1 de enero, que es cuando se devenga el impuesto. Da igual que figure en el libro de familia cuándo nació la tercera y que fue antes de dicha fecha. Eso da igual. Lo importante era tener requisito formal. Y no hubo forma.
Así que el espíritu de ayuda a las familias numerosas que inspira la bonificación, se rompe tan pronto como la administración tiene oportunidad, al menor resquicio formal. Qué importa que tuviera o no lo de familia numerosa, si era comprobable que era familia numerosa? Da igual, bonificación denegada.
Lo dicho: está muy bien la propaganda, pero una vez pasa esta, todo se reduce a minimizar costes, aunque sea a costa del espíritu de lo que se pretendía. Porque solo son costes, los beneficios ya se han obtenido por parte del ejecutor. Y por eso, es inevitable que el gobierno sea hipócrita.
En fin, estamos ante otra instancia más de la hipocresía de los gobiernos. Solo se busca el titular, la noticia. Nada más pasado este y su posible efecto electoral, la bendita medida cobra su verdadera cara para el gobierno: se trata de una partida de costes más, que hay que reducir a toda costa. Porque, no se olvide, los gobiernos únicamente consumen recursos, no los generan. Cualquier actuación del gobierno únicamente supone consumo, por lo que siempre tiene sentido reducirlo, ya que no se pone en riesgo ningún ingreso generado. Compárese con las inversiones que hace el sector privado.
Me recuerda esta situación a una similar, no tan dramática afortunadamente, de la que soy protagonista junto al insigne alcalde de Madrid. Ocurre que este último, en 2004, habilitó una bonificación del IBI para familias numerosas. Y ocurre también que un servidor adquirió la condición de padre de familia numerosa a finales de 2003.
Pues bien, ufano de mí fue a solicitar la bonificación tan pronto tuve ocasión, nada más empezar 2004. Al mismo tiempo, solicité el libro de familia numerosa, que era necesario para tal solicitud. Evidentemente, el libro de familia numerosa tenía fecha posterior a 1 de enero de 2004, pues fue entonces cuando lo que había solicitado.
Ya se puede uno imaginar el desenlace: bonificación denegada por carecer de libro de familia numerosa el 1 de enero, que es cuando se devenga el impuesto. Da igual que figure en el libro de familia cuándo nació la tercera y que fue antes de dicha fecha. Eso da igual. Lo importante era tener requisito formal. Y no hubo forma.
Así que el espíritu de ayuda a las familias numerosas que inspira la bonificación, se rompe tan pronto como la administración tiene oportunidad, al menor resquicio formal. Qué importa que tuviera o no lo de familia numerosa, si era comprobable que era familia numerosa? Da igual, bonificación denegada.
Lo dicho: está muy bien la propaganda, pero una vez pasa esta, todo se reduce a minimizar costes, aunque sea a costa del espíritu de lo que se pretendía. Porque solo son costes, los beneficios ya se han obtenido por parte del ejecutor. Y por eso, es inevitable que el gobierno sea hipócrita.
viernes, 14 de agosto de 2009
Sobre los 420 Euros
Que al PSOE únicamente se le ocurran este tipo de medidas, es normal; que la principal alternativa política, el PP, supuestamente más liberal, se queje de que esto no es solución... porque supone solo 15 Euros al día y con eso no vive una familia, es de traca, y de ignorancia económica absoluta o de demagogia pura. Y se lo he oído al señor Montoro.
Vamos con algunas lecciones básicas de economía para que este señor lo entienda. El problema no es que se den 420 Euros durante 6 meses a 320.000 personas. Ese no es el problema. Si hacemos una encuesta y preguntamos qué nos parece, a todos nos parecerá estupendo. Y que se den 600 Euros, y durante 12 meses, y dos huevos duros. El problema es que ese dinero tiene que salir de alguna parte, hay que quitárselo a alguien para poder dárselo a estos parados.
Pero ese es el punto ciego de todos los políticos. De los del PSOE obviamente, pues siempre han concebido el país como su cortijo, pero era más extraño verlo en el PP.
Así pues, con esta medida se consiguen dos efectos: se reducen los recursos disponibles para la creación de nueva actividad (al reducirse la renta por los mayores impuestos necesarios, se reduce la capacidad de ahorro y, por tanto, la de inversión en nuevos activos) y se incentiva la desocupación (la utilidad de trabajar queda reducida durante seis meses más, por lo que, ceteris paribus, se colocan menos trabajadores de los que podrían).
Además, y esto es lo que busca el gobierno, se crea una dependencia de los subsidiados hacía el gobierno, que evidentemente, conviene a este último, sea del color que sea.
En esta medida, además, hay algo nuevo, que es eso del umbral del 17% de paro para mantenerla. Desconozco si existen precedentes sobre esta clase de umbrales, pero me juego un pie a qué tendrá consecuencias inesperadas y, posiblemente, perversas. De entrada, seguro que en breve empezaremos a jugar a definir qué es parado y qué no es, pues en cada revisión va a estar en juego una millonada de Euros. Ahora el gobierno reparte con gracia, pero cuando la medida pierda su redito electoral, lo único que verá será una partidad de gastos que reducir.
Pero es que además es absurda. Si se trata de ayudar a la gente parada, qué pasa?, se les va a dejar en la estacada porque se hayan colocado 100 más este mes? Vamos, que tiene toda la pinta de que esta medida está aquí para quedarse. Y vuelvo a repetir que lo de repartir pasta al prójimo no es malo, pero que el problema es que es una pasta que hay que quitarle a alguien. Y esto no lo debe olvidar ningún político. Sea para parados, o para financiaciones autonómicas, dicho sea de paso.
Vamos con algunas lecciones básicas de economía para que este señor lo entienda. El problema no es que se den 420 Euros durante 6 meses a 320.000 personas. Ese no es el problema. Si hacemos una encuesta y preguntamos qué nos parece, a todos nos parecerá estupendo. Y que se den 600 Euros, y durante 12 meses, y dos huevos duros. El problema es que ese dinero tiene que salir de alguna parte, hay que quitárselo a alguien para poder dárselo a estos parados.
Pero ese es el punto ciego de todos los políticos. De los del PSOE obviamente, pues siempre han concebido el país como su cortijo, pero era más extraño verlo en el PP.
Así pues, con esta medida se consiguen dos efectos: se reducen los recursos disponibles para la creación de nueva actividad (al reducirse la renta por los mayores impuestos necesarios, se reduce la capacidad de ahorro y, por tanto, la de inversión en nuevos activos) y se incentiva la desocupación (la utilidad de trabajar queda reducida durante seis meses más, por lo que, ceteris paribus, se colocan menos trabajadores de los que podrían).
Además, y esto es lo que busca el gobierno, se crea una dependencia de los subsidiados hacía el gobierno, que evidentemente, conviene a este último, sea del color que sea.
En esta medida, además, hay algo nuevo, que es eso del umbral del 17% de paro para mantenerla. Desconozco si existen precedentes sobre esta clase de umbrales, pero me juego un pie a qué tendrá consecuencias inesperadas y, posiblemente, perversas. De entrada, seguro que en breve empezaremos a jugar a definir qué es parado y qué no es, pues en cada revisión va a estar en juego una millonada de Euros. Ahora el gobierno reparte con gracia, pero cuando la medida pierda su redito electoral, lo único que verá será una partidad de gastos que reducir.
Pero es que además es absurda. Si se trata de ayudar a la gente parada, qué pasa?, se les va a dejar en la estacada porque se hayan colocado 100 más este mes? Vamos, que tiene toda la pinta de que esta medida está aquí para quedarse. Y vuelvo a repetir que lo de repartir pasta al prójimo no es malo, pero que el problema es que es una pasta que hay que quitarle a alguien. Y esto no lo debe olvidar ningún político. Sea para parados, o para financiaciones autonómicas, dicho sea de paso.
jueves, 13 de agosto de 2009
Vale, España es una democracia. ¿Y qué?
Se me echan encima algunos contertulios con el tema de que si digo que en España no hay democracia. Así que aprovecho las tardes estivales para recordar un poco de lo que leí hará un año sobre la separación de poderes y estas cosillas que nos venden nuestros políticos.
Pero empiezo aceptando pulpo. Vale, España es una democracia. Podemos elegir cada cuatro años quién nos va a mandar. Si no nos gusta, lo podemos cambiar pasado ese periodo. Magnífica defensa de mis libertadas esta que me proporcionan los políticos. Se han llevado a la gente al tema de la democracia y la libre elección, como si eso tuviera algo que ver con la libertad.
Lo voy a decir claro: democracia y libertad son conceptos que no tienen ningún tipo de relación, aunque a los políticos les interesa equipararlos. Además, debe de haber distintos grados de democracia, pues ahora se lleva hablar de democracias modernas y avanzadas.
Lo importante no es poder elegir quién te va a avasallar, lo importante es poder ejercer tu libertad sin temor a que un tercero, en aras del interés general, te pueda quitar tus propiedades, o te pueda llevar a la carcel sin más (cosa que, por cierto, puede pasarte si te niegas a pagar los impuestos, esto es, a que te quiten tus propiedades en aras del interés general).
Así que España es una democracia, y eso no conduce a nada. Porque al contrario que en otras democracias, como la norteamericana, la inglesa o la francesa, aquí los políticos se diseñaron un sistema que garantiza que no haya separación de poderes a medio plazo. No olvideis que nuestra Constitución fue hecha por políticos, y para políticos, lo mismo que el Estatuto de Cataluña. ¿O es que ha encontrado mucho respaldo popular?
¿Hay algún ciudadano normal en España que sepa distinguir entre el Parlamento y el Gobierno? ¿Cuándo se ha opuesto el grupo del partido del Gobierno, o alguno de sus diputados, a algo de lo que haya propuesto el Gobierno? Al contrario, esos grupos parlamentarios tratan de facilitar la vida del ejecutivo de su partido, no de fiscalizarlo en interés de los españoles. Mecanismos como las listas cerradas son estupendos para garantizar que haya "disciplina de partido". Y la disciplina de partido no supone nada más que disciplina de votante.
Así que separación entre ejecutivo y legislativo en España ni hay, ni se la espera, ni a nivel nacional, ni autonómico, ni local. Los diputados responden ante el líder del partido, y no ante sus votantes, cosa que sí ocurre en EEUU e Inglaterra. Magnífico comienzo.
En cuanto al poder judicial, solo hay que ver la composición del Tribunal Supremo y del Constitucional. Leed, leed los nombres, que seguro que os suenan. Políticos de ambos bandos viviendo de la sinecura. Y como buena sinecura, les exige ser fiel, de nuevo, al líder del partido. Guay de separación de nuevo.
Sí existen jueces en niveles inferiores que son independientes, claro, pero sus casos terminan donde terminan si de verdad tienen relevancia. Así que poco que rascar aquí también. En nombre del interés general, se pueden cambiar las leyes arbitrariamente y, lógicamente, se puedan cambiar también los jueces. ¿O es que puede ir una sentencia contra el "interés general"? ¿En qué cabeza cabe?
Y todo esto pasa porque, con el sistema de separación de poderes forzada por la Revolución Francesa, todo es maquillaje. Los poderes solo pueden estar separados si dimanan de fuentes distintas: pero si todo dimanda de la soberanía popular, no hay separación. Y todos quedamos al arbitrio de nuestra "soberanía", que tampoco es la nuestra, sino la de nuestros elegidos.
Por cierto, antes de que los listillos de turno digan que me estoy metiendo con el actual gobierno, que se relean bien la entrada para constatar que en ningún momento he hablado de un partido concreto... hasta ahora. El PSOE está explotando estas características de nuestra querida democracia para sus fines, como la ha hecho el PP en el pasado, y lo volverá a hacer en el futuro si tiene oportunidad y necesidad. Otra cosa es la sutileza con que cada uno lo hace.
Pero empiezo aceptando pulpo. Vale, España es una democracia. Podemos elegir cada cuatro años quién nos va a mandar. Si no nos gusta, lo podemos cambiar pasado ese periodo. Magnífica defensa de mis libertadas esta que me proporcionan los políticos. Se han llevado a la gente al tema de la democracia y la libre elección, como si eso tuviera algo que ver con la libertad.
Lo voy a decir claro: democracia y libertad son conceptos que no tienen ningún tipo de relación, aunque a los políticos les interesa equipararlos. Además, debe de haber distintos grados de democracia, pues ahora se lleva hablar de democracias modernas y avanzadas.
Lo importante no es poder elegir quién te va a avasallar, lo importante es poder ejercer tu libertad sin temor a que un tercero, en aras del interés general, te pueda quitar tus propiedades, o te pueda llevar a la carcel sin más (cosa que, por cierto, puede pasarte si te niegas a pagar los impuestos, esto es, a que te quiten tus propiedades en aras del interés general).
Así que España es una democracia, y eso no conduce a nada. Porque al contrario que en otras democracias, como la norteamericana, la inglesa o la francesa, aquí los políticos se diseñaron un sistema que garantiza que no haya separación de poderes a medio plazo. No olvideis que nuestra Constitución fue hecha por políticos, y para políticos, lo mismo que el Estatuto de Cataluña. ¿O es que ha encontrado mucho respaldo popular?
¿Hay algún ciudadano normal en España que sepa distinguir entre el Parlamento y el Gobierno? ¿Cuándo se ha opuesto el grupo del partido del Gobierno, o alguno de sus diputados, a algo de lo que haya propuesto el Gobierno? Al contrario, esos grupos parlamentarios tratan de facilitar la vida del ejecutivo de su partido, no de fiscalizarlo en interés de los españoles. Mecanismos como las listas cerradas son estupendos para garantizar que haya "disciplina de partido". Y la disciplina de partido no supone nada más que disciplina de votante.
Así que separación entre ejecutivo y legislativo en España ni hay, ni se la espera, ni a nivel nacional, ni autonómico, ni local. Los diputados responden ante el líder del partido, y no ante sus votantes, cosa que sí ocurre en EEUU e Inglaterra. Magnífico comienzo.
En cuanto al poder judicial, solo hay que ver la composición del Tribunal Supremo y del Constitucional. Leed, leed los nombres, que seguro que os suenan. Políticos de ambos bandos viviendo de la sinecura. Y como buena sinecura, les exige ser fiel, de nuevo, al líder del partido. Guay de separación de nuevo.
Sí existen jueces en niveles inferiores que son independientes, claro, pero sus casos terminan donde terminan si de verdad tienen relevancia. Así que poco que rascar aquí también. En nombre del interés general, se pueden cambiar las leyes arbitrariamente y, lógicamente, se puedan cambiar también los jueces. ¿O es que puede ir una sentencia contra el "interés general"? ¿En qué cabeza cabe?
Y todo esto pasa porque, con el sistema de separación de poderes forzada por la Revolución Francesa, todo es maquillaje. Los poderes solo pueden estar separados si dimanan de fuentes distintas: pero si todo dimanda de la soberanía popular, no hay separación. Y todos quedamos al arbitrio de nuestra "soberanía", que tampoco es la nuestra, sino la de nuestros elegidos.
Por cierto, antes de que los listillos de turno digan que me estoy metiendo con el actual gobierno, que se relean bien la entrada para constatar que en ningún momento he hablado de un partido concreto... hasta ahora. El PSOE está explotando estas características de nuestra querida democracia para sus fines, como la ha hecho el PP en el pasado, y lo volverá a hacer en el futuro si tiene oportunidad y necesidad. Otra cosa es la sutileza con que cada uno lo hace.
martes, 11 de agosto de 2009
Menos mal que reaccionan
Ya comenté en otra ocasión que, desde que aprendí teoría económica de verdad, la política me dejó de interesar. Las discusiones políticas no dejan de ser una discusión entre arbitrariades, que no sería necesaria en el libre mercado, donde se reconoce la inexistencia de intereses generales, y basta por tanto con que cada uno use su propiedad y recursos de la forma que desee, siempre que no usurpe la de los demás.
Sin embargo, empezaba a estar bastante preocupado con la clara ofensiva que ha montado el PSOE, partido en el gobierno de la nación y en unas cuantas Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, contra el PP, partido de la oposición nacional, y gobernando en otras cuantas CCAAs y Ayuntamientos. Es evidente que el gobierno actual está dispuesto a acudir a todos los resortes para acabar con las líneas discrepantes, en la medida en que las mismas puedan suponer una amenaza cierta a su poder.
Es en estas condiciones donde se ve en toda su magnitud la mentira que constituye la democracia y la supuesta separación de poderes dimanando de la soberanía popular. El señor que gobierna la nación tiene todos los recursos en sus manos para arrasar a cualquier persona, grupo u organización discrepante. Incluido, me temo, un servidor, si llegara el caso. De ahí la preocupación.
Como digo, la única organización discrepantes que podría detener hasta cierto punto el poder omnímodo del PSOE es, en estos momento, el PP. Y por una razón: porque tiene en sus manos también algunos grados de ese poder omnímodo en CCAAs y Ayuntamientos. En este sentido, el PP actúa como dique hacia la libertad en este país, no porque ellos sean sus garantes, sino porque quieren hacerse con el poder.
Si los militantes del PP comienzan a ser encarcelados aleatoriamente, es obvio que se va a sembrar el miedo entre los mismos, por lo que el PP perderá fuerza. Por eso era tan necesario que los líderes dieran un paso al frente, como se está produciendo hoy. Si Rajoy deja a la gente en la estacada, la desbandada será total. Y con esa desbandada, el PP quedará arrasado. Y nosotros sin dique.
Porque, si el PP no es capaz de plantar cara, ¿qué podremos hacer cada uno de nosotros, individualmente? Nada. No podemos conseguir ni su protagonismo, ni su poder, ni su repercusión mediática, y el gobierno nos arrasará también. Vamos, que yo estoy seguro de que lo que ha pasado en la Operación Espada ha pasado muchas veces en este país, pero a gente anónima, que no puede defenderse de forma alguna.
Sin embargo, empezaba a estar bastante preocupado con la clara ofensiva que ha montado el PSOE, partido en el gobierno de la nación y en unas cuantas Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, contra el PP, partido de la oposición nacional, y gobernando en otras cuantas CCAAs y Ayuntamientos. Es evidente que el gobierno actual está dispuesto a acudir a todos los resortes para acabar con las líneas discrepantes, en la medida en que las mismas puedan suponer una amenaza cierta a su poder.
Es en estas condiciones donde se ve en toda su magnitud la mentira que constituye la democracia y la supuesta separación de poderes dimanando de la soberanía popular. El señor que gobierna la nación tiene todos los recursos en sus manos para arrasar a cualquier persona, grupo u organización discrepante. Incluido, me temo, un servidor, si llegara el caso. De ahí la preocupación.
Como digo, la única organización discrepantes que podría detener hasta cierto punto el poder omnímodo del PSOE es, en estos momento, el PP. Y por una razón: porque tiene en sus manos también algunos grados de ese poder omnímodo en CCAAs y Ayuntamientos. En este sentido, el PP actúa como dique hacia la libertad en este país, no porque ellos sean sus garantes, sino porque quieren hacerse con el poder.
Si los militantes del PP comienzan a ser encarcelados aleatoriamente, es obvio que se va a sembrar el miedo entre los mismos, por lo que el PP perderá fuerza. Por eso era tan necesario que los líderes dieran un paso al frente, como se está produciendo hoy. Si Rajoy deja a la gente en la estacada, la desbandada será total. Y con esa desbandada, el PP quedará arrasado. Y nosotros sin dique.
Porque, si el PP no es capaz de plantar cara, ¿qué podremos hacer cada uno de nosotros, individualmente? Nada. No podemos conseguir ni su protagonismo, ni su poder, ni su repercusión mediática, y el gobierno nos arrasará también. Vamos, que yo estoy seguro de que lo que ha pasado en la Operación Espada ha pasado muchas veces en este país, pero a gente anónima, que no puede defenderse de forma alguna.
jueves, 30 de julio de 2009
Sobre una vida francesa
Cuando se explora y se arriesga, es normal de vez en cuando llevarse alegrias. Como creo que ya he referido en alguna ocasión, tengo la costumbre de comprar libros en francés e inglés aleatoriamente, para ir descubriendo mundo. Como hay una producción ingente en ambas lenguas (en español, igual), aquí solo llega lo que los editores españoles consideran oportuno, por lo que es bueno tratar de puentearles.
Lo bueno es que de vez en cuando acierto con cosas interesantes, que compensan los sufrimientos de los errores. Tras el ciertamente oneroso Panique en Occident, me he encontrado con esta estupenda "Une vie française" que ha caído en un fin de semana. Su autor es Jean-Paul Dubois, que debe de tener algo de familla por nuetros vecinos del norte, y he comprobado que ha sido traducido a castellano, con el previsible título "Una vida francesa".
Se trata de la biografía del protagonista, periodificada por los presidentes de la V República. Está contada de forma magistral, y con escenas divertidas y antológicas. Se mezcla comedía y tragedia, aunque el tono es desenfadado. Sin embargo, cuando llegan los momentos duros, Dubois es capaz de emocionar al lector tanto como le ha divertido en pasajes más ligeros. No se presta especial atención a los acontecimientos históricos, aunque sí contextualizan la novela. Tampoco es costumbrista, solo narra episodios de la vida del protagonista, con abundantes reflexiones.
Yo hago las mias, desde una perspectiva económico-liberal. Primera, el protagonista es de tendencia socialista y, sin embargo, no vota. Llamativo, no sé si habrá algún caso en España. Segunda, pese a ser más bien socilistas, cuando en una de los episodios destacables Miterrand (sí, François) le pide que le saque unas fotos, le dice que no, porque el solo saca fotos a personas.
Este episodio, por sí mismo, justifica la lectura del libro, y creo que puede ser revelador de la posición de un francés vis-a-vis el poder en comparación con la de un español. Y ya sé que no se puede generalizar, y es una novela, pero la mera ocurrencia llama a reflexión.
¿Alguien se puede imaginar algo similar en España? Anda, que llame ZP, Aznar o Chaves a alguien para que le haga una foto, a ver quién dice que no. Sin embargo, el protagonista, insisto de tendencia socialista, no tiene reparos en ejercer su libertad y oponerse al mismísimo presidente de la República, sin plantearse siquiera la posibilidad de represalias, cosa que sí se plantean en su entorno. Me parece una lección magnífica, que, además, es retorcida de forma original más adelante en la novela, no os lo destripo.
Pero es que en la novela también aparece, tachán, Adam Smith, sí, nuestro escocés favorito. No recuerdo ninguna novela española en que salga Adam Smith; vamos, ni inglesa. Y aquí sale, pues el libro de cabecera de la esposa del protagonista es La riqueza de las naciones. Esto da también espacio para algunas reflexiones, y, sobre todo, para futuras controversias con su cónyuge. Este es otro punto que justifica la lectura.
Y, finalmente, está el espíritu emprendedor, que permea toda la novela. Me detengo sobre todo en la esposa-empresaria de piscinas, de cuya vida llegamos a conocer más cosas. Cómo está siempre alerta para captar nuevas oportunidades (nuevas tecnologías, nuevos mercados), ante la incomprensión de su esposo; cómo eso hace que puedan vivir bastante bien, aunque ello le exige a la mujer el sacrificio de no ver a los niños; cómo las cosas se empiezan a torcer para la empresa conforme se van otorgando "derechos" a los trabajadores; y cómo termina el tema, justo como dice la teoría económica, con el empresario tratando de salvar por cualquier medio su inversión, y los trabajadores en el paro.
Pero no es solo ella la emprendedora: todos los protagonistas tienen ideas de empresa que tratan de llevar a cabo para mejorar su vida: el padre, la madre, el suegro, los amigos, el hijo e, incluso, él. Quien lea este libro y acepte que refleja la vida francesa, deberá coincidir conmigo en que el tema del emprendimiento está allí mucho mejor que aquí. Pero que mucho mejor.
Recomendado.
Lo bueno es que de vez en cuando acierto con cosas interesantes, que compensan los sufrimientos de los errores. Tras el ciertamente oneroso Panique en Occident, me he encontrado con esta estupenda "Une vie française" que ha caído en un fin de semana. Su autor es Jean-Paul Dubois, que debe de tener algo de familla por nuetros vecinos del norte, y he comprobado que ha sido traducido a castellano, con el previsible título "Una vida francesa".
Se trata de la biografía del protagonista, periodificada por los presidentes de la V República. Está contada de forma magistral, y con escenas divertidas y antológicas. Se mezcla comedía y tragedia, aunque el tono es desenfadado. Sin embargo, cuando llegan los momentos duros, Dubois es capaz de emocionar al lector tanto como le ha divertido en pasajes más ligeros. No se presta especial atención a los acontecimientos históricos, aunque sí contextualizan la novela. Tampoco es costumbrista, solo narra episodios de la vida del protagonista, con abundantes reflexiones.
Yo hago las mias, desde una perspectiva económico-liberal. Primera, el protagonista es de tendencia socialista y, sin embargo, no vota. Llamativo, no sé si habrá algún caso en España. Segunda, pese a ser más bien socilistas, cuando en una de los episodios destacables Miterrand (sí, François) le pide que le saque unas fotos, le dice que no, porque el solo saca fotos a personas.
Este episodio, por sí mismo, justifica la lectura del libro, y creo que puede ser revelador de la posición de un francés vis-a-vis el poder en comparación con la de un español. Y ya sé que no se puede generalizar, y es una novela, pero la mera ocurrencia llama a reflexión.
¿Alguien se puede imaginar algo similar en España? Anda, que llame ZP, Aznar o Chaves a alguien para que le haga una foto, a ver quién dice que no. Sin embargo, el protagonista, insisto de tendencia socialista, no tiene reparos en ejercer su libertad y oponerse al mismísimo presidente de la República, sin plantearse siquiera la posibilidad de represalias, cosa que sí se plantean en su entorno. Me parece una lección magnífica, que, además, es retorcida de forma original más adelante en la novela, no os lo destripo.
Pero es que en la novela también aparece, tachán, Adam Smith, sí, nuestro escocés favorito. No recuerdo ninguna novela española en que salga Adam Smith; vamos, ni inglesa. Y aquí sale, pues el libro de cabecera de la esposa del protagonista es La riqueza de las naciones. Esto da también espacio para algunas reflexiones, y, sobre todo, para futuras controversias con su cónyuge. Este es otro punto que justifica la lectura.
Y, finalmente, está el espíritu emprendedor, que permea toda la novela. Me detengo sobre todo en la esposa-empresaria de piscinas, de cuya vida llegamos a conocer más cosas. Cómo está siempre alerta para captar nuevas oportunidades (nuevas tecnologías, nuevos mercados), ante la incomprensión de su esposo; cómo eso hace que puedan vivir bastante bien, aunque ello le exige a la mujer el sacrificio de no ver a los niños; cómo las cosas se empiezan a torcer para la empresa conforme se van otorgando "derechos" a los trabajadores; y cómo termina el tema, justo como dice la teoría económica, con el empresario tratando de salvar por cualquier medio su inversión, y los trabajadores en el paro.
Pero no es solo ella la emprendedora: todos los protagonistas tienen ideas de empresa que tratan de llevar a cabo para mejorar su vida: el padre, la madre, el suegro, los amigos, el hijo e, incluso, él. Quien lea este libro y acepte que refleja la vida francesa, deberá coincidir conmigo en que el tema del emprendimiento está allí mucho mejor que aquí. Pero que mucho mejor.
Recomendado.
martes, 28 de julio de 2009
La realidad es aún peor
Terminaba de escribir la entrada del otro día, ciertamente enojado tras la diatriba de ZP contra los creados de riqueza de este país, contra los únicos que nos pueden sacar de la crisis (si es que se les deja en paz), y no era consciente de que la situación es aún peor.
Me explico. En ese momento, identificaba con la CEOE y Ferrán a todos los empresarios, a todas las empresas de España. El ataque contra ellas lo era realmente contra nuestro bienestar. La duda es si la CEOE representa más bien a las grandes empresas, o a todas. Y entonces comprendí mejor qué es lo que significa aquello de que el tejido productivo está formado por la pequeña y mediana empresa. En efecto, la caída de una de las grandes empresas de nuestro país no sería tan terrible como lo suele ser la de las PYMEs.
Y eso por una razón: porque lo que se necesita son empresarios que creen riqueza, esto es, aquellos que detectan oportunidades por los desfases entre los valores de los recursos y se lanzan a su aprovechamiento. Solo gracias a esta riqueza puede sostenerse nuestra sociedad, pues es la que alimenta todo el afán recaudatorio del estado y sus políticos, y la que da trabajo a los asalariados.
¿Qué pasa, que las empresas grandes no crean riqueza? Pues no tanta como las pequeñas. ¿Por qué? Porque proporcionalmente dependen mucho más del estado que las otras.
Quizá alguien recuerde esta entrada. En ella, un análisis sucinto mostraba como la gran parte de las empresas del IBEX-35 viven de una forma u otra del estado. Por ejemplo, ¿podrían los bancos sostener su dimensión actual sin la ayuda del gobierno? ¿Y las constructoras? ¿Cómo estarían las energéticas sin las subvenciones por las renovables?
Dicho de otra forma, estas empresas no son tan generadores de riqueza como cabe pensar. Y, si no lo son, es que consumen recursos de otros lados. Y eso nos lleva de cabeza a las PYMEs. España no es sostenible a base del entramado gobierno-gran empresa; una vez más, estas están "protegidas" de la crisis, en la medida en que haya un tejido productivo real sosteniendo el tinglado.
En conclusión, con cada PYME que se muere, se muere no solo nuestro gobierno, sino también un poco de esas grandes empresas sostenidas con cierto artificio. Así que, siga usted clavando cuchillos a su propio corazón. Siga, que es el nuestro también.
Me explico. En ese momento, identificaba con la CEOE y Ferrán a todos los empresarios, a todas las empresas de España. El ataque contra ellas lo era realmente contra nuestro bienestar. La duda es si la CEOE representa más bien a las grandes empresas, o a todas. Y entonces comprendí mejor qué es lo que significa aquello de que el tejido productivo está formado por la pequeña y mediana empresa. En efecto, la caída de una de las grandes empresas de nuestro país no sería tan terrible como lo suele ser la de las PYMEs.
Y eso por una razón: porque lo que se necesita son empresarios que creen riqueza, esto es, aquellos que detectan oportunidades por los desfases entre los valores de los recursos y se lanzan a su aprovechamiento. Solo gracias a esta riqueza puede sostenerse nuestra sociedad, pues es la que alimenta todo el afán recaudatorio del estado y sus políticos, y la que da trabajo a los asalariados.
¿Qué pasa, que las empresas grandes no crean riqueza? Pues no tanta como las pequeñas. ¿Por qué? Porque proporcionalmente dependen mucho más del estado que las otras.
Quizá alguien recuerde esta entrada. En ella, un análisis sucinto mostraba como la gran parte de las empresas del IBEX-35 viven de una forma u otra del estado. Por ejemplo, ¿podrían los bancos sostener su dimensión actual sin la ayuda del gobierno? ¿Y las constructoras? ¿Cómo estarían las energéticas sin las subvenciones por las renovables?
Dicho de otra forma, estas empresas no son tan generadores de riqueza como cabe pensar. Y, si no lo son, es que consumen recursos de otros lados. Y eso nos lleva de cabeza a las PYMEs. España no es sostenible a base del entramado gobierno-gran empresa; una vez más, estas están "protegidas" de la crisis, en la medida en que haya un tejido productivo real sosteniendo el tinglado.
En conclusión, con cada PYME que se muere, se muere no solo nuestro gobierno, sino también un poco de esas grandes empresas sostenidas con cierto artificio. Así que, siga usted clavando cuchillos a su propio corazón. Siga, que es el nuestro también.
viernes, 24 de julio de 2009
Eso, a machacar a los empresarios
Pues hay que ver como se ha puesto el señor presidente con el señor, también presidente, de la CEOE. Estaban reunidos estos dos, con los que se dicen representantes de los trabajadores, ie, los sindicatos. Y el señor Ferrán ha debido de decir alguna verdad, y claro, los otros se han puesto como basiliscos. Y entonces ha salido ZP por la tele, y le ha puesto a caldo, acusándole de querer cargarse todo el sistema de pensiones y el modelo de relaciones laborales.
No sé qué grado de representatividad tiene la CEOE sobre el empresariado patrio. Lo que sí sé es que todo el entramado del estado del bienestar se sostiene sobre la riqueza que generan los empresarios; que para que estos generen riqueza es necesario el concurso de los trabajadores; y que el gobierno, esto es, ZP, es un consumidor de la riqueza generada por los primeros. Vamos, que sin los primeros, no hay nada que hacer. Una sociedad sin empresarios, ni es del bienestar, ni del malestar, no es.´
Pero así son nuestros políticos y sindicatos: en vez de estar agradecidos, collejas por todos lados. Tirando piedras contra su propio tejado, y contra el nuestro, y encima yendo de salvadores del mundo.
Siguiendo la terminología Rand, en el llamado diálogo social, hay solo dos partes: los que tienen algo, y los que se lo quieren quitar. En "Atlas shrugged", políticos y demás representantes sociales arremeten contra los empresarios, a los que quieren despojar de todos sus bienes, eso sí, exigiéndoles que sigan con su creación de riqueza. Y aquello termina con Nueva York a oscuras.
También nos dice Adam Smith que es imposible obligar a la benevolencia. Por mucho que se empeñe ZP, los empresarios no están para hacer "el bien" o arrimar el hombro; no se les puede obligar a ello. Los empresarios están para tratar de forrarse con sus ideas de como mejorar la vida a la gente. Cuanta más pasta ganen, mejor están sirviendo nuestros intereses. Si te empeñas en que sean generosos por decreto, lo único que consigues es que pierdan el interés por servir a sus semejantes, pues ya no les reporta beneficios.
Así pues, esas medidas que ha prometido ZP que no van a gustar a los empresarios, son muy temibles. Elevemos un poco la mirada, y percatémonos de que lo que no guste a los empresarios, es lo que menos nos debería gustar a cualquiera de nosotros, seamos trabajadores o funcionarios, porque todos dependemos de la riqueza que ese colectivo sea capaz de generar. Incluso el señor presidente, quizá más que ninguno por su escasa capacidad para cualquier desempeño, depende de los empresarios.
No sé qué grado de representatividad tiene la CEOE sobre el empresariado patrio. Lo que sí sé es que todo el entramado del estado del bienestar se sostiene sobre la riqueza que generan los empresarios; que para que estos generen riqueza es necesario el concurso de los trabajadores; y que el gobierno, esto es, ZP, es un consumidor de la riqueza generada por los primeros. Vamos, que sin los primeros, no hay nada que hacer. Una sociedad sin empresarios, ni es del bienestar, ni del malestar, no es.´
Pero así son nuestros políticos y sindicatos: en vez de estar agradecidos, collejas por todos lados. Tirando piedras contra su propio tejado, y contra el nuestro, y encima yendo de salvadores del mundo.
Siguiendo la terminología Rand, en el llamado diálogo social, hay solo dos partes: los que tienen algo, y los que se lo quieren quitar. En "Atlas shrugged", políticos y demás representantes sociales arremeten contra los empresarios, a los que quieren despojar de todos sus bienes, eso sí, exigiéndoles que sigan con su creación de riqueza. Y aquello termina con Nueva York a oscuras.
También nos dice Adam Smith que es imposible obligar a la benevolencia. Por mucho que se empeñe ZP, los empresarios no están para hacer "el bien" o arrimar el hombro; no se les puede obligar a ello. Los empresarios están para tratar de forrarse con sus ideas de como mejorar la vida a la gente. Cuanta más pasta ganen, mejor están sirviendo nuestros intereses. Si te empeñas en que sean generosos por decreto, lo único que consigues es que pierdan el interés por servir a sus semejantes, pues ya no les reporta beneficios.
Así pues, esas medidas que ha prometido ZP que no van a gustar a los empresarios, son muy temibles. Elevemos un poco la mirada, y percatémonos de que lo que no guste a los empresarios, es lo que menos nos debería gustar a cualquiera de nosotros, seamos trabajadores o funcionarios, porque todos dependemos de la riqueza que ese colectivo sea capaz de generar. Incluso el señor presidente, quizá más que ninguno por su escasa capacidad para cualquier desempeño, depende de los empresarios.
miércoles, 22 de julio de 2009
Economía a votos
Se ha puesto de moda eso de los manifiestos de los economistas. 200 firman aquí a favor de reformas en el mercado de trabajo, y otros 600 firman en contra, y los 200 primeros se mosquean porque a ver quien tiene más prestigio. También hay economistas firmando en contra del plan de incentivos de Obama, y economistas firmando a favor de la FED. También me suenan economistas a favor de la Net Neutrality y en contra. Lo hacen a votos.
Curiosamente, en el informe IJM sobre energias renovables que tantos quebraderos de cabeza da en los últimos tiempos, no hay un posicionamiento a favor o en contra. Lo único que hay es una análisis aséptico con unos resultados. Los analistas, como todos los humanos, se pueden haber equivocado en sus análisis, pero no toman partido. Los autores del informe no firman como votantes de un manifiesto, firman como autores de un análisis del que se hacen responsables.
El contraste es enorme. Y revela claramente las contradicciones de la ciencia económica que ellos, los economistas neoclásicos, profesan. A ver, señores, si lo suyo es una ciencia, ¿cómo es que pretenden hacerla avanzar a base de votos y mayorias? No se dan cuenta de que es imposible, de que, es más, crea la sensación entre todo el público de falta de rigor y seriedad.
Imaginemos que tengo que tomar una decisión para cruzar al otro lado de la calle desde el quinto piso de mi casa. Si la física fuera tan "científica" como la economía neoclásica, la decisión la tendría que tomar atendiendo a manifiestos: 500 tipos votan que la ley de la gravedad no funciona, les hago caso, y me mato. Por eso, nadie se tomaría en serio a unos científicos que trataran de avanzar en su ciencia mediante manifiestos y mayorías.
Así que cuando estos economistas de pretendido prestigio se juntan a firmar un manifiesto, demuestrn al mundo que su prestigio es eso, pretendido. Y dejan a los economistas enfangados hasta el fondo. Todo porque no son capaces de entender cómo funciona la economia, porque se creen sus modelos sin base y porque piensan (encima es que es paradójico) que su ciencia se puede poner en números.
Afortunadamente, sí hay economistas de verdad en el mundo. Y no necesitan contar votos para demostrar que tienen razón. La teoría del ciclo económico funciona porque es verdad y se puede demostrar, y a Mises le importa un bledo que todos los premios Nóbel de la historia firmen en su contra. Esa teoría es verdad, y si los gobiernos prefieren tenerla por no puesta, les pasará, como les está pasando, lo que a mí al cruzar la calle sin hacer caso de la ley de la gravedad.
De la misma forma, es cierto, demostrable y científico que el establecimiento de un salario mínimo y demás regulación laboral lo único que hace es destruir empleo. Hala, ya pueden ponerse a firmar en contra, no conseguirán cambiar la realidad.
Así que, ánimo, señores economistas, firmen manifiestos entre correlación y correlación, en vez de investigar para explicar la realidad económica. Qué penita.
Curiosamente, en el informe IJM sobre energias renovables que tantos quebraderos de cabeza da en los últimos tiempos, no hay un posicionamiento a favor o en contra. Lo único que hay es una análisis aséptico con unos resultados. Los analistas, como todos los humanos, se pueden haber equivocado en sus análisis, pero no toman partido. Los autores del informe no firman como votantes de un manifiesto, firman como autores de un análisis del que se hacen responsables.
El contraste es enorme. Y revela claramente las contradicciones de la ciencia económica que ellos, los economistas neoclásicos, profesan. A ver, señores, si lo suyo es una ciencia, ¿cómo es que pretenden hacerla avanzar a base de votos y mayorias? No se dan cuenta de que es imposible, de que, es más, crea la sensación entre todo el público de falta de rigor y seriedad.
Imaginemos que tengo que tomar una decisión para cruzar al otro lado de la calle desde el quinto piso de mi casa. Si la física fuera tan "científica" como la economía neoclásica, la decisión la tendría que tomar atendiendo a manifiestos: 500 tipos votan que la ley de la gravedad no funciona, les hago caso, y me mato. Por eso, nadie se tomaría en serio a unos científicos que trataran de avanzar en su ciencia mediante manifiestos y mayorías.
Así que cuando estos economistas de pretendido prestigio se juntan a firmar un manifiesto, demuestrn al mundo que su prestigio es eso, pretendido. Y dejan a los economistas enfangados hasta el fondo. Todo porque no son capaces de entender cómo funciona la economia, porque se creen sus modelos sin base y porque piensan (encima es que es paradójico) que su ciencia se puede poner en números.
Afortunadamente, sí hay economistas de verdad en el mundo. Y no necesitan contar votos para demostrar que tienen razón. La teoría del ciclo económico funciona porque es verdad y se puede demostrar, y a Mises le importa un bledo que todos los premios Nóbel de la historia firmen en su contra. Esa teoría es verdad, y si los gobiernos prefieren tenerla por no puesta, les pasará, como les está pasando, lo que a mí al cruzar la calle sin hacer caso de la ley de la gravedad.
De la misma forma, es cierto, demostrable y científico que el establecimiento de un salario mínimo y demás regulación laboral lo único que hace es destruir empleo. Hala, ya pueden ponerse a firmar en contra, no conseguirán cambiar la realidad.
Así que, ánimo, señores economistas, firmen manifiestos entre correlación y correlación, en vez de investigar para explicar la realidad económica. Qué penita.
martes, 21 de julio de 2009
América y la Luna
Ayer se conmemoraban los 40 años del viaje a la Luna, en que tres privilegiados astronautas pudieron dejar su huella en el satélite, y hacer unas cuantas fotillos de una perspectiva nueva de la Tierra.
Tal acontecimiento se juzga digno de celebración, como un gran logro de la humanidad, y se llegaba a comparar con el descubrimiento de América, al menos, así se lo oí a algún tertuliano.
Las comparaciones son odiosas, como bien sabemos. Y aún a riesgo de revelar mi ignorancia en muchos aspectos históricos de ambos acontecimientos, no me resisto a realizar un alegato en base a los datos que conozco.
Porque, resulta, que hay una gran diferencia entre ambos acontecimientos. De hecho, así lo deja intuir la magnitud del impacto que ha tenido en nuestras vidas cada uno de ellos. ¿A qué me refiero? Fácil: el viaje a la Luna es una iniciativa sufragada con dinero público, mientras que el descubrimiento de América provino de la iniciativa y financiación esencialmente privada. Por eso, el segundo dio réditos muy rápidamente, mientras que del segundo esta por ver que alguna vez se obtengan beneficios.
Como dice Rothbard, todo gasto público es "waste", desperdicio. No entro a discutir aquí si alguno vale o no. A mí lo que me interesa resaltar es que, la grandeza de los actos humanos no está en conseguir un determinado objetivo, si no en hacerlo con recursos escasos. Así, que una empresa consiga llegar a la luna sería digno de elogio, porque está metiendo sus recursos en hacerlo, y lo hace porque cree que eso será útil para los seres humanos y podrá obtener beneficios.
Pero que lo haga un Estado a base de impuestos de los contribuyentes, o sea, con vidas infinitas, carece completamente de mérito. Por mucho que la propaganda nos diga que es un gran éxito para la humanidad. Lo que nos tendría que decir al mismo tiempo la propaganda es cuánto nos ha costado ese éxito. Pero, claro, de eso no se habla.
Lo que sí sabemos es que 40 años después, ese viaje a la luna carece de relevancia sobre nuestras vidas, que no han mejorado un ápice tras él, pese a los ingentes recursos destinados. Y que, en cambio, pocos años después del descubrimiento de América, la vida de los castellanos, portugueses y europeos (no digamos de los americanos) quedó completamente alterada, y, en general, para bien.
Así que no comparen, por favor, entre tirar el dinero e invertirlo, entre viajar a la Luna y descubrir América.
Tal acontecimiento se juzga digno de celebración, como un gran logro de la humanidad, y se llegaba a comparar con el descubrimiento de América, al menos, así se lo oí a algún tertuliano.
Las comparaciones son odiosas, como bien sabemos. Y aún a riesgo de revelar mi ignorancia en muchos aspectos históricos de ambos acontecimientos, no me resisto a realizar un alegato en base a los datos que conozco.
Porque, resulta, que hay una gran diferencia entre ambos acontecimientos. De hecho, así lo deja intuir la magnitud del impacto que ha tenido en nuestras vidas cada uno de ellos. ¿A qué me refiero? Fácil: el viaje a la Luna es una iniciativa sufragada con dinero público, mientras que el descubrimiento de América provino de la iniciativa y financiación esencialmente privada. Por eso, el segundo dio réditos muy rápidamente, mientras que del segundo esta por ver que alguna vez se obtengan beneficios.
Como dice Rothbard, todo gasto público es "waste", desperdicio. No entro a discutir aquí si alguno vale o no. A mí lo que me interesa resaltar es que, la grandeza de los actos humanos no está en conseguir un determinado objetivo, si no en hacerlo con recursos escasos. Así, que una empresa consiga llegar a la luna sería digno de elogio, porque está metiendo sus recursos en hacerlo, y lo hace porque cree que eso será útil para los seres humanos y podrá obtener beneficios.
Pero que lo haga un Estado a base de impuestos de los contribuyentes, o sea, con vidas infinitas, carece completamente de mérito. Por mucho que la propaganda nos diga que es un gran éxito para la humanidad. Lo que nos tendría que decir al mismo tiempo la propaganda es cuánto nos ha costado ese éxito. Pero, claro, de eso no se habla.
Lo que sí sabemos es que 40 años después, ese viaje a la luna carece de relevancia sobre nuestras vidas, que no han mejorado un ápice tras él, pese a los ingentes recursos destinados. Y que, en cambio, pocos años después del descubrimiento de América, la vida de los castellanos, portugueses y europeos (no digamos de los americanos) quedó completamente alterada, y, en general, para bien.
Así que no comparen, por favor, entre tirar el dinero e invertirlo, entre viajar a la Luna y descubrir América.
lunes, 20 de julio de 2009
Mis conexiones con Roures
Tras el texto (no me atrevo a llamarlo noticia ni reportaje) que ha aparecido en Público sobre el Instituto Juan de Mariana y las conexiones de su presidente, Gabriel Calzada, con Aznar, he empezado a preocuparme. Más adelante diré por qué, pero primero permítanme recordar las conexiones descubiertas:
- Una organización asociada a las FAES en Washington promovió un acto en que Calzada estaba presente.
- News Corp, del que Aznar es consejero, entrevistó a Calzada y publicó artículos sobre su informe.
- Pero, sobre todo, Calzada colabora con la Universidad Francisco Marroquí, que hizo doctor "honoris causa" a Aznar.
A la vista de las repercusiones que puede tener estar tan bien conectado, he hecho un repaso de las mías, no sea que puedan ser usadas en contra de mis compañeros del IJM. Lo siento, chicos, no sabíais en lo que os metíais el día que me aceptastéis como miembro. Empiezo:
En primer lugar, yo SÍ que tengo buenas conexiones con Aznar, y no Gabriel. Para empezar, mi padre coincidió una vez en misa con él, hace muchos años, y yo casi estuve a punto de hacerlo, aunque ese día yo había ido a otra misa.
Otra vez estuve en El Corte Inglés un día que iba a firmar su libro. No le pude ver, porque había mucha gente, pero estuve a punto de verle de lejos mientras subía por la escalera mecánica.
Pero es que además yo estuve en El Escorial unos días antes de que se celebrara la fastuosa boda de su hija, lo que no puede interpretarse más que como otro punto de conexión.
Claro que si mis conexiones con Aznar os han impresionado, mi conexión con la familia real os va a dejar boquiabiertos, pues es prácticamente íntima. En efecto, yo dí la mano al Príncipe cuando visitó la sede de un antiguo trabajo; como aún no estaba casado él, mis conexionese no alcanzan a Leticia Órtiz. Y, de pequeño, el rey visitó el pueblo en que vivía, y le pude ver con la reina asomado al balcón del ayuntamiento.
No acaban aquí mis conexiones, que como se puede observar son ramificadas. También las tengo con Mr ZP. Fíjese que sus hijas iban a un colegio de mi barrio, y en muchas ocasiones he visto, incluso dado la hora, a uno de los guardaespaldas. Por otro lado, también coincidí con ZP una vez en la calle de Alcalá, cuando accedía él a un acto en el Casino de Madrid. Por último, mi tio vive en León, que, como todos sabemos, es la circunscripción de que procede.
Con todo, lo que más me preocupa es mi conexión con Roures, que me sitúa en un punto ambiguo entre el IJM y su grupo mediático. Espero que los demás miembros del IJM sepan perdonarme con esta confesión, y sigan confiando en mí. Son dos los puntos de conexión con Roures: por un lado, mi mujer solía veranear en el mismo pueblo en que lo hacía Pablo Carbonell, uno de los personajes más afines al tycoon. Y, por otro, este es más grave, una vez ví al Gran Wyoming por la calle. Y casi le pido un autógrafo!!!!
Bueno, pues voy a dar un paseo con los niños, aunque con cuidado, no sea que establezca alguna conexión más esta tarde.
- Una organización asociada a las FAES en Washington promovió un acto en que Calzada estaba presente.
- News Corp, del que Aznar es consejero, entrevistó a Calzada y publicó artículos sobre su informe.
- Pero, sobre todo, Calzada colabora con la Universidad Francisco Marroquí, que hizo doctor "honoris causa" a Aznar.
A la vista de las repercusiones que puede tener estar tan bien conectado, he hecho un repaso de las mías, no sea que puedan ser usadas en contra de mis compañeros del IJM. Lo siento, chicos, no sabíais en lo que os metíais el día que me aceptastéis como miembro. Empiezo:
En primer lugar, yo SÍ que tengo buenas conexiones con Aznar, y no Gabriel. Para empezar, mi padre coincidió una vez en misa con él, hace muchos años, y yo casi estuve a punto de hacerlo, aunque ese día yo había ido a otra misa.
Otra vez estuve en El Corte Inglés un día que iba a firmar su libro. No le pude ver, porque había mucha gente, pero estuve a punto de verle de lejos mientras subía por la escalera mecánica.
Pero es que además yo estuve en El Escorial unos días antes de que se celebrara la fastuosa boda de su hija, lo que no puede interpretarse más que como otro punto de conexión.
Claro que si mis conexiones con Aznar os han impresionado, mi conexión con la familia real os va a dejar boquiabiertos, pues es prácticamente íntima. En efecto, yo dí la mano al Príncipe cuando visitó la sede de un antiguo trabajo; como aún no estaba casado él, mis conexionese no alcanzan a Leticia Órtiz. Y, de pequeño, el rey visitó el pueblo en que vivía, y le pude ver con la reina asomado al balcón del ayuntamiento.
No acaban aquí mis conexiones, que como se puede observar son ramificadas. También las tengo con Mr ZP. Fíjese que sus hijas iban a un colegio de mi barrio, y en muchas ocasiones he visto, incluso dado la hora, a uno de los guardaespaldas. Por otro lado, también coincidí con ZP una vez en la calle de Alcalá, cuando accedía él a un acto en el Casino de Madrid. Por último, mi tio vive en León, que, como todos sabemos, es la circunscripción de que procede.
Con todo, lo que más me preocupa es mi conexión con Roures, que me sitúa en un punto ambiguo entre el IJM y su grupo mediático. Espero que los demás miembros del IJM sepan perdonarme con esta confesión, y sigan confiando en mí. Son dos los puntos de conexión con Roures: por un lado, mi mujer solía veranear en el mismo pueblo en que lo hacía Pablo Carbonell, uno de los personajes más afines al tycoon. Y, por otro, este es más grave, una vez ví al Gran Wyoming por la calle. Y casi le pido un autógrafo!!!!
Bueno, pues voy a dar un paseo con los niños, aunque con cuidado, no sea que establezca alguna conexión más esta tarde.
sábado, 11 de julio de 2009
Arrimar el hombro
Este es el lema que últimamente nos inculca y repite el gobierno. Todos tenemos que arrimar el hombro para salir de la crisis; de esta solo podemos salir juntos. ¿Arrimar el hombro? Estos señores son unos cachondos.
Veamos en qué consiste arrimar el hombro para estos señores, empezando por los que del gobierno. De entrada, por si se nos ha olvidado, entre un 40 y un 60% de la riqueza que generamos (de lo que se nos paga por nuestro trabajo), va a sus cosas, lo queramos o no. De cada 10 Euros que nos pagan, unos 6 van para sus gastos. Así que el hombro lo estamos arrimando ya, considerablemente, y desde hace tiempo.
¿A dónde va ese dinero? Pues a permitir que la clase gobernante arrime el hombro. Por ejemplo, la gran arrimadora de hombro que es Leire Pajín se levanta 20.000 Euritos al mes por sus cargos "arrimadores". El ex-ministro Bermejo anda por el estilo e igual el ex- Solbes, conocidos ambos por su capacidad de "arrimar". La señora Bibiana arrima el hombro con líneas telefónicas para la virilidad del macho hispánico, y la señora F. de la Vega lo arrima a base de comprarse modelitos y hacerse viajes por el tercer mundo. Otro que arrima el hombro es el presidente con sus viajecitos en vuelo privado a mítines, con dinero público.
Arriman también enormemente el hombro todos los funcionarios con su subida del 3%, su puesto trabajo garantizado y sus horarios de conciliación familiar. Todos arriman el hombro con nuestros impuestos. El señor director del CNI arrima el hombro desde Senegal entre pez espada y pez espada, y también lo hace la hija de Chaves, a la que se conceden subvenciones por millones de Euros. Gracias por arrimar el hombro, muchas gracias!!!!
Arriman el hombro todos los banqueros, a los que se dan fondos con nuestros dineros, para lo que no llegue la impresión de billetes del banco central. Y lo arriman los Entrecanales, y del Rivero, todos a una, Fuenteovejuna. Tampoco podemos olvidar al señor Bárcenas, otro que arrima el hombro y se compra casas. ¿Y qué decir de los parlamentarios? Estos arriman tanto el hombro que no presciden de un día de sus infinitos meses de vacaciones y, además, se dan permiso a sí mismos para trabajar en su ocupación habitual para compensar el magro estipendio de nuestros impuestos. No olvidemos tampoco a los sindicatos, otros dispuestos a arrimar el hombro para mantener la tranquilidad, sin sacrificios, eso sí.
Vamos, que todos a arrimar el hombro, que ellos también van a arrimar... el ascua a su sardina. Vaya carotas. Tenemos la peor clase política desde la transición, tal y como demuestra Hayek que tiene que pasar en su Camino de Servidumbre; es así, porque en cada momento tenemos una clase política más degenerada con el sistema de gobierno que nos hemos dado, no porque estos sean un mínimo relativo de calidad. Y tenemos la peor situación económica también.
El coctel es explosivo; pero, de momento, hay que arrimar el hombro, sí, digo nosotros. Ellos no hace falta.
Veamos en qué consiste arrimar el hombro para estos señores, empezando por los que del gobierno. De entrada, por si se nos ha olvidado, entre un 40 y un 60% de la riqueza que generamos (de lo que se nos paga por nuestro trabajo), va a sus cosas, lo queramos o no. De cada 10 Euros que nos pagan, unos 6 van para sus gastos. Así que el hombro lo estamos arrimando ya, considerablemente, y desde hace tiempo.
¿A dónde va ese dinero? Pues a permitir que la clase gobernante arrime el hombro. Por ejemplo, la gran arrimadora de hombro que es Leire Pajín se levanta 20.000 Euritos al mes por sus cargos "arrimadores". El ex-ministro Bermejo anda por el estilo e igual el ex- Solbes, conocidos ambos por su capacidad de "arrimar". La señora Bibiana arrima el hombro con líneas telefónicas para la virilidad del macho hispánico, y la señora F. de la Vega lo arrima a base de comprarse modelitos y hacerse viajes por el tercer mundo. Otro que arrima el hombro es el presidente con sus viajecitos en vuelo privado a mítines, con dinero público.
Arriman también enormemente el hombro todos los funcionarios con su subida del 3%, su puesto trabajo garantizado y sus horarios de conciliación familiar. Todos arriman el hombro con nuestros impuestos. El señor director del CNI arrima el hombro desde Senegal entre pez espada y pez espada, y también lo hace la hija de Chaves, a la que se conceden subvenciones por millones de Euros. Gracias por arrimar el hombro, muchas gracias!!!!
Arriman el hombro todos los banqueros, a los que se dan fondos con nuestros dineros, para lo que no llegue la impresión de billetes del banco central. Y lo arriman los Entrecanales, y del Rivero, todos a una, Fuenteovejuna. Tampoco podemos olvidar al señor Bárcenas, otro que arrima el hombro y se compra casas. ¿Y qué decir de los parlamentarios? Estos arriman tanto el hombro que no presciden de un día de sus infinitos meses de vacaciones y, además, se dan permiso a sí mismos para trabajar en su ocupación habitual para compensar el magro estipendio de nuestros impuestos. No olvidemos tampoco a los sindicatos, otros dispuestos a arrimar el hombro para mantener la tranquilidad, sin sacrificios, eso sí.
Vamos, que todos a arrimar el hombro, que ellos también van a arrimar... el ascua a su sardina. Vaya carotas. Tenemos la peor clase política desde la transición, tal y como demuestra Hayek que tiene que pasar en su Camino de Servidumbre; es así, porque en cada momento tenemos una clase política más degenerada con el sistema de gobierno que nos hemos dado, no porque estos sean un mínimo relativo de calidad. Y tenemos la peor situación económica también.
El coctel es explosivo; pero, de momento, hay que arrimar el hombro, sí, digo nosotros. Ellos no hace falta.
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