viernes, 20 de diciembre de 2024

Blackwater I: La ríada ("Blackwater: The Flood"), de Michael McDowell

Me entero por alguna noticia que este ha sido el libro más vendido durante 2024 en España. Eso por si solo no es incentivo para leerlo. Pero el periodista (por llamarlo de alguna forma) añade que es una novela woke como para provocar al lector. Y así si que me coge, aunque sea por la curiosidad de ver cómo es una novela woke, además escrita en 1983, cuando igual el único woke era el autor.

A esto se añade que al parecer McDowell participó en el guión de Biltechus y de Pesadilla antes de Navidad. Finalmente, me enterno que se trata de una saga familiar con elementos de terror gótico. La combinación de todos estos factores me fuerza a hacerme con la primera entrega de la serie, y al constatar su brevedad, no tardo en ponerme a leerla, y solo unos pocos días en terminarla.

Y me ha gustado, más conforme avanzaba en su lectura. A ver, no es el libro de mi vida, pero si está lo suficientemente bien como para que me haya decidido a seguir con la serie, ya hasta el final, que era lo que quería decidir con esta primera novela.

La saga recoge la historia de la familia Caskey, habitantes de la localidad de Perdido, Alabama, cuya principal característica es que está en la confluencia de dos ríos, el Perdido y el Blackwater que da título a la saga. Y el punto de partida que elige McDowell deja claro desde el principio que esta no es una saga familiar al uso. En efecto, en las primeras escenas Oscar Caskey con uno de sus sirvientes de color, encuentra a Elinor Dammert, quien milagrosamente ha sobrevivido cuatro días sola en una habitación de hotel inundada. McDowell no tarda en mostrarnor que Elinor no es humana, sino una especia de cosa de los pantanos, o una nereida griega.

Así que lo que nos narra la vida de una familia punteada, muy de vez en cuando, por hechos sobrenaturales, y con una heroína con poderes fácilmente confundibles con rasgos más humanos como sabiduría y asertividad. Y es que Elinor parece controlar a sus convecinos: "Elinor Dammert put things in place. She set things up. She set things right. She picked up people and she put them down again where she wanted them as a child might arrange the figures in a wooden Noah’s ark." Fisicamente, también es un portento porque nada en unas aguas en que nadie más podría hacerlo, o es capaz de superar remando el remolino que conforman Blackwater y Perdido en su confluencia, del que el autor nos dice: "If you ever got pulled down there, it grabbed you so tight that your arms got broken and you couldn’t fight back. Then it licked the eyeballs right out of your head with its black tongue. Then it ate your whole head, and then it buried the rest of your body in the muck so that nobody would ever find out what became of you."

No son demasiados los personajes que participan en esta novela, pero ya se apunta la principal rival de la nereida, Mary-Love, la madre del futuro marido de Elinor. La tensión entre ambos personajes, una humana y otra sobrehumana pero que no quiere abusar de sus poderes para conseguir sus fines, es de lo más interesante de la narración y seguro que dará grandes momentos en las sucesivas entregas.

Y es que aquí aparece uno de los temas que posiblemente hicieran al periodista de la noticia con que conocí la saga pensar que se trataba de una novela woke: los varones parecen meras comparsas en un enfrentamiento entre las mujeres.

"That was the great misconception about men: because they dealt with money, because they could hire someone on and later fire him, because they alone filled state assemblies and were elected congressional representatives, everyone thought they had power."

"Because they enjoyed their enormous but superficial power, men had never been forced to know themselves the way that women, in their adversity and superficial subservience, had been forced to learn about the workings of their brains and their emotions."

Sobre todo, me gusta mucho la sutileza con que cada protagonista femenina trata de conseguir sus fines manipulando de alguna forma a la gente de su entorno, y como tratan de que los varones comprendan lo que están tratando de conseguir de ellos las rivales. Es quizá lo más original de la novela, a la expectativa de lo que salga más sobrenatural. Aquí un ejemplo:"And Zaddie knew that she had been sent along to prevent Bray’s giving in to any temptation offered by Genevieve not to see her onto that train to Nashville." (El esquema lo había decidido Elinor).

El estilo de McDowell es correcto y sencillo, pero con notas de calidad que le hacen acercarse algo a una Jane Austin. Por ejemplo: "Everyone had been immensely glad that the Stricklands evaporated before anyone had been driven to the extremity of saying something nice to them about the dead woman." o "she occasionally addressed a remark to no one in particular, which no one in particular saw fit to answer.".

Bueno, ya veremos que deparan las sucesivas entregas. Este me ha gustado.



miércoles, 18 de diciembre de 2024

Ir a la Habana, de Leonardo Padura

De Leonardo Padura he leído la que diría que es su obra más conocida El hombre que amaba a los perros, que oculta bajo el título una crónica del asesinato de Trotski. La recordaba con cierto cariño, aunque repasando la entrada que hice en el blog parece que no me entusiasmó tanto. Con la asunción incorrecta de que me había gustado dicha novela y la expectativa que da el título de que es una especie de guia de La Habana, donde estuve hace ya casi dos años, poco más hacía falta para animarme a leerla. A eso hay que unir que llevo un tiempo sin identificar lectura atractiva en español, como revelan mis últimas entradas en el blog.

Empecé la lectura con ilusión, que no se vio atenúada con las advertencias que aparecen en el prólogo, y que a un lector más avezado le hubieran informado inmediatamente que este libro es recauchutado de material previo del autor. Vamos, como esos capítulos que hacia Friends con los mejores momentos, solo que aquí no son los mejores momentos de Padura, sino simplemente extractos referidos a La Habana.

El único material original está en la primera parte, consistente es una especie de memorias de Padura sobre su vida en La Habana. Dichas memorias se ven constantemente interrumpidas, aunque el autor más generoso con sí mismo habla de "apoyadas", por fragmentos de novelas en que se reflejan lo que dicen las memorias. El recurso funciona de pena, ya que, como digo, interrumpen la narrativa de forma a veces asíncrona, y además resultan repetitivas con el propio texto de la memoria. Esto dificulta la lectura, hasta el punto de que un servidor prefería leer el capítulo del tirón y dejar los extractos para el final.

La segunda parte es una recopilación de artículos periodísticos también sobre historias habaneras. Y mi sensación personal, quizá equivocada, es que el señor Padura escribió unas memorias originales, pero su breve extensión hacía inviable su publicación en un volumen convencional. Así que lo hicieron los editores con la complicidad del autor es meter relleno hasta llegar a dicha extensión mínima. Total, el tiempo lo van a perder los lectores. Esto es especialmente evidente en que Padura agradece a terceros la búsqueda de los extractos de sus novelas que complementan su memoria, y en la inserción de estos de forma cuasialeatoria.

Todo ello contribuye a una lectura decepcionante. De los problemas de la primera parte ya he hablado; de la colección de artículos, hay que decir que su interés es muy desigual: la historia de la inmigración china a La Habana es apasionante, las relaciones con Cataluña algo menos, y los dedicados a músicos cubanos de cierta fama, como Chano Pozo y El Chori son un tostón en que La Habana solo sale de paso.

Lo más interesante del libro es el esbozo que da de la historia de La Habana, y sobre todo el contraste entre la rica e ilusionada Habanda de principios del XX (la Niza del Caribe, como la llama varias veces Padura), y La Habana post-revolucionaria y socialista, donde al declive arquitectónico se une el declive social y humano. Fechas destacadas son la prohibición de toda actividad empresarial privada en 1951, tan pronto con los revolucionarios confiesan su ideología (eso sí, ya con el poder asegurado gracias al apoyo de los EEUU), y sobre todo 1990, cuando comienza la eterna crisis Especial por el colapso de la URSS.

O sea, que las penurias de La Habana (y en general de Cuba) no se han acentúado especialmente después del COVID como yo pensaba, sino que la cosa viene de largo. Lo que hubo fue un respiro en 2015-16 con la relajación en las relaciones con los EEUU. El COVID lo que ha hecho ha sido acelerar el tremendo declive de una ciudad que si sobrevive fue por toda la riqueza que fue capaz de generar en unos pocos años. Parece increíble que La Habana fuera de las ciudades más ricas del mundo tan solo el año antes de la Revolución de Fidel Castro, y que por allí pulularan Ava Gardner, Errol Flyn o Marlon Brando, por decir unos cuantos nombres de relumbrón.

En realidad, de la lectura de este libro, lo que a uno más le cuesta entender es que el señor Padura siga viviendo allí y no se haya pirado a mejores pagos. Pero ahí sigue el camarada, en su Mantilla natal. Será por el milagro cubano: "El milagro cubano es que muchos cubanos viven de milagro. O de los «salvavidas» o «donaciones» que les hacen sus parientes desde el exterior. Por eso se dice que en Cuba es muy importante tener FE: familiar en el extranjero."

Algo tendrá, seguro. Pero no este libro, que es una pérdida de tiempo.

jueves, 12 de diciembre de 2024

Stubborn Attachments, de Tyler Cowen

Es un extraño ensayo, empezando desde el mismísimo título: "Stubborn attachments". Como el libro no está traducido, no sé cuál hubiera sido el título en español, y los que se me ocurren serían tan crípticos como el original. ¿De qué puede ir un libro con ese título? No queda más remedio que léerselo.

Y entonces veremos que se trata de un libro filosófico, que proporciona argumentos a favor de una ética basada en la búsqueda del crecimiento económico. Una ética que, según el autor, coincide con la que llama "ética de sentido común" en oposición a éticas consecuencialistas o utilitaristas. "Common sense morality holds that we should work hard, take care of our families, and live virtuous but self-centered lives, while giving to charity as we are able and helping out others on a periodic basis."

Para explicar por qué le parece una moralidad adecuada, Cowen se basa en otro concepto críptico, las que llama "plantas Crusonias", que tienen las cualidades de ser "ongoing, self-sustaining, and which create rising value over time". Si detectamos entidades con estas cualidades en nuestro entorno, es obvio que nuestra prioridad sería protegerlas y multiplicarlas. Para Cowen el crecimiento económico, o algo similar, en el candidato por excelente a "planta Crusonia". Seguirá usando la metáfora durante todo el libro, para desespero del lector.

En el fondo, lo que dice Cowen es que el crecimiento económico es la solución para todos nuestros males, no tanto para los presentes como para los futuros, y que por tanto es nuestro deber ético asegurar el crecimiento económico hoy para que nuestro futuro sea mejor. En este contexto, se refiere a la preferencia temporal, que los economistas modelan con una tasa de descuento, para afimar que tendemos a mayor preferencia temporal de la que deberíamos tener, que pensamos que el futuro está muy lejos, y por eso somos relativamente poco responsables frente a ello ("the individuals who will live in the future should be less distant from us, in moral terms, than many people currently believe. Their interests should hold greater sway over our calculations, and that means we should invest more in the future."). Aquí no puede evitar incluir el problema medioambiental, que aborda con una solución radicalmente distinta a la que plantean sus apóstoles ecológistas. En otroas palabras, para Cowen hay que cuidar el medio ambiente para generaciones futuras, y la forma de hacerlo es mediante crecimiento económico.

De similar manera trata con el problema de la distribución de recursos. ¿Tiene que haber redistribución? Sí, siempre que facilite el crecimiento económico. Por ejemplo, si de esa forma se consiguen entornos estables y con menos incertidumbre que si no hay reparto. Cowen insiste sobre el efecto "de interés compuesto" que tiene un mayor crecimiento económico sostenido en el tiempo. Aquí lo expresa en términos conceptuales: "Market economies and market reforms look better as more weight is placed on the relatively distant future. A free society is better today than a corrupt and totalitarian one. But one hundred years from now, the difference in human welfare and other relevant values will prove far more pronounced.". En coherencia, "So rather than redistributing most wealth, we can do better for the world by investing in high-return activities like supporting immigration and producing new technologies with global reach, such as cell phones".

Es curiosa la relación que encuentra entre felicidad vista de forma dinámica y neurobilógica. y crecimiento económico: "Thus even a constant level of reported happiness implies growth in real happiness over time, because the word “happy” takes on ever more ambitious meanings as society accumulates more wealth and richer experiences."

Durante toda la lectura, Cowen se acerca peligrosamente a discusiones bizantinas y carentes de interés práctica, sin llegar a caer en la trampa. Esto es así hasta el último capítulo en que ya se deja caer en la tentación y nos embarca en un debate consecuencialista absurdo sobre si el no poder anticipar todas las consecuencias de nuestros actos supondría algún tipo de parálisis en la acción del ser humana. Esto es, ¿cómo saber si las consecuencias de nuestros actos serán positivas en todo el rango temporal? Afortunadamente concluye que su ética del sentido común es más o menos coherente con dicha incertidumbre. Sino, tendríamos que quedarnos en casa encerrados. Digo yo, vamos.

En la de cal, recojo esta reflexión que me parece muy acertada: "A preoccupation with pursuing growth—or some modified version of the growth ideal—therefore means a preoccupation with ideas, a preoccupation with cultivating human reason, and a preoccupation with the notion that man should realize, perfect, and extend his nature as a generator of powerful ideas that can change the world." Como el crecimiento económico se consigue con innovación, un objetivo moral debería ser un entorno en que puedan florecer las ideas. Muy en línea con las recomendaciones expuestas en "Superabundancia".

Aunque me gustan las ideas expuestas en este libro, me ha gustado muy poco su lectura. Me parece un ensayo confuso, demasiado abstracto por momentos, y sin un hilo argumental claro. Menos mal que es corto, sino igual no lo termino. 

Oh Jerusalén ("O Jerusalem"), de Dominique Lapierre y Larry Collins

Me recomiendan este libro para tratar de entender el origen del problema entre judios y árabes en Palestina. Sus autores son sobradamente conocidos, autores de numerosos best-sellers, y de hecho de Larry Collins creo haber leído algunas de sus novelas de espias. O sea, que estoy ante un best-seller que explica razonablemente bien el conflicto de Israel, que se extiende hasta la actualidad tras los actos del pasado octubre, y la respuesta de Israel. Lectura irresistible por tanto.

Y a fe que lo es. Lapierre y Collins nos sumergen en una especie de Juego de Tronos real, con una composición coral de protagonistas, en la que no solo aparecen las grandes figuras históricas (Ben Gurion, Golda Meier, Haj Amin Husseini, los distintos mandatorios de los países árabes, o lo altos funcionarios ingleses como sir Alan Cuningham, llegando al presidente de los EEUU, el señor Truman) sino tambien mucho héroe menor, anónimo si se quiere (aunque pierden tal anonimato), protagonistas de las distintas acciones que fueron cambiando el curso de los acontecimientos. Por eso digo que es como Juego de Tronos, no solo en la intriga, sino en el formato narrativo.

Pero, como digo, no se trataba tanto de disfrutar de una novela de acción e intriga política, aunque así se podría leer este libro, si no de enterarme de una versión lo más objetiva posible de lo que ocurrió y ha desatado el conflicto que llega hasta nuestros días sin viso de solución.

Y para ello, la verdad es que el primer capítulo cubrió sobradamente mis necesidades, sin perjuicio del interés que tiene todo el resto del libro. Es un primer capítulo que aporta mucha información, alguna que ya conocía pero que no tenía, por así decirlo, ordenada. Y es una información que me ha ayudado a comprender mejor la postura árabe en el conflicto, pues la judía la tenía más clara.

Lo cuento como lo he entendido, basándome únicamente en este libro. El apego de los judios por Palestina les viene de tiempos míticos (recuérdese que no se han encontrado vestigios arqueológicos del Éxodo, así lo dice el prestigioso Eric Cline), tierra Prometida que tuvieron que defender durante unos cuantos siglos de todo tipo de atacantes, y que finalmente tuvieron que ceder a los romanos del emperador Tito, que además se llevó por delante el templo de Salomón. Así pues, desde el año 60 d.C, los judios andaban de diáspora. Casi 1900 años, ahí es nada, durante los cuales parece que poco disminuyó su apego. Pero, claro, durante esos cientos de años otras gentes residieron en tal tierra, no quedaron desiertas a la espera de que volvieran. Así que a mediados del XX Palestina era una tierra poblada por árabes, como lo había sido por más de un milenio, aunque hubiera sido gobernada casi medio milenio por turcos, y ahora lo fuera por ingleses.

Por su parte, los judios habían sufrido todo tipo de persecuciones allí donde se habían instalado, principalmente en países cristianos, y rara vez en países árabes. Lo que hizo la Inquisión en España era una mera anécdota en comparación con las persecuciones que sufrieron en otros países, auqneu aqui nos haya quedado la leyenda negra. De hecho, la gota que colmó el proverbial vaso y dio lugar a que Theodore Herzl fundara el Sionismo, fue a principios del XX con el caso Dreyfus en Francia. Allí fue donde Herzl decidió que a los judios nunca se les trataría con justicia en otros Estados, y que era hora de crear uno propio. Para ello, obviamente, volvieron sus ojos a su Palestina añorada, y decidieron comenzar a comprar tierras allí, a las que pudieran ir a vivir los judios que lo desearan. Una solución compatible con el libre mercado, a la que los ingleses regentes del área tras la Primer Guerra Mundial y el final del imperio Otomano, tratarían de poner límites con un White Paper de 1939, que les limitaba las compras y las emigraciones.

En el interín, ocurrió el Holocausto causado por los Nazis, y ello desencadenó una especie de culpabilidad occidental por tantos desmanes. La conciencia la tranquilizaron con una decisión de la ONU en la que se partía el territorio palestino entre judíos y árabes, una vez Inglaterra abandonara su regencia en 1948. El precedente de dicha decisión era la declaración de Balfour: "In Arab eyes, the Balfour Declaration had been an act of pure imperialism, a mortgaging by Britain of the future of a land to which she had no rightful claim, without any effort to consult the wishes or the desires of the Arabs who had constituted ninety- two percent of Palestine's population when the declaration was issued.

Cuando uno lo ve así, comprende bastante bien las causas del conflicto. Hasta el momento de la decisión de la ONU, árabes y judios convivían razonablemente en paz en Palestina. De hecho, los ingleses a quienes vigilaban era a los judios, que actuaban en ocasiones como verdaderos terroristas frente a los ciudadanos árabes, civiles normales y corrientes. Así que los países cristianos y occidentales, tras machacar a los judios durante toda su historia, deciden que la solución es que se creen un Estado en un territorio árabe. Suena francamente a coña, y siembra las semillas no solo para el odio entre judios y árabes, sino en general de los musulmanes por Occidente y los EEUU. La verdad es que personalmente había infraestimado las consecuencias del conflicto de Palestina en la situación actual de de "choque de civilizaciones". La propia historia que cuenta el libro refleja constantemente una gran proximidad entre ingleses y árabes, que ahora resulta bastante extraña. Desde otro punto de vista, un país tan significado en el conflicto actual como es Irán, ni aparece mencionado en esta historia, lo que prueba cómo se ha ido extendiendo el problema.

Desde el momento en que se declara la partición del territorio, comienza una guerra larvada entre judios y árabes bajo la aquiescencia de las autoridades inglesas que, en mi opinión, tieneden a ser más condescendientes con los árabes. Eso no quita para reconocer que muchos de los actos judios en estos meses fueron verdaderos actos de terrorismo, con el propósito de ahuyentar a los ciuadanos árabes de las áreas que el mando judio consideraba que debían ser suyas. El culmen de estos actos es la matanza de Deir Yassin, que puso el miedo en el cuerpo a todos los árabes, que ahora se temían que su rendición acabara de forma sangrienta, y empezaron a huir en masa de Palestina. Dicha matanza fue llevada a cabo por grupos terroristas judios (Irgun, Stern Gang) no oficiales, aunque a veces colaboradores de la Hagannah, el germén del ejército israelí. "The Irgun and Stern gang leadership have always denied the excesses attributed to them by the Arabs of Deir Yassin, maintaining that the killing which took place was a result of the Arab opposition to their attack. Their actions were deplored and condemned by the vast majority of Palestine's Jewish community as representing an outrage on Jewish and Zionist ideals."

Por supuesto que los árabes iban a usar tácticas similares durante este tiempo, pero eso no es óbice para que uno entienda mejor a los terroristas árabes en Israel; al fin y al cabo ellos fueron desalojados de allí usando la misma táctica. Que nadie se confunda: que lo comprenda, no quiere decir que me parezca bien, ni mucho menos.

Cuando por fin los ingleses abandonan Palestina, llega el momento tan temido por Ben Gurion y los judios, que es la invasión más o menos concertada de varios países árabes tratando de aniquilar al estado Judio antes de que se consolidara. Desde el sur entre Egipto, desde el norte Siria, y desde la Legión Árabe de Transjordania comandada por un general inglés. También Irak y el Líbano ponen su granito de arena. La asimetría de fuerzas era tremenda, y dice mucho de los Isralíes que fueran capaces de aguantar tan tremendo embate con los medios de que disponían. Pero no es menos cierto que las disensiones entre los países árabes, cada uno con sus intereses particulres, restaron enorme efectividad a sus acciones, sin olvidar las negliencias propias de régimenes semicorruptos. Es cuando describen estas relaciones entre los distintos mandatorios árabes cuando más se parece el libro a Juego de Tronos. Y es que era un verdadero Juego de Tronos, porque cada uno de lo alíados lo que trataba era de quedarse con la mayor parte posible de Palestina.  

Aunque yo esté describiendo los acontecimientos a nivel global, conste que el libro se centra en lo ocurrido en Jesusalén y su entorno, como verdadera situación a escala de lo que ocurría en Palestina. Para Ben Gurion la resistencia de Jerusalén era fundamental en muchos sentidos, y queda probado con los enormes esfuerzos que se hicieron pasa sostenerla en su asedio y contra las dificultades añadidas que suponían los barrios "desconectados" como la ciudad vieja ("The philosophy propounded by David Ben- Gurion. What the Jews had, they must hold. No Jew was to leave his home, his farm, his kibbutz, his office without permission."). Y es que los judíos, al contrario que los árabes, no tenían ningún Amman, Damasco o Beirut donde refugiarse: si abandoban sus hogares, ¿dónde irían?.

Esta necesidad de sostener Jerusalén contra viento y marea causaba un valor estratégico fundamental en Bab el Wad y bajo el monasterio de Latran, ruta por la que tenían que transitar los convoys con los pertrechos para los habitantes judíos de Jerusalén. Mucho de lo que nos cuentan Lapierre y Collins tiene lugar en este escenario.

Coherentemente, uno de los grandes protagonistas del libro es David Shaltiel a quien Gurion encargará el gobierno de la parte judia de la ciudad. Me encantó cómo presentan los autores a tan singular personaje: "on Yom Kippur, the holiest day of the Jewish calendar, he deliberately ate his way through his first piece of nonkosher food, selecting for his act of defiance the impurest dish of all, a slice of pork. Then he sat back and waited to see if God would punish him. God's failure to do so developed in Shaltiel a lifelong scorn for institutional religion."

Sería injusto no darle también una frase a uno de sus principales enemigos, Abdul Khader Husseini, cuya muerte causará una inflexión en las suertes de los judios antes de la salida de los ingleses. Del tipo nos dicen que tenía mucho carisma, que describen con cierto humor: "He had the charisma to galvanize a battalion of Dutchmen. Upon his excitable countrymen its effect was electric.".

La historia termina con el alto el fuego en junio de 1948, auspiciado en gran parte por los ingleses, que, forzados por los EEUU, empezaron a denegar su apoyo a los países árabes. En el mes que transcurrió hasta el reinicio de las hostilidades, Israel pudo armarse con todos los fondos de que disponía, casi ilimitados, y pudo traer judios de todo el mundo para su ejército. Para cuando volvieron a combatir, sus fuerzas eran muy superiores, llegándose a un armisticio a principios de 1949, momento en que aún no habían conseguido conquistar todo Jerusalén. Y ya no lo harían hasta 1967: "In June 1967, after twice warning King Hussein to stop the shelling of New Jerusalem, Israel went to war with Jordan. The paratroopers of Uzi Narciss, the man who had ordered his Palmach back from Zion Gate in May 1948, captured the Old City after forty- eight hours of fighting."

La capacidad de resistencia que mostraron los judios en esos primeros meses de la creación de su Estado, sin material y sin casi recursos humanos, y frente a cinco ejércitos regulares, augura su éxito en la guerra actual. Si aguantaron entonces, esto tiene pinta de que les va a costar bastante menos. De momento, ha empezado a coger terreno en Siria y tiene amenazado a Irán. Me temo que terminará con otra humillación de los países árabes enemigos de Israel, merecida en esta ocasión por apoyar los atentados de la gentuza de Hamas. Que así vaya a terminar el conflicto de una vez me resulta mucho más dudoso, porque siempre va a haber interesados en atizar los rescoldos que deja tanta víctima y humillación. Yo no tengo ni idea de cómo solucionar estas historias, pero al menos ahora creo haber entendido las causas del problemas. Y, solo por eso, creo que merece la pena esta lectura. Pero conste que me lo he pasado tan bien como con una buena novela.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Los grandes cementerios bajo la luna ("Les grands cimetières sous la Lune"), de George Bernanos

Segunda lectura de los autores que aparecen en Le courage de la nouance. El primero, las Mythologies de Barthez me gustó mucho. A Bernanos, el autor de este segundo, creia no conocerle de nada, y sin embargo al revisar su obra veo que escribió los Diálogos de Carmelitas que leí hace tiempo, y que pasó sin pena ni gloria. Menos mal que no me di cuenta antes, sino igual no me hubiera animado con esta que parece su obra más famosa.

Y quizá no hubiera sido mala idea, pues ha sido una lectura que me ha dicho poco, quizá por faltarme mucho contexto. Es una serie de diatribas, pero no tengo muy claro contra qué o quién, porque reparte para todo pichichi. Hay además mucha respuesta a ilustres del momento que tampoco pillo, que a lo mejor explicarían la razón de las diatribas. Pero deconociendo todo ello, lo que me pasa es que leo el libro sin saber a qué responde tanta inquina.

Bernanos no escribe mal pero resulta difícil seguirle. Mezcla temas aparentemente, salta de unos a otros sin demasiada lógica, utiliza mucho el vocativo sin que quede claro si está insultando al lector o es que está usando ese estilo para responder la posición de algún otro escritor. Es una lectura sin rumbo en la que uno desee que termine el libro, o al menos el capítulo para ver si en el siguiente se es capaz de sincronizar con su pensamiento.

Escribe en 1938, cuando Mussolini y Hitler parecen ilusionar a los europeos, al menos como alternativa al socialismo y comunismo que se abren paso desde la URSS. Sin embargo, es bastante crítico con ellos, cosa no sorprendente desde la perspectiva actual, pero quizá más llamativo en ese momento. "L’idée totalitaire est encore servie librement par des hommes libres, leurs petits- fils ne connaîtront plus que la discipline totalitaire."

En todo caso, el detonante de su explosión literaria es la Guerra Civil española, y sobre todo los desmanes que observa en Mallorca, donde residía en el momento del Alzamiento. Dichos desmanes son a cargo de los alzados y cuentan con la complicidad de la Iglesia, algo que Bernanos, creyente católico, lleva bastante mal. Es quizá por estos episodios que a Bernanos le imagino venerado por la izquierda: ¡un tipo de derechas criticando a Franco y a la Iglesia! Algunas cosas de las que observó en la isla: 

"Cinq cents phalangistes le 17 juillet. Quinze mille quelques semaines plus tard, puis vingt- deux mille."

"À la dernière réunion générale des curés, sous la présidence de Monseigneur, nous avons eu la preuve que l’année dernière, 14 pour 100 seulement des Majorquins avaient fait leurs Pâques. Une situation aussi grave justifie des mesures exceptionnelles." (O sea, que la Iglesia no ve mal los fusilamientos porque los mallorquines celebraban poco la Pascua)

"Au lieu que cette petite île majorquine est un vase clos. Le sang n’y séchera pas vite." Por supuesto, los cementerios del título son los que se llenan de cadáveres consecuencia de las acciones de fascistas y franquistas.

Sin embargo, a mí lo que más claro me queda de Bernanos tras esta lectura es que, aparte de ser creyente, era contrario a las democracias. Sobre todo en el primero de los ensayos, les dedica frases muy duras, pero completamente ciertas. "Il est clair que la multiplication des partis flatte d’abord la vanité des imbéciles. Elle leur donne l’illusion de choisir."

"Dès que les circonstances, et notamment les nécessités électorales, semblent imposer un système d’alliances, les malheureux oublient instantanément les distinctions qu’ils n’avaient d’ailleurs jamais faites qu’à grand- peine."

"L’homme du peuple, n’étant pas apte à tout, ne saurait parler que de ce qu’il connaît, il comprend parfaitement que l’élection favorise les bavards."

Y llega a una desoladora conclusión: "L’homme de bonne volonté n’a plus de parti, je me demande s’il aura demain une patrie."

¿Le hace ello anarquista? Difícil responder, pero está claro que imagina hasta dónde puede llegar el Estado. "Nous savons déjà ce qu’est la guerre totale. La paix totale lui ressemble, ou plutôt ne se distingue nullement d’elle. Dans l’une comme dans l’autre, les gouvernements se montrent, à la lettre, capables de tout."

Pero es que tampoco parece fiarse de mecanismos que sí han demostrado su validez, como es el mercado libre: "Qu’y a- t- il donc de vicié dans notre système économique qui l’emprisonne dans un cercle infernal, où la production est comprimée par l’insuffisance d’une consommation solvable, tandis que cette consommation est rendue à son tour insuffisamment solvable, notamment par une production mal épanouie" lo que le lleva a afirmar "Tant d’efforts dépensés pour aboutir à une société prétendue matérialiste qui ne peut plus ni produire ni vendre".

Tiene esta frase para el encaje que da la sociedad a los pobres:"La Société s’accommode assez bien de ses pauvres, aussi longtemps qu’elle peut absorber les malcontents soit dans les hôpitaux, soit dans les prisons. Lorsque la proportion des malcontents s’augmente dangereusement elle appelle ses gendarmes et ouvre en plein ses cimetières.". El colofón que le da es magistral, eso sí: "Faute de mieux, on rétablit l’optimisme en diminuant le nombre des malcontents.

Entre tanta frase, brillantes hay unas cuantas. Repasando los subrayados que he hecho, observo que la obra es muy citable, tiene muchas frases que aisladamente suenan fenomenal. El problema, como digo, es que no sé muy bien por qué escribe todo lo que escribe y a dónde quiere llegar, si es que quiere ir a algún sitio, o es meramente un exabrupto por la frustración o la ira que le produce lo que ha visto en Mallorca. Yo este libro no lo leería y no lo puedo recomendar.

Para terminar, dejo una frase inventario que me ha encantado, sobre las distintas Francias: "La France de Rabelais, de Pascal, de Bossuet, de Calvin, la France classique, néo- classique, romantique, naturaliste, claudélienne et valéryenne, latine, gréco- latine, impériale et démocratique, déroulédiste et clemenciste, grasse ou maigre, mystique ou tétonnière– tant de Frances, tant de Frances… Toutes les Frances au salon !"

viernes, 29 de noviembre de 2024

Pueblos y paisajes de Madrid, de Javier Leralta

Durante las últimas semanas he ido leyendo poco a poco esta guia turística de la Comunidad de Madrid, que la recorre literalmente pueblo a pueblo. Como cualquier guia, no está realmente preparada para su lectura como un libro convencional, pero lo cierto es que ésta se accerca más que ninguna otra a dicho formato, por lo que se puede considerar como una lectura más.

La guia se estructura en 9 itinerarios que dividen en otras tantas áreas geográficas a la comunidad de Madrid, asomándose puntualmente a tierras de Segovia, Guadalajara o Toledo. En cada itinerario, el autor describe el recorrido por los pueblos y áreas naturales que lo conforman. En teoría, puedes coger el libro y seguir de esta forma el recorrido, aunque algunas sorpresas nos aguardará la ruta, pues muchas carreteras y accesos habrán cambiado desde cuando se escribió el libro en 1995. Esto es especialmente llamativo cuando el autor afirma que vas a gastar todo el carrete de la cámara, o te pone los precios en pesetas.

La lectura es tolerable, porque Leralta escribe con bastante corrección. Si no, sería indigerible por la repetición de contenidos. Claro, la visita a la mayor parte de los pueblos pasa por su iglesia,y la lectura continuada de descripciones de templos no deja de hacerse monótona, aunque por medio se haya recorrido un páramo con campos de olivos.

En cuanto al contenido, obviamente hay mucho que está obsoleto (horarios de los sitios, comercios, accesos), pero el meollo permanece válido en general. Uno de los retos que se plantea, y cumple prolijamente, el libro es ir más allá del Madrid que todos conocemos, y que de por sí ya es bastante potente: El Escorial, Chinchón, Aranjuez, Alcalá de Henares, El Pardo, o la sierra de Guadarrama entrando en paisajes.

Yo creo conocer bastante la región y la lectura del libro así me lo ha probado, lo que no es óbice para que, afortunadamente, haya encontrado nuevos sitios que visitar, lo que no dejaba de ser el objetivo de lectura. Habré identificado 30 o 40 puntos de interés cuya visita ya he comenzado y que me propongo proseguir. Entre ellos, los más sorprendentes son el monasterio de Loeches, donde está el mausoleo de los Alba, y la Casa Grande de Torrejón de Ardoz, donde se localiza el principal museo de iconos de Europa Occidental (que ahora mismo está cerrado al público). Como paraje natural, la sorpresa me la ha dado El Regajal, cerca de Aranjuez, y la principal reserva de mariposas de Europa. 

Otros puntos que espero serán de interés son la garganta de Lozoya, el palacio del Canto del Pico (tantas veces divisado desde la A-6), el cerro del Arcipreste de Hita, el castillo de Batres, las canteras de Colmenar de Oreja o la iglesia de Braojos con sus Berruguetes. Ya ha mostrado serlo el bonito pueblo Olmeda de las Fuentes, cerca de Nuevo Baztán y completamente desconocido por mí antes de leer este libro. Otro que no conocía: Pezuela de las Torres.

Pues eso: doy el libro por terminado y progresaré cuando el tiempo lo permita con las visitas, en las que me será obligada compañía. 

jueves, 28 de noviembre de 2024

El salto social ("The Social Leap"), de William von Hippel

 Hacía tiempo que no leía un buen libro de psicología evolutiva, y este apareció citado en Superabundancia, que es un buen ensayo económico, por lo que supongía cierta garantía de calidad. Y lo es. Es un libro muy interesante y fácil, escrito con la tradicional plétora de experimentos curiosos para explicar las distintas teorías que se exponen. En este caso, se incorporan bastantes experimentos con animales para probar que el rasgo psicológico descrito para los humanos tiene antecedentes biológicos.

Como el título empieza a pensar, von Hippel repasa las adaptaciones evolutivas, principalmente psicológicas ("Preferences that don’t fit your abilities are as debilitating as limbs that don’t suit your lifestyle."), que han contribuido a que el homo sapiens sea una especie hipersocial, que es precisamente la característica que le ha permitido dominar el mundo. De hecho, "our evolution away from chimpanzees is marked primarily by adaptations to our mind and brain.".

La lectura es apasionante y contiene montones de información que desconocía o no recordaba. Y eso me crea un problema a la hora de escribir esta entrada, pues no puede poner todo lo que debería poner, como acabo de constatar repasando las notas que he tomado. Me limitaré a unas cuantas cosas que son las que más me han sorprendido, sin tratar de hacer una revisión completa del texto.

Empiezo por el origen de la socialización, que debió de ocurrir cuando nuestros antecesores se vieron obligados a abandonar la comodidad de las altas ramas de la selva, y adentrarse en la sabana, donde pululaban predadores de los que solo se pudieron defender trabajando en equipo. Esto es, tirándoles piedras en grupo.

El descubrimiento fue un éxito, y comenzó la escalada social-intelectual de los hominidos, con el Austrolopiteco. El siguiente gran paso es la división del trabajo, y lo da el Homo Erectus, algo que se ha podido comprobar arqueológicamente. Para von Hippel, la división del trabajo y el dinero son los inventos más importantes de la humanidad, toma ya. Por cierto, el control del fuego por el Homo Erectus también tuvo importantes consecuencias en nuestra alimentación y directamente en el desarrollo del cerebro, cuando comenzamos a entretenernos contando historias en los fuegos nocturnos.

Esta colaboración exigió otro avance evolutivo, que von Hippel llama la "teoría de la mente", por la cual somos capaces de anticipar el comportamiento de nuestros congéneres, adivinando cómo funciona su mente. De aquí surgieron sentimientos sociales básicos, como el orgullo ("We feel pride when we’ve done something that increases our value to our group, and the positive feelings associated with pride ensure that we seek out further such opportunities."), la culpabilidad ("We feel guilt when we’ve harmed someone in our group, and the negative self- directed feelings associated with guilt help us learn from the experience and avoid doing it again") y la vergüenza. ("Shame is felt when we’ve done something to devalue ourselves in front of our group, and again the negative self- directed feelings ensure that we don’t repeat the shameful behavior and experience further loss in status.")

En algún momento, el Homo Sapiens descubrió la agricultura, pero esto no fue una bendición completa, aunque permitió el camino que nos llevó a la situación actual: "we see that farming afforded our ancestors some assurances against starvation, but at the cost of various new illnesses, reduced stature and longevity, excruciating halitosis, and often a far longer working day. The end result was that early farmers worked harder to achieve a worse life than their ancestors had." Y esto ha pasado casi hasta el presente.

Von Hippel desarrolla consecuencias más profundas de la disparidad sexual entre hombres y mujeres a la hora de explicar la felicidad sobre todo de los primeros, en la búsqueda de preminencia social. Básicamente, lo califica de juego de suma-cero, y nos dice que aunque estemos muy bien en términos absolutos, la lógica de la selección sexual nos lleva a valorarnos siempre en relación con los demás, por lo que podemos considerar que estamos peor: "The sad truth is that the logic of sexual selection ensures that life remains a zero- sum game even when it doesn’t need to be. If my friend gets a big raise or wins the lottery, I am indeed impoverished by his good fortune, because now it’ll be harder for me to get a mate."

Otro tema interesante es la incorporación de un copiloto al jinete y al elefante que nos había presentado Haidt en The righteous mind. "The chariot driver, who sits in a piece of the frontal lobes called the lateral prefrontal cortex (LPFC), is the one who resists temptation by reining in or redirecting the horses when the time, location, or goal itself is inappropriate. The driver has a copilot, who sits above the horses in or about the anterior cingulate cortex (ACC), and whose job is to alert the driver whenever the horses appear to be heading in the wrong direction.

Destaco también como muy importante la confrontación entre innovación técnica e innovación social. Von Hippel postula que hemos desarrollado la capacidad de innovación sobre todo en relación con nuestros congéneres, cómo cooperar con ellos para resolver problemas. Ante un problema determinado, siempre existe la posibilidad de solucionarlo técnica o socialmente: "For example, the desire to talk to faraway friends and relatives is a social problem, and it can be solved technically, by inventing a telephone, or socially, by passing messages through friends."

Así, "The capacity to innovate novel solutions appears to be universal in our species, but the proclivity to direct this capacity at technical rather than social solutions appears to be unusual." Y, en todo caso, algo que ya había leído en otra ocasión: "our ability to solve complex problems (i.e., abstract intelligence/ IQ) is just a fortuitous offshoot of our evolved social capacities.". O sea, que nuestro cerebro se desarrolló evolutivamente hasta su complejidad actual precisamente para afrontar las relaciones sociales. Que hayamos sido capaces de aplicar esa herramienta a la resolución de problemas científicos o lógicos es pura casualidad.

Von Hippel dedica un capítulo a las formas de liderazgo de grupos, que tal vez sea el que menos me ha convencido del libro. Distingue entre líderes "elefante" y "babuino": "Moral leaders are those who act in their group’s interest, and benefit from their decisions only to the degree that their group benefits. For reasons that will become apparent, I refer to such moral leaders as elephants. Immoral leaders are those who act out of self- interest and who benefit from their decisions at the expense of their group. I refer to such immoral leaders as baboons."

En este capítulo, el autor conecta ni más ni menos con el derecho de competencia. "This finding suggests that intergroup conflict can enhance leader morality. In modern corporations, this sort of conflict is the basis for the market economy, as corporate collusion is forbidden by antitrust legislation.", O sea, que el derecho de competencia al crear conflicto entre grupos, puede convertir CEOs inmorales en CEOs morales. Me parece una chorrada tamaño líder moral, digo, elefante, y revela algo de ignorancia económica del autor, que no puede ser grande por lo que había dichos del dinero más atrás.

Tampoco me gusta su explicación de por qué la guerra es tan común entre los seres humanos: "Human conflicts are guided by the same principles as those of other animals, but the fact that warfare is so common testifies to the frequency with which the two sides are unable to agree on who would win a fight." En los conflictos intra-especie se hace mucha señalización para evitar la violencia, tratando de determinar a priori quién ganaría el combate para evitar su elevado coste. Así este solo se llega a producir si la situación a priori está equilibrada. Para von Hippel, hay tanta guerra porque los seres humanos no son capaces de determinar a priori quién ganaría la guerra. La verdad es que estoy en desacuerdo con el autor, por la sencilla razón de que las decisiones de ir a la guerra, en la actualidad, las toman los políticos, que no internalizan todos los costes de su decisión, y por tanto no se molestan en hacer una buena estimación de las fuerzas de cada parte.

Voy terminando con algunas ideas sobre la felicidad, a la que von Hippel dedica los dos últimos capítulos de la obra. Primera sorpresa, la relación con el sistema inmune: "our immune system evolved to hum along at peak capacity when we’re happy but to slow down dramatically when we’re not." ¿Por qué? Porque cuando no somos felices la asunción es que estamos bajo alguna amenaza y nuestro organismo prefiere dedicar todos los recursos a confrontarla, y se los quita al sistema inmune. En consecuencia, el autor afirma sin ambajes que "once you’re over sixty- five, you’re better off smoking, drinking, or overeating with your friends than you are sitting at home alone."

La siguiente frase resume la receta que da von Hippel para la felicidad, basada en sus conocimientos de psicología evolutiva: "Sex and food, parenthood and play, mastery and storytelling, friendship and kin, hearth and home, community and contribution— these were the keys to success in our past and they remain the keys to our happiness today." En particular, me gusta esta frase: "The things we own lose their allure as soon as we reset our status goals, but the things we do become a part of us." De lo que se deduce algo que ya sabía, mejor invertir en experiencias que en bienes materiales.

Por último, dejo esta frase brillante también relacionada con el tema: "The German folk saying Vorfreude ist die schönste Freude (“ Anticipated joy is the greatest joy”) is much more accurate than Disney’s “happily ever after.”"

Lectura obligada para cualquier interesado en psicología, sea evolutiva o no, y, en general, para cualquier persona con una mínima inquietud.

viernes, 22 de noviembre de 2024

Mitologías ("Mythologies"), de Roland Barthes

Aunque la reciente lectura de Le courage de la nuance no me resultó demasiado satisfactoria, sí fue fructífera en términos de propuestas interesantes. Estas Mythologies son la primera que recojo de dicho libro, y he de decir que esta sí ha sido muy satisfactoria.

Lo que nos propone Barthes es ciertamente original, yo al menos no había leído nada similar, y seguramente sea además una aportación seminal. Lo que hace Barthes es explicarnos la mitología que subyace en ciertos objetos, actividades cotidianas, espectáculos, películas e incluso el Tour de Francia. Son descripciones fascinantes y que uno hubiera podido imaginar difícilmente. 

No puedo decir si esta asociación mitológica es algo buscado artificialmente por los creadores del hecho, o, por el contrario, se puede explicar su éxisto porque la gente lo asocia implícitamente a ese mito sin que haya habido dirigismo. Esto lo digo porque muchas veces Barthes parece conspiranóico en su intención de achacar a la "pequeña burguesía" estas asociaciones con el objeto de preservar el status-quo (al respecto, recuérdese lo que nos decían en Cynical Theories sobre el manejo del lenguaje como estructura para imponer el poder).

En cuanto a los hechos analizados, hay un problema para el lector, y es que bastantes de ellos son obsoletos, películas que ya nadie conoce y escritores de un día. En particular, Barthes muestra fijación con un tal Poujade y los Pujadistas, que no sé quién fue y sobre quién no tengo interés por investigar, pero a quien Barthes dedica el último capítulo de sus análisis, bastante largo además, haciéndolo posiblemente el peor de todos.

En todo caso, hay análisis de la lucha libre, de la leche y el vino, de la astrología, del Tour de Francia, de la "Dama de las Camelias", sobre juguetes o sobre la publicidad de productos cosméticos, y uno sobre las guias turísticas. Son entretenidos e iluminadores.

Por ejemplo, hay uno dedicado al tratamiento que hace la revista Elle de las mujeres novelistas. "On annonce par exemple : Jacqueline Lenoir (deux filles, un roman) ; Marina Grey (un fils, un roman) ; Nicole Dutreil (deux fils, quatre romans), etc." Así lo interpreta Barthes: "Un roman, un enfant, un peu de féminisme, un peu de conjugalité, attachons l'aventure de l'art aux pieux solides du foyer". Y así concluye con brutalidad: "Un monde sans hommes, mais tout entier constitué par le regard de l'homme, l'univers féminin d'Elle est très exactement celui du gynécée."

El capítulo más irónico es sin duda y con diferencia el que dedica a la Gramática Africana. Dejo aquí una perla: "Population est chargé de dépolitiser la pluralité des groupes et des minorités, en repoussant les individus dans une collection neutre, passive, qui n'a droit au panthéon bourgeois qu'au niveau d'une existence politiquement inconsciente." Pero: "Lorsqu'il est nécessaire de porter un jugement dépréciatif (la guerre oblige parfois à ces sévérités), on fractionne volontiers la population en éléments."

También muy divertida esta frase en el capítulo de los juguetes de plástico: "Malgré ses noms de berger grec (Polystyrène, Phénoplaste, Polyvinyle, Polyéthylène), le plastique, dont on vient de concentrer les produits dans une exposition, est essentiellement une substance alchimique"

Como si me dedicara a extractar cada capítulo este post sería interminable, solo me referiré a otro, el dedicado al Tour de Francia, inevitablemente. El dedicado a la lucha libre también está muy bien, pero es un deporte al que nunca he prestado atención. Así que me quedo con el del ciclismo.
"La dynamique du Tour, elle, se présente évidemment comme une bataille, mais l'affrontement y étant particulier, cette bataille n'est dramatique que par son décor ou ses marches, non à proprement parler par ses chocs."
"les étapes sont avant tout des personnages physiques, des ennemis successifs, individualisés par ce mixte de morphologie et de morale qui définit la Nature épique."

"L'étape qui subit la personnification la plus forte, c'est l'étape du mont Ventoux.(...)le Ventoux, lui, a la plénitude du mont, c'est un dieu du Mal, auquel il faut sacrifier. Véritable Moloch, despote des cyclistes, il ne pardonne jamais aux faibles, se fait payer un tribut injuste de souffrances."

Maravilloso. Como todos los demás capítulos de análisis, un verdadero placer su lectura.
Después de esta primera parte viene otra segunda teórica sobre la semiología. Es infumable. Como leer a Sastre o a Marx, en general a los tipos que se leía Scruton en su Fools, frauds and firebrands. Yo me la he leído porque siempre me termino los libros que empiezo, pero mi consejo sería acabar la lectura en el penúltimo capítulo de la parte 1 (esto es, evitar también el dedicado a Poujade), para así quedarse con un excelente sabor de boca.

Lean este libro. Les guste o no, está muy bien escrito y su originalidad es innegable. No sé si existirán libros tan buenos sobre un tema similar.

lunes, 18 de noviembre de 2024

La desaparición de Esme Lennox ("The vanishing act of Esme Lennox"), de Maggie O'Farrell

Ya había anunciado que no tardaría en volver a leer algo de esta autora (aquí, en concreto). Esta obra que he leído es anterior a Hamnet y revela una autora más convencional y con menos atractivo.

Esta es una novela de trama, con poca aportación estilística, algo que no extraña, porque tampoco Hamnet era una filigrana de escritura. O'Farrell narra bien, pero escribe sin florituras, a la historia. Alguna cosilla se puede rescatar. "Squall' was a good word. It was halfway between 'squawk' and 'all'. Half- way between 'shawl' and 'squeamish'. Or 'squat' and 'call'." o "These include Care Plans, Community Care Assessments, Rehabilitation Programmes, Release Schedules. He seems to talk permanently in capital letters.", donde ya aflora una de sus peculiaridades de estilo, las listas.

Otro ejempo de esto último, con más relumbrón, y dejo el capítulo de estilo: "They are girls who have spent their lives in nothing more than a cotton dress, and here are liberty bodices, vests, stockings, socks, skirts, underskirts, kilts, Fair Isle sweaters, blouses, hats, scarves, coats, gaberdines, all, seemingly, intended to be worn at once."

Y respecto al contenido de la trama, poco puedo contar, porque hay peligro de que desvele las cosas que quizá sean lo más interesante de la lectura. La narración intercala tres tipos de episodios: los recuerdos de Esme; el presente que vive Iris, la nieta de Kitty Lennox, hermana de Esme; y los trazos de recuerdos de Kitty, deslavazados, pues la mujer está aquejada por Alzheimer.

La historia comienza cuando Iris es llamada a un hospital psiquiátrico para hacerse cargo de Esme, cuya existencia desconocia, como pariente más cercana. Esme ha pasado desde los 16 años internada en este psiquiátrico, o sea, unos 50-60 años, toda su vida. O'Reilly irá desvelando mediante la estructura descrita anteriormente, las causas de lo ocurrido. El culmén de la novela es, por supuesto, el reencuentro entre Esme y su hermana, en el que se producirá el "vanishing act" del título en inglés, y que revelará la nefasta traducción que se le ha dado en español. 

Lo ocurrido con Esme presenta un drama ya pasado, que Iris empieza a sospechar revisando cierta documentación del hospital. "'That a man used to be able to admit his daughter or wife to an asylum with just a signature from a parent". Pese a ser un tema que hubiera dado mucho juego, la verdad es que O'Reilly no se va por los derroteros de denuncia, pero sí jugará con esto para alguna de las sorpresas de la historia.

Sinceramente, esperaba algo más de esta novela tras leer Hamnet, y me ha parecido muy convencional, como tantas otras que podría haber optado por leer. Nada reseñable, ni que la haga ilegible. Ya veremos si canta otro gallo con "The marriage portrait" cuando la lea.


viernes, 15 de noviembre de 2024

El coraje del matiz ("Le courage de la nuance"), de Jean Birnbaum

Corto ensayo en el que el autor se enfrenta a la polarización que, según mucha gente, se vive en nuestras sociedades. No trata de indagar en sus causas, sino de presentar a personajes a los que el autor admira, precisamente porque han sido capaces de mantener su libertad de criterio y, si se quiere, su tolerancia, en situaciones adversas y que llamaban a la polarización, incluso confrontando acusaciones de traidores por apartarse del bando al que parecían pertenecer.

Antes de seguir, para quien esté interesado en las causas de la citada polarización de nuestros días, observo que es un fenómeno propio de sociedades democráticas (jajajaja, claro, dirán algunos, en las no democráticas no hay discrepancias) y una tendencia que el entorno tecnológico (lease Redes Sociales) no ha hecho más que acelerar e intensificar. Una posible explicación de por qué ocurre esto se puede encontrar en El cálculo del consenso, de Tullock y Buchanan.

Lo primero que hay que decir es que el título infravalora el contenido del ensayo. Me explico: Birnbaum parece que va a hablar de lo importante que son los detalles, los matices, y cómo atender a ellos puede evitar la polarización, para lo que se exige el coraje de salirse del mainstream. Sin embargo, lo que revela la lectura va más allá del mero matiz: estamos hablando de gente que antepuso su libertad de opinión y de criterio a la comodidad y protección del grupo al que pertenecían,

Así las cosas, este ensayo recorre brevemente las obras de siete autores, bastante conocidos la mayor parte de ellos, para mostrar con sus textos lo que acabo de comentar. Entre ellos están dos blockbusters universales, Albert Camus y George Orwell; luego tenemos gente también reconocida, pero algo menos, como Hannah Arendt, Raymond Aron y Roland Barthes, y finalmente otros dos más, franceses, de los que nunca había oído hablar, Georges Bernanos y una etnóloga llamada Germaine Tillion.

Entre los capítulos dedicados a cada personaje, Birnbaum mete interludios en los que sintetiza de alguna forma las que podríamos llamar lecciones que obtiene de sus repasos. Esto es, los principios que seguían para mantener su libertad de criterio al tiempo su apertura de miras. Me han parecido casi más interesantes que los repasos por autor, y aquí dejo la síntesis que hace Birnbaum en el último capítulo:

"Tenir un discours si libre qu’il en devient irrécupérable ; appeler les choses par leur nom, quitte à dire aux gens ce qu’ils n’ont pas envie d’entendre ; proclamer une conviction sans lui sacrifier la vérité des faits ; assumer ses propres failles, au point d’admettre qu’un adversaire puisse avoir raison ; opposer l’humour à la bêtise ; refuser de voir le monde en noir et blanc ; se mettre à dos les fanatiques de toutes les couleurs."

La tragedia es precisamente "parce qu’ils ont tenu bon sur leur désir de liberté, les « sans- royaume » qui peuplent cet essai ont couru le risque de la solitude, ils en ont pris leur parti." Es obvio decir que me identifico desde la humildad con esta gente.

Entre mis momentos preferidos está esta referencia de Arendt al humor y la libertad, que me parece de plena actualidad a lo que vivimos en España: "Il faut écraser les grands criminels politiques : et les écraser sous le ridicule. » Mais, aux yeux de la philosophe, ce parti pris constitue bien plus qu’une arme politique. Il engage tout un rapport à la liberté de juger. L’humour introduit du jeu là où la pensée étouffe, il remet le langage en mouvement" Con el corolario de que "L’homme du mal ne dit que des banalités". Véase algún discurso del tipejo que preside nuestro pais en estos momentos.

Y tampoco quiero dejar pasar la siguiente reflexión: "La littérature est la mieux à même de subvertir les logiques binaires ; elle seule peut déjouer les raisonnements manichéens qui partagent l’humanité entre amis et ennemis." O sea, la oposición entre el tweet de 150 caracteres y la escritura de una entrada en un blog, no hace falta llegar a la extensión de un libro para capturar matices. Una vez más, el formato de fácil consumo con que nos sirven las Redes Sociales se muestra como un arma para la polarización, al ser incapaz de recoger matices. Habría que ver, en todo caso, si el común tiene pacienci para ir más allá, o el formato corto no es más que la respuesta a lo que demanda la gente.

En todo caso, lo más provechoso del libro me han parecido las referencias que da de Bernanos y Barthes, algunas de las cuales debería leer: "Les Grands Cimetières sous la lune" o las "Mythologies". Ya veremos cual.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Primera Sangre ("Premier Sang"), de Amélie Nothomb

Nothomb es una autora belga de amplia obra, y varios premios, y que yo desconocía hasta hace unas semanas. Una vez más, cualquier recomendación en francés me interesa, y si es una escritoria de prestigio y éxito que no conocía, aún mejor.

Esta es solo una novelilla corta, que no sé si será muy representativa de la obra. La historia tiene su puntillo de originalidad, más bien de rareza, por lo que no sé si no estoy pillando su sentido último. El protagonista resulta que se desmaya al ver sangre fresca (ojo, no cuando se seca). Y la novela nos cuenta su minibiografía, con el foco principal en tres momentos de su vida.

En primer lugar, sus vacaciones en el castillo Pont d'Oye, en las Ardenas, con sus abuelos paternos y sus tíos (de su edad), un ambiente digno de los orfanatos de Dickens. Dos pinceladas:  "Le droit d’aînesse se traduisait chez les Nothomb d’une manière alimentaire : plus on était âgé, plus on pouvait espérer manger.", "La shtouf désignait un mode de vie qui permettait de survivre à l’hiver ardennais. Il s’agissait d’entasser tous les êtres vivants d’une maison, animaux inclus, dans la seule pièce qui pouvait les contenir."

En todo caso, el chaval se lo pasa fenomenal: "De ce que j’avais connu en six années et demie d’existence, ces vacances de Noël furent ce qui ressemblait le plus au bonheur." Curiosamente, el abuelo paterno, barón, se apellida Nothomb como la autora. Esto ocurre durante la Segunda Guerra Mundial

Luego. su noviazgo y matrimonio, con los obstáculos familiares erigidos por sus familias. Al mismo tiempo, se desarrolla su carrera universitaria (en la universidad de Namur "Namur était l’unique ville belge à trouver grâce aux yeux de Baudelaire."), y diplomática, que termina con el protagonista destinado al Congo, al consulado de Stanleyville. El noviazgo comienza con un divertido episodio tributario del gran Cirano de Bergerac. Y es que nuestro héroe escribe las cartas de amor que su amigo envia a la hermana de la que luego será su prometida. Dichas cartas reciben respuestas igualmente apasionadas que supuestamente escribe la cortejada, ¿Adivina mi lector quién las escribe en realidad?

La tercera etapa es su conflictiva estancia en Stanleyville que es coincidente con la toma de poder por los Simba, una facción rebelde del Congo. Dicha toma de poder terminará en masacre de los ciudadanos rehenes, cuando por fin el gobierno belga se decida a intervenir por la fuerza. Es un hecho histórico, no se lo inventa Nothomb. Durante ese periodo, el protagonista dedicará todo su esfuerzo a prevenir el derramamiento de sangre de sus compatriotas y co-rehenes, en parte para evitar desmayarse al verla. "D’un naturel plutôt taciturne, j’appris à devenir un moulin à paroles. J’étais le nouveau Shéhérazade : de mon aptitude à parler dépendait la vie de mes compatriotes."

Como se ve, una historia algo rara y que me ha parecido deslavazada. Eso sí, Nothomb lo cuenta con frescura y sentido del humor, por lo que la lectura se hace amena e interesante. Por ejemplo, este final trágico pero cómico: "La mort est Achille, je suis la tortue : j’attends mon trépas depuis l’infini. Me rattrapera-t-il" También me ha hecho gracia su reflexión cuando trata de dedicarse al teatro y la poesia: "je ne voulais pas prendre le risque de vérifier si le sang de théâtre provoquerait lui aussi mon évanouissement. Je devais donc écarter les combats, les vampires, les jeunes filles vierges, la quête du Graal – tout ce qui passionnait les gens, en somme. Il ne me restait que les thèmes psychologiques ou le symbolisme."

Por último, dejo aquí una reflexión práctica para prevención de enamorados: "ne jamais tomber amoureux d’une femme sans l’avoir vue fâchée. La contrariété révèle la personnalité profonde."

La novelilla ha estado bien, y seguramente repita con esta autora. A ver si me entero de cuál es su obra más representativa y no doy demasiado palo de ciego, que esta señora tiene mucho escrito.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

After 1177 BC: The survival of Civilizations, de Eric H. Cline

Tal como indica el título, se trata de la continuación de 1177 B.C. El poco tiempo transcurrida desde dicha entrada hasta ésta es suficientemente revelador sobre que he devorado el libro. El método y estilo es el ya familiar y descrito entonces. Cline repasa la evidencia arqueológica, en este caso para contarnos qué pasó en el Mediterráneo oriental después del fatídico 1177, que los historiadores fijan como final de la Edad de Bronce y comienzo de la del Hierro.

Ya se vio en el primer libro que, pese a dicha convención, el supuesto colapso no ocurrió justo en dicho año, sino más bien durante un siglo. Eso ya revela que la evolución/recuperación de las sociedades afectada tampoco tiene un comienzo singular. Todo es más o menos como la vida misma, continuo, sin puntos singulares.

Cline realiza su revisión sociedad por sociedad en lugar de hacerlo cronologícamente para todas ellas. Así, nos contará sucesivamente qué pasó con Egipto y la costa del Canaan; luego con Asiria y Babilona; después con Fenicios y Chipriotas, de aquí pasará a los Hititas y Neo-Hititas, para cerrar el repaso histórico con el mar Egeo y los griegos. Este es el verdadero núcleo de la obra y los más interesante.

Sin embargo, es claro que el editor ha sugerido al amigo Cline que trate de hacer su tema más relevante para la actualidad, lo que le embarca en diatribas sobre el cambio climático y la capacidad de adaptacion de las sociedades. Por suerte, estas diatribas no contaminan el análisis científico-histórico, ya que no se mezclan con él, quedando confinadas en la introducción y en el capítulo 6, que ya digo aquí que son prescindibles. En ellas parte ni más ni menos que de un informe del IPCC del año 2012, dedicado a catástrofes naturales y sistémicas, y usa las categorías en él definidas para aplicarlas a lo ocurrido después de 1177.

El remate son las recomendaciones del buen señor para afrontar este tipo de circunstancias, que él propone a la vista de su conocimiento de la historia de la Edad del Hierro y que, como digo, tiene toda la pinta que le han forzado a hacer. Dejo aquí sus recomendaciones, para que se pueda ver cuánto dan de sí:

"1. Have multiple contingency plans in place and redundant systems to fall back on if your primary ones fail. 2. Be resilient enough to withstand whatever blows may come and strong enough to withstand any enemy invasions or attacks. 3. Be as self-sufficient as possible, but do call on friends for assistance when needed. 4. Be innovative and inventive, ready to turn nimbly and adapt or transform, rather than simply cope. 5. Prepare for extreme weather conditions: if they come, you will be ready; if they don’t, it won’t matter. 6. Be sure to have dependable water resources. 7. Keep the working class happy."

No entro ni a comentarlas, porque el propio Cline reconoce que parecen obvias.

En cuanto a la propia historia, dejo algunos apuntes que me han llamado más la atención. De Egipto, que ya no volvió a ser la potencia que era en la Edad de Bronce, y nos explica por qué aparecieron juntas todas las momias de la XVIII Dinastía, las que ahora se pueden ver en el Museo de las Civilizaciones Egipcias del Cairo. 

De Israel, ya vimos que el Éxodo no ha podido ser refrendado con evidencias arqueológicas. Por el contrario, sí se han encontrado para otras tradiciones biblicas, como la existencia del rey David.

Asirios y Babilonios fueron potencias militares que aprovecharon el colapso de los pueblos competidores, especialmente hititas, para hacerse sus nuevos imperios. De ellos nos dice Cline que "large part of the successful resilience of these two societies in the immediate aftermath of the Collapse was indeed probably the result of having leaders such as these in place during their time of need." Así que si las sociedades actuales colapsan, los europeos lo tenemos muy negro a la vista de los líderes que padecemos, no digamos ya los españoles.

El capítulo que más me gusta es el dedicado a fenicios y chipriotas, los grandes comerciantes y que mejor se adaptaron a la nueva situación. Correlación clara entre comercio y adaptabilidad, que sabemos que no es solo correlación sino causalidad. Gracias a los fenicios aparece Iberia en la historia de Cline y más en concreto excavaciones en Huelva; y es que Cline califica el Mediterráno como el "lago fenicio", lo que me ha recordado a Jose Javier Esparza diciendo que al Pacífico le llamaban el "lago español" (ver aquí). De los chipriotas me quedo con que desarrollaron la tecnología del hierro, alternativa a la del bronce, posiblemente por las dificultades de acceder a aluminio: otro ejemplo de adaptabilidad solo posible en una sociedad libre.

La historia de los hititas es justo lo contrario, ya que esta civilización desapareció completamente tras 1177, siendo las ciudades-estado que sucedieron al imperio pasto fácil del nuevo poder regional, los Asirios. Algo parecido habría pasado en el Egeo, pero aquí sin invasiones externas, puesto que la supuesta invasión de los dóricos que habría traído consigo el hierro, carece una vez más de evidencia arqueológica, y Cline insiste en que no ocurrió nunca. Eso hizo la sociedad se tuviera que reinventar, pasando de los "palacios" a las polis, ya la Grecia Clásica: "Aegean is a region where state formation… happened twice: the first took place in the Bronze Age, and led to the Palace civilisations of Minoan Crete and Mycenaean Greece; the second took place in the Early Iron Age, and led to the civilisation of Archaic and Classical Greece.".

De nuevo, un libro apasionante. Además de lo que he aprendido sobre la historia antigua, me ha servido para ordenar en el tiempo un montón de acontecimientos que todos conocemos, pero que yo tenía dispersos. Ahora ya ubico a Homero (800 B.C.) en relación con el Éxodo (1.250 B.C.) o el imperio Persa (500 B.C.), por lo que también puedo cruzarlo con Alejandro Magno y llegar hasta el Imperio Romano, a partir de lo cual la cronología ya la tengo más clara. Hacia atrás, soy capaz de conectar con los minoicos (2500 B.C.) y de ahí a los yacimientos más antiguos de la península Ibérica (los Millares, 3200-2200 B.C.). Eso sí, me queda un enorme gap hasta llegar al yacimiento de Gobleki Tepee en Turquía, que es del 8.800 B.C.

Como estaba diciendo, excelente y apasionante lectura, a la que le sobran una vez más los adornos de elucubración con los que cierra el repaso puramente científico. Por ciero, Cline aclara que los historiadores llaman "Dark Ages" a aquellas épocas en las que hay poco registro escrito, sin que suponga ninguna connotación negativa para la época. Vamos, que la Edad del Hierro no supuso ningún retroceso respecto a unas civilizaciones mejores anteriores, como tampoco se debe considerar así a la baja Edad Media, por mucho que los historiadores las califiquen así simplemente por un criterio técnico. 


domingo, 10 de noviembre de 2024

Superabundancia ("Superabundance"), de Marian L. Tupy y Gale L. Pooley

Interesantísimo libro que analiza científicamente la relacion entre abundancia/escasez de los recursos y el número de habitantes del planeta. Es obvio decir que desde hace varios siglos convivimos con los mitos malthusianos de que el planeta no tiene recursos suficientes para la creciente tanto en número como en consumo población humana. Si bien las tesis malthusianas fueron refutadas completamente por la historia desde poco después de su muerte, el mito sigue resurgiendo una y otra vez, la más reciente y potente alimentada por un biólogo llamado Ehrlich, y que en la actualidad se conecta con el cambio climático.

El señor Ehrlich fue una verdadera celebridad en los años 60, llegando a aparecer hasta 20 veces en el carismático "Late Night Show" de la TV estadounidense. Sus tesis se hicieron mainstream y ahí siguen casi 60 años después como si tal cosa. Pese a su continúo descredito, los enviromentalista siguen anunciando el fin del mundo constantemente: se iba a acabar en los 80, en los 90, en los 2000 y aquí seguimos. Todo esto lo documentan muy Tupy y Pooley en diversas partes de su libro.

Frente a Ehrlich surgió un modesto economista, Julian Simon, a quien las tesis de Ehrlich le parecieron ciertamente convincentes. Pero, a diferencia de áquuel, decidió constrastarlas con datos empíricos. Lo que se encontró le sorprendió, ya que contradecía diametralmente la intución del biólogo, pero hizo que se enzarzara en un debate con él, quien raramente le respondió. Eso sí, aceptó una apuesta que Simon le hizo públicamente: Ehrlich (y dos colegas) escogerían 5 recursos en 1980 y se verían sus precios en dicho año y en 1990. En caso de bajas los precios, la apuesta la ganaba Simon y sus rivales tendrían que pagarle el importe rebajado desde 1000 USD, y al contrario, si subían, sería Simon quien les pagaría el incremento. Obsérvese que las pérdidas de Ehrlich se limitaban a los 1000 USD de la apuerta, mientras que las de Simon eran potencialmente infinitas, lo que revela el grado de convencimiento que tenía Simon de lo que ocurriría. 

Los cinco recursos escogidos fueron cobre, aluminio, cromo, níquel y tungsteno. Y cuando en 1990 se vieron los precios, efectivamente habían bajado en términos reales y Ehrlich perdió la apuesta y tuvo que pagar por ello. Por supuesto, esto le dio igual y siguió defendiendo que los recursos terrestres se iban agotando conforme la población aumentaba, y sigue con la milonga en la actualidad. Para los menos economistas, recuerden que el precio es una medida de la escasez de un recurso, por lo que una bajada de precio significa que el recurso es más abundante relativamente que antes. Esto puede deberse a nuevos yacimientos, pero sobre todo suele ser porque su uso es más eficiente o incluso se han encontrado formas alternativas de hacer las cosas que lo requerían.

Con esta idea en mente, lo que hacen los autores en generalizar y extender el análisis implícito en la apuesta Simon-Ehrlich. Para ello, usarán el precio-en-tiempo de las cosas (Time Price), esto es, el tiempo de trabajo que lleva a una persona en cada momento ganar el dinero suficiente para pagar el bien en concreto. Esto es muy fácil si se tienen salarios y precios en cada uno de los momentos, y gran parte del libro y trabajo de los autores se dedicó a obtener tablas con dichas magnitudes, que explican con todo lujo de detalles en los capítulos centrales del libro.

Una vez obtenido el Time-Price, es relativamente fácil obtener indicadores derivados, como el multiplicador personal del recurso (cuánto más se puede comprar del recurso en un momento respecto al anterior), y eventualmente el crecimiento en disponiblidad del recurso en relación con el crecimiento de la población. Es claro que si este crecimiento disminuye, estaríamos en una situación malthusiana, mientras que si es lo contrario, implicaría que a mayor población en el mundo más riqueza tenemos, y se van al traste todas las hipótesis Ehrlichianas y similares.

No necesito decir que el análisis empírico que hacen, que es exhaustivo y prolijo hasta el aburrimiento, revela contundentemente que la disponibilidad de los recusos se multiplica conforme la población aumenta. Por ejemplo, entre 1980 y 2017: "the average time price of commodities declined by 0.934 percent for every 1 percent increase in population. We also found that the abundance of resources grew at a compounded annual growth rate of 4.32 percent, thus implying that population-level resources were 379.6 percent more abundant in 2017 than they were in 1980." Brutal.

Lo más importante del libro es ese núcleo de la segunda parte en que se explica la metodología económica que van a seguir y a continuación se aplica para todas las series que utilizan. Son páginas y páginas de tablas y gráficas, aunque algunas piadosamente se las llevan a los apéndices. La estructura textual es siempre la misma, lo único que cambian son los datos a que se están refiriendo. Es más, durante la tercera parte siguen incorporando cajitas con el análisis para objetos o tecnologías concretas, como por ejemplo la TV o la luz. Es una parte bastante truño e ilegible, pero paradójicamente la que es más relevante.

Por delante y por detrás hay adornos mucho más interesantes de leer, pero menos rompedores y más discutibles. Curiosamente, el libro se abre con una cita de Thanos sacada de las películas de los Vengadores, y no será la única vez que se refieran a él o a escenas de la saga. Posiblemente la primera vez en la historia que unos economistas citan en un libro serio a un personaje del universo Marvel.

Después de la segunda parte, Tupy y Pooley proporcionan una explicación a lo sucedido. Para ello, primero revisan la historia del ser humano hasta llegar al Gran Enriquecimiento, como lo ha llamado McCloskey. Estos dos capítulos se me han hecho repetitivos, puesto que acababa de leer How the World Became Rich que básicamente cuenta lo mismo.

En el capítulo 9, los autores nos proponen su modelo para entender la innovación y el emprendimiento, del que hay aspectos que no me acaban de convencer, específicamente la singularización del "capital financiero" como algo fundamental para el emprendimiento. No entro aquí a explicar por qué me parece mal, porque ya está quedando un post largo, y tampoco es lo principal del libro. En cambio si me ha gustado la forma en que distinguen innovación de invención, siguiendo la terminología de McCloskey, y que yo haré mía en adelante: "innovación es invención testada en el mercado".

Por fin, los autores son conscientes de que sus datos no van a convencer a los irredentos, de la misma forma que ni siquiera perder la apuesta con Simon convenció a Ehrlich de su error. Es por ello que tratan de buscar explicaciones a esta sin-razón en nuestros sesgos psicológicos creados durante la evolución, entre ellos el del juego suma-cero. Yo creo, sin embargo, que el sesgo psicológico que explica porque esta gente no cede ni siquiera ante la evidencia científica más apabullante es mucho más sencillo: pura supervivencia. No son nadie sin sus mentiras, pues viven de ellas, e incluyo aqui tanto a políticos como a pseudocientíficos, que dejan de serlo tan pronto su hipótesis es refutada y la mantienen. Junto a Ehrlich cabe recordar también al ilustre Noah Chomsky (ver aqui).

Ya en el epílogo, los autores se preguntan qué hace falta para que siga manteniéndose la superabundancia del título: "Can superabundance continue? Superabundance, we believe, depends on two main components: people and freedom. People who are free to think, speak, read, publish, and interact with others generate ideas, and market tested ideas lead to progress."

Lógicamente, ello se traduce en que para ellos sean tres las principales amenazas a dicho crecimiento: "The first is an environmental panic–induced decline of the global population. The second is a potentially serious decline in the freedom of expression. The third is the omnipresent danger of further restrictions of the freedom of the market." Aunque quien las observe, se dará cuenta de que esto es como la Sagrada Trinidad: las tres amenazas se resumen en una: el Estado.

Tupy y Pooley hacen un excelente trabajo en demostrar su tesis, esto es, que lejos de empobrecernos, cuando la población humana aumenta, nos enriquecemos. Quien tenga dudas sobre esto, solo tiene que leer el libro. El problema es lo que he dicho, la parte importante del libro es muy hostil al lector convencional, que seguramente quede tentado a saltársela. Al este yo le diría que por lo menos haga un esfuerzo por entender el método, esto es, lo que se explica en el capítulo 4. El resto del libro se lee bien pero no aporta nada que yo no haya conocido por otras lecturas (obviamente, salvo las citas a Thanos, jajajaja).

sábado, 9 de noviembre de 2024

1177 a.C, el año que la civilización se derrumbó ("1177 BC, the Year Civilization Collapsed"), de Eric H. Cline

Estamos ante un ensayo más sobre arqueología que sobre historia antigua, aunque el título no sea claro. Lo que no significa que la obra no sea apasionante, más bien al contrario. Es la primera vez que leo algo así y me ha encantado, aunque quizá no le haya sacado tanto provecho como pensaba.

El señor Cline es un reconocido arqueólogo y un experto en la Edad de Bronce. En este libro, más que contarnos por qué colapsaron las civilizaciones de la Edad de Bronce, algo que nadie, ni siquiera él, sabe, nos cuenta las evidencias arqueológicas que demuestran la globalización del mundo de la época (esto es, del Mediterráneo Oriental) así como las otras que muestran la destrucción de las capitales de las distintas sociedades. Estas, si bien no ocurrieron en 1177, sí coincidieron en el entorno de dicho año. La fecha convencional del fin de la Edad de Bronce quedó establecida en dicho año por un documento de Ramses III refiriéndose a las llamadas "Gentes del Mar", a las que los historiadores atribuyeron la caída de estas civilizaciones durante muchos años.

Lo bueno es que para contarnos dichas evidencias arqueológicas nos hace acompañarle a importantes yacimientos arqueológicos en los que nos cuenta cómo se puede deducir la historia de lo que allí se descubre, Varios de estos yacimientos los he visitado: en algunos de ellos el atractivo es evidente y no necesita mayor explicación (Hattusa, Micenas. Knosos), mientras que otros no son tan interesantes para el visitante casual, y gracias a este libro se pueden poner en valor (Tirins, Troya, Tel Hazor, Tel Megiddo). Cline te cuenta incluso la historia de las excavaciones en ellos realizadas, algunas de las cuales son verdaderos hitos de la arqueología,

Las civilizaciones que protagonizan el relato son "Hittites, Egyptians, Mitannians, Kassites/ Babylonians, Assyrians, Cypriots, Canaanites, Minoans, y Mycenaeans", estos últimos tras invadir Creta. En esta lista falta la ciudad de Ugarit, cuyo descubrimiento tuvo un papel importantísimo para esclarecer lo ocurrido, pues era una especie de hub entre las otras civilizaciones.

Lo primero que nos muestra Cline es que se trataba de un mundo muy globalizado, en que todas estas áreas comerciaban intensamente entre sí. La prueba arqueológica consiste en que en las excavaciones de todos los sitios se han encontrado objetos provenientes de las otras sociedades. Además, como bien explica Cline, no hay que olvidar de que mucho de lo que se intercambiaría serían productos perecederos que no dejan rastro arqueológico.

A los objetos hay que añadir el contenido de muchos documentos hayados en tres sitios principalmente: Ugarit, Amarna (Egipto) y Hattusa. En ellos se nos habla de los pactos e incluso matrimonios ocurridos entre los distintos países. Asimismo, es muy interesante la referencia al intercambio cultural que se produciría entre los viajeros comerciantes: "Such an exchange between cultures could possibly explain the similarities between the Epic of Gilgamesh and Homer’s later Iliad and Odyssey, and between the Hittite Myth of Kumarbi and Hesiod’s later Theogony."

Cline llama la atención sobre la batalla de Qadesh ocurrida entre Egipto y los Hititas, que cerraría el periodo bélico y dejaría estabilizadas las fronteras para todo el periodo. En el mismo capítulo aprovecha para discutir la presencia de los Hititas en la guerra de Troya, y para analizar el Éxodo Hebreo de Egipto, el conocidísimo episodio bíblico de Moises, del que nos dice no existir evidencia arqueológica alguna de que haya sucedido.

Una vez establecido que estábamos ante un mundo globalizado, Cline nos demuestra arqueológicamente, las posibles causas de la destrucción de los sitios de poder analizados. En algunos casos parece claro que fueron terremotos (los sitios del Egeo), en otros podrían haber sido rebeliones internas (porque aparecen pruebas de incendios), en otros quizá fue una invasión como la de las Gentes del Mar (por ejemplo, cuando se encuentran flechas clavadas en las paredes), y en otros no hay pruebas concluyentes en ningún sentido. Las destrucciones ocurrieron en un rango de un siglo en torno a la fecha admitida como fin de la Edad de Bronce que da título al libro.

A partir de aquí, el arqueólogo riguroso y científico que nos ha acompañado en el libro, se transforma en especulador sobre qué pudo ocurrir, un papel en el que a Cline se le nota bastante incómodo, y termina huyendo hacia cosas como la teoría de la complejidad de sistemas. Lo que sorprende en extremo en esta parte final es que no conceda posibilidad alguna a explicaciones praxeológicas, ya que no menciona la economía salvo para decir verdaderas tonterías (citando a terceros). Ya había demostrado ignorancia sobre la materia en los capítulos iniciales, cuando nos dice que "The items had traveled a long way from Crete, acquiring what is now known as “distance value,” in addition to the inherent value that they already held because of the workmanship and the materials from which they were made.". Solo recordar que las cosas no tienen valor inherente o de distancia, solo el subjetivo que le damos las personas.

Pero, claro, al final salen burradas como "He suggests that dependence, or perhaps overdependence, on capitalist enterprise, and specifically long-distance trade, may have contributed to the economic instability seen at the end of the Late Bronze Age." o "the destruction and collapse had been caused by decentralized entrepreneurs undermining the state and its control of international trade.". Insisto en que no son sus hipótesis, pero tampoco las critica lo más mínimo. De hecho, Cline parece pensar que las rutas internacionales de comercio son una creación divina independiente de los emprendedores.

En todo caso, no desmerece lo más mínimo la lectura por estas cosas. Por lo demás, el estilo de Cline combina amenidad con rigor (en torno al 40% del libro son notas a pie con las referencias en que base sus afirmaciones, o sea, ilegibles), e incluso algún deje de humor, como cuando pone la traducción al inglés de un texto acadio "For those few readers not conversant with Akkadian".

En suma, que ya me he puesto a leer la siguiente entrega del señor: "After 1177 B.C: The survival of civilizations" y me estoy planteando seriamente leer su tratado sobre arqueología "Three stones make a wall".

jueves, 7 de noviembre de 2024

Hamnet, de Maggie O'Farrell

Maggie O'Farrell es una escritora bastante conocida según revela mi sondeo de proximidad. Yo algo había oído de ella, pero esta es la primera novela que leo de ella. Viene bien recomendada, tanto la escritora, como esta novela dentro de su obra, por lo que espero que no me pase como otras veces, que empiezo por el mal libro del buen escritor, y tengo que repetir después de no haberme entusiasmado. Como de hecho me acaba de pasar con Leo Malet.

Hamnet es la historia de la muerte de un hijo de Shakespeare, tal y como se la imagina la autora, puesto que poco se sabe del chaval aparte del nombre. La protagonista de la historia, no obstante, es Agnes, la esposa del dramaturgo, a través de cuyos ojos recorreremos presente y pasado de la familia. Como curiosidad, hay que denotar que ni una sola vez en la novela se pronuncia el nombre del marido, como si O'Farrell no quisiera poner sombra alguna a su protagonista.

La narración salta todo el tiempo entre el presente, en que se produce la enfermedad de las criaturas, una peste negra, y el pasado, en que se nos cuenta la vida de Agnes desde su infancia hasta su matrimonio y maternidad, y se detallan sus peculiaridades, que nos la trazan como una especie de bruja buena, que puede leer a las personas pellizándoles entre el pulgar y el índice de sus manos, y curar casi todo con sus hierbas.

La lectura es agradable y amena, aunque no de esas que te atrapan hasta el final. O'Farrell escribe bastante bien, pero está lejos de Austin o Nabokov en su estilo. Lo que más destaca en general es su atención al detalle (en esto se fija en su primera visita a Londres: "Young men, apprentices, she supposes, stand outside shops, entreating passers- by to enter. Children still with first teeth are wheeling barrows along the road, calling out their contents, and ancient men and women sit with gnarled carrots, shelled nuts, loaves laid out around them."), y también la finura con que sabe describir la psicología de personajes ("Joan is never content and she cannot rest if others are. The only thing that pleases her is making others as unhappy as she is. She likes company in her perpetual dissatisfaction. So hide what will make you happy.") y situaciones ("And Agnes finds she can bear anything except her child’s pain. She can bear separation, sickness, blows, birth, deprivation, hunger, unfairness, seclusion, but not this: her child, looking down at her dead twin.").

Esa atención al detalle la desarrolla con absoluta maestría en dos momentos puntuales, que son posiblemente lo más destacable de la novela, dos pasajes deliciosos que seguramente merezcan la relectura. Uno de ellos es la descripción de cómo llega la carta que Agnes escribe a su marido ante el convencimiento de que su hija Judit va a morir. "Eliza’s letter to her brother travels in the leather satchel of the grain merchant as far as Banbury. From there, it is taken by cart to Stokenchurch, and it lands at the door of the lodgings. The landlord squints at it, holding it up to the sunlight, which enters his passageway at a slant."

El otro es más espectacular por complejo, pues aquí lo que nos cuenta es como llega, transportada por pulgas, la peste bubónica desde Egipto a la niña de Shakespeare. Dejo el comienzo para abrir boca: "to reach Warwickshire, England, in the summer of 1596, two events need to occur in the lives of two separate people, and then these people need to meet. The first is a glassmaker on the island of Murano in the principality of Venice; the second is a cabin boy on a merchant ship sailing for Alexandria on an unseasonably warm morning with an easterly wind."

En cambio, lo que se echa de menos es un poco más de fondo costumbrista. O'Farrell no te mete en la vida de la época, no tienes la sensación de que lo que ocurre les pasa a gente del siglo XVI en Inglaterra. La historia podría ser de hoy, actulizando obviamente las circunstancias. Asi que un tiene la sensación de estar leyendo un cuento de hadas en vez de un acontecimiento histórico (que no deja de serlo, pese a que la autora se invente todos los detalles).

Del estilo narrativo de O'Farrell hay que destacar las listas, largas e innumerables, pero con gran atractivo. Le funciona el recurso. Por ejemplo, "The letters from their father speak of contracts, of long days, of crowds who hurl rotten matter if they do not like what they hear, of the great river in London, of a rival playhouse owner who released a bag of rats at the climax of their new play, of memorising lines, lines, more lines, of the loss of costumes, of fire, of rehearsing a scene where the players are lowered to the stage on ropes, of the difficulty of finding food when they are out on the road, of scenery that falls, of props that are mislaid or stolen, of carts losing their wheels and pitching all into the mud, taverns that refuse them beds, of the money he has saved, of what he needs their mother to do, whom she must speak to in the town, about a tract of land he would like to purchase, a house he has heard is for sale, a field they should buy and then lease, of how he misses them, how he sends his love, how he wishes he could kiss their faces, one by one, how he cannot wait until he is home again.

O esta otra: "She has bread to bake, cattle to milk, berries to bottle, beer to brew, clothes to mend, stockings to darn, floors to scrub, dishes to wash, beds to air, carpets to beat, windows to polish, tables to scour, hair to brush, passages to sweep, steps to scrub."

Aunque ya me referido a los momentos que más me han gustado de esta novela, hay otros dos más patéticos en que también brilla el talento de la autora. Los dos son previsibles. La muerte de Hamnet es uno, que nos depara frases como "The soles and nails still bear the dirt so recently accrued from life: grit from the road, soil from the garden, mud from the riverbank, where he swam not a week ago with his friends." o "Their boy, their child, is dead, barely cold in his grave. There will be no leaving. There will be staying. There will be closing of the doors, the four of them drawing together, like dancers at the end of a reel.".

El otro es, por supuesto, el momento culminante de la novela, cuando Agnes descubre la verdadera actividad de su marido ("Everyone is entirely focused on these actors and what they are saying. Gone is the jostling, whistling, brawling, pie-chewing mass and in its place a silent, awed congregation.") y, sobre todo, se le aparece Hamnet / Hamlet en la vida que Shakespeare le ha dado en su obra inmortal.

"He has, Agnes sees, done what any father would wish to do, to exchange his child’s suffering for his own, to take his place, to offer himself up in his child’s stead so that the boy might live."

Sin haberme entusiasmado, sí ha sido una novela que ha conseguido crearme interés en la autora. No tardaré mucho en volver a leer algo de ella, sea "The vanishing act of Esme Lennox" o "The Marriage Portrait". Luego ya veremos.

sábado, 2 de noviembre de 2024

25 ans dans les services secrets, de Pierre Siramy

Me gusta explorar aleatoriamente lecturas. Es algo que me toca muchas veces hacer buscando qué leer en francés o alemán, aunque históricamente lo he practicado mucho con el inglés. Cuando lees un libro sin referencias previas, algunas veces te llevas una gran sorpresa y descubres un escritos que para a ser de tus preferidos. La mayor parte de las veces te encuentras con un libro decente, peros sin el interés suficiente para que profundices en el autor. Y otras, tan excepcionales como las primeras, terminas leyendo un texto que básicamente supone una pérdida de tiempo en casi todas las dimensiones.

Esto último es lo que me ha pasado esta vez. A priori, el tema prometía: un antiguo miembro de los servicios secretos franceses (la DGSE. o "la Boîte", como la llaman los funcionarios) describe el funcionamiento de los mismos, con ejemplos prácticos. El prólogo ya invita a sospechar que no va a haber demasiada carnaza, cuando el autor afirma ser un devoto del departamento y que lo único que busca es dar transparencia al mismo. Vamos, que no a va a soltar chicha, por lo que el foco de interés será solamente ver cómo funciona. Y cuando uno avanza un poco más se da cuenta que ni eso, y que esta lectura solo servirá para practicar frances (de aquí que sea en estos idiomas en los que uno se puede permitir arriesgar su tiempo).

Hay muchas razones por las que este libro es prescindible. Una de ellas es porque aborda asuntos franceses y además antiguos (es libro es de 2009, pero algunas historias se remontan hasta la Resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial). Rara vez le sonarán al lector español la gente de la que habla, en ocasiones con familiaridad. En esto, solo se anima algo al final, cuando habla de una investigación sobre la voz de Bin Laden, o sobre las fotos-satélite de Irak que probaban que no había la amenaza que afirmaban los EEUU que existía, y que en parte hicieron que Francia no diera su apoyo al conflicto. También hay referencias al que tal vez fue el caso más escandaloso del departamenteo, el atentado contra el barco Rainbow Warrior de Greenpeace.

Otra razón es porque los trabajos que cuenta son bastante irrelevantes, como ya había anunciado en el prólogo. Quiere que sepamos lo que hacen, pero con cosas cuya importacia es difícil de percibir. Más bien, se centra en actividades y movidas propias de burócratas, que al fin y al cabo es lo que son los espias en su mayor parte, funcionarios con sus celos y problemas propios de cualquier Administración Pública. Pero es que Siramy (que, por cierto, es un seudónimo del autor, que lógicamente se mantiene en el anonimato) ni siquiera es capaz de transmitir por qué eso que nos cuenta es tan escandaloso. Lo único que me queda claro es que los espias no están libres de injerencias políticas, ("je me sens capable de démontrer que son haut commandement dépend strictement des intentions des politiques, nobles ou pas.") y que en muchas ocasiones se ha ignorado información relevante por dichas razones ("Dans ce métier il faut savoir s'impliquer pleinement dans une affaire et admettre, sans sourciller, qu'il faut l'abandonner, même si elle n'est pas bouclée."). 

Del funcionamiento del servicio de información, rescato este párrafo explicativo para los aprendices de espia:

"Examinons d'abord les informations utilisées par les rédacteurs : la presse, en premier lieu, qui diffuse des informations dites « ouvertes », c'est- à- dire accessibles à tous, permettant d'avoir une idée du contexte général, voire des brèves qui pourraient mériter d'être recoupées. Ensuite sont épluchés les messages des postes et des officiers traitants qui, après une orientation envoyée par l'analyste, transmettent en réponse les éléments qu'ils ont été recueillir tout exprès, sans oublier les interceptions de la Direction technique ou des écoutes sur des objectifs domiciliés sur le territoire national. Enfin, les commentaires d'un homologue étranger, un Totem, ou d'un service de police avec lequel la DGSE a des relations, sont eux aussi analysés."

Entre las cosas más interesantes que se desprenden de lo que nos cuenta el autor está algo que se observa en cualquier buena serie de espias: que no te puedes fiar de nadie, empezando por tus compañeros, y que en el mundo de los espias todas las agencias se espian unas a otras. El problema de Siramy aquí es que no acaba de rematar la faena con casos concretos.

Por último, es un libro regularmente escrito. Los tres factores juntos hacen que este libro sea un rollo, lo más rollo que he leído en meses. Lo que al inició  prometía ser una especie de "Oficina de infiltrados" (Le Bureau des Légendes, la magnífica seria francesa sobre espionaje), se queda en nada burocrática.