viernes, 8 de enero de 2016

Y de repente Teresa, de Jesús Sánchez Adalid

Siendo el año pasado el V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, me apetecía leer alguna novela histórica sobre el personaje, para darle un buen contexto y facilitar así la comprensión el mérito de sus acciones, algo siempre difícil desde el presente.

En los últimos tiempos, tiendo a equiparar a los santos de la iglesia católica con los grandes emprendedores de todas las épocas, en este caso imbuídos por el espíritu divino, que les lleva a superar los obstáculos que la sociedad y el mundo pone en su camino, a fin de lograr el fin que persiguen. En este caso, lo que quería era comprender qué había hecho Santa Teresa que resultara tan revolucionario, y cuáles eran los obstáculos reales, vistos con la perspectiva de la época, a los que había tenido que hacer frente. Obstáculos que solo una persona excepcional, merecedora de la santidad, puede superar.

Y, con gran sentido de oportunidad, resultó que Jesús Sánchez Adalid publicó a principios de 2015 la novela de referencia. Que el autor fuera Sánchez Adalid podía, o no, ser una buena garantía. Me explico: es un escritor de indudable prestigio y con buenas novelas. Sin embargo, en los últimos tiempos ha decaído bastante. Y desde que leí su "Los milagros del vino" quedó proscrito en mis preferencias.

No obstante, decidí dar una oportunidad al libro. Y he de decir que, al principio, no me decepcionó. Precisamente era lo que iba buscando, muy bien escrito y contando lo que yo esperaba. Utiliza la figura del protagonista (que no es Sta Teresa) y sus viajes para ir introduciéndonos en las costumbres de la época y el contexto de Santa Teresa. El viaje inicial contribuye enormemente a ello. Además, comienza también con el aderezo de las intrigas por el poder en Toledo, con personajes históricos, intrigas que barruntamos tendrán influencia sobre el devenir de la Santa.


Por desgracia, es un espejismo. Mediado el libro, y precisamente cuando empieza a aparecer con más frecuencia Santa Teresa, se viene abajo el detalle, el argumento y todo lo que merecía la pena, y nos encontramos con un escritor que lo que parece es querer terminar el libro cuanto antes. Nos deja colgados de la brocha al respecto del personaje de Santa Teresa, cuya obra apenas atisbamos y cuyo entusiasmo nos deja algo fríos.

Una verdadera pena. De verdad que hubiera querido recomendar este libro con más entusiasmo.

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