martes, 28 de octubre de 2025

Escaping Paternalism, de Glen Whitman y Mario J. Rizzo

Este ensayo consiste en una crítica bastante completa a las intervenciones en el mercado basadas en la economía del comportamiento (Behaviour economics). Dicha "economía" desciende, por así decirlo, del gran Kahneman y de los sesgos de comportamiento que comenzó él a identificar y demostrar. Detrás de él llegaron otros, quizá con buenas intenciones, Thaler y Sunstein, y empezaron a proponer actuaciones del Estado para subsanar dichos sesgos, o aprovecharse de los mismos para mejorar el bienestar de los individuos. Rizzo y Whitman no critican los hallazgos de la psicología, sino la justificación en dichos hallazgos para intervenir en el mercado.

Por su puesto, parte de su crítica es que los sesgos psicológicos se han identificado sobre experimentos, ingeniosos sí, pero muy rudimentarios, que no permiten generalizar su existencia más allá de situaciones con un contexto muy preciso. El propio Kahneman ha reconocido en alguna ocasión las limitaciones de sus postulados, lo que no resta en lo más mínimo sus descubrimientos. Si no recuerdo mal, en su clásico "Thinking fast and slow", Kahneman no hace ninguna recomendación politica, aunque sí hace muchas a los individuos para que combatan sus sesgos psicológicos.

Digo esto porque en la vorágine dialéctica, Whitman y Rizzo parecen poner en la misma diana a Kahneman que al duo Thaler-Sunstein, sobre todo por culpa del apéndice dedicado a los dos sistemas de Kahneman. En esos momentos, yo me sentía incómodo porque Kahneman me resultó bastante persuasivo desde la primera lectura, con lo cual los que perdían credibilidad eran Whitman y Rizzo. Aceptado que el modelo de los dos sistemas es una burda representación de la complejidad de nuestro aparato de decisiones, sigue siendo un esquema válido y útil, por mucho de que todos seamos conscientes de que rara vez las decisiones no tendrán elementos de ambos sistemas (recuérdese, uno es más o menos el de actos reflejos, el otro para actos que requieren reflexión).

Rescatado Kahneman de la crítica, he de decir que este libro es poco más o menos una recopilación de los argumentos clásicos contra el intervencionismo, eso sí, con el sabor de la esta "economía del comportamiento" que, a mí entender, no es economía, sino más bien psicología.

El punto de partida me parece excelente: los behavioristas critican que el modelo de hombre neoclásico no tiene nada que ver con el individuo real por los sesgos psicológicos de que he hablado. Esto lo denuncia el propio Kahneman si no recuerdo mal, y fue una de las cosas que más me impresionó en su lectura, al encontrar este tipo de reflexiones fuera de la economía austriaca. Pero, una vez constatado esto, van y deciden que el modelo ideal para el comportamiento de un individuo es el hombre neoclásico!!! ("Behavioral economists have unfortunately accepted the prescriptive relevance of the received theory even as they have rejected its predictive accuracy in a wide range of behavior."). Y toda la regulación que van a proponer es para corregir estos sesgos psicológicos que solo lo son en comparación con la supuesta racionalida del homos economicus maximizador de la utilidad. Para quienes estamos familiarizados con el mercado de competencia perfecta para justificar la regulación de los mercados, el paralelismo es evidente.

Los sesgos más relevantes para los autores, por ser los que han justificado la regulación hasta el momento, son, entre otros: el descuento hiperbólico del paso del tiempo (tendemos a descontar más el valor de las cosas que están cerca en el tiempo, que el de las que están lejos: nos dan igual 1000 dentro de 10 años que 2000 dentro de 11 años, pero preferimos ya 1000 a 2000 dentro de un año); el framing (la elección de una opción u otra depende de cómo se presenten); efecto "endowment" (preferimos algo por el hecho de tenerlo ya, estamos dispuestos a pagar menos por un objeto que no tenemos-WTP de lo que estamos dispuestos a aceptar por desprendernos del mismo cuando lo tenemos-WTA); sesgo de confirmación (buscamos pistas que ratifiquen nuestra información en vez de tratar de refutarla, que es lo racional); sesgo de saliencia o de reciente (nos parece que acontecimientos recientes o llamativos ocurren con más frecuencia de lo que realmente ocurren)... 

Con independencia de estos sesgos del ser humano normal, Whitman y Rizzo argumentarán, por supuesto, que el modelo neoclásico de individuo dista de ser el ideal de comportamiento o racionalidad, siguiendo en ocasiones argumentos que también valdrían para refutar el teorema de Arrow (estoy pensando en el tema de la transitividad de preferencias, ver aquí). Ellos proponen como alternativa la "racionalidad inclusiva", que incorpora especificamente periodos ambos del tiempo, al considerar que las decisiones de los individuos hay que verlas enmarcadas en un plan y no instantáneamente, como por ejemplo ocurre en los experimentos. 

Los autores, por tanto, desmontan completamente que el individuo neoclásico pueda ser un modelo ideal de comportamiento para las personas reales. Y lo hacen tanto a nivel de preferencias como de creencias. Esto es, no se puede afirmar ni que las preferencias de las personas reales sean erróneas por ser distintas de las que tendría el individuo neoclásico, ni tampoco que sean creencias erróneas las que den lugar a decisiones erróneas, aunque coherentes con sus creencias y valores.

Otra línea argumental contra la regulación paternalista tiene que ver con las deficiencias de los experimentos con que se han identificado los sesgos. Por supuesto, el conocimiento extraido de tales experimentos es útil, pero no es tan genérico como para que se pueda soportar en él una intervención estatal. Los autores identifican lo que les falta a dichos experimentos para que sí pudiera justificarse intervención en su base. Pero, al mismo tiempo, dedican un capítulo entero a recopilar categorías de información, también requerida para la hipotética regulación, pero que en su opinión es imposible de obtener. 

Las demás líneas argumentales resultarán bastante familiares a los estudiosos de la regulación, pues son las clásicas. Por un lado tenemos la teoría de la regulación y grupos de interés, de Stigler, que ellos llaman de "bootleggers and baptists", esto es, grupos que pretenden obtener beneficio económico junto con los ungidos que se creen saber mejor que la gente lo que la gente quiere. Rizzo y Whitman hablan también de unos "second baptists" para incluir a los académicos que pretenden obtener prestigio y reconocimiento apoyando a los moralistas.

Y luego tenemos la "pendiente resbaladiza" (slippery slope), que yo prefiero llamar teoría del intervencionismo de Mises, que básicamente es aceptar que la regulación llama a la regulación, y que una vez empiezas a intervenir en un mercado lo normal es que la regulación crezca y crezca. Dedican mucho espacio a este fenómeno, entiendo que porque en su momento los behavioristas decían que las intervenciones que proponían no tenían riesgo de "slippery slope". Como curiosidad, estos análisis de la regulación los hacen primero asumiendo al regulador como individuo racional sin sesgos, y luego añadiéndole sesgos como los que los behavioristas asumen en cualquier ser humano. Por supuesto, una vez incorporados al modelo, todos los problemas de las propuestas regulatorias se ven multiplicados.

La conclusión es la de invitar al escepticismo sobre las intervenciones paternalistas. Whitman y Rizzo reconocen que no pueden ser concluyentes completamente, y quizá sí existan regulaciones que satisfagan todos los requisitos que les parecen imprescindibles, pero que de entrada se tendrían que analizar tomando como referente para el ser humano el de racionalidad inclusiva, y no la racionalidad neoclásica.

Este libro era necesario, alguien lo tenía que escribir. Una vez leído, no me ha sorprendido demasiado, las lineas argumentales son las esperadas. Se me han hecho bastante bola los capítulos 4 y 5 en que se dedican a criticar las teorías behavioristas y sus experimentos, metiendo a Kahneman en el mismo saco que a Sunstein, pero precisamente estos son los capítulos que más aportarán a quien ya sepa algo de regulación. 

El principal problema que le veo es que no acaban de ser muy convincentes con los males que causa la regulación paternalista. La sensación que me queda es que, bueno, mejor que no regulen nada (eso ya lo sabia). pero puestos a regular, los efectos de ésta no parecen demasiado nocivos. Los autores dedican un montón de páginas a analizar la medida estrella del paternalismo: la definición del estado por defecto en los contratos laborales, porque se vio que mucha gente no se acogía activamente a los incentivos que daban las empresas si se apuntaban a planes de pensiones. Es cierto que la gente que no se acogía a esta facilidad parecían un poco tontos, así que poner que la elección por defecto fuera "Sí", no parece mala.

Rizzo y Whitman atacan a esta medida, pero yo no acabo de ver que los posibles efectos negativos sean especialmente preocupantes. Por supuesto, está de lo de la "slippery slope", que aplica a cualquier regulación, y lo de la imposición al empresario, que tiene que fijar la opción por defecto que le exige la regulación, pero no son capaces de demostrar que nada especialmente grave vaya a suceder. Compárese con la regulación de control de precios, que puede acabar en desabastecimiento del bien.

En suma, muy oportuno que exista este libro para lo que pueda venir, aunque no un libro en el que se pueda aprender mucho o interese al común de los mortales.

domingo, 12 de octubre de 2025

El Conquistador del Mundo ("Le Conquérant du Monde"), de René Grousset

Bajo tan pomposo título se esconde en realidad una biografia de Gengis Khan, en fundador del imperio mongol. La historia en realidad se inicia con los ancestros del protagonista, hasta llegar a su padre, Yesugei el Bravo, y finalmente a Temudjin, nombre original de Gengis Khan.

A partir de este momento, la biografía del personaje consiste básicamente en sus batallas y en la extensión de sus dominios a fuerza de derrotar y masacrar a sus rivales. Poco más aporta esta biografia, salvo un par de episodios puntual con algún sabio que otro. Es más, dado que la estrategia de estos guerreros es de una simpleza apabullante, tampoco hay grandes descripciones bélicas. 

La mayor parte del tiempo Grousset nos entretiene describiéndonos la naturaleza del país recorrido "Un immense forêt où se pressent le bouleau, le peuplier et le tremble, le cèdre, le mélèze et le sapin avec un épais sous- bois de mousses, de rhododendrons et de lichens. La faune de la taïga y est représentée par l’élan, le cerf maral, le renne sauvage, le loup rouge et les animaux à fourrure, ours, zibeline, hermine, martre..." que como se ve no impacta mucho. Tampoco lo hacen las referencias geográficas en terrenos muy desconocidos y que también sospecho que poco vigentes cuando tratas de actualizarlas al año de escritura del libro (primera mitad del siglo XX). O sea, básicamente imposible enterarse con cierto detalle de dónde transcurre la acción, a menos que haya ciudades conocidas en la cercanía.

El estilo literario no da demasiado de sí. Los únicos momentos en que destaca es cuando recoge citas textuales de sus fuentes, que son los anales chinos, los poetas persas y los propios bardos mongoles. Aquí un ejemplo: "Le khan peut, en punition, me faire mourir sur l’heure. Mon sang ne salira qu’un petit coin de terre, pas plus large que la paume de la main. Mais si tu me fais grâce, j’irai à ton p. 140 commandement affronter tous tes ennemis. Pour toi, je traverserai les torrents les plus profonds et je fendrai les rochers".

Lo más llamativo de la historia de Gengis Khan es algo que ya he visto que sucedió también en los orígenes de Roma, seguramente pasó con los Vikingos, y diría que también con los españoles. Básicamente el 60% de la historia cubre las batallistas de Gengis Khan con sus vecinos: tártaros, Kereit y Naiman. Todos peleándoso por pequeños terruños. De tales batallas, Temudjin saldrá emperador mongol en 1206. Una vez conquistada Mongolia, China y Persia serán pan comido, estos grandes territorios se los zumba en comparativamente poco tiempo.

Hasta ese momento, he aquí un par de costumbres de estos pueblos de la estepa. Con razón les consideraban bárbaros los demás pueblos.

"L’exogamie qui était une règle familiale chez les Mongols obligeait ceux-ci, pour trouver femme, à ne recourir que trop à la pratique de l’enlèvement qui perpétuait la guerre entre les tribus."

"ces groupements viagers qui se formaient autour d’un homme fort, les clans ayant intérêt, pour les razzias comme pour les grandes battues, à mettre à leur tête un capitaine expérimenté. Seulement, à la mort du chef le groupement se dissociait."

Decía que es algo que ya ví que pasó con Roma (Ver la insufrible "Ad Urbe Condita", de Tito Livio) y con el imperio español, donde tras 800 años para reconquistar la península, se conquistó todo el continente americano en menos de un siglo (Ver La cruzada del Océano). Lo que se observa en estos pueblos beligerantes es que al final se ha hecho mucho más fuerte para la guerra que todos sus vecinos pacíficos, a los que conquista sin demasiado problema. Parecido a por qué siempre ganan la Champions los equipos de fútbol de las ligas más difíciles.

Lo que sorprende es la facilidad con que conquista China y sobrepasa su Gran Muralla, cuando supuestamente los chinos tenían prevista la contingencia de las invasiones del norte por haberlas sufrido constantemente. Es menos extraño que arrasen con su occidente, pues aquí los reinos árabes no habían tenido tal experiencia, estando bien protegidos por las cadenas montañosas que dificultan la ruta de la Seda.

Esto me lleva a otra reflexión en comparación con el imperio Español. A nuestros ancestros se les ha acusado de genocidas, cosa que nunca he oído de los mongoles, y tampoco separa demasiado tiempo ambas acciones, unos 300 años en un mundo de cambios más paulatinos que en la actualidad. Pues bien, las tácticas de los mongoles eran sencillamente brutales: consistía en empujar contra las ciudades asediadas a los prisioneros que habían obtenido en batallas previas. Y las consecuencias de sus victorias eran aún peores, pues básicamente las arrasaban y mataban a todos sus habitantes, esto es, un genocidio tras otro. En la conquista de Korasán (norte de Persia) todavía se puede entender como respuesta a una provocación, pero cuando arrasan Afganistán es incomprensible. La India se salva porque la encuentran demasiado cálida para su gusto, y al llegar al Punjab se dan la vuelta. Pero el clima europeo sí que les encaja, y llegan sin mayores problemas desde Irán hasta Rusia pasando por Azerbayan en tiempos de Gengis Khan. En su gesta, arrasan las ciudades y engañan a cualquier posible aliado. Todo muy edificante.

Sin embargo, el señor Grousset no tiene reparos en defender una y otra vez al genocida. "La personnalité de Gengis-khan, tel que le barde mongol nous a appris à le connaître, demeure, en fait, hors de cause. Le héros mongol reste le demi-dieu généreux, magnanime et grand, modéré en toute chose, équilibré, d’une solide bon sens, humain, pour tout dire, et même pétri d’humanité qu’il n’a cessé d’être." Y si se dedica a la másacre al por mayor es porque  "dans le milieu mongol de son temps on ne concevait pas une autre manière de faire la guerre, comme on n’imaginait pas un autre genre de vie que la vie nomade, le pays des sédentaires n’étant bon que comme terrain de razzia, pour le pillage et la chasse à l’homme." Por cierto, esto explica porque arrasaban las ciudades, para ver si se transformaban en pastos para sus caballos.

Por si alguien tenía dudas, así recoge el propio Grousset el último deseo de Gengis-Khan antes de morir: "Pendant mon repas annoncez-moi: jusqu’au dernier homme ils sont exterminés ! Le khan a anéanti leur race! Le Conquérant du monde eut pour ses funérailles le massacre de tout un peuple."

Es evidente que al lado de los mongoles, los españoles eran almas de la caridad civilizadoras. Probablemente Gengis Khan mató en un par de sus victorias más gente que los españoles en la conquista entera de América. Y, sin embargo, la que subsiste es la leyenda negra española, no la mongola (sobre la que poca leyenda habría, dado lo terrible que era la realidad). En su obra Imperiofobia y leyenda negra, María Elvira Roca Barea ofrece una explicación. En todo caso, a ver si llega ya una ola de historiadores objetivos sin envidias y pone las cosas en su sitio.

La última reflexión que voy a hacer se refiere al contraste entre las sociedades sedentarias y estas nómadas que las arrasaban en la guerra. Es claro que la capacidad de generar riqueza es órdenes de magnitud en las primeras que en las segundas. Se justifica por la mayor productividad, la posibilidad de comerciar, menos conflictos con destrucción de activos... Lo que sorprende es que esa mayor riqueza no se tradujera en recursos defensivos suficientes para derrotar sociedades mucho más pobres como las de estas tribus nómadas. 

El imperio chino había tratado de hacerlo con la inversión en la Gran Muralla, pero asuno que los costes de mantenerla y dotarla de soldados debían ser tan grandes, que en cuanto no se veía una amenaza cercana, evitaban el gasto. Y, en general, eso se plantearían también los opulentos ciudadanos de las ciudades persas: por qué gastar en prevenir ataques si nadie nos puede atacar. El caso es que cuando llegaron los mongoles no estaban preparados ni remotamente.

No voy a seguir porque me da miedo que alguien vea paralelismo con la situación actual y la supuesta amenaza de Rusia a Europa. A ver si ahora también nos van a pillar desprevenidas las hordas de las estepas. Es claro que el paralelismo no resiste la mera constatación de que la economía rusa también es sedentaria, no tiene que pelearse contra otras cercanas para sobrevivir, como si les ocurriá a los mongoles. En la actualidad, lo que hay es Estados que no internalizan el coste de la guerra, que sufren únicamente sus súbditos, mientras que los mongoles, tártaros, Nayman y Kereit por supuesto que lo internalizaban en sus propias carnes.

Bueno, aunque creo que las reflexiones que me ha inspirado son interesantes, el libro no lo es tanto. Si alguien quiere conocer a Gengis Khan, mejor que busque si alguna biografía alternativa a ésta.



miércoles, 8 de octubre de 2025

M: La hora del destino, de Antonio Scurati

Se trata de la cuarta y que creía que última parte de la serie sobre la vida de Mussolini y el fascismo, pero no lo tengo tan claro habida cuenta de que el autor acaba de publicar en italiano la que podría ser quinta parte. Además, es que la novela no termina con la muerte del protagonista, solo con su cesamiento y encarcelamiento. Y ya lo saben todos los seguidores de The Walking Dead, si termina el capítulo y no se le has visto muerto, aunque sea imposible que haya sobrevivido, lo habrá hecho.

Las entradas sobre los tres libros previos de la serie las tenéis aquí: El Hijo del SigloEl hombre de la Providencia y Los últimos días de Europa. Es una lectura con la que estoy disfrutando mucho, tanto por lo que estoy aprendiendo del fascismo como por el maravilloso estilo de Scurati, o más bien de su traducción al español. que supongo que reflejará bien dicho estilo. Si lo está empeorando, entonces Scurati debe de escribir como Tolkien o Nabokov.

La narración es bastante poética, pero no por ello menos fiel a la realidad, ya que tras cada capítulo Scurati recoge las citas textuales con las que ha construido el episodio.

En esta cuarta parte lo que se nos cuenta es básicamente la participación de Italia en la Segunda Guerra Mundial y el tan erróneo papel que asumio Mussolini innecesariamente, que le llevaría de cabeza al desastre, tanto a él, como al fascismo, como al país.

Pero, una vez más. el fascismo resulta comparativamente superior al socialismo, Ya se vio en las otras entregas que el fascismo surge precisamente para defender a la sociedad italiana del asalto a la propiedad privada de los socialistas, que, cómo no, querían instalar en Italia otra república socialista, como en Chile, Argentina, Portugal y tantos otros sitios. Entre ellos España, donde tuvimos que asumir el coste de una Guerra Civil y 40 años de Dictadura para evitarlo. Los italianos, gracias al fascismo, se ahorraron ambas cosas, dejándolas en solo los 20 años de dictadura de Mussolini. 

Dictadura que, nos cuenta Scurati ("Al cabo de veinte años, ha caído el fascismo, pero en esa demolición no participa un solo antifascista en la Sala del Papagayo."), se disolvió por la propia voluntad de los fascistas, algo que nunca ha ocurrido ni ocurrirá las dictaduras de izquierdas (dejo los detalles de la URSS para los expertos). Aunque solo fuera por eso, ya es mejor el fascismo que el socialismo. Lo que es incomprensible es que en nuestro país el insulto sea llamarle a uno "fascista", cuando lo realmente aterrador es ser "socialista". Pero, bueno, ya se sabe que los hechos no necesariamente están al alcance del vulgo.  

Por lo demás, Scurati ilustra perfectamente cómo Mussolini afronta la Segunda Guerra Mundial con una intención exclusivamente política y sin tener en cuenta a los militares. Su obsesión es aportar algo a la Alemania Nazi para poder sentarse a la mesa de negociación cuando las democracias sean derrotadas, y que Italia pille cacho en la nueva Europa post-bélica: "Benito Mussolini, la mente política del Eje, no se obsesiona con las conquistas territoriales específicas, con los nombres de tal o cual remota aglomeración de chozas de barro en el desierto, su mirada abarca mucho más, a lo lejos, a lo grande, ve un dominio mediterráneo que contrarreste el excesivo poder continental de Alemania, ve un este europeo de nuevo bajo la influencia latina". Su diagnóstico se mostró errado y terminó mal para él y para su país, pero incluso así hay que reconocer que Mussolini no parece pensar tanto en sí mismo como en el engrandecimiento de Italia.

Y es que empujado por esta obsesión, Mussolini enviará a la muerte a cientos de miles de sus compatriotas, mal pertrechados y mal preparados, a hacer el ridículo una y otra vez. Le ocurrirá en Grecia, en Eslovenia, en Etiopia y en Libia, pese a que aquí sí se involucraron a tope los alemanes. Y el epítome será la declaración de Guerra a los EEUU, que Scurati nos cuenta con cierta sorna: "El 11 de diciembre de mil novecientos cuarenta y uno se asoma al balcón del Palacio Venecia para declarar, sin que le haya sido solicitada, sin haberse visto forzado, de manera desproporcionada, la guerra a los Estados Unidos de América."

Poco más se cuenta en el libro. El gran Italo Balbo, un héroe desconocido por fascista, muere nada más empezar la obra. Y Scurati opta por hace algo de seguimiento de la actividad sanitaria de Edda Mussolini y más del asesino de Matteotti, Amerigo Dumini, en unos capítulos que perfectamente se podría haber ahorrado porque no sé que interés tienen. Bueno, a menos que Scurati, que es de ideología socialista, haya buscado mantener la llama del citado líder en una historia en la que ya no participa.

Este contenido tan limitado hace que este sea el libro peor de los cuatro. Los acontecimientos principales son sobradamente conocidos, y lo más interesante que nos ofrece, aparte del ya citado final, son las entrevistas que mantienen Hitler y Mussolini en distintos momentos del conflicto. En una de estas, Hitler cotillea sobre Franco: "El encuentro con Franco fue una tortura para él: el dictador español escuchó en silencio durante horas, aparentemente sumiso, sus elucubraciones, para luego tomar la palabra y reiterar sus insostenibles reivindicaciones territoriales a cambio de una contribución casi simbólica a la alianza. Una vez terminado el encuentro, Hitler gritó a sus colaboradores que preferiría que le sacaran tres dientes antes que volver a encontrarse con ese hombre." Lo que demuestra que nuestro dictador era mucho más listo que Mussolini, y aquí tienen otra razón los que vivieron bajo su mandato para estarles agradecidos.

También son de interés las constantes referencias a la corrupción intelectual, por así decirlo, de los asesores de Mussolini, que no se atreven a decirle ninguna verdad que pueda poner en peligro sus carreras (su vida no lo estaba, recuerden, los fascistas no son socialistas, no matan a quienes discrepan). Así, tenemos frases como estas:

"Ministros y generales lo escuchan atónitos y en silencio, la mayor prueba de coraje que demuestran son las raras notas de desconcierto en sus diarios secretos."

"¿Cómo esperar la propensión al riesgo de quien ha sido adiestrado para eludir toda responsabilidad, cómo esperar una evaluación exacta de las dificultades de quien durante décadas no ha tenido más obligación que complacer al amo, cómo esperar una sorpresa—⁠que requiere decisión, determinación, conducción segura⁠— de un hatajo de siervos temerosos y resentidos?"

Y tampoco quiere dejar de recoger alguna de esas frases brillantes que caracterizan a Scurati. Solo una: "Entre el 30 de junio y el 20 de julio la existencia torrencial del fundador del fascismo encalla en una llanura aluvial árida y pútrida."

Da igual que recomiende esta lectura o no. Quienes ya estamos embarcados en la lectura de la saga no lo dejaríamos de leer aunque nos dijeran que es malísimo, que no lo es. Y quienes aún no han empezado, se integrarán en el primer grupo una vez comiencen a leerlos.

jueves, 25 de septiembre de 2025

Persuasion, de Jane Austen

Ya anucié al leer Sense and Sensibility que me iba a aplicar para leer toda la obra de Austen. Así que a nadie le debería extrañar que le haya tocado el turno a ésta, Persuasión, quizá la más desconocida de su obra, al tiempo que la última.

Los críticos la saludan como la primera de madurez de la autora, que no sabremos nunca cómo hubiera proseguido por su temprana muerte. Yo la saludo con bastante menos entusiasmo, al haberme parecido bastante más floja que sus predecesoras. La sensación que tengo, completamente subjetiva y sin análisis sesudo, es que a esta novela le falta la revisión que seguramente hacía Austen de todas sus obras antes de ponerlas en circulación.

Como ya dije en el post citado, las novelas de Austen te atrapan primero por su estilo narrativo, que consigue sostener el interés del lector hasta que queda atrapado por la trama, momento en que parece relajarse la calidad literaria. Pues bien, en Persuasion la brillantez de Austen está mucho más contenida que en las otras obras, por lo que la lectura resulta menos placentera, incluso insulsa por momentos, aunque esté contando el mismo tipo de acontecimientos que en las otras. Lo que sí va a ocurrir es que el lector va a quedar absorbido por la trama, pero le va a resultar mucho más costoso llegar a ese punto.

En esta ocasión, la protagonista es Anne Elliot, una de tres hemanas de familia noble, pero cuyo padre no ha sabido mantener su posición, aunque sí sus ínfulas. Tanto Sir Walter como Mary y Elizabeth, las dos hermanas, hubieran sido pasto de la ironía de la Austen de las otras obras, mientras que aquí algo ahí, pero muy poco. "Elizabeth, to do her justice, had, in the first ardour of female alarm, set seriously to think what could be done, and had finally proposed these two branches of economy: to cut off some unnecessary charities, and to refrain from new- furnishing the drawing- room; to which expedients she afterwards added the happy thought of their taking no present down to Anne, i as had been the usual yearly custom." Recuerda enormemente a ese magnífico segundo capítulo de Sense and Sensibility, pero no lo alcanza ni en extensión ni en brillantez. Como también está descripción de Mary: "any indisposition sunk her completely; she had no resources for solitude; and inheriting a considerable share of the Elliot self- importance, was very prone to add to every other distress that of fancying herself neglected and ill-used."

De hecho, los personajes que aparecen en la novela no presentan unos perfiles tan claros e individualizados, como sí lo consigue en otras obras. Además, también se repiten nombres, por lo que me he encontrado muchas veces perdido tratando de identificar a los personajes de cada escena, Se recupera el sincronismo, pero se tarda, algo que nunca me había pasado con la autora. Es muy llamativa también la escasez de diálogos, en comparación con las otras novelas. Esto se nota especialmente en la protagonista, que rara vez habla, aunque escuche mucho.

Otro aspecto que me ha llamado la atención, y que achaco también a esa hipotética falta de revisión, es la gran dureza en la ironía de Austen. Creo que párrafos como los siguientes, sobre todo el segundo, eran inimaginables en la Austen anterior:

"They were nothing. There was no superiority of manner, accomplishment, or understanding. Lady Dalrymple had acquired the name of “a charming woman” because she had a smile and a civil answer for every body. Miss Carteret, with still less to say, was so plain and so awkward, that she would never have been tolerated in Camden-place but for her birth."

"The real circumstances of this pathetic piece of family history were, that the Musgroves had had the ill fortune of a very troublesome, hopeless son; and the good fortune to lose him before he reached his twentieth year; that he had been sent to sea, because he was stupid and unmanageable on shore; that he had been very little cared for at any time by his family, though quite as much as he deserved; seldom heard of, and scarcely at all regretted,"

El núcleo del drama tiene que ver con el rechazo que Anna hizo a su pretendiente, el capitán Wentworth, persuadida por su amiga y guardián Lady Russell, de la que poco o nada más sabremos. Esa es la persuasión del título. La narración nos cuenta lo que sucede cuando, tras más de 8 años y con unas cuantos miles de libras adicionales, el capitán Wentworth reaparece en la vida de Anna.

Los eventos decisivos ocurren entre Bath y Lyme. De hecho, es la visita a este pueblo costero (en la actualidad se llama Lyme-Regis), la que más contribuyó a engancharme a la novela, pues he estado en él recogiendo fósiles bajo sus acantilados. 

En todo caso, no querría dejar la sensación de que estamos ante una novela mediocre. Lo peor de Austen incorpora frases y pensamientos magistrales, que podrían justificar la novela de otro autor por si solas. Por ejemplo, estas dos frases que agrupo por la sutil forma en que Austen nos muestra a sus personajes en circunstancias similares de una visita:

"They found rooms so small as none but those who invite from the heart could think capable of accommodating so many."

"as soon as it became clear that these, their nearest relations, were not arrived with any views of accommodation in that house, Sir Walter and Elizabeth were able to rise in cordiality, and do the honours of it very well."

Esta escena me encanta, es la típica de este tipo de narraciones, con discusiones interminables sobre pequeñas chorradas, aquí para decidir cuál de dos señoras se vuelve a casa andando por no caber en la carroza: "it occupied a little time to settle the point of civility between the other two. The rain was a mere trifle, and Anne was most sincere in preferring a walk with Mr. Elliot. But the rain was also a mere trifle to Mrs. Clay; she would hardly allow it even to drop at all, and her boots were so thick! much thicker than Miss Anne’s; and, in short, her civility rendered her quite as anxious to be left to walk with Mr. Elliot, as Anne could be, and it was discussed between them with a generosity so polite and so determined, that the others were obliged to settle it for them; Miss Elliot maintaining that Mrs. Clay had a little cold already, and Mr. Elliot deciding on appeal, that his cousin Anne’s boots were rather the thickest."

Rescato también este otro momento, muy poco frecuente en las novelas de Austen, en que describe la llegada de lady Russell a Bath: "When Lady Russell, not long afterwards, was entering Bath on a wet afternoon, and driving through the long course of streets from the Old Bridge to Camden-place, amidst the dash of other carriages, the heavy rumble of carts and drays, the bawling of newsmen, muffinmen and milkmen, and the ceaseless clink of pattens, she made no complaint."

Por último, esta frase de Anne en el momento decisivo de la novela es, además, magnífica, léase despacio:"If I was wrong in yielding to persuasion once, remember that it was to persuasion exerted on the side of safety, not of risk. When I yielded, I thought it was to duty; but no duty could be called in aid here. In marrying a man indifferent to me, all risk would have been incurred, and all duty violated.”"

En fin, que aunque esta Persuasion no me ha gustado tanto como las otras lecturas de Austen, no se ha reducido ni un ápice mi deseo por leer Emma, que será la próxima novela que lea en inglés. 

domingo, 21 de septiembre de 2025

Cómo terminan las democracias ("Comment les democraties finissent"), de Jean-François Revel

El título de este ensayo invita a pensar en algo doctrinario o teórico, un análisis de por qué las democracias son intrínsecamente inestables, lo que me parecía de gran interés. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Se trata de un análisis coyuntural sobre las relaciones entre los países comunistas y totalitarios con los países democráticos desde 1950 hasta principios de los 80, que es el momento en que se escribe el libro.

En ese momento, Revel no puede saber que en 1989 caerá el muro de Berlín y con él el regimen soviético, y también sus temores de que desaparezcan las democracias, al menos por las razones que expone. Al añadir este hecho histórico al análisis de Revel pierde bastante sentido, pues no se puede evitar leerlo como un error de análisis continúo, empezando por la que para él es la principal cuestión de su momento: "savoir lequel de deux événements se produira le premier : la destruction de la démocratie par le communisme ou la fin du communisme usé par sa propre maladie. Cette seconde séquence évolutive me paraît suivre un cours moins rapide que la première."

Los hechos que constata Revel toman como punto de partida la imposibilidad de que el comunismo subsista sin expansión. Ya lo dijo Stalin: "Tout gouvernement librement élu serait antisoviétique. Et, cela, nous ne pouvons le permettre". Así, la Unión Soviética, como en los comunistas actuales, aunque eviten llamarse así, están en constante lucha. Allí donde uno vea sloganes llamando a la lucha que sospeche de la presencia cercana de comunistas.

Y esto es algo que no comprendían las democracias del momento. En esa lucha los comunistas, como el rojerío actual, no tiene límites en las armas que usar. La propaganda comunista consigue que las democracias se sitúen en una posición asimétrica de cara a la ahistoria y la opinión pública: "des causes de mécontentement comparativement mineures rongent, perturbent, paralysent, désarçonnent les démocraties plus vite et plus fort que les famines gigantesques et la misère constante ne gênent les régimes communistes"

El tema se repite durante toda la lectura, como en este caso que todos conocemos: "Pinochet, lui, au moins, est toujours fidèle au poste et bon pour le service. Il assure le dépannage, vingt- quatre heures sur vingt- quatre, sept jours par semaine, quand l’âme socialiste est en peine. Et le cri « Pinochet ! Pinochet ! » exorcise les démons, tous les Cambodge du monde, tous les Afghanistan, toutes les Éthiopie, toutes les Tchécoslovaquie, tous les Tibet."

El complejo de las democracias se puede remontar al final de la segunda Guerra Mundial, donde dejaron a la URSS los mismos territorios o más que le había garantizado el pacto con la Alemania Nazi de Hitler. Esto eso, la URSS, que quería destruir a las democracias occidentales, únicamente entró en guerra con Alemania porque ésta rompió el pacto y la invadió. La compensación que obtuvo de su esfuerzo bélico es a todas luces reveladora del extraño complejo con que los países democráticos iban a comportarse con la URSS.

Otro ejemplo son los acuerdos de Helsinki de 1975, "L’Ouest faisait à l’URSS deux cadeaux somptueux: reconnaissance de la légitimité de l’empire soviétique d’Europe centrale, indûment annexé après la Seconde Guerre mondiale ; aide économique et technologique massive et presque gratuite. En contrepartie, l’URSS s’engageait à la modération dans sa politique étrangère et au respect des droits de l’homme dans son empire" Evidentemente, la URSS no cumplió su parte, pero tampoco los países occidentales dejaron de cumplir la suya.

Revel denuncia un desastre diplomático tras otro, quejándose amargamente de la negligencia de las democracias, frente a una diplomacia soviética que le parece casi perfecta (como si los funcionarios comunistas fueran gente especialmente diligente), dando la sensación al lector que una situación con difícil salida positiva para Occidente, que afortunadamente podemos contemplar con la tranquilidad de lo que finalmente ocurrió.

Lo que sí me parece más actual es algo que también denuncia Revel, la toma de control por parte de funcionarios prosoviéticos de un gran número de puestos clave en la ONU, y que yo me atrevería a extender a todo tipo de organizaciones estatales a niveles nacionales y supranacionales. Obviamente, ya no son prosoviéticos, pero sí izquierdistas que actúan ideológicamente desde aparatos supuestamente técnicos, como la Comisión Europea, la OCDE o las mil afiliadas a la ONU.

En suma, que parece que en la época la URSS podía hacer lo que quisiera sin encontrar apenas respuesta en las democracias occidentales, que actuaban como si fueran las culpables de una constante provoación a los soviéticos, alimentadas en parte por la propaganda comunista y sus tentáculos en forma de partidoso políticos permitidos en ella, y sin contraparte alguna en el mundo soviético.

En el ensayo se echa también de menos la ironía que rezuma Revel en otras de sus obras. Además se hace bastante repetitivo, uno tiene la sensación de que está leyendo los mismos hechos en todos los capítulos aunque para argumentar cosas ligeramente distintas.

En la última parte parece que Revel va a tratar de abstraerse del fenómeno concreto y dar explicaciones más genéricas de las que se pueda aprenden algo más, pero no llega a hacerlo, y el libro termina con más ejemplos históricos del modo de actuar soviético.

A mí este libro me ha parecido poco interesante, aunque puedo entender que en su momento causara sensación. De hecho, eso es lo que me parece, bastante sensacionalista, apelando a la actuación de los políticos occidentales, pese a que Revel insiste en que solo está describiendo hechos. Yo creo que el propio título es una llamada a la acción, pero Revel prefiere que no lo vean así.

Antes de cerrar el post, un par de reflexiones largas que me han parecido interesantes, más la segunda por su recopilación histórica.

"Certes, les idéologues politiques tentent aussi d’introduire une opposition entre vie présente et vie future, pour justifier les duretés de la première par les félicités de la seconde. Mais une différence irréductible séparera toujours l’avenir religieux de l’avenir politique : le premier, situé après la mort, échappe à toute observation ; le second appartient au temps historique. Même si la patience humaine laisse passer plusieurs générations avant de le juger, elle le juge un jour ou l’autre sur pièces."

"Le Moyen Âge européen, la Chine des Ming, les sociétés africaines, polynésiennes ou américaines antérieures à l’intervention des Européens, la France de Louis XV ou de Napoléon III, l’Angleterre élisabéthaine, l’Espagne de Philippe IV, l’Inde de la dynastie Gupta, l’Allemagne de Kant n’étaient pas des sociétés démocratiques, sans être pour autant des sociétés totalitaires. La distinction à laquelle je me réfère est tout autre, plus profonde, plus radicale. Elle établit une séparation entre d’une part un ensemble de systèmes politiques s’étageant de l’autocratie à la démocratie, justiciables de toutes les critiques qu’on voudra, mais compatibles avec la vie normale d’une société civile, avec une coutume, et, d’autre part, le système totalitaire, qui a pour vocation de détruire toute autonomie de la société, de la culture et de l’individu."

viernes, 19 de septiembre de 2025

El estado megalómano ("La grâce de l'État"), de Jean-François Revel

Sigo con Revel. Este ensayo es el más localista de los que estoy leyendo, porque básicamente es un análisis del primer gobierno socialista en Francia de la V República, dominada hasta 1981 por el centro derecha de Giscard d'Estaing. Por tanto, a priori, tiene menos interés que los otros.

Lo primero que me encuentro al buscar si el libro se había publicado traducido es que "la gracia del estado" es un concepto cristiano, que consiste en los dones que el Espíritu Santo concede a una persona en razón del estado que asume. Así que posiblemente el título original de Revel tiene un punto irónico, que se pierde completamente con la traducción que se le ha dado en español.

Y es que es la ironía constante el rasgo más caracterísitico de este ensayo, en que Revel básicamente denuncia y ridiculiza las actuaciones de Miterrand desde su mismo inicio, con esas ceremonias fastuosas de toma de posesión, y esa descripción irreal que los socialistas se empeñan en hacer de esa Francia que en 30 años de gobiernos gaullistas y de centro derecha había multiplicado su renta y bienestar.

Una de las razones del dominio de la derecha durante todo ese tiempo era precisamente la existencia de un partido Comunista asociado al partido Socialista. Según Revel, mientras los franceses pensaron que los Comunistas condicionarían un gobierno socialista, jamás dieron a estos la posibilidad de gobierno. Esto solo ocurrió precisamente cuando el PCF, siguiendo órdenes de Moscú, se separó del PS, dando la imagen a los franceses que Miterrand era un socialista anti-comunista: "Les socialistes sont en revanche devenus crédibles à partir du moment où les électeurs ont pensé qu’ils pourraient leur donner le pouvoir sans le donner en même temps aux communistes."

Lo que pasó después, es que todo era un espejismo, y Miterrand colonizó su gobierno con comunistas de forma innecesaria, ya que podía gobernar sin ellos. Con esto, empezó un programa de reingenieria social en Francia. Todo esto, siempre según Revel, que uno en esos momentos ni estaba en Francia ni en la edad en que tales temas pueden interesar.

La punta de lanza de dicha reingeniería fue la nacionalización de empresas y sectores industriales. Revel hace el análisis económico clásico y concluye que no tenía sentido desde el punto de vista empresarial, por lo que solo se puede explicar desde el punto de vista político: "L’objectif de Mitterrand n’est que très accessoirement économique. Il est avant tout de façonner la société juste, telle qu’il la voit, de réformer l’homme, de venger le pauvre et de punir le riche, ou du moins l’« argent".

Con estos mimbres, los resultados de la gestión socialista fueron, por supuesto, catastróficos, con independencia de las expectativas de los ilusos que una y otra vez votan por estas ideologías (recuérdense las impresiones narradas por Annie Ernaux.

Pero da igual, porque del desastre nunca tienen la culpa las políticas socialistas. Ese el tercer axioma del pensamiento socialista: "quand le capitalisme échoue, c’est évidemment la faute du capitalisme ; quand le socialisme échoue, c’est également la faute du capitalisme.

El desastre es inevitable, puesto que el programa socialista se construye sobre "une interprétation idéologique de l’Histoire, qui ne repose sur aucun fait, aucune vérification, aucune expérience démonstrative.". Y, cuando llega el fracaso, "les socialistes, refusant de remettre en question le système abstrait qu’ils veulent imposer à la réalité, attribuent de plus en plus souvent leurs difficultés à des complots et prennent des mesures politiques plutôt qu’économiques, pour corriger les effets négatifs de leur obstination.

Piensen en los casos españoles de Red Eléctrica y RENFE como ejemplos actuales de lo dicho, con la desgracia de que aquí ocurren más de 40 años después, lo que revela que los socialistas no han evolucionado, aunque sí lo haya hecho la sociedad. Ya decía cuando leí la obra citada de Ernaux que España parecía Francia con 20 años de retraso. Bueno, pues en politica parece que serían 40.

Aunque he tratado de ser positivo, esta lectura es poco interesante para un español en 2025, precisamente por su hiperlocalismo, y aunque se puedan extraer paralelismos con los gobiernos socialistas españoles, más preocupante, que siga habiéndolos con el actual. El punto que la hace más recomendable sería el estilo irónico de Revel que causará más de una sonrisa en el lector, aunque sean amargas.

Dejo aquí un ejemplo para que cada uno haga la prueba. 

"Un exemple savoureux de la bonne conscience avec laquelle les socialistes exigent une télévision de pure propagande gouvernementale au nom de l’objectivité de l’information nous a été donné par Claude Estier (...) pour être « objective » la télévision aurait dû présenter uniquement la thèse du ministre, suivie d’un commentaire de la chaîne proclamant cette version seule vraie, à l’exclusion de tout point de vue dissident.

jueves, 28 de agosto de 2025

Los caminos de la seda, de Eva Tobalina

Todo un descubrimiento esta señora y este libro suyo. Por momentos, sobre todo al principio, recuerda a los grandes divulgadores ingleses de historia, como a Tom Holland y Persian Fire o más recientemente lo que he leído de Eric H. Cline (aquí, aquí y aquí). Tobalina te atrapa desde el principio, en la que es la mejor parte del libro, la descripción geográfica que hace la ruta de la Seda, la ruta clásica, que inmediatamente acompaña de los caminos alternativos.

Una vez descrita las distintas rutas, el lector cobra conciencia de la magnitud de la obra que nos ofrece Tobalina, pues la historia de los caminos de la seda es, en el fondo, la historia de los imperios más importantes de la humanidad hasta el siglo XVI, donde los descubrimientos de España y Portugal cambiaron el mundo y arrumbaron con la milenaria ruta. También a estos dedica Tobalina sus últimas páginas, en una historia express de las aventuras portuguesas por África hasta llegar a Goa, y aún más breve de las españolas, con base en el viaje de Magallanes-Elcano y en el descubrimiento de la ruta de retorno del Pacífico por el padre Urdaneta. Por si le faltaba dosis de épica a la obra.

Como ya he dicho, el ensayo de Tobalina comienza con una descripción detallada de lo que todos tenemos en mente por la ruta de la Seda, que llevaba originalmente desde la China Han, más o menos Xian, hasta Alejandría o Constantinopla, desde donde conectaba con el Mediterráneo. Esta ruta de la Seda fue "establecida" por un funcionario chino Zang Quian, quien conectó China con la Gran Ruta del Jorasan "que conectaba Asia Central con el valle de Mesopotamia atravesando el norte de Persia. La Ruta de Jorasán pudo comenzar a transitarse, como mínimo, en la Edad de Bronce (ca. 2300- 1700 a. C.)."

Dicha ruta la hizo a través del Corredor de Gansu, estrecho pasaje entre el Himalaya por el sur y el desierto del Gobi por el norte, y a continuación los tramos más peligrosos, la cuenca del Tarim con el desierto de Taklamakan, y el nudo de Pamir.  Aquí, entre vertiginosos desfiladeros y picos nevados se puede optar por seguir hacia el oeste y llegar al valle de Fergana y la Transoxiana (la parte en la que espontáneamente todos pensamos al hablar de la ruta de la Seda, pues aquí queda Samarcanda), p girar hacia el sur y a través del actual Afganistan y el paso Khayber, llegar a las tierras de India.

Tobalina te lleva de viaje por estas zonas contándote al mismo tiempo algo apuntes de su historia que luego se desarrollará en más detalle. Es una descripción apasionante, que te engancha completamente al libro. Especialmente esta parte que yo desconozco completamente, de Gansu había oído hablar, pero del Tarim y el nudo de Pamir, nada. A partir de la entrada en Fergana, ya sí estoy en territorios que he visitado y cuya historia conozco algo, y entonces el atractivo de esta narración pasa a ser cómo se conectan histórica y geográficamente lugares que conozco aisladamente. Desde allí, la ruta pasaba por los actuales Turkmenistan, Irán, Turquía, o Siria y Egipto.

Una vez descrita la ruta nuclear, la autora se centra en las complementarias: la ruta marítima pasando por la India y hasta la actual Basora, e incluso hasta las costas de África; la ruta de las Estepas, por el norte de Asia, y la ruta del Incienso, que llevaba desde Oman/Yemen hasta el Mediterráneo. Todas estas rutas "competían" por atraer a los mercaderes, y según las circunstancias, se usaban unas u otras.

Cuando ya nos ha presentado las rutas, entonces es el momento de la historia, tanto o más apasionante que el periplo geográfico, pero quizá más complicada de contar. A mí esta lectura se me ha hecho pesada en algún momento concreto, sobre todo cuando cuenta cosas más conocidas (por ejemplo, el origen y expansión del Islam). Tampoco entiendo por qué, en una obra de esta dimensión, dedica páginas a cuentos y leyendas, alguno de las Mil y una Noches incluido. Supongo que porque piensa que así se facilita la lectura y se deja descansar al lector. Yo, la verdad, los encontraba un poco rollo y prefería pasar estas páginas a toda velocidad.

Para contarnos la historia de los caminos de la Seda, Tobalida nos va a tener que contar la historia de los grandes imperios de la humanidad hasta el siglo XV. Aquí se incluyen, ni más ni menos: el imperio Romano, el Parto, los distintos imperios chinos, los persas sasánidas, Bizancio, los imperios y reinos islámicos (sunitas, chiitas, abasidas), el gran imperio mongol con la biografía de su fundador, Gengis Khan, el ascenso del Tamerlán y el imperio timurida, la Horda de Oro, hasta el imperio otomano... Además, le queda tiempo y arrestos para asomarse a África, con Mali y Axum, y a la India, con una breve referencia a Babur y la fundación del imperio Mogol. Una verdadera pasada.

Pero es que además Tobalina no se centra en la historia política, aunque no pueda renunciar a ella (por ejemplo, en todo el devenir de China). Al fin y al cabo, por la ruta de la Seda transitaron principalmente mercancias, por lo que es indudable que el emprendimiento y la innovación son las causas de su importancia, así que los aspectos económicos son esenciales. 

Y el caso es que Tobalina maneja correctos fundamentos económicos que rara vez se ven en historiadores. Tiene clarísima la importancia de la innovación, y lo deja patente cuando describe técnicas de producción, como la seda, la porcelana, el papel o la pimienta, resaltando sus valores como producto y por qué el mercado tenía la estructura que tenía. Tiene claros los efectos de los impuestos y la riqueza que genera la libertad, y conecta correctamente para aquellos imperios que facilitaron el transporte por estas rutas, esta facilidad con su enriquecimiento. Esto es especialmente llamativo en el caso de los mongoles, que uno tiene por salvajes, y que, por el contrario, facilitaron enormemente todo el tránsito, en parte porque fueron el imperio que más tramo de las rutas controló. Una cosa que yo desconocía es que faltó el canto de un duro para que los mongoles invadieran Europa: estuvieron a las puertas de Hungria en tiempos de Gengis Khan, pero la invasión se detuvo precisamente por problemas sucesorios tras la muerte de éste. Cuando se resolvieron dichos problemas, la situación en China había cambiado y se priorizó oriente. Por cierto, fue durante esta "pax mongol" que Marco Polo hizo sus viajes y también en sentido contrario Rabban Bar Sauma; "Gracias al nuevo mundo construido por los mongoles, los reyes de Europa Occidental y los emperadores de China, que llevaban más de un milenio imaginándose y buscándose, se encontraron y tuvieron al fin noticias ciertas el uno del otro."

Y por supuesto, también conoce los males de la inflación, a la que tiene que referirse, pues los chinos inventaron el papel-moneda en tiempos de la dinastía Song.: "Este se transformó en la forma de dinero más empleada en el país hasta el siglo XIV, y sus habitantes descubrieron pronto las ventajas—y los inconvenientes— de entregar a sus gobernantes la capacidad de poner en circulación moneda prácticamente sin coste." Confieso que se me saltaron las lágrimas al leer esta frase. Por cierto, que las reflexiones sobre la carencia de plata en China y los problemas que ello causaba para los intercambios me ha ayudado a entender mejor las tesis mercantilistas de que había que evitar la salida de metales preciosos de un país. También explica la importancia que tuvo Potosí con su cerro en los intercambios comerciales del imperio español con Asia.

Pero no solo viajaban mercancias por las rutas de la Seda. Ya hemos visto que lo hacían personas, aunque bastante menos viajeros de lo que podamos pensar: la mayor parte de los mercaderes solo hacían pequeños tramos entre plazas contiguas, y lo que pasaba es que las mercancias cambaban de manos montones de veces antes de culminar su recorrido. Los vaijeros que hacían grandes recorridos eran excepcionales, y normalmente dejaban constancia de su periplo aventurero, que les llevaba varios años. Tobalina se hace eco de muchos de estos casos, entre lo que el más conocido es, por supuesto, Marco Polo. 

Y también lo recorrían ideas y religiones, así que Tobalina también nos ofrece una breve historia de las religiones en las áreas del camino de la Seda, que son casi todas, desde el zoroastrismo al islamismo, pasando por el budismo y el confucianismo, o el maniqueismo. Del cristianismo no nos cuenta demasiado, supongo que por asumirlo conocido, pero sí que nos deja claro que había una iglesia de Oriente que es distinta de la iglesia Ortodoxa. Es muy instructivo ver la apertura de mente de muchos poderosos en la época de los caminos de la Seda.

Una cosa que me ha llamado la atención, sobre la que hasta ahora no había reflexionada, es la importancia de las estepas, el inmenso septentrión de Eurasia, en la historia humana. Como me pasó con los vikingos, no le daba la importancia que merecían. De las estepas llegaron los mongoles, pero también los turcos, entre otras tribus. Era como un inmenso reservorio de individuos, que de vez en cuando se veían obligados a abalanzarse sobre sus vecinos sedentarios (los imperios agrícolas, los llama Tobalina) para sobrevivir. Entonces descubrían sus maravillas, y dejaban de desear su previa e incómoda vida. La propia génesis de la ruta de la Seda parece encontrarse en los enfrentamientos entre una de estas tribu, los Xiongnu, y los chinos. Estos reaccionaron con la construcción de la Gran Muralla (ojo, siglo III a.C.) y la búsqueda de aliados al oeste, para lo que enviaron al ya citado Zhang Qian, quien para cumplir su misión estableció la ruta de la Seda.

Podría seguir y seguir contando cosas de este libro, como estoy seguro de que Tobalina podría haber seguido escribriendo otras mil páginas sobre el tema. Pero, para qué, lo suyo es leerlo y yo aquí lo dejo recomendado. Tobalina cierra su obra con evocador párrafo que ahora pondré aquí, pero antes de ello dejo una corta reflexión muy económica y libertaria: cómo se enriquece la humanidad cuando se facilita el intercambio, y qué difícil le tiene que resultar a los Estados detener esta tendencia casi innata de los seres humanos. Si la Ruta de la Seda no prueba ambas afirmaciones, es que yo no he entendido nada.

Dejo aquí el párrafo prometido:

"En este mundo nuevo, que se había hecho más grande y más pequeño a la vez, y en el que el comercio había quedado en manos de inmensos galeones con bodegas rebosantes de mercancías, ¿qué lugar quedaba para las caravanas que recorrían fatigosamente los confines del desierto de Taklamakán, escalaban las cumbres nevadas del Pamir y acampaban alrededor de grandes hogueras junto a los oasis de la Transoxiana?"



sábado, 23 de agosto de 2025

Sentido y sensibilidad ("Sense and Sensibility"), de Jane Austen

Jane Austen es la mejor escritora en lengua inglesa que he leído. Sin embargo, por alguna razón incomprensible, no lei nada más de ella desde que disfruté Mansfield Park y Pride and Prejudice hace la torta de años. Pero nunca es tarde para redescubrir lo conocido, así que me he puesto en el Kindle ésta y Emma, y más tarde completaré su bibliografía con sus otras dos novelas Persuasion y Northanger Abbey. Además, lo haré en 250 aniversario del nacimiento de la señorita Austen.

El caso es que no tenía claro cómo iba a encontrar a Austen tantos años después, y más tras la reciente experiencia con Dickens. Por suerte, esta sí que ha resistido bien mi madurez, y he vuelto a disfrutar una barbaridad.

Lo primero que te engancha de Austen es su inigualable estilo, esa forma de contar las cosas, y la manera en que hablan sus personajes, el epítome de esa aristocracia inglesa que tan difícil nos resulta comprender en la actualidad. Gente dedicada al puro placer del dolce farniente, solo preocupadas por obtener una cierta renta sin tener que trabajar (por salario) y en vez qué familiar les mantendría o acogería. Las novelas de Austen inspiran un verdadero género literario y cinematográfico, el del drama de época, en que guionistas y escritores tratan de imitar en sus diálogos a la maestra.

Con este contexto, ¿a quién puede interesar lo que cuenta Austen? A priori, ni a mí. Por eso el enganche inicial no hay que buscarlo en la trama, sino en el estilo, y a fe que uno disfruta como un enano. Dejo muestras:

"her face was so lovely, that when, in the common cant of praise, she was called a beautiful girl, truth was less violently outraged than usually happens."

"she was a great wonderer, as every one must be who takes a very lively interest in all the comings and goings of all their acquaintance."

"I shall call hills steep, which ought to be bold; surfaces strange and uncouth, which ought to be irregular and rugged; and distant objects out of sight, which ought only to be indistinct through the soft medium of a hazy atmosphere."

"and a young man of eighteen is not in general so earnestly bent on being busy as to resist the solicitations of his friends to do nothing."

Uno de los aspectos más llamativos de los diálogos de Austen es los constantes superlativos para describirlos sentimientos banales, que asumo reflejan la forma en que hablaba esta gente, aunque podría ser simplemente ironía. Todo este lleno de "most" o "last". Ejemplo:

"the gentleman having named the last day on which his existence could be continued without the possession of the toothpick-case,"

"It was impossible for any one to be more thoroughly good- natured, or more determined to be happy, than Mrs. Palmer. The studied indifference, insolence, and discontent of her husband gave her no pain; and when he scolded or abused her, she was highly diverted."

Sin embargo, ese gancho sirve al lector para ir adentrándose en la trama, hasta que llegado un cierto punto de la novela, ya no importa el estilo, sino ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Parece también como si Austen relajará su magistral estilo narrativo ahora que ya te tiene en sus garras (de hecho, así lo observo con la densidad de pasajes subrayados, que decae bastante una vez superado el 60% de la novela).

La historia que nos cuenta Austen en esta ocasión es la de las hermanas Dashwood, Elinor y Marianne, que encarnan los dos nombres del título: Elinor es la hermana del buen sentido, siempre atenta a las formas y con las emociones bien ocultas ("almost every thing that was said proceeded from Elinor, who was obliged to volunteer all the information about her mother’s health, their coming to town, &c. which Edward ought to have enquired about, but never did"); Marianne es la hermana de la sensibilidad, que se deja llevar por sus sentimientos hasta extremos descorteses ("in vain; common sense, common care, common prudence, were all sunk in Mrs. Dashwood’s romantic delicacy."). El contraste es claro, y será algo presente en toda la narración, centrada en la típica trama romántica de desencuentros. Aunque las dos son protagonistas, es claro que el foco de Austen es Elinor, a través de cuyos ojos y sensaciones vemos lo que ocurre.

En torno a Elinor y Marianne (y sus respectivos caballeros, con poco protagonismo), crea Austen una sociedad de personajes mediocres (en el mejor caso) y mezquinos, con apenas dotes sociales ni siquiera  para la conversación. Al menos, eso es lo que parecen opinar las hermanas, quienes tampoco a mí me parecen especialmente cultas o ámenas. Pero, claro, no por eso dejan de ser las protagonistas.

Es en el tratamiento de estos personajes secundarios donde brilla el talento irónico de Austen. Simplemente la lectura del segundo capítulo justifica toda la novela. En el mismo, el hermanastro Dashwood y su señora  ("Mrs. John Dashwood had never been a favourite with any of her husband’s family: but she had had no opportunity till the present, of showing them with how little attention to the comfort of other people she could act when occasion required it.") se convencen a sí mismos de que no tienen que aportar demasiado al sostenimineto de madre y hermanas, pese a la petición del padre, con cuyo fallecimiento se abre la novela. Es más: "Mrs. John Dashwood saw the packages depart with a sigh: she could not help feeling it hard that, as Mrs. Dashwood’s income would be so trifling in comparison with their own, she should have any handsome article of furniture."

Aquí tenemos la descripción de un Lady Middleton y marido, en la línea dicha:

"they strongly resembled each other in that total want of talent and taste which confined their employments, unconnected with such as society produced, within a very narrow compass. Sir John was a sportsman, Lady Middleton a mother. He hunted and shot, and she humoured her children; and these were their only resources."

"Sir John was loud in his admiration at the end of every song, and as loud in his conversation with the others while every song lasted."

No voy a descubrir a nadie que "Sense and Sensibility" es una obra maestra, que se puede disfrutar además con excelentes adaptaciones cinematográficas. Pero no por ello quiero dejar de recomendar su lectura, que todos sabemos que en muy buena, pero nadie la lee. Lo que no tengo tan claro es si la traducción será capaz de mantener el estilo aristocrático que tiene Austen, porque no conozco en español tiene registros similares.

lunes, 4 de agosto de 2025

La tentación totalitaria ("La tentation Totalitaire"), de Jean-François Revel

Avanzo con Revel. Ahora toca este ensayo de 1975, que adolece del mismo problema que el penúltimo que leí, Ni Marx ni Jesús, y es que, al menos la retórica, se ha quedado un poco obsoleta. Todos los capítulos en que habla del partido comunista francés, o del portugués, o del italiano, o del estalinismo, o de los diversos medios comunistas y estalinistas, me suenan super extraños.

Pero, claro, es que hay que entender que cuando escribe Revel aún faltan 14 años para la caída del muro de Berlin y que se pudiera constatar el colapso del regimen comunista por excelencia, la URSS. Visto en 2025, y aún consciente de que la tentación totalitaria sigue ahí, con la forma mutada del wokismo o del ecologismo rojo, o de Podemos-Sumar en España, o en los ribetes de planificación central de la Comisión Europea, se hace muy extraño leer con esos términos.

Superado el tema retórico, nos quedan dos cosas para justificar esta lectura, una de fondo y otra de forma. La de fondo es que, por supuesto, los argumentos que maneja Revel son también aplicables en la actualidad, y directamente al ámbito de la Comisión Europea y sus acciones de vuelta a la soberanía, un concepto que a Revel le da miedo y urticaria: "La pente naturelle de l’État-souverain est de mettre la politique intérieure au service de la politique étrangère, c’est-à-dire de tout ce qui peut servir à concurrencer les autres États-souverains et à les affaiblir. Ce qui n’est évidemment ni donner la priorité au bonheur des hommes comme but politique ni favoriser la coopération planétaire." Claro que Revel no puede hablar de la CE porque no la conocer, pero está claro que se ha constituido desde 1993 en otro Estado-soberano que quiere debilitar a los Estados Miembros, y también a sus rivales como Rusia.

Antes de seguir, dejo aquí lo que entiende Revel por socialismo, que no quedaba claro en la anterior lectura: poner la economía al servicio del hombre. Es evidente que, con esta definición, los estados totalitarios, entre ellos los comunistas, son lo más opuesto posible al socialismo.

Con la visión de Estado-soberano que da Revel, es inevitable que vea su tendencia al estalinismo, como estamos constatando con la Comisión Europea en particular. En concreto, a Revel no le engañan con los derechos que los Estados conceden: "Être parvenu à lier, dans l’esprit du temps, la suppression des libertés à celle des injustices sociales, à légitimer ainsi le totalitarisme, est une des grandes victoires intellectuelles du stalinisme."

Son muy interesantes los capítulos que dedica al análisis económico y moral del capitalismo, con argumentos que ahora ya se conocen bien, pero que quizá en 1975 no estaban tan extendidos. Y me ha llamado mucho la atención su referencia al economista Jean Fourastié, quien "a consacré de nombreux travaux à l’évolution du pouvoir d’achat dans les sociétés capitalistes.", pues resulta que ya usaba los precios-tiempo que tan innovadores me parecieron en Superabundancia.

En cuanto a las evidencias históricas, me ha resultado muy iluminador el completo análisis que hace del caso de Chile ("Le Chili, au moment où Salvador Allende accède à la présidence, dispose d’une démocratie en bon état de fonctionnement et déjà orientée vers le socialisme : il se retrouve, après trois ans, sous une dictature fasciste."), de cómo llegó al poder Allende, y como aquello terminó en dictadura fascista por culpa de la acción revolucionaria de Allende a la que éste se vio en cierta forma obligado: "Il arriva en tête avec 36,2 % des voix, contre 34,9 % au candidat conservateur et 27,8 % au démocrate- chrétien. En faisant le total, on constate aisément que 62,7 % des Chiliens ont voté contre Allende.". Un análisis esclarecedor que me recuerda al que leí a Jiménez Losantos sobre la revolución rusa o la Guerra Civil española, cuya realidad conviene conocer para no tragarse los mitos mainstream.

Otra de las evidencias históricas compara la Rumania de Ceaucescu con la España de Franco: "On doit aussi, pour être équitable, comparer des pays principalement agricoles en 1940, comme la Roumanie et l’Espagne. La Roumanie, encore très arriérée, a, en 1975, le plus bas niveau de vie de l’Est (sauf l’Albanie) ; l’Espagne est devenue un pays industriel moderne. C’est triste à dire, mais le Conducator (M. Ceausescu) et le défunt Caudillo (les deux termes sont synonymes) se sont montrés pareillement doués pour la dictature, mais non pour la gestion."

Menos interesante, por obsoleto, es el capítulo dedicado al anticomunismo, respecto a como todo el mundo, derecha e izquierda, era acusado de ser anticomunista al menor descuido, como si fuera una especie de pecado. Este párrafo resume brillantemente el análisis: "Venant de la droite, toute critique du communisme est d’avance discréditée, puisqu’elle émane nécessairement d’un préjugé aveugle, au service d’intérêts de classe. Balbutiée par la gauche, toute critique est également irrecevable, puisqu’elle « fait le jeu » de la droite, et donc, en définitive, trahit, chez ses auteurs, la présence, mieux dissimulée mais d’autant plus insidieuse, d’autant plus vénéneuse, du préjugé anticommuniste. D’où il ressort, au bout du compte, qu’il ne saurait exister de critique objective et honnête du communisme." En definitiva, si sacas defectos al comunismo, es porque eres anti-comunista, no porque tenga defectos tal ideología.

Como decía, la otra justificación para esta lectura se podría calificar de formal. Me estoy refiriendo a la fina y deliciosa ironía que destila Revel en su escritura. Dejo aquí unos cuantos ejemplos, por si a alguien le animan con esta lectura.

"Un point en faveur du capitalisme, c’est qu’au moins il n’est content de lui qu’en période d’euphorie et lorsqu’il marche bien, tandis que le triomphalisme socialiste n’a nullement besoin de cette condition pour s’épanouir. Les échecs le ragaillardissent– heureusement pour lui, car s’il devait fonder son contentement de soi sur ses réussites, il ramperait dans les mortifications ininterrompues."

En la misma línea: "On se le demande parfois : que deviendrait le socialisme, si le capitalisme n’était là pour le soutenir ? Soutien qui, hélas ! n’atténue en rien la débilité sénile du système capitaliste, pas plus qu’il n’autorise à douter du fonds de santé essentiellement robuste de l’économie socialiste."

Dardo para la India socialista (estalinista?) de Indira Gandhi y la típica corrupción de estos regímenes, en este caso del hijo invirtiendo en automóviles: "La fabrication d’une automobile nationale– la Maruti, « Fille du Dieu du Vent », qui, en effet, resta bien telle que son nom l’indique, puisque jamais elle n’atteignit le stade bassement métallurgique de la matérialisation".

Y la final sobre cómo combaten paro e inflación en los regímenes socialistas: "Pour le dire en passant, c’est là un moyen de réduire l’inflation sans accroître le chômage dont ne disposent pas les économies capitalistes. Si l’on y avait la faculté de faire travailler par moments un quart ou un cinquième de la population active sans lui verser de salaire, serait une recette miraculeuse pour juguler et l’inflation « par les coûts » et l’inflation « par la demande"

Me recuerda a Houellebecq cuando decía lo de que el regimen islamista reduciría el paro de forma inmediata al prohibir trabajar a la mitad de la población.

Bueno, aquí lo dejo. Pese al discurso quizá algo obsoleto, yo voy a seguir con el siguiente ensayo del tomo, "La Grâce de l`Etat", aunque, como decía el gladiador negro al final de Gladiator, "Not yet". Estoy que me salgo con las citas, hoy.

miércoles, 30 de julio de 2025

Ni Marx ni Jesús, de Jean-François Revel

Primero de los ensayos de leer que voy a leer próximamente. La razón, absurda: están en el mismo volumen que el que realmente me interesa leer, que es Comment les démocraties finissent. Total, no son demasiado largos y quieras que no Revel escribe bien.

El problema que ya me he encontrado, y que seguramente me encuentre también con el que me interesaba, es que parecen haberse quedado un poco obsoletos. Este es de 1970, y tanto la retórica como el contenido me parece que se han quedado desfasados. Ello no implica que no merezca la pena leerlos por la brillantez de Revel, pero uno esta todo el rato incomodado y teniendo que corregir mentalmente la terminología.

En este libro, Revel argumenta que una revolución en nuestro tiempo  (1970) solo podría venir de los Estados Unidos. De entrada, ya me incomoda el término revolución y no sé a qué se refiere Revel. Yo diría que parece hablar una segunda revolución "socialista", habiendo sido la primera la que empezó en 1789 con la francesa. La incomodidad crece cuando empieza a decir cosas como que el socialismo solo se puede conseguir en sociedades capitalistas, y que es imposible en las comunistas, donde además parece deducirse que para Revel una sociedad socialista es algo deseable. Y yo no entiendo si está haciendo un análisis retórico para acercarse a la izquierda, o que entiende algo distinto que yo por una sociedad socialista, o que de verdad se piensa que es un estado deseable.

Para Revel, "La seconde révolution mondiale consistera donc à venir à bout de la notion qui est le nid de tout le mal : à savoir la notion de souveraineté nationale." Aquí nos volvemos a entender, y encima nos trae de vueltaa la actualidad, pues nos toca vivir en estos momentos el debate sobre la soberanía europea, y el rearme y demás milongas de los políticos. Y Revel nos recuerda que "Il est plus facile en effet de devenir rapidement une grande puissance nucléaire qu’une société d’abondance, et d’autant plus nécessaire pour les détenteurs du pouvoir d’être l’une que l’on est moins l’autre." Más claro, agua. A ver quién se lo recuerda a Von der Leyen y secuaces, ahora que Revel no está con nosotros.

Esta segunda revolución tiene cinco componentes: "La révolution politique, la révolution sociale, la révolution technologique et scientifique, la révolution dans la culture, les valeurs et les mœurs, la révolution dans les rapports internationaux et interraciaux sont cinq révolutions qui doivent se dérouler simultanément ou bien ne se déroulent pas du tout.

A la vista de esta concepción, queda más claro porque solo cabe esperarla de los EEUU, donde de hecho ya se estaban produciendo revoluciones (muy destacado el ejemplo de la igualdad de derechos de los negros liderada por Martin Luther King). La razón básica es porque es realmente el único país en que hay libertad para hacerla. Por ello, no cabía esperar una revolución en los países comunistas (URSS, China). 

Pero tampoco del Tercer Mundo, en este caso por carecer de la riqueza que la sustente. "Donc tout système économique qui s’est révélé incapable d’assurer suffisamment la croissance est disqualifié historiquement. C’est le cas des pays socialistes. Mille regrets, mais c’est ainsi."

En cuanto a la viaja Europa, básicamente la ve así, envejecida, como para hacer propuestas revolucionarias: "Il y a des sociétés où est ambiante l’idée que rien ne peut arriver parce que toute tentative d’innovation déclenchera automatiquement le frein correspondant, et d’autres où cette idée n’est pas du tout perceptible.". Tengo la sensación de que esta frase es de plena actualidad para la Unión Europea, aunque por motivos distintos a los de los 70. Entonces nos quedaba la ilusión, y más en España, precisamente de ese Mercado Común que tanta riqueza nos dio, y que ha acabado en las instituciones verdaderamente soviéticas que nos anquilosan en la actualidad. Y es que "N’oublions pas en effet que la plupart des intellectuels européens sont à la fois l’« establishment », au sens le plus officiel, étatique et administratif du terme, et l’opposition ; à la fois la classe dirigeante et la classe révoltée."

El libro nos da ideas interesantes, pero bajo una retórica incómoda y estrafalaria, y que me parece obsoleta, de ahí que no me haya gustado mucho. Yo creo que en 2025 andar leyendo sobre comunistas y revoluciones suena muy raro, así que yo no recomiendo esta lectura. Me despido con algunas frases de esas lapidarias que me han molado:

"vous prenez un homme auquel vous avez coupé les deux bras et les deux jambes, vous pouvez le baptiser au choix joueur de football ou joueur de rugby."

"L’uniformisation technologique seule peut désormais être le support de la diversité culturelle, une diversité non plus de préservation mais d’invention. Les minorités futures seront fondées sur le choix et non plus sur la coutume."

Sobre el espíritu revolucionario de los socialistas de Francia e Italia en la época: "ce qui la caractérise est une mentalité dans laquelle tout ce qui est réalisable est considéré comme non révolutionnaire, dans laquelle tout ce qui est considéré comme révolutionnaire est irréalisable."

Por último, una cita de Revel a un autor anti-colonial que se da de bruces con la realidad. Los tres enemigos de los países africanos: el hombre blanco, la miseria y el pasado. "Quand je suis arrivé ici, je croyais n’avoir à faire face qu’à un seul ennemi: le Blanc. Mais dès l’instant où je me suis défait de lui, les autres ennemis me sont apparus, plus grands, plus dangereux que le Blanc. À côté de ces deux-là, le Blanc faisait presque figure d’un allié."

martes, 29 de julio de 2025

Padres e hijos, de Iván Turgenev

Esta novela llevaba bastante tiempo en mi lista de lectura, sin que me animara con ella. La tenía apuntada como uno de los grandes clásicos de la literatura rusa, pero ya he repetido muchas veces que esta literatura no me queda más remedio que leerla en español, y siempre me suena mal traducida (con la excepción afortunada de Tolstoi). El caso es que el último ensayo de los "Pensadores rusos" que acabo de terminar se dedicaba precisamente a esta obra, por lo que hice lo más natural: proceder por fin a su lectura.

El principal spoiler con el que tenía que tratar se refiere a Basarov, el personaje polémico de la obra, que dio muchos disgustos a Turgenev por, decían algunos, representar mal al activista socialista, o por, decían otros, proponer soluciones socialisyas. Yo agucé mis sentidos cada vez que hablaba el tipo, pero seguí sin entender por qué se había montado la movida, incluso tras la explicación facilitada por Berlin en el libro antes citado.

Así que me quedaré en la lectura superficial de esta novela, que no obstante me ha resultado fructífera. Se nos cuenta la historia de dos amigos, el tal Basarov y su amigo Arkady Kirsanov, ambos de ideales revolucionarios, aunque el primer mucho más serio en sus convicciones que el segundo. Basarov resulta ser un "nihilista" que solo cree en la ciencia y desprecia otro tipo de sentimientos. Arkady trata de seguir su rueda, pero se ve continúamente traicionado por sus debilidades. En la novela, los amigos protagonistas visitan sucesivamente la hacienda del padre de Arkady (Nikolai Kirsanov), la mansión de una mujer liberada (Odintsova) y la casa más humilde de los Basarov, en la que habitan sus padres. Por el camino hay debates, fiestas, amoríos e incluso un duelo, nada especialmente llamativo (al menos para mí, igual al señor Berlin o al crítico Valinsky les parece que hay mucha alegoría detrás de la historia), pero sí bien escrito, con gran sensibilidad y con interés.

Es una lectura que se disfruta, aunque la traducción sea un poco redicha. Cuando uno se acostumbra a la colocación posterior de las partículas pronominales ("acercóseles" en lugar de "se les acercó"), resulta hasta coherente con la narración este estilo arcaizante.

Dejo aquí algunos extractos ilustrativos del estilo y sutileza de Turgenev, que no se han perdido tras la traducción, por lo que me atrevería a decir que he tenido suerte con la misma.

- Sentimiento de los dos amigos protagonistas tras una discusión: "Siguió el silencio, pesado y torpe. Ambos se hallaban a disgusto. Cada uno de los dos notaba que el otro lo comprendía. Entre amigos ese sentimiento es agradable; pero siempre también es desagradable entre enemigos, sobre todo cuando no es posible explicarse ni separarse."

- Oposición de las ciencias físicas y las ciencias sociales: "Todos los hombres están en situación de comprender como gira la Tierra o lo que pasa en el sol y, en cambio, no puede comprender cada uno cómo hay quien se suene las narices de otro modo que él"

- Los padres de Basarov se consuelan tras la corta visita. Den fe aquellos padres cuyos hijos se han marchado de casa. "El hijo es... una loncha partida. Es un aguilucho; vino volando, y se va; pero nosotros, como claveles dobles, seguimos uno al lado del otro, y no nos movemos de nuestro sitio. Solo yo seré siempre para ti la misma, como tú también lo serás para mí."

- Descripción psicológica de Odintsova, la perfecta cortesana. "Tenía un temperamento curioso e indiferente al mismo tiempo; sus dudas no se aquietaban jamás hasta el olvido, ni tampoco se exacerbaban nunca hasta la inquietud."

- La naturaleza a los ojos de un nihilista como Basarov. "Sí; también la Naturaleza es una sandez según tú la entiendes. La Naturaleza no es un templo, sino un taller, y el hombre su obrero."

- Descripción de la madre de Basarov. "Creía en todo lo creíble: en adivinaciones, predicciones, sueños; creía en fantasmas, espectros, vampiros y malos encuentros; en la corrupción, en la medicina popular, en el inminente fin del mundo; creía que, si en Pascua de Resurrección no se tenían las luces apagadas toda la noche, brotaba muy bien el trigo sarraceno, y que las setas no crecen si el ojo humano las ve..." La dejo porque la última de las creencias conecta con las que inventariaba Frazer en su The golden bough.

No sigo. A mí esta lectura me parece digna. En mi ranking de literatura rusa iría después de las obras de Tolstoi, si bien a distancia, pero también bastante por delante del otro pope, Dostoiesky, a quien no acabo de verle la gracia. Y es que la novela está bien escrita, tiene momentos tolstoianos, pero me gustaría entender su capacidad polemizadora para que igual me gustara más. Por cierto, magnífico el patético final. Igual da para alguna reflexión sobre el nihilismo.

lunes, 28 de julio de 2025

Pensadores rusos ("Russian Thinkers"), de Isaiah Berlin

Llego a Berlin y a este libro tras leer a Vargas Llosa su "La llamada de la tribu". Berlin era el único de los autores allí  recogidos al que no conocía, así que había que satisfacer la curiosidad. Y opté para hacerlo por este libro, que es uno de los que recomienda Vargas Llosa.

Bueno, pues como ya viene siendo habitual con las recomendaciones de don Mario, otra decepción que acumulo. Afortunadamente, ni Popper ni Revel necesitaban de tal recomendación para su lectura, por lo que esta enésima decepción no la pone en riesgo. Sí, en cambio, abandono el interés por leer algo más de Berlin.

Este libro recoge siete ensayos de Berlin sobre pensadores rusos. No tengo claro si los escribió, los disertó o los ha reconstruido el editor a partir de retazos, y no me interesa indagarlo. Ello podría explicar mi decepción, aunque también podría serlo la temática. ¿Qué podía esperar de un libro sobre pensadores rusos? Bueno, al menos lo que prometía Vargas Llosa, un estilo brillante, que es fácil encontrar en muchos académicos ingleses. Por desgracia, Berlin escribe normal, con rigor pero sin brillantez, con lo que el atractivo de este libro se reduce a aprender algo sobre el pensamiento ruso del siglo XIX.

Hombre, y con algo si me he quedado, sobre todo procedente de la introducción que contextualiza los ensayos. Dejo varias ideas:

1) Rusia había estado bastante desconectada del resto de Europa hasta las guerras napoleónicas, en que de repente aparece como elefante en cacharrería. De repente, los intelectuales rusos se ven expuestos a las corrientes de pensamiento del resto del continente, pero con peculiaridades: apenas hay lo que podríamos llamar "clase media", por lo que se generan relativamente pocas ideas., y las que se generan se cogen con gran entusiasmo.

2) El pensamiento ruso del siglo XIX (como quizá el de toda Europa) tiene la base común de Hegel, que básicamente venía a decir que la historia se podía explicar por leyes científicas, lo que nos lleva casi al predeterminismo.

3) Los pensadores rusos se dividían en "paneslavos" y "occidentalistas".

4) La censura hacía que no se pudieran publicar libros filosóficos, por lo que todo el debate social se canaliza vía literatura (lo que explica, para mí, porque todos los libros rusos que he leído parecen ir de lo mismo). Las grandes obras han de ser interpretadas con esto en mente, lo mismo que las críticas que desataban. Al respecto, es muy clarificador el ensayo sobre "Padres e Hijos" (obra de Turgenev), con que se cierra el volumen. Por cierto que ha sido el siguiente libro que he leído.

En cuanto a los ensayos concretos, hay dos dedicados al gran Leon Tolstoi, mi escritor ruso preferido, cuyas dos grandes obras "Guerra y Paz" y "Ana Karenina" no me canso de recomendar. El primero lo dedica a la primera de las obras, y el segundo a la preocupación por la educación que tuvo Tolstoi, con interesantes referencias de sus escritos que quizá merecería la pena rescatar.

Vuelvo al primero de los dos. Se llama "El zorro y el erizo", por una fábula rusa que dice algo así como que el zorro sabe muchas cosas, pero el erizo solo una. Para Berlin, esto es una alegoría del pensamiento de Tolstoi, quien se pasó toda la vida siendo zorro, pero queriendo ser erizo, y fracasando en el hallazgo de esa idea final que explicara la historia. 

Hay otros ensayos más corales: el primero dedicado a 1848, otro al nacimiento de la "inteligentsia" rusa y otro a la corriente rusa llamada "populismo" (que no tiene nada que ver con lo que llamamos así ahora). Del primer no he retenido nada, del segundo las referencias a Belinsky, y del tercero, que su máximo exponente fue Chernyshevsky, de quien ya tengo leído ¿Qué hacer?. Aunque entonces pensé que era antecesor del comunismo, tras leer a Berlin no tengo nada claro que lo fuera. Más bien parece anarquista, eso sí con algunas inquietudes perfectamente compartidas por el comunismo posterior: "The question became even more acute when it was asked (as it increasingly came to be in the 1860s) what was to be done if the peasants actually resisted the revolutionaries’ plans for their liberation? Must the masses be deceived, or, worse still, coerced?" Berlin insiste en que jamas los populistas hubieran optado por imponer nada a nadie.

En cuanto a Belinsky, no lo conocía de nada, y me ha llamado la atención su papel pivotal en el pensamiento ruso. Sin ofrecer grandes ideas ni grandes escritos, sí fue un crítico literario decisivo para encumbrar y destruir carreras, siempre con el criterio de la honestidad del escritor. De hecho, Berlin nos dice que "But he also revealed, and for the first time, the full glory of the great sun of Russian literature, Alexander Pushkin, and he discovered and assessed at their true worth Lermontov, Gogol, Turgenev and Dostoevsky, not to mention such writers of the second rank as Goncharov, or Grigorovich, or Kol’tsov."

He dejado para el final el ensayo que más me gustado de este libro, que es el que dedica Berlin a Herzen y a Bakunin. Ambos autores me resultan interesantes, por motivos distintos, que quizá puedo resumir de la misma forma que lo hace Berlin. Herzen es posiblemente el gran descubrimiento de este libro, al menos queda claro que para Berlin es el más interesante de los pensadores rusos, y habla maravillas de su autobiografía ("My past and thoughts"). Su pensamiento parece resumirse así: "It is this particular species of non- metaphysical, empirical, ‘eudaemonistic’ individualism that makes Herzen the sworn enemy of all systems, and of all claims to suppress liberties in their name, whether in the name of utilitarian considerations or authoritarian principles, of mystically revealed ends, or of reverence before irresistible power, or ‘the logic of the facts’, or any other similar reason."

En cambio del pensamiento de Bakunin, nombre mucho más conocido, no tiene demasiado que decir: "Bakunin, the official friend of absolute liberty, has not bequeathed a single idea worth considering for its own sake; there is not a fresh thought, not even an authentic emotion, only amusing diatribes, high spirits, malicious vignettes, and a memorable epigram or two."

Ahora bien, sí me resultan más interesantes otras apreciaciones sobre el personaje: "He used words principally not for descriptive but for inflammatory purposes, and was a great master of his medium;" y sobre todo: "He wanted to set on fire as much as possible as swiftly as possible; the thought of any kind of chaos, violence, upheaval he found boundlessly exhilarating." ¿En quién está inspirado el Joker de la segunda película de Nolan sobre Batman? Quién lo iba a decir.

A mí este libro me ha parecido un poco pesado y redundante, e incluso sin sentido en esos momentos en que Berlin se pone a citar rusos desconocidos para comparar su pensamiento con el que está analizando. He de decir que el volumen se completa con un apéndice de personajes rusos (no solo pensadores), precisamente para cubrir esta carencia, y que es quizá más interesante que algunos de los ensayos.

sábado, 19 de julio de 2025

Medusa's Web, de Tim Powers

Tim Powers es un escritor de novelas de aventuras que me impresionó en mi juventud, sobre todo con su novela "Las puertas de Anubis". Hace no mucho lo recuperé con menos fortuna, pues ni On stranger tides ni Alternate Routes me entusiasmaron. Por suerte, este que comento ahora me ha gustado más.

Lo que más me gusta de este escritor es su capacidad para situarte al lado de los personajes en una situación que no comprenden y que el lector tampoco. El proceso de descubrimiento se hace pues en paralelo, lo que a mí me resulta muy atractivo. En esta historia, sin embargo, los protagonistas, Scott y Madeleine, tienen más información que el lector, al que se la revelan paulatinamente. Esto ocurre desde el mismo comienzo, en que llegan a la casa de su tía Amity y son recibidos por Claimayne y Ariel, sin que  nosotros sepamos ni por qué han ido ni qué relación tienen con sus anfitriones, algo que obviamente ellos sí saben.

El misterio se teje (qué ocurrente soy) en torno a gráficos de "arañas", o más bien estrellas de ocho puntas, de las que la cabeza de Medusa con sus serpientes constituirá un ejemplar. El visionado de una de estas "arañas" permite a su consumidor introducirse en otra persona en un determinado momento temporal, y ha de ser consumido "antes" y "después" para que el ciclo quede cerrado. "What happens—sometimes!—when you look at a spider on Monday and then somebody else looks at it on Friday?” She rolled her eyes impatiently, but he persisted, “Go on, what happens?” “You overlap with each other for a minute or so. You’re in his body on Friday, and he’s in yours on Monday. If you’re lucky, you can act, do stuff, in his body.”" ¿Se aclara mi lector? No, ¿verdad? Pues a leer el libro.

Las preguntas que confrontan los protagonistas, algo menos relevante, es por qué se ha suicidado su tía y por qué les abandonaron sus padres en la infancia. Durante la investigación aparecerán personajes famosos (como, por alguna razón, Rodolfo Valentino), e incluso hay una referencia a un grupo anarquista español, aunque no sé si apócrifa: "“La Mano Negra was a secret society in Andalucia, in Spain—the police called them anarchists, but all the legitimate anarchist groups—” Ariel gave him a faint, quizzical smile. “I like the idea of legitimate anarchist groups.” Me encanta la observación final.

Y como suele pasar, se irán mostrando nuevos descubrimientos en relación con las citadas "arañas", pues lo que he explicado más arriba no deja de ser el planteamiento inicial. Obviamente, el uso de las "arañas" de una forma ingeniosa será lo que al final permita el desenlace, pero poco más diré ya.

El estilo de Powers es muy descriptivo, con muchos detalles de lo que están haciendo y viendo los personajes, normalmente relevantes para la historia. El lector puede reconstruir fácilmente la escena en su cabeza y, así, vivir la aventura como los protagonistas. Dicho estilo descriptivo es rico en detalles pero sobrio en adornos literarios.

Termino no obstante con algunas frases que me han llamado la atención.

Una surrealista: "Claimayne shrugged. “Sometimes you have to work posthumously.”"

Dos interesantes reflexiones en relación con el tiempo:

"“As our clocks reckon it, sure. As a bystander would reckon it. But that gap—ah, Ariel, that gap is infinite! Our departure and return are two points very close together in time, but remember that there’s an infinity between any two points.”"

"I hate that whenever you look at a clock, it shows a different time. What’s the use of knowing what time it is, if it’s always changing? And it’s always later!”"

Un juego de palabras con algo de humor, muy raro en Powers: "A job that included lighthouse work. I think that would be nice, like in Captain January.” Scott thought about that for a moment, then said, “Uh, are you sure it wasn’t light . . . housework?”"

Y no quiero dejar pasar al poeta persa Omar Khayyam, sorprendente en una novela como ésta: "Scott recognized the line; it was from Omar Khayyam’s Rubaiyat. He recalled the last two lines: And then and then came Spring, and Rose-in-hand / My thread-bare Penitence apieces tore."






viernes, 11 de julio de 2025

La llamada de la tribu, de Mario Vargas Llosa

Otro libro más del escritor peruano, y van... Ni me molesto en poner los links a las lecturas recientes que he hecho de sus libros, la última "El pez en el agua". Lo que pasa es que este ha sido el más decepcionante de los que he leído y casi una pérdida de tiempo.

En él, Vargas Llosa nos resume el pensamiento de los siete personajes que él considera claves para su cambio del socialismo al liberalismo. Los citados siete son: Adam Smith, Ortega y Gasset, Hayek, Popper, Raymond Aron, Isaiah Berlin y Jean-François Revel. Y en eso consiste el libro: nos hace una breve biografía de cada uno de ellos, y a continuación un resumen de sus libros más importantes. La sensación que tiene uno es que Vargas Llosa recuperó para este cometido sus apuntes de cuando los leyó, y suenan como tales, con muy poca reflexión adicional. Con todos los respetos, me atrevería a decir que estas entradas que pongo en mi blog aportan una mayor reflexión sobre lo leído del que aporta don Mario en este libro.

Por si fuera poco, esta es la tercera reseña de Adam Smith que me embuto en menos de un año, tras leer las de Rothbard y Heilbroner, Y con Raymond Aron me pasa lo mismo, salvo que solo es la segunda tras la que leí en Le courage de la nuance. Con la excepción de Berlin, son autores que conozco, y alguno lo tengo muy currado (Hayek). Quizá lo más valioso de esta lectura sea que me ha dado el empujón final para leer a Popper, cuya obra conozco solo de oídas, y para volver con Revel, quien me gusta mucho. También para descubrir algo de Berlin. Así que en breve los tendremos por aquí.

El otro punto de interés de este libro es el prólogo, en que Vargas Llosa se dedica a reflexionar en vez de a resumir el pensamiento de otros. El punto en que más discrepo con él, que apareció en el ya citado "El pez en el agua", es la importancia que da a la democracia. Él sabrá, si no se hubiera quedado en Hayek y hubiera llegado a Rothbard quizá no tendría tanto entusiasmo.

Es en esta introducción donde explica el título del libro, procedente de alguna cita de Popper: "Así llama Karl Popper al irracionalismo del ser humano primitivo que anida en el fondo más secreto de todos los civilizados, quienes nunca hemos superado del todo la añoranza de aquel mundo tradicional—la tribu— cuando el hombre era aún una parte inseparable de la colectividad, subordinado al brujo o al cacique todopoderosos, que tomaban por él todas las decisiones, en la que se sentía seguro, liberado de responsabilidades"

También aquí se refiere a su visión del régimen castrista y la evolución con los años, muy interesante al comienzo: "Para mi generación, y no sólo en América Latina, lo ocurrido en Cuba fue decisivo, un antes y un después ideológico. Muchos, como yo, vimos en la gesta fidelista no sólo una aventura heroica y generosa, de luchadores idealistas que querían acabar con una dictadura corrupta como la de Batista, sino también un socialismo no sectario, que permitiría la crítica, la diversidad y hasta la disidencia. Eso creíamos muchos y eso hizo que la Revolución cubana tuviera en sus primeros años un respaldo tan grande en el mundo entero." Habiendo estado en Niquero y viendo donde desembarcaron Castro y sus secuaces, doy fe de que aquello sí fue heroíco, y no imagino a ninguno de sus enclenques sucesores ideológicos, más atentos a abusar de sus compañeras de partido, haciendo lo mismo. Pienso en Errejón, Pablito Iglesias o Sanchijuela por esos manglares y me da la risa.

Volviendo con Vargas Llosa, también discrepo en poner todas las libertades a una altura similar, cuando los recursos que precisas para implementar las otras solo los podrás usar y conseguir si tienes libertad económica. Por eso sacude a Pinochet: "Esos ignorantes creían que una política de mercado podía tener éxito con Gobiernos represivos y dictatoriales. Pero también fracasaron muchos intentos democráticos en América Latina que respetaban las libertades políticas pero no creían en la libertad económica—el mercado libre—, que es la que trae desarrollo material y progreso." Por lo menos, tiene claro que al menos está a la altura de las otras, lección que nos tendríamos que traer inmediatamente a la Unión Europea antes de que sea demasiado tarde.

Este ensayo de Vargas Llosa no merece la pena. Tengo la sensación de que lo escribió con un cierto grado de obligación moral que le da su gran fama, para apalancar la menor de estos pensadores sobre aquella. Noble empeño sin duda, pero que en mí ha caído en terrano ya plantado y crecido, y por tanto innecesario. Eso sí, leeré a Popper, Berlin y volveré a Revel en breve.