miércoles, 23 de julio de 2008

¿Cuánto cuesta contratar a un tenor de ópera?

Hoy toca un poco de teoría económica, que nos permita comprender mejor los riesgos que corre un empresario en el libre mercado, y, por ende, los límites a su mítica capacidad de explotación de los recursos, en particular, de los trabajadores.

La teoría económica demuestra que, en un mercado libre, el precio de los factores de producción tiende al valor de su producto marginal (descontado). De otra forma, el empresario está dispuesto a pagar, como máximo, por cada factor de producción el dinero que pueda obtener por la venta de los productos que pueda fabricar al incorporar ese factor a su producción (olvídemonos del factor tiempo en esta entrada).

Así, si añadiendo 100 gramos de harina puedo fabricar otro croissant que vendo en 1 Euro, este será el precio máximo que pagará por los 100 gramos de harina. Así, de forma derivada, se crean los mercados de los factores, en los que el precio se establecerá en función de la oferta y de esta demanda derivada.

Pero vayamos con un ejemplo más divertido, el de un tenor de ópera. El empresario sabe que si Plácido Domingo canta Doña Francisquita (sí, es zarzuela, pero es que me ha dado la vena patria), vende entradas por 1o Millones de Euros más. Este es el máximo que está dispuesto a pagar a don Plácido. Y volveríamos a lo del mercado.

Introduzcamos ahora el entorno dinámico y la incertidumbre... y a mí mismo como ejemplo. En la actualidad, mi aportación como ingeniero a la empresa en que trabajo está valorada en x Euros, siendo x <<>> x.

Evidentemente, me voy a cantar lo que haga falta. El empresario me ha adelantado 100.000 Euros (que yo ya gano), porque piensa ganar así 1 M. Transcurre la temporada y hete aquí que sus previsiones fueron ciertas, se levanta el 1 M. Esa temporada es claro que me ha explotado. Pero, ay amigo, en la siguiente las cosas no le serán tan fáciles. Otros empresarios, sabedores de su éxito, que es el mio, sin duda que me ofrecerán cuantiosas cantidades, hasta ese máximo que preven poder obtener de mí, el 1 M de Euros.

Como vemos, efectivamente, el precio del factor tiende al valor del producto marginal. Y lo hace precisamente gracias a que el empresario está dispuesto a correr un riesgo con su propio dinero. Si le sale bien, será capaz de explotar el recurso, pero por poco tiempo, porque pronto se pone en valor, si el mercado es libre. Si le sale mal, palma la pasta y yo me vuelvo a mi curro de x: se ha equivocado en mi valor marginal.

No termina aquí la historia. Porque, eventualmente, en la siguiente temporada, despertamos todos del sueño y el público se da cuenta de que mi voz era un timo. El empresario ya ha palmado el Millón (a mi cuenta), sin embargo solo recauda 100.000 Euros (de más). Mi precio se vuelve a ajustar al valor de mi producto marginal, pero por el camino el empresario ha perdido pasta, por su mala apreciación de mi valor como cantante.

En resumidas cuentas, la capacidad de explotar del empresario en un mercado libre es muy limitada; además, los frutos de los riesgos que corre, los termina recogiendo el recurso pretendidamente explotado.

2 comentarios:

Pablo dijo...

Es un ejemplo muy interesante, siempre que usted sea uno y haya mas de un empresario.

Ahora supongamos un caso mas realista para Espanya de manera que podamos entender mejor el mercado laboral espanyol.

Supongamos que de su trabajo el empresario puede generar 1M, pero que resulte que si contrata a dos como usted, su trabajo no genera 2M sino 1.5M y asi sucesivamente, puesto que se trata de un trabajo creativo con retornos decrecientes. Ahora resulta que hay 3 empresarios y 100.000 ingenieros. Adivine cual es su sueldo ;-P .

El problema del mercado espanyol al contrario de lo que muchos piensan no son tanto las regulaciones gubernamentales, sino lo profundamente desequilibrado que esta.

Si me preguntara por soluciones, estoy seguro que estariamos de acuerdo por una vez: reducir el numero de universidades. Desgraciadamente tal y como esta montado el sistema resulta que el que decide crear una universidad es la administracion local y la que la financia es la central de manera que hay pocos incentivos para no seguir abriendo universidades.

Anónimo dijo...

Pablo
Precisamente ese desequilibrio se debe a las regulaciones gubernamentales, que dificultan siempre los ajustes entre oferta y demanda.
Tú mismo pones un ejemplo: exceso de capacidad de las universidades causado por injerencia estatal; además, los precios artificialmente bajos provocan un exceso de demanda. Pero ni siquiera los excesos casan: por la baja calidad y espalda al mercado de la mayor parte de las universidades públicas.